martes, mayo 31, 2005

La mar

LA MAR

¡Ah! El anís es azul al ocaso,
Claro, la canícula hará mal.
Alejábase bello Sol.
¡Sumerge la usada roda!
A remar.
¡A La Habana, bucanero Morgan!
Oleaje de la mar...
¡Al remo! ¡Corre!
Playas...
Ay, al perro comer la rama le
deja el onagro, morena cubana.
¡Bah! A la ramera adorada su
alegre muslo Sol le besa.
¡Bajel a la mar! ¡Ah!
Alucina calor al cosaco.
La luz asesina le hará mal.


Hoy ha sido un día bastante anodino por el mucho curro que tenía y en el que mis pocos ratos de ocio los he empleado en molestar a Would, que menos mal que estaba. No sé muy bien que sucedía pero hoy todo el mundo estaba fuera de la oficina de viaje, lo que le daba al lugar un aire posnuclear tipo a un cualquier tiempo pasado fue mejor. Hemos tomado café juntos, hemos tomado cocacola juntos, hemos comido en el Fressco juntos, hemos ido al VIPS juntos, nos hemos cambiado los iPods...

stop

Nos hemos cambiado los iPods porque somos tan negados que todavía no hemos aprendido a compartir nuestra música como mandan los cánones y lo único que sabemos hacer para conseguir escuchar la música del otro es dejarnos el cacharrito mutuamente cuando estamos en el trabajo. Cuando nos tenemos que ir a casa nos los devolvemos. Esto está bastante bien porque hoy he fisgado en la base de datos del WouldiPod (que no está nada mal, por cierto) y he encontrado joyas del calibre de Ricky Martin, Sergio Dalma o Thalia. Le he mandado un e-mail de inmediato pidiéndole explicaciones por tamaño frikismo, y la respuesta recibida ha sido "formaban parte de un recopilatorio que metí sin mirar". Ya.

end stop

...nos hemos quedado los dos trabajando juntos hasta tarde, nos hemos vuelto a casa juntos y ahí se ha acabado Would por hoy, que ya estaba bien de Would.

Hoy he continuado con mi operación limpieza de la DwalksRoom con un trabajo que aún estoy desarrollando en estos momentos. Se trata de la limpieza de mi disco duro del ordenador, que tengo petado de música. Estoy pasando todos los discos que me he ido bajando a formato CD para poder pasárselos a la gente y para no tener que bajármelos otra vez en caso de que mi iPod muera, sea secuestrado o me abandone. Luego borraré los más de tres gigas que ocupaban y mi ordenador se sentirá como si llevara dos semanas tomando té verde.

El poema que he puesto al principio no es un síntoma de que me haya vuelto un pedorro o de que necesite expresarme con un lenguaje más elevado. Qué va. De hecho nunca he leído mucha poesía porque no la siento, y mira que lo he intentado, pero es que yo soy más de novela por el momento. El poema lo encontré hace muchos años en uno de los muchos libros que ruedan por mi casa y creo que es de mi padre, que siempre encuentra unos ejemplares realmente curiosos. En el libro, el autor hace una especie de historia en la que continuamente aparecen juegos de palabras muy ingeniosos. Hace poco lo volví a encontrar y le metí un repaso por encima en plan revival, y me acordé de que, para mí, el momento más brillante del libro era uno en el que el protagonista no sé donde se metía, que daba con un tipo que le ayudaba a encontrar palabras y frases capicúas. Al final le saca un papel en el que aparece escrito este poema, que resulta que es capicúa también, con el título y todo.

Operación limpieza de la DwalksRoom

Hoy es un día triste pero necesario en la vida de Dwalks y de los Walks en general. Como hombre de prontos que soy, he llegado a casa con la intención de poner un poco de orden en mi habitación, que no había sido ordenada de forma severa desde hacía diez años, por lo que el nivel de acumulamiento e indigencia ya era notable en mis aposentos. Yo no me había percatado demasiado de esta situación y vivía feliz entre mis inminentes avalanchas, pero esto es como cuando te pones gordo o como cuando tienes un pelo demasiado largo, desde el momento en el que alguien te lo dice ya no puedes pensar en otra cosa y cada día la situación se te hace más obvia y agobiante. La encargada de reseñármelo fue mi madre, hará ya un par de años, pero yo he sido consciente desde hará un para de meses.

Ya le venía yo dando vueltas a esto durante las últimas semanas, pero entre los viajes, el iPod, el blog y mi agitada vida nocturna, no había encontrado todavía el momento adecuado para mentalizarme y actuar, y que se ve que el día D ha sido hoy y no he querido dejar pasar la ocasión. Enseguida me he dado cuenta de que hay mucho, pero mucho trabajo por delante y necesito terminar en menos de dos semanas, que es cuando comienzo la jornada intensiva y tengo que echarme siestas, ver el Tour e ir a la piscina todos los días, lo que me impedirá plantearme otras cosas más terrenales.

He dividido en sesiones mis acometidas a la DwalksRoom, repito que la magnitud de la operación alcanzará proporciones isabelinas, y he comenzado por lo más duro sentimentalmente:

Sesión 1) Deshacerme de todas las revistas que he acumulado desde que nací.

Esto ya lo he hecho hoy y he de reconocer que ha sido inenarrable. Tenía tres estanterías repletas de todas las revistas que he ido adquiriendo a lo largo de mi existencia y que había sido incapaz de tirar. La mayoría eran El Jueves, que ahora ya no compro mucho pero hasta hace poco eran un must semanal. He encontrado quos y muynteresantes jurásicos, revistas de recetas, de coches, de tendencias, de economía, suplementos dominicales... todas ellas guardadas con la sana intención de consultarlas algún día que nunca llegó, ni llegará a partir de hoy, claro... y aunque hubiera llegado ese día me hubiera dado igual porque ya ni me acordaba de que estaban ahí, así que estoy libre de remordimientos. Además, con tanto viaje por el mundo, el número de revistas se había incrementado notablemente debido a las esperas en los aeropuertos, tengo que reconocerlo, y ