martes, enero 31, 2006

4 x Uma

Hoy no tenía pensado actualizar porque tengo mucho trabajo, me he quedado hasta hace un rato en la oficina, y ahora seguiré con unos papeles, un poco más, aquí en casa, que si no no llego al jueves y puede ser un día bastante horrible como no me ponga las pilas en plan serio. Lo que pasa es que antes de abrir el Word, y después de cenarme unas judías verdes con puerros que me han entonado bastante, me he metido en mi blog a ver como había ido el día por Itwalks, y luego me he pasado por el blog de mi amiga Uma, Ambivalence, que hacía unos días que no lo leía. Ha tenido un niño y tiene que cuidarlo, así que actualiza menos, pero da igual, yo sigo pendiente de sus posts. Ya he comentado alguna vez que ella me descubrió el mundo de los blogs hará un par de años, o más, lo que hizo que yo me animara con el mío un poco más tarde. Seguramente hubiera teminado escribiendo alguno tarde o temprano, pero ya no sería éste, sería otro, así que para mi es una especie de blog fetiche.

Es fácil escribir un blog mientras tienes una época estable en la vida, como yo, por ejemplo, que dispongo de todo mi tiempo libre para hacer con él lo que me apetezca, y siempre puedo sacar un rato más o menos con facilidad si me lo propongo. Pero vas viendo cómo a mucha gente que escribía frecuentemente, y bastante bien, le cambia su rutina un día y lo primero que hace, generalmente, es abandonar el blog. Es bastante lógico, y ni yo mismo sé que haría si cambiara mi día a día, pero precisamente por eso, el que Uma cumpliera el otro día cuatro años con su Ambivalence, pues tiene mucho mérito. A mi me parece una pasada que, a pesar de los cambios de piso, rupturas sentimentales, matrimonio o hijo, pues siga estando por ahí, más o menos actualizada, pero sin dejar de hacer esos posts breves tan suyos y tan, tan bien escritos, con los que además aprendo inglés y veo, por sus fotos, como es el crecimiento un niño humano, ese pedazo de Bruno. Felicidades, de verdad. ¡Y por tú nuevo trabajo!

Por cierto, qué risa, leyendo antes un enlace del blog de Uma, me he encontrado con este chiste de rubias tontas. Merece la pena.

Por último, hoy me he demostrado a mi mismo que puedo sobrevivir un día con 2'20 Euros, muy importante, que tengo que ahorrar que tengo muchos gastos :

- He desayunado en mi casa (gratis)
- He tomado cuatro cafés de máquina (a 0'15 cada uno, hacen 60 céntimos)
- Me he comprado un sandwich de máquina para comer (1 Euro), una bandejita de manzana partida que también había en la máquina (0'30) y una cocacola (0'30)
- He cenado en casa (gratis)
- No he comprado tabaco porque me ha aguantado el paquete.

Treinta años de divorcio colgados de mi brazo

Hoy he quedado con CF par que me pasara el Office, que lo necesitaba para mi portátil, ya que no lo traía de serie. Hemos quedado en el Starbucks de Orense porque hacía un frío que pelaba, y yo me he pedido mi enésimo café latte mediano del año, que me vuelvo idiota en cuanto veo uno, y mira que he criticado yo a esta franquicia en 2005. Luego me lo tuneo un poco con chocolate y vainilla en polvo de esa que te ponen para que te la eches, y me lo bebo casi del tirón por el agujerito de la tapa, que es otra cosa que me incrementa la felicidad de forma absurda. De todos modos, vale que yo tengo la boca de madera y el calor no me afecta demasiado, pero cualquier día me da algo.

Cuando volvía a la oficina, he cogido el metro en Nuevos Ministerios y, aunque iba con la hora pegada al culo, he visto en un tramo de escaleras por el que me tocaba pasar a una señora menudita intentando subir la maleta más gigante que había visto en mi vida. Le he dicho que si necesitaba ayuda y me ha mirado con cara de "no que va, estaba pensando en hacer unas volteretas en cuanto llegara arriba para no quedarme fría", así que he cogido la maleta como he podido y me he dispuesto a deslomarme subiéndola los quince escalones que quedaban, a pasitos, porque de verdad que lo que pesaba aquella cosa era obsceno. Pues en ese corto recorrido, que ha durado unos veinte segundos, la señora me ha sometido al bombardeo de palabras por segundo más brutal en el que me he visto metido hasta la fecha, con un marcado acento que yo creí argentino en un principio, todo sea dicho:

- Todo mi divorsio, todo mi divorsio lo ehtá subiendo uhté en esa maleeeta, todo mi divorsio, treinta aaño de matrimonio, metiido en esa maleta, ¿se lo puede creer? sho tampóoco, lo veo y no doy créedito, treinta aaño, subiendo de su mano por esa ehcaleera, una chica joven que se casa y treinta añio dehpué, tiene tooda su pertenensia subiendo de la mano de un joven dehconosiiido, ¿por qué no me lo dijo naadie cuando me casé? ¿por qué no me lo enviaron todo acá directameeente hase treinta aaño y nos hubiéramo ahorraado todo ehto?...

Todo esto como banda sonora. La señora no aparentaba lo loca que estaba por su apariencia, pero joder qué mal estaba y cómo me estaba poniendo la cabeza en cuestión de segundos. De hecho, a mitad de trayecto ha cambiado de tercio:

- Pero qué bieeen, sho que no podía con la maleta y uhté la sube como una pluuuma, eso es el cromosoma Y, lo que marca la difereeensia, es el cromosoma Y, nosotra somo XX y uhtede son XY, así de simplee, uhtedes si pueden y nosotrah no, el cromosoma Yyy...

Cuando estaba la señora con lo del cromosoma Y, ha sido cuando yo he llegado arriba con cara de circunstancias y con la vena del cuello como una maroma, que doy fé de que la maleta llevaba treinta años de lo que fuera ahí metidos.

He dejado la maleta en el suelo con un plof y, antes de seguir mi camino, le he preguntado "Qué, ¿argentina?". Ella se me ha puesto inmediatamente con los brazos en jarra y me ha dicho "¡¡Uruguashaaa!!". Y ha empezado a soltarme otra parrafada de su viaje en el avión. Yo le he dicho "bueno, hasta luego" en cuanto he podido, dejándola con la palabra en la boca, y me he dado media vuelta para seguir andando hacia mi andén, pensando en que por qué siempre tengo que preguntarle cosas que no debería a la gente que no conozco.

lunes, enero 30, 2006

Ya he visto nevar este año

Hoy he quedado con Agr para ir al cine. No tenía pensado hacer nada este domingo, porque aparte del frío que hacía, había salido viernes y sábado hasta tarde y no me parecía mal estar un poco tranquilo en casa cacharreando con mi poco cool (según algunos) portátil. A eso de las cinco, Agr me ha mandado un mensaje para ver qué me apetecía hacer y luego ya hemos hablado directamente porque a mi me ha dado pereza escribir un mensaje de respuesta. Agr quería ver Munich y a mi no me importaba, así que en hora y media nos hemos plantado en los Renoir de Cuatro Caminos con las entradas ya compradas por internet, que hacía mucho frío como para aguantar esa pedazo de cola que había en la calle. Yo ya no.

En el cine ha pasado una cosa muy curiosa. Cuando hemos llegado había montado un pequeño pollo porque se suponía que las entradas de estos cines no son numeradas en algunas salas, pero la máquina se ha puesto a repartirlas numeradas sin que la taquillera lo supiera, o yo qué sé, y al final a los primeros que habían sacado entrada, o sea, a los más madrugadores y decentes, se les ha asignado la fila 1, la 2... y así sucesivamente porque las iban sacando por orden de numeración según iban llegando. Una faena. El caso es que los empleados del cine se han puesto a repartir invitaciones para cocacolas y palomitas a los que se habían quedado con las dos primeras filas, que han estimado que eran los más perjudicados. Me ha parecido muy cutre porque la peli la ves rompiéndote el cuello igual. Yo de todos modos me he sacado las entradas del bolsillo corriendo, no fuera que tuviéramos palomitas gratis, pero nada, nosotros estábamos en la fila seis.

La peli no ha estado mal, sobre todo porque no me apetecía que me contaran una historia tan jodida y tan triste desde éste o aquel punto de vista, cuando es algo que ahoratú-ahorayo se les ha ido a las dos partes de las manos. Al final bien, porque no está contada para que veamos lo buenos que son unos y lo malos que son otros, que no lo hubiese aguantado. Yo no estaba nada informado sobre la película y mira, resulta que lo que pasó en los juegos de Munich no era más que un punto de partida para contar una historia, supuestamente basada en hecho reales, acerca de las consecuencias que tuvo todo aquello, y bueno, al menos me ha dejado más claros algunos puntos que no tenía yo muy finos de este conflicto, como me pasa con casi todos los acontecimientos que pasan por el mundo, que los conozco a grandes rasgos pero profundizo en pocos casos. Me he entretenido, pero se me ha hecho algo larga al final, la última media hora ya tenía el culo que no lo sentía y no paraba de retorcerme por la butaca en busca de la postura definitiva, que no he conseguido encontrar. Lo que menos me ha gustado, pues lo típico de Spielberg, que siempre tiene que petardear con sus moralinas y sus cargas hiperemocionales, aunque se ha comedido bastante para ser él.

Cuando hemos salido del cine estaba nevando, que aún no lo había visto este invierno, y hemos bajado por Raimundo Fernández Villaverde hasta el coche caminando contra la nieve, que no era ninguna tontería porque los copos eran bien grandes y se nos metían por la nariz, por las orejas y por los ojos. Hemos pasado al lado de unos chicos que se estaban tirando bolas y a mi me ha rebotado un trozo de una que se me ha metido por el cuello y me ha dejado los pezones lo bastante erectos como para colgar un par de toallas de cada uno. De camino al coche, nos hemos sacado unas fotos con el móvil de Agr, con el pelo lleno de nieve y poniendo caras. Cuando nos íbamos a meter al coche, he intentado darle a Agr en la cabeza con una bola a traición cuando no me estaba mirando, pero la he tirado fatal y he fallado como por un metro, así que el pobre no se ha enterado de nada y me seguía hablando tan tranquilo, contándome no se qué de los judíos. Luego hemos cenado algo y me ha traído a casa.

viernes, enero 27, 2006

Elija cuántas entradas desea comprar: 1

Hoy me he ido al cine solo, hacía mucho tiempo que no lo hacía y me he dado cuenta de lo mucho que me gusta hacer esto de vez en cuando.

En principio había quedado con Would para ir. Hemos ido al Fressco a comer y todavía él no lo sabía seguro, porque ayer se había medio comprometido para otros asuntos y otros temas, aunque todavía confiaba en que pudieran cancelarse, ya que no había recibido aún noticias confirmando. Por cierto, ambos hemos estado de acuerdo en que hoy en el Fressco estaban reunidas las mujeres mejor dotadas para concebir niños y criarlos sanos de todo Madrid. Grandes, caderas anchas, pieles lozanas, piernas recias, pechugonas, guapetonas… todo muy raulsender. Desde luego, si algún día quiero una madre de alquiler iré al Fressco a hacer entrevistas, qué salud se respiraba allí, nos rompíamos el cuello todo el rato y no había quién se comiera las lentejas a la jardinera tranquilo.

Al final Would ha sido reclamado por sus compromisos adquiridos y se me ha caído del plan, pretendiendo que dejara “Brokeback Mountain” para otro día en el que él sí pudiera. Y un nabo. Le he dicho que no y que me sacaba para mi solo la entrada por internet, que ya me había quedado sin ir a verla este finde con Kurt y tenía muchas ganas desde antes del estreno. Él lo ha entendido perfectamente y me ha llamado de todo, lo típico, y yo le he mandado un pantallazo de mi confirmación de la reserva de entrada por e-mail, más que nada porque no se pensara que iba de farol. Y para restregarle un poquito el tema, que mola la cara que pone.

Con la película de hoy tenía mis dudas. Ya me pasó con “Million dollar baby” que todo el mundo la veneraba y yo fui cuando ya la había visto todo el mundo. Fui a la peli condicionado y no podía dejar de pensar “ahora se supone que es cuando todo el mundo ha llorado” “ahora es cuando a la gente se le han puesto los pelos de punta”… al final me decepcionó un poco por eso, me sentí un poco borrego e, inconscientemente, no dejé que me llegara, seguro que si hubiera ido cuando aún no había ido tanta gente hubiera sido otra cosa. Kurt se empeña en que fue porque no la vi en versión original, pero yo me conozco y sé que es por lo otro. Seguro que si hubiera dejado pasar la euforia de los Oscars y la hubiera visto en DVD en casa a los tres o cuatro meses, me hubiera gustado mucho más.

Pues hoy no me ha pasado eso, con el miedo que yo tenía, hoy he salido encantado de la película. No voy a hablar de ella porque ya se está comentando bastante dando argumentos de sobra para no perdérsela, y sólo quiero decir que esta vez me he dejado llevar completamente y me ha encantado, que no es nada efectista ni dramón, y que me ha emocionado de verdad. Supersincero y superdigno yo ahí solo en mi butaca refregándome los ojos como todo el mundo. Vedla en V.O. preferentemente, que hay momentos que es imposible que sean igual de intensos en la versión doblada. Supongo que con “Million Dollar Baby” fue un poco eso en el fondo también.

Luego he llegado a casa y he tenido que sacarle una foto a este tomate que me ha salido en el calcetín porque no me parecía ni medio normal. Os juro que cuando me lo he puesto esta mañana sólo estaba un poco gastado por ese dedo y las uñas las tenía recién cortadas. Qué fuerte.

martes, enero 24, 2006

Ha vuelto, ha resucitado

Hoy estoy muy contento, ya he solucionado mi problema con la unidad de CD de mi nuevo portátil. Esta mañana me he tenido que llevar el ordenador al trabajo porque tenía que hablar con el servicio técnico de Acer para ver si me podían ayudar. Como el horario es sólo hasta las seis y te dicen que tengas el ordenador delante cuando te hablen (eso me lo dijeron ayer) pues mi plan ha sido hacer las gestiones hoy a la hora de comer en mi mesa de la oficina. Para ello, he madrugado y he metido el ordenador en el maletín que me habían regalado los de la empresa donde lo compré, que por ser la primera vez que lo metía creo que he tardado más en hacer esto que en ducharme y afeitarme, la verdad es que me he pasado un poco de cuidadoso con el tema, que hasta he cogido el coche y todo para ir al trabajo porque no quería darle un golpe. Un poco psicópata todo, ya, pero es que era la primera vez y no he escatimado en logística.

Cuando ha llegado la hora, me he montado mi tenderete en la mesa y, tras casi veinte minutos de espera colgado al teléfono, básicamente me han dicho que lo instalara todo de nuevo a ver si es que me había cargado algo, y va y me dice la técnico que me atendía, que podía haber sido por la emoción de estrenarlo que se me había ido el dedo y haberlo eliminado sin querer. Yo, que estaba preocupadísimo, me he quedado pensando en decir que sí, que no te jode,que con la emoción de estrenarlo me había puesto a borrar todos los iconos que me iban saliendo para comprobar que funcionaba el Supr, pero no se lo he dicho porque mi ordenador estaba en sus manos y no quería problemas. He apuntado lo que tenía que hacer, lo he instalado todo de nuevo y ahí ha salido mi unidad de CD entre el resto de los iconos, como si nada. O sea, que va a ser que sí me cargué yo algo. Bueno, me da igual, porque ya he tomado medidas para que no vuelva a ocurrir y se me ha alegrado el día, que me daba mucha pereza empezar a vueltas con la garantía.

Dejo unos documentos gráficos, que me apetece que lo veáis:

En primer lugar, el icono de la unidad de CD, exhumada, recuperada de entre los muertos.



Como he mencionado, he tomado medidas de seguridad para que esto no vuelva a ocurrir. Para ello, he elegido a mis tres mejores Qwalks para que vigilen mis movimientos sospechosos, sobre todo los borrados de cualquier cosa que haga mientras hablo por teléfono.



En caso de emergencia si la vuelvo a líar, he delegado. Serán estos mismos tres Qwalks quienes se harán con los mandos del ordenador absolutamente, tomando las medidas oportunas. En la foto, durante un entrenamiento mientras practicaban el Ctrl+ Alt+ Supr esta tarde.



Jo, que cutre lo del portátil en la cama con todo el gotelé de fondo, no sé por qué sale tan oscuro, si en mi habitación hay más luz y da gusto estar...

lunes, enero 23, 2006

Vuelta y vuelta

Son rachas. Me tengo por un persona bastante estable emocionalmente y tal, pero de vez en cuando engancho un par de semanas en las que me noto algo apático y me pongo un poco tristón, pero poco. Suele pasarme en invierno, cuando hay poca luz, y me tiro una semana trabajando y durmiendo sin hacer otra cosa. Trabajando mal y durmiendo mal, quiero decir. Luego llega el fin de semana, no me pasa nada especial que me haga cambiar el chip y me voy a la cama el domingo pensando cosas raras y teniendo sueños muy cabrones, porque son preciosos y son mentira. Me pasa dos o tres veces al año y es lo más cercano a un altibajo que puedo tener sin venir a cuento. Se me pasa siempre, igual que ha venido, y es una de las cosas que agradezco de mi carácter, que no me dejo llevar y enseguida me vengo arriba, que no me agobio nunca porque cuando me agobio soy consciente de que me estoy agobiando así que ya no me agobio más y se me pasa el agobio. No sé, a veces creo que yo no soy de los que se deprimen, que yo soy de los que se ponen tristes nada más, como un vecino mío que es un poco corto y siempre está contento.

Supongo que no tendrá nada que ver con que no me funcione la unidad de CD del portátil nuevo que me he comprado. Estaba yo tan tranquilo instalándome los emules y los itunes el sábado, cuando de repente me desapareció el icono del CD y hasta aquí hemos llegado. Lo he intentado todo y nada, tengo que llevarlo a arreglar, con la ilusión que yo tenía. También me cargué sin querer todas (TODAS) las canciones de mi iPod, mil doscientas, pero eso fue culpa mía y todavía no me lo quiero creer. Quiero que llegue mañana por la mañana, que encienda el iPod y estén ahí de nuevo, eso es lo que quiero que pase y por eso no pienso perder más el tiempo hablando de este tema. Todo ha sido un sueño y mi portátil tiene CD, mi iPod está rebosante de jits y este post no lo estoy escribiendo porque estoy durmiendo en estos momentos.

Dos buenos momentos de este fin de semana: uno, bailar el viernes con Kurt y a Elza en el ochoymedio enmedio de la pista algo cocidos, y el otro, con Would, ayudar a Elliot&Wife (comida y siesta a cambio) a cambiar las cortinas de su casa y a hacer alguna chapucilla de bricolaje, que su mujer está embarazadísima y ellos dos solos no podían mover muebles pesados y subirse a sitios altos. Me di cuenta, gracias Would por tu risa de superioridad, de que no sé serrar madera sin torcerme, pero no me importa, me lo pasé muy bien descolgando cortinas, que estaban muy altas y había que desatornillar cosas y volver a atornillarlas, me sentí superútil en esa casa. Los hombres de la casa serraron que te serraron, sin dejarme participar más, y yo me alegro por las agujetas que tendréis hoy en el brazo, gavilanes.

Un momento raro: asistí a un cumpleaños el sábado con CF y AGr. En una casa, treinta personas, comida rica, copas gratis, chicas desconocidas... Llegamos a las diez y media y, a la una y media me marché directo a la cama, con Agr, pero yo a él le entiendo. A mi no. Y eso que CF estaba en su vez que mejor y estaba arrasando, era el día perfecto para ponerse a su rebufo. Ahí fue cuándo me di cuen de que algo fallaba.

Hoy he ido a un lugar de la Mancha y he vuelto en el día para asistir a un acto al que me habían invitado en el que un hombre hecho y derecho se despedía de su trabajo de toda la vida dejando atrás un empresa del copón, su empresa. En su discurso, ha contado que empezó sin un duro a montar unos cacharritos muy simples en su pueblo, en los años sesenta, cuando Castilla la Mancha era un territorio non grato para la tecnología. Ha contado la evolución de su empresa hasta llegar a lo que es hoy y, cuando ha dicho para concluir que todo se lo debía a su mujer, y se le ha quebrado la voz, a mi se me han saltado las lágrimas también, y es que entre que yo estaba sensible y que este señor transmitía un sinceridad y una emoción tan de verdad, se me ha juntado todo: el fin de semana de bajón, la grabadora de mi portátil, el madrugón de hoy y la mujer de este señor. Qué mal rato, con el presidente de Castilla la Mancha prácticamente a mi lado (literal) y yo ahí parpadeando como un loco y con los ojos húmedos sin ser familia ni nada. Luego nos han puesto el pincheo y ya he notado como me había cambiado el rictus-frodo en el que me había instalado estos últimos días, comiendo al ritmo de lo de la empanada de bonito y eso.

jueves, enero 19, 2006

Mi armario y mi portátil nuevos

Esta semana la verdad es que está siendo una sosería por el día. No me ha pasado nada importante, aparte de estar definitivamente incapacitado para la adquisición de ropa en rebajas. Qué-fracaso. Me he ido otro par de días de paseo a la hora de comer, con otro de trabajo, y los dos días yo ahí viendo al otro comprarse cosas según llegaba a los sitios tan contento, y yo con boca de espátula diciéndole que todo le quedaba fenomenal, porque encima era verdad. No lo entiendo, cuando decido ir pienso "hoy sí es el día", y luego nada.

Hoy ha debido venir un carpintero a mi habitación a hacerme un armario. Me he ido por la mañana al trabajo cerrando la puerta de mi armario viejo y, cuando he vuelto a casa, olía a silicona y tenía un armario empotrado supergrande donde antes sólo había una pared, magia. Ni rastro del otro armario. Al final resulta que sí que lo sabía, pero no me acordaba, así que para mi es como si hubiese sido un milagro, por lo menos esos tres segundos que he flipado hasta que he caído. Mira, ya sé lo que sintió, un poner, Escrivá de Balaguer cuando se le apareció la virgen.

Estas sorpresas están muy bien y me alegran el día, sobre todo porque ya no me cabía la ropa, lo mismo que la sorpresa de ayer... En plena época eresPC/eresMac, en la que lo suyo es ser Mac y yo encima con mi iPod bien rellenito de canciones y superconvencido, he decidido ser PC. Después de darle muchas vueltas, dejarme querer por la página web de Apple, escuchar a Kurt humillarme por plantearme no tener un Mac y reconocer que son más chulos y puede que mejores, al final decidí sincerarme comigo mismo y ser práctico, porque yo para lo que quiero un portátil es para (y no por este orden):

- Grabarme música
- Ver pelis cuando viajo y ver también las series que me deja Kurt en mi habitación tranquilo, que no tengo tele.
- Conectarme cuando viaje por ahí y poder postear y navegar y hacer mis cosas en condiciones.
- Trabajar en casa con el Windous, el Wor, el Escel y el Pouerpoin, que el compiuter que tengo va a pedales ya, que me da lástima oirle cómo se lo curra tres minutos cada vez que tiene que abrir un archivo.
- Tener mis fotos bien

Así que he concluído: si hasta hoy me estaba apañando con un ordenador de mesa de 32 Mb de RAM y 10 gigas de disco duro, entonces, con un portátil de 1 giga de RAM y 80 gigas de disco (el mío, el mío!) ¿no voy a funcionar? Con el centrino y todo, joer. Siento decepcionar a todos los que consideren el tema Mac como algo romántico y de mejor calidad y estética, algo por lo que merece la pena morir económicamente, pero por la mitad de precio que el Mac que me gustaba, me he comprado un señor ordenador. En serio, lo es. Además, lo compré el martes y el miércoles por la tarde me estaba esperando a los pies de mi cama en su caja.

Es muy bonito también, así en color plata.

miércoles, enero 18, 2006

Tuneando la ensalada

Hoy quería irme a dar una vuelta a la hora de comer porque necesito mirarme ropa, que todavía no me he comprado nada en rebajas. Necesito un traje y he pensado que sería buena idea aprovechar la hora y media que tengo para echar un vistazo tranquilamente. Trabajo en el centro y en un par de paradas de metro, o en un paseíto, me planto donde quiera con mi pelo.

He parado a comer algo en el Rodilla que me pillaba de camino y me he pedido un menú que había con un sandwich caliente, una ensalada y un refresco. Se ve que el concepto "haz tu propia ensalada" que ha impuesto el Fressco les ha hecho pupa tanto al Viena Capellanes como al Rodilla y, ahora, te puedes hacer tu ensalada customizada en estos dos sitios también. En el Viena tienes que elegir una base de lechuga, pasta o arroz + 3 ingredientes (atún, huevo, tomate, jamón, zanahoria...), mientras que en el Rodilla tienes lo mismo pero tú te lo pones como quieras hasta llegar a los 160 gramos. Es decir, técnicamente puedes pedirte el bol sólo de maíz, mientras pese 160 gramos. Lo haré algún día, sin duda. Me ha parecido un poco mal que cuando me ha pesado la ensalada la dependienta y ha visto que pesaba 175 gramos, me ha dicho que tenía que quitar algo, así que he sacrificado un tomatito cherry bastante gordo y un trozo de huevo duro, pero me ha dado bastante rabia. Además, me han cobrado 6,10 por el menú, caro en mi opinión, prefiero el Viena.

Luego me he dado una vuelta por Serrano y por ahí en busca de mi traje, pero me he dado cuenta de que no tenía el día. Me daba pereza probármelos cuando veía algo interesante y al final he mirado sólo un poco por encima, más que nada los precios y si me gustaban en la percha, pero ya se me ha olvidado todo. Por lo menos me he dado un paseo.

Al volver a la oficina me he percatado de un daño colateral de la ley antitabaco: ahora por las tardes mi oficina ya no huele a tabaco, pero huele a torreznos. La gente viene oliendo a fritanga de los restaurantes en los que come el menú del día y, como no abrimos las ventanas porque hace mucho frío (según algunas), si cierras los ojos te crees que estás en la churrería. No sé que prefiero, la verdad, porque el tabaco a mi no me molestaba aunque fuera malo, pero las fritangas, que son inocuas, te ponen el estómago a morir.

El caso es quejarse.

lunes, enero 16, 2006

Crash

Siempre he caminado rápido, sobre todo cuando voy solo. Mi familia camina rápido, mis amigos también caminan rápido y me imagino que mis parejas han acabado caminando más rápido de lo que lo hacían antes de conocerme. Digamos que no es que salga disparado como un perro cada vez que me veo con cien metros por delante, pero sí es cierto que cuando voy por la calle adelanto a más gente de la que me pasa a mi. Es una forma de verlo.

Me encanta dar paseos por Madrid a buen paso cuando voy sólo o acompañado de un igual a la hora de patear (véase Kurt, CF, Agr o Would) y, en general, ir de un sitio a otro optimizando mis piernas, que para eso son bien largas. Tengo que controlarme cuando quedo con alguna chica y decidimos ir a algún sitio caminando, porque a la que me descuido se me empieza a descolgar y a hablarme entrecortado. En estos casos me corto un poco e intento dosificarme, pero a los dos minutos ya se me ha olvidado y, en cuanto me doy cuenta, ya la vuelvo a ver dando carreritas intermitentes a mi lado para poder acompasarse conmigo, a veces me da un poco de cosa. No es que sea un prisas ni nada por el estilo, pero me agobia la idea de tener claro dónde tengo que ir y no hacerlo a buen paso, me da vidilla, no sé. Otra cosa es que esté dando un paseo por un parque con alguien o no tenga ningún rumbo y prefiera ir charlando tranquilamente mientras me como un helado, pero creo que incluso hasta en estos casos mi ritmo es algo superior al de la media nacional. Esto es como el que habla o come rápido, podrá regularse dependiendo de con quién o dónde esté, pero siempre será un hecho forzado, antinatural para él.

Pues así me volvía yo muy pancho esta tarde para casa, después de trabajar, por las galerías del metro de la estación de mi oficina, no demasiado rápido pero sí a paso ligero, cuando he tenido que doblar una esquina. Como tenía bastante gente por delante que iba a un ritmo desesperante para mi gusto, he decidido hacerles un interior a todos para meterme por dentro y salir de la curva mejorando así mi posición considerablemente. La primera mitad de la maniobra ha sido francamente buena, tirando un poquito de talones para irme cerrando sin perder velocidad y pasar bien pegadito a la esquina sin rozar a nadie. Cuando he terminado de doblar la esquina, resulta que se me ha aparecido un ciego con su perro y nos hemos hecho un placaje cuerpo a cuerpo que he oído como se le salía todo el aire de los pulmones por la boca antes de caerse de culo al suelo.

Literalmente, ha rebotado contra mi y, por fortuna, ha caído bien, yo sé que ha sido más el susto que el golpe en sí, pero sincermente, yo me quería morir. He visto salir el bastón disparado hacia algún lado y a un montón de gente intentando cogerle, todo como al mismo tiempo. Supongo que debido al estrés del momento, también tengo en mi mente una imagen de mi mismo cogiendo al señor ciego como si fuera uno más, como visto desde fuera, muy raro. Recuerdo al señor ciego sonriendo inexpresivamente mientras le levantábamos, murmurando "no pasa nada estoy bien estoy bien no pasa nada". Recuerdo al perro ladrando a todo el mundo y a gente diciendo que había que tener cuidado. Yo le he pedido disculpas quince mil veces en un segundo y, en ese momento, hubiera aceptado ser su esclavo por el resto de mis días, pero en cuanto le han erguido y ha recuperado su bastón, este señor ha pasado de todo el mundo, ha cogido a su perro del arnés mientras repetía que estaba perfectamente y ha seguido su camino como si no fuera con él la cosa. Yo me he quedado mirando cómo se marchaba y, al ver que la gente reanudaba su ritmo previo a la colisión, he dudado un poco, pero finalmente he seguido también mi camino, algo más despacio que cuando he salido de la curva. Iba en una nube muerto de vergüenza.

El domingo vi "Crash" con CF. No me pareció el peliculón que me habían anunciado, pero me gustó.

jueves, enero 12, 2006

El top Google es un poco raro

Hoy estaba tan tranquilo en mi casa y de repente me ha entrado un ansia irrefrenable por conocer cuáles serían las palabras más buscadas de Google. La típica duda que se me ocurre a mi dos años depués de que todo el mundo sepa dónde encontrar esta información y ya no tenga gracia, pero bueno, yo funciono un poco así. Como lo del Google Map, que ya lo conocía todo el mundo cuando yo decidí iluminaros con mi post y quedé, absolutamente, como el hombre desactualizado.

El caso es que me he puesto a rebuscar y me ha salido esto en una página:

Para los amantes de los ranking, de los top ten y de las estadísticas la empresa Google lanzó un listado con las principales búsquedas del año 2005 donde iPod y Janet Jackson se llevan los primeros puestos.
Google Zeitgeist 2005 es un sitio que ofrecen a los usuarios donde podrán ver las búsquedas más solicitadas en todo el año.

La empresa decidió dividir el listado en tres grandes grupos: el primero es Google.com y es donde aparecen las búsquedas hechas en la portada del buscador; el segundo es Google News y es el sector de las noticias del portal; por último Froogle que es el buscador de "compras inteligentes" que por el momento sólo funciona para EEUU y Gran Bretaña.

Google.com - Top Gainers of 2005

1. Myspace
2. Ares
3. Baidu
4. wikipedia
5. orkut
6. iTunes
7. Sky News
8. World of Warcraft
9. Green Day
10. Leonardo da Vinci

Google News - Top Searches in 2005

1. Janet Jackson
2. Hurricane Katrina
3. tsunami
4. xbox 360
5. Brad Pitt
6. Michael Jackson
7. American Idol
8. Britney Spears
9. Angelina Jolie
10. Harry Potter

Froogle - Top Searches in 2005

1. ipod
2. digital camera
3. mp3 player
4. ipod mini
5. psp
6. laptop
7. xbox
8. ipod shuffle
9. computer desk
10. ipod nano

Pues muy bien, ya estoy saciado, pero ahora me surgen estas reflexiones y algunas respuestas, que son más bien suposiciones mías que verdades universales:

- ¿Depende del uso de estas palabras el que se tenga más visitas en los blogs?

Pienso que no, debe haber tantas páginas que las contienen que me imagino que será difícil que te encuentren en una búsqueda simple. Entiendo que combinaciones algo más complejas en Google tipo "esperanza aguirre penetrada" podrían atraer a más masas que una simple referencia a una palabra estrella, porque quien lo busque se da contigo de narices, pero la verdad es que no estoy seguro. La verdad es que no sé muy bien cómo funciona Google.

- Primera vez en mi vida que oigo hablar de orkut, que por lo visto es conocidísimo. Además, como es de Google, me sale mi contraseña de Gmail introducida por defecto. O sea, yo aquí relacionadísimo y sin tener ni idea.

- ¿No es extraño que na haya ninguna palabra relacionada con el porno?

Muchísimo, para mi que hay algún tipo de censura.

- ¿Janet Jackson la primera?

Lo que hace una teta tuneada...

- ¿Qué porcentaje de blogueros usará palabras "mágicas" a posta para mejorar sus visitas?

Ni idea tampoco, pero viendo que tengo un número de entradas importante relacionadas con "bukkake" (palabra que define una especialidad pornográfica y que yo usé en un post de julio para hacer una especie de metáfora que no tenía nada que ver con el porno) y con las palabras guarras que haya podido usar, pues me imagino que los blogs que ganen dinero con publicidad, dependiente del número de visitas, o en los que el autor tenga mucho ego, se tendrán en cuenta estos bonus dados por usar palabras del top. A mi me la suda, a mi me hace ilusión que las visitas entren y lean, no que entren y se vayan porque realmente no hay información de lo que buscaban. Hablo de blogs personales, en las páginas de negocios supongo que todo vale con tal de que te visiten.

Y si esto es más viejo que la tana, pues nada, espero que todavía haya alguien que lo descubra con mi post, que estas cosas son graciosas.

miércoles, enero 11, 2006

Late reyismos

Ayer quedé con Kurt para cenar en el Fast Good porque tenía que darle su regalo de reyes. Me sentí un poco decepcionado porque lo tenía comprado desde el día cuatro, pero las veces que le había visto después, como no llevábamos coche, me parecía un rollo dárselo y hacerle cargar con él todo el día, así que lo fuimos retrasando sin demasiado criterio hasta que al final los dos corriendo a quedar un martes a cenar tarde, que mitad nos apetecía y mitad nos metíamos en el fin de semana y no era plan. En cambio, él me regaló una camiseta el mismo sábado después de reyes, mientras estábamos investigando las rebajas, al ver que me la probaba y funcionaba perfectamente en mi cuerpo. En fin.

El Fast Good es el típico sitio que fuimos a conocer imperativamente en cuanto lo abrieron, pero en el que luego no habíamos repetido juntos todavía. Yo había estado un par de veces más con otra gente, y él, supongo que alguna más. No sé que tal le irá a este sitio, las últimas veces que he pasado por delante no lo he visto muy lleno aunque a mi siempre me ha gustado, con sus salvedades.



  • Es limpio, tiene pinta de limpio y la luz es buena.
  • La Italian Burger es estupenda. Tomate seco, rucola, queso y carne entre un pan que no cansa nada. Tiene cinco o seis bocados perfectos, sin bordes y con todos los ingredientes ahí, mientras que las hamburguesas que hacen en otros sitios apenas tienen cuatro por lo general. Además, esta hamburguesa no se te desmonta.
  • Te llevan la comida a tu sitio y así no tienes que esperar mientras te soplan la nuca. Para saber dónde estás, te dan una banderita que pones en tu mesa y así el camarero te ve.
  • Las salsas vienen en una cesta-caja de madera superchula y puedes echarte lo que quieras, nada de bolsitas. Ketchup Heinz, mostaza de bolitas en tarro de cristal, Lea&Perrins, aceitera y vinagrera con pulverizador... ya lo sé, ya lo sé, pero es que a mi estos detalles me pierden.
  • No hay barullo y las mesas están colocadas de forma que no te invades con el de al lado. Juegan con las alturas, hay mesas que miran a la calle, hay sofás, sitios para una persona... muy bien esto, nada de matrices de mesas ni de aprovechar todo el espacio.
  • El menú no tiene muchas opciones, pero aciertas con cualquiera. Poco y bueno, a mi me motiva.

No

  • Los cubiertos son de plástico y se pincha fatal la ensalada. Intenté cortar unos trozos de pollo con el cuchillo y parecía que estaba en un sueño de esos en los que no tienes fuerza para nada.
  • La bebida, las ensaladas y los postres los coges de una nevera que tienes al lado mientras haces la cola. No entiendo este punto supermercado, creo que no han acertado.
  • Las ensaladas llevan demasiados frutos secos. Para mi, la gracia de la ensalada es que sea fresca y jugosa, y los frutos secos matan un poco los sabores y me empachan. Eso sí, son muy grandes y tienen muchas cositas, eso muy bien porque nos pedimos dos y nos sobró una, que de todas formas nos comimos.
  • Las sillas de Starck son bonitas, pero pesan cero y se caen para atrás cuando pones el abrigo en el respaldo, están mal diseñadas. Además, tienen las patas delanteras demasiado juntas entre sí y no te caben bien las piernas si las quieres doblar hacia atrás mientras comes.
  • Mucho papel y mucho plástico envolviendo los productos, generas tanto residuo al desenvolver las cosas que acabas comiendo en dos milímetros de mesa.
  • Los postres no apetecen mucho cuando los ves en el frigo, aunque esto es muy personal, ya que he oído decir que están bien. Yo aún no los he probado.
Luego nos fuimos a casa escuchando el último recopilatorio que me ha hecho Kurt, con un montón de canciones que todo el mundo debería conocer, mientras tomábamos un camino de vuelta algo extraño porque habían cortado sin avisar una calle imprescindible en nuestra ruta habitual. Casi nos vino bien para poder escuchar un poco más el disco, porque Kurt quería supervisar un zapping general de los temas del CD antes de entregármelo. A mi me gusta hacer lo mismo cuando hago un recopilatorio, así que le dejé pasar y cortar las canciones cuando le parecía bien y me explicaba cuándo venían las cosas interesantes.

Dejé a Kurt en su casa a eso de las doce y media y, a los tres segundos segundos de enfilar para mi calle, me di cuenta de que se había dejado mi regalo en el asiento de atrás y me puse a pitarle, pero él pensaba que me estaba despidiendo y se puso a decirme adiós con la mano mientras se metía en su portal. Al final me dio tiempo a llamarle antes de que cogiera el ascensor y recuperó su regalo.

martes, enero 10, 2006

Todos los días

- El chico negro que me ofrece en la escalera del metro el papelito con el nombre de un santero vudú para que me quite el mal de ojo. Al principio lo cogía y me lo leía, luego hacía una pelotita instantánea que tiraba en la siguiente papelera y ahora, simplemente, le finto.

- Los repartidores de propaganda de ofimática que, justo a la salida del metro, me dan el folleto para que aprenda Word, Excel y Windows, o un lenguaje raro que no le interesa a nadie. Siempre he pasado bastante de éstos, pero a veces me la cuelan y me colocan el panfleto en la mano, que procedo a tirar en una papelera rebosando de panfletos iguales.

- Los chavales con gorrita que me dan el Qué!, el Veinte Minutos y el METRO. Yo soy más de periódico de toda la vida, lo llevo en la mano, lo siento. Tampoco lo cojo.

- Las chicas de la Cruz Roja que se me ponen en medio del camino para que done mi panoja a la buena causa y que cada vez son más pesadas. Te ponen ojitos y voz de "jolíiin..." no se apartan aunque digas que no te interesa. He optado por poner cara de velocidad cuando aparecen y decir que tengo prisa. Cualquier día me hacen un placaje o algo, y si no al tiempo, que cada vez están más fuertes, menudos brazos gastan.

- El pobre de los kleenex, que todos los días me da los buenos días y me ofrece un par de paquetes. Me siento algo culpable, pero tampoco le compro nunca porque siempre llevo los kleenex de casa.

- La chica con la publicidad del burger que hay en la zona. Ésta a veces la cojo porque tienen ofertas que pueden tener su gracia algún día que otro, pero en la mayoría de las ocasiones, miro al infinito y paso de largo.

- Las promociones telefónicas de nuevos servicios de mis bancos y acreditadoras. Debo ser el cliente potencial ideal, porque me llaman de todos los lados y me presionan muchísimo, llegando a generar tensión en el ambiente por la agresividad que emplean a veces, antes las negativas con las que les despido.

Todos, absolutamente todos los días paso por esto como una parte más de mi rutina, y como salga a hacer algo fuera de la oficina, multiplica. No seré yo quien critique estos trabajos, que bastante es para ellos currar en la calle y dando la lata a todo el mundo, pero ya cansa, sobre todo los que me ven la cara todos los días, que yo sé que me conocen igual que yo les conozco a ellos, que ya son tres años y pico currando por la zona.

Yo no quiero que se vayan de ahí ni que desaparezcan esos trabajos, sólo quiero averiguar si existe algún tipo de gesto facial universal que signifique "a mi no, a mi no, que paso por aquí todos los días y ya sabes que siempre digo que no". Es para ponerlo en mi cara y que todos sigamos con nuestro día tranquilamente, que se me va a poner el cuello fatal de decir que no con la cabeza.

Ni eso, mira, yo ya me conformo con un día de bula, sólo un día.

lunes, enero 09, 2006

Una historia de violencia (en el metro)

Hoy he salido muy cansado del trabajo y la verdad es que me he puesto los cascos y me he olvidado del mundo. Cuando voy fresco pienso que todo el mundo va escuchado la música que tengo puesta y estoy convencido de que les gusta muchísimo, pero hoy todo lo contrario. El caso es que, cuando he llegado al transbordo que tengo que hacer todos los días, me he montado en la escalera mecánica que hay para bajar y me he dejado llevar hasta el final del tramo. No me he dado cuenta de que me he quedado en el lado izquierdo (mal) ni de que el tren estaba llegando al andén, tenía la música tan alta que no oía nada.

He notado que la gente empezaba a correr escaleras abajo para coger el tren, pero yo paso de hacerlo desde que hace años observé a un chaval bajar las escaleras haciendo flip-flaps y dobles tirabuzones con la cabeza y con el culo porque iba con prisa y se tropezó. No merece la pena, con el traje y el abrigo es una pereza, se te sale la camisa cuando corres y siempre hay una maruja que hace que corre con los brazos pero en el fondo no va más rápido que cuando anda. Yo he decidido quedarme quieto mientras la gente me iba adelantando, estaba cansado pero no me importaba seguir oyendo música.

Al llegar al final de la escalera, he notado como alguien me atosigaba por detrás y me adelantaba muy pegado a mi, me he girado instintivamente y he visto a un tipo tan alto como yo y con cara de animal que me gritaba no, me chillaba, que me pusiera en el lado derecho mientras corría para coger el tren. Entre que yo andaba un poco empanado y que me han parecido totalmente desproporcionadas sus formas, en vez de pedirle disculpas me he limitado a mirarle a los ojos mientras se ma marchaba insultándome, también mirándome.

Cuando he llegado al andén, el tren ya había cerrado las puertas y el hombre que me había gritado estaba espachurrado contra el cristal de la puerta, porque se ve que había entrado el último y el vagón iba a tope "vale, yo me merezco sus voces por ir mal en la escalera pero el puede apretar hasta licuar al resto de los pasajeros del vagón con tal de llegar cinco minutos antes a casa" he pensado para myself. Mientras yo caminaba hacia la parte de delante del andén, porque me viene mejor cuando me bajo en mi estación, el tren ha echado a andar y ambos hemos ido avanzando un rato en paralelo según iba cogiendo velocidad. Las ironías del destino han hecho que la persona que me pillaba a la altura durante este paseíto fuera el hombre éste. Nos hemos quedado mirando y, enseguida, el se ha puesto a hacerme aspavientos, a agitar los brazos y a llamarme tontolculo y subnormal. Yo, no sé por qué, le he empezado a sonreír amablemente, así que, según se empezaba a alejar dentro del tren, se iba poniendo a cien y me señalaba con el dedo, con una mano, y apretaba la otra contra el cristal. Yo veía como movía la boca y contraía las cejas y reconozco que me acojonaba un poco, porque estaba completamente fuera de sí, pero no podía dejar de sonreírle como quien ve a un niño chuparse un pie. No me estaba ríendo de él, simplemente yo estaba fuera de la situación debido a mi estado catatónico y, como todo ha sido tan rápido, pues me ha salido así, que no soy tan prepotente.

Me he quedado en el andén pensando en esta cosa tan rara que me había pasado y me he empezado a emparanoiar con que a ver si este tío le iba a dar por bajarse en la siguiente estación a esperarme, que le he visto muy encendido. He hecho un valoración de la situación así en plan rápido y he concluído que, dado que era bastante mastuerzo y con ese nervio que me ha sacado a las primeras de cambio, igual me podía dar una manita de hostias que me iba a dejar la cara regular. Luego he pensado que la gente tiene mucha boca pero que al final nada, pides disculpas y arreglado, que en el fondo yo era el que iba mal en la escalera y con reconocerlo pues ya está, pero después he pensado en lo que había leído por la mañana del señor que había atropellado por accidente a una niña y que su padre y sus tíos le habían cosido a tiros antes de ver que a la niña no le había pasado nada, y me he dicho que a veces la gente está muy mal. O a aquella que la empujaron al andén el otro día porque sí. Que la gente está fatal...

Así que me he sentado en un banco del andén, he sacado mi libro de Sedaris, y he dejado pasar dos trenes antes de subirme al mío, por si acaso. Ahora estoy preocupado por si voy a coincidir con él más días y se ha quedado con mi cara. Qué mal rollo me está entrando.

domingo, enero 08, 2006

No Rebajas

Si el viernes fue un día marcado por mis no Reyes, este fin de semana ha quedado marcado por las no rebajas. Me he ido dos días a dar una vuelta por distintas zonas de Madrid y los dos días me he vuelto de vacío a casa. Yo no sé si esto es bueno o no, pero el caso es que tengo la misma ropa que antes de empezar las Navidades y me parece un rollo porque me apetecía renovar un poco mis cosas. También es verdad que estoy bastante forrado con tanto dinero a estas alturas, pero no me parece plan, queda como un poco mal y todo. Yo no sé que me pasa, pero es entrar en las tiendas e invadirme una pereza brutal con tanta gente, tanta ropa descolocada, no me apetece probarme nada y acabo yendo a otra tienda a ver si tal, hasta que se me acaban las tiendas y me tengo que volver a casa. Todo muy cansino. Las pocas veces que he visto algo que me gustaba no tenían mi talla y así todo el rato. Me afecta bastante, no estoy nada innovador y se nota en que me gustan muy pocos cosas.

La única prenda que me ha gustado de verdad es un jersey de Marc Jacobs que vi con Kurt el sábado en Eks, que gracias a dios me quedaba un poco justo, porque costaba 170 euros y con la presión que tenía encima por no haber encontrado nada en todo el día hubiera podido cometer una barbaridad. Pero qué bonito era, jobar, qué bien nos quedaba a los dos, nos quedaba justo pero nos quedaba bien, me entendéis.

El viernes, después del roscón en mi casa, quedé con Kurt, que había ido a cenar con Rachel "al sitio que hay que ir ahora". Me lo vendió como el sumun del minimalismo y del gusto por lo simple. A mi me pareció un restaurante muy pequeño que tenía pinta de cocina, azulejos blancos y luz mala incluidos, de cuarenta metros cuadrados, pero el insistió en que el sitio era el plan y en que se comía muy bien (eso ya no lo sé), aunque también es verdad que me encontré a una versión bastante cocida de Kurt que hubiera hablado maravillas de Manolo el del Bombo si lo hubiera tenido a bien en ese momento. Como llegué justo cuando habían acabado los postres, me dio tiempo a tomarme un gintonic con ellos y a salir corriendo para El Naranja, donde pinchaba la Patata. Allí nos encontramos con CF y estuvimos tomando unas copas hasta las tres o así, momento en el que, tras hacer que una copa explotara de forma inexplicablemente espectacular contra la barra mientras me despedía de Farala/Warrior /Lolo y me ponía el abrigo perdido, nos fuimos a casa. Muy grande Claudio en el Naranja bailando el Hung Up de Madonna con un esguince de tobillo de grado dos, este chico va a morir cualquier día. Me acuerdo que decía "tengo un esguine de tobillo pero puedo hacer el Hung Up ¡mira!" Y te lo hacía con una genuflexión hacia atrás perfecta. Esto el viernes.

El sábado, tras estar con Kurt toda la tarde -esto es, de cuatro a siete- de no rebajas, nos encontramos con CF en Fuencarral. Tras ver a Ann O'Nadada con su amiga Elda por la zona, fuimos a opinar sobre unas zapatillas que había visto CF asegurando que eran las zapatillas definitivas. Las vimos y no nos dio tiempo a opinar porque la dependienta le dijo que eran de mujer y que no tenían número. Luego, con la moral por los suelos, se probó otras parecidas y Kurt y yo le convencimos de que le hacían pies de bailarina y tampoco se las compró. No nos compramos nada ninguno ahora que lo pienso.

Kurt se fue a casa como a las nueve y nos quedamos CF y yo solos. Nos apetecía cenar algo rápido y de poca calidad y concluimos que lo mejor era conducir veinte kilómetros para que CF conociera el buffet Wok del extrarradio al que ya había ido con Agr el día que vimos lo de Emily Rose. Sé que es complicado de entender, pero nosotros somos así y además se lo debía a CF, que es el rey del buffet y éste no lo conocía. Además, está muy bien, todo super fresco y rotando mucho. El caso es que allí nos fuimos.

Yo supongo que esta gente hará estudios de beneficios y de cliente medio porque si no, con cinco más como nosotros tendrían pérdidas seguro. El caso es que tras arrasar un par de veces la sección entrantes a base de sushis, ensaladismos y orientalismos diversos , decidimos hacernos un par de woks, uno de carne y otro de marisco "y vete poniendo veinte langostinos para que nos los hagan a la plancha mientras" me recomendó CF con las cejas.

Nunca olvidaré al tipo chino que que nos hizo los woks a nosotros. Nos pusimos a la cola y veíamos que la gente le daba al chino su platito con los vegetales y carnes o mariscos crudos para que lo hiciera en plan performance. La gente le daba platos comedidos y el chino lo salteaba todo superbien, lanzando las cosas con alegría por los aires y recogiéndolas una y otra vez con su wok y provocando llamaradas. Venga a lanzar las cosas para arriba y a recogerlas otra vez todo el rato... al final sacaba el contenido con una espumadera, todo de una vez, y se lo ponía en el plato al cliente para que se lo zampara. Cuando llegó nuestro turno y le dimos al chino nuestro plato-montaña de mariscos y verdura, abrió un poco los ojos, pero no dijo nada. El chino intentó darle las vueltas como a todo el mundo y lanzar nuestras cosas por los aires, pero no podía y se le doblaba el brazo para abajo de lo que pesaba, así que nos hizo un show bastante limitado y cutre teniendo que usar las dos manos algunas veces superpoco profesional. El chino terminó como pudo aquello y necesitó usar la espumadera como cuatro veces para sacar todo de la sartén. CF y yo le mirábamos en plan "como se te caiga algo la tenemos". Al final nos lo comimos y luego nos hicimos el wok de pollo con verduras, que era del mismo tamaño que el otro y también nos lo acabamos. Dos horas estuvimos allí comiendo y repitendo de postre. Yo no sé como no he engordado ni un kilo estas navidades, bueno, es que no he probado el dulce navideño, que no me va mucho.

De todos modos la escena de la noche se produjo cuando una chica que estaba delante nuestro en la cola le recriminó al chino que le hubiera echado salsa de ostras en su plato, cuando ella no le había dicho absolutamente nada de echar salsas:

- ¿Qué salsa le has echado?
- Salsa de ostlas...
- Pero yo no te he dicho que me pusieras ninguna salsa...
- ¿Entonse no quiele salsa de ostla?
- Es que no te he dicho nada y encima es que no me gusta la salsa de otras
- Pues ahola sí

Y el chino siguió a lo suyo y pasó de la chica.

viernes, enero 06, 2006

No Reyes

Hoy han venido los Reyes para todos menos para mi. En mi casa, desde que Jwalks y yo somos grandes, hemos dejado un poco abandonadas las tradiciones navideñas, hacemos las comidas típicas y nos juntamos con la familia, pero del resto (decoraciones valencianas, refuerzo del espíritu hogareño en HomeWalks y llamar a toda la familia y amigos como locos) pasamos bastante. Es que semos ateos.

De todos modos, el día de Reyes siempre tiene esa cosilla de a ver si me cae algo que siempre funciona y acaba cayendo algo, pero es por puro morro más que nada. Yo también le compro algo a mis padres y a mi hermano y participo en el regalo de la abuela con mis primos. No tiro la casa por la ventana, que yo soy más de regalar bueno cuando me apetece, pero entro un poco al trapo en este día, en el fondo me mola.

Pues hoy me he levantado y sólo tenía una crema hidratante que le pedí ayer a mi madre a voces cuando se iba a la Vaguada. Y ya. He rebuscado un poco por el resto de los regalos y nada, todo para mi hermano, para mi padre, para mi abuela... Así que me he ido a mi hermano y le he pedido explicaciones "es que no vi nada, dime lo que quieres y te lo compro la semana que viene" ha sido su respuesta. Luego he visto a mi madre y le he pedido explicaciones "es que quiero comprarte un traje y ya me espero a las rebajas". Y yo he dicho que vale a todo y me he ido a ver la tele con un nubarrón encima de la cabeza. Todos con su regalo menos yo, que encima ni me habían envuelto la crema.

Es lo que tiene pertenecer a una estirpe de corte racional y práctico, que encima te dicen que no digas tonterías cuando te pones ñoño por estas cosas.

miércoles, enero 04, 2006

Welcome to my beautiful morning

Hoy estoy de vacaciones, y mañana también, gastando los dos últimos días que me quedaban del año pasado. Con el de Reyes me salen cinco días seguidos y me encanta estar sin trabajar cuando la mayoría de la gente tiene que hacerlo, más que por recochineo, que también, es porque me mola la sensación de vaguear por Madrid mientras ésta funciona a un ritmo normal. Yo siempre tenía turno de tarde en la universidad y se ve que se me ha quedado el gustillo de hacer cosas por la mañana, me molaba cortarme el pelo por la mañana, por ejemplo. Los días de fiesta oficiales, o agosto, no son iguales porque todo el mundo está igual que tú y muchas tiendas están cerradas, así que todo tiene mucha pinta de día de fiesta y hay que hacer cosas de día de fiesta, como ir a tomar algo, ir al cine o quedar con la gente, que no tiene nada de malo, pero a mi también me gusta que todo esté como siempre y sea yo el que ande por ahí dando vueltas. Esto no es en absoluto desperdiciar vacaciones, es optimizar tu día a día.

Me he ido con mi hermano Jwalks al centro a comprar los regalos que solemos hacer en común a la familia y no estaba nada agobiante, como nos temíamos antes de salir de casa. Hemos hecho todo bastante rápido y nos hemos dejado por comprar nuestros regalos mutuos, que tampoco es plan de ver como te lo compra delante de tus narices. No es que seamos muy sentidos para esto de las sorpresas, pero mantenemos unos límites para darle un poquito de emoción y para ponernos a caldo como no acertemos. Se supone que nos hemos dado pistas de lo que queremos y ya mañana cada uno hará su elección, lo malo es que yo no tengo ni idea de qué regalarle y me da un poco de pereza volver otra vez.

Lo que más me ha gustado es el pateo urbano que nos hemos dado, podría caminar horas por cualquier ciudad y más con mi hermano, que nos lo pasamos muy bien, hablamos de nuestras cosas, criticamos, nos quedamos callados si no hay nada que decir... es una de mis parejas favoritas para ir de paseo. Hemos emergido por la estación de Santo Domingo y hemos ido hasta Preciados, para volver por Gran Vía y bajar por Fuencarral. Nos hemos tomado un café que me ha dado la vida, porque yo soy un poco hipotenso y por la mañana me tengo que meter dos o tres chutes de cafeína hasta que cojo mi tono, esto me lo dijo el médico que me hace los reconocimientos anuales, que no me corte que yo puedo. Así que venga a cafés todo el día, es un poco rollo pero es que si no me quedo flojo y todo me apetece cero, sobre todo durmiendo pocas horas como es habitual en mi. Depués hemos atravesado Malasaña hasta San Bernardo, donde hemos fisgado en Sportivo y alguna tienda más de la zona. Hacía buen día, un poco fresco, y todas las tiendas estaban abiertas, así que ibas viendo las fruterías y las pescaderías de barrio mientras paseabas.

También hemos pasado por un restaurante en el que me habían contado que trabaja una chica con la que tuve mis más y mis menos hace tiempo, se lo he contado a mi hermano y ha insistido mucho en que entrásemos a tomar una caña para poder opinar, así que hemos ido pero la chica no estaba. He quedado fatal y me imagino que cree que me he tirado un pegote, normal.

Ahora, acaba de irse mi madre a comprar regalos también. Entre que no tengo novia, que tengo amigos gays y que estoy muy bien informado de todo lo que acontece por la zona Chueca, ella no para de decirme que cualrquier día le aparezco con novio. Yo, para arreglarlo, le he dicho que por favor me trajera una crema hidratante buena, que últimamente me veía un poco viejo.

Por otro lado, los Mundos de Nepomuk han cumplido un año. Quienes lo lean sabrán que es un excepcional dibujante de comics aparte de un personaje muy curioso, y ha tenido a bien celebrar su aniversario haciendo esto. Yo salgo al final de la serie y me ha clavado, aún no sé cómo.

lunes, enero 02, 2006

Tabaco y Dwalks

Yo no sé si ya he hablado alguna vez de mi relación con el tabaco pero hoy lo volveré a hacer, que es un tema tan actual que hoy viene bastante a cuento. A todos los que me dieron la enhorabuena y ánimos cuando lo dejé en septiembre, lamento decirles que fracasé en mi intento y que no dije nada porque me sabía mal, pero que volví como al mes, ahora ya lo digo porque ya he visto la decepción en los ojos de todos los que más me importaban y esperaban que lo consiguiera sin demasiados problemas. Una pena y una preocupación, que fumar es malo de verdad y yo venga a meterme mierdas para el cuerpo. En fin, está clarísimo que todo esto es un claro síntoma de inmadurez y poca inteligencia, no hay otra explicación, porque se puede hacer con un poco de voluntad.

Creo que lo mejor es hacer una cronología, que si no me voy a perder y los lunes no me salen bien los hilos argumentales bien enlazados:

1988: Tras las clases, empezamos a irnos los de la clase de 7º B a unos descampados de detrás de unas casas de mi barrio a fumarnos los cigarros que el macarra de la clase le robaba a su padre, todo supermarginal. Tras sucesivos empachos debidos a una proporción de ochenta caramelos de eucalipto tras cada fumada y a mi matemática tendencia a echar las papas cuando llegaba a casa, decido que yo nunca caeré en ese vicio (los cojones) porque me sienta fatal.

1991: Chs empieza a fumar más en serio porque los de su instituto fuman como carpinteros. Se empieza a comprar paquete para él solo que le dura tres o cuatro días pero yo aguanto el tirón y durante BUP y COU me mantengo ajeno al tabaco y practicando deportes sanísimos, destacando notablemente en el baloncesto y en la masturbación, gracias a una gran disciplina y a una tremenda vocación innata.

1994: Voy a la Universidad y, como ya somos mayores, los fines de semana empezamos a quedar los del barrio a tomar café. Como las chicas fuman, cojo la costumbre de gorronearlas un par de cigarros cada quedada. Los fines de semana compro a veces, pero poco porque también salgo con una chica que no fuma y sólo puedo hacerlo cuando ella no está porque lo odia y me monta un chicken cada vez que se entera. Esta época la recuerdo como una época de mucha estrategia, fumando a escondidas continuamente, lavándome mucho las manos y comiendo mucho chicle. No me aceptaba a mi mismo.

1998: Empiezo a salir con otra chica, que sí fuma, y ahí me desato. Paso de dos-tres cigarrillos al día a un paquete en cuestión de semanas. Con veintidos años me convierto en fumador profesional.

1999: Un día cualquiera salgo de un vagón del metro y me enciendo un cigarro (entonces no era tan raro hacer esto). Estoy subiendo por las escaleras mecánicas y mientras le estoy pegando un tiro gigante al cigarro, un tiro de estos que dejan la toba bien roja, veo que mi madre me está mirando desde el final de las escaleras, donde me espera con cara de disgusto. ¿Qué coño hace ahí mi madre? Me escondo el cigarro por instinto e intento disimular, pero es inútil, me acabo de convertir en fumador para mis padres también, lo cuál es una mezcla de decepción para ellos y de sentimiento de fracaso para mi, pero también una liberación, porque ahora ya no me importa llegar oliendo a humo casa y esas cosas. Reconozco que me vino muy bien y que por fín pude dejar de comer tanto chicle, que estaba ya harto. De todos modos, nunca he fumado intencionadamente delante de mis padres porque no me sale natural y además se ponen pesadísimos y me miran mal, impidiéndome disfrutar del momento. Además, mi abuelo crujió muy joven por el tabaco y en mi familia están muy sensibilizados, normal. Eso lo entiendo, sin ironías.

2000: Me hago una eminencia en hacer roscas de humo. Qué redonditas y que espesitas me salían cuando fumaba Lucky.

2002: Me alío con mi novia (la fumadora) para dejar juntos de fumar y lo conseguimos. Aguanto dos años sin probar un cigarro.

2004: La soledad y libertad que da viajar, sumado al peor momento de mi relación con mi pareja, sumado a que soy un retrasado mental, hace que empiece a tontear con el tabaco de nuevo. Empiezo a fumar muy ocasionalmente algún cigarro que otro, siempre solo y cuando viajo, lo que se convierte en una especie de secreto que no comparto con nadie por pura vergüenza, hasta que se me acaba yendo de las manos. Cuando se acaba definitivamente mi relación con mi novia, vuelvo al tabaco de forma oficial, aunque sin hacerlo en horario laboral ni en casa, lo que reduce mi consumo intrasemanal considerablemente. Ella lo consiguió y se mantuvo, por cierto, lo que aún hoy me genera una gran envidia sana, porque fui yo el que dio la brasa con dejar el vicio y ahora mírame aquí comiéndome mis palabras...

2005: En junio de este año decido que dejaré de fumar para el comienzo de septiembre, tal y como hice cuando me funcionó. Aguanto un mes y monto el paripé comprándome una hucha para ahorrar la panoja y tirando todos lo mecheros. Lo anuncio en el blog para más inri. Un fracaso. Al volver caigo en la cuenta de que esto me puede más de lo que creía y que va a ser más complicado de lo que nunca imaginé.

2006: Actualmente, me planteo dejarlo inminentemente aprovechando el tirón que hay ahora. De momento me he encendido un cigarro nada más salir de casa por la mañana y llevo tres en total hoy, que serán unos seis al final del día, o sea, que fatal.

En definitiva, estoy muy contento con esta ley y todo lo que sea ayuda y conciencia social me viene fenomenal para sentirme apoyado cuando lo intente, si es que me decido, pero cada vez tengo más claro que aunque fuera el último fumador del planeta, no dejaría el tabaco hasta que se me metiera a mi en la cabeza que tengo hacerlo. Debo ser muy yonki para esto, no sé, porque el caso es que no tomo ninguna otra droga. Intuyo que lo voy a pasar fatal y tengo la sensación de que seré fumador toda la vida, que siempre tendré que hacer un esfuerzo por no volver a caer, que seré siempre una especie un fumador no practicante, tengo que verlo así porque si no yo soy de los que se confían y luego vuelta a las andadas.

A todos los que no fumáis, os envidio si nunca os ha dado por probarlo y os admiro si lo habéis conseguido dejar. No sabéis cuánto.

domingo, enero 01, 2006

Itwalks 2005

Empiezo 2006 levantándome a las 13:30, sin resaca, desayunando algo de magret de pato que sobró ayer y alternando un capítulo de Sexo en Nueva York que echan en el Cosmopolitan con el concierto de año nuevo desde Viena, que siempre me ha gustado ese rollo tan elitista que nos ofrecen a las masas. Hoy el director de orquesta está bastante tronado. Ahora está dando palmas todo el público con lo de la Marcha Radeski, qué sosos son todos.

Respecto a Itwalks, no tengo ninguna intención de dejarlo este año, todavía me divierte, lo que no sé es si darle un pequeño giro que creo necesario para no quemarme y poder mantenerlo de una forma frecuente.

Algunos datos de Itwalks en 2005

- Empezó en junio de 2004 pero no puse un contador hasta mayo de 2005.
- En 236 días llevo unas 57.000 visitas
- Actualmente, tomando más o menos los datos desde la vuelta del verano, tiene una media de aprox. 300 visitas diarias, de las cuáles unas 150-200 son únicas, es decir, sin tener en cuenta a los que entran varias veces o andan navegando por el blog.
- El record de visitas en un día es 829, el 5 de junio de 2005
- El 70% de las visitas son españolas, pero ha entrado gente de 60 países, de los 5 continentes. La mayoría de las entradas extranjeras se deben por búsquedas absurdas de Google, por ejemplo, hoy alguien ha entrado buscando en Google "estatura de Bertín Osborne".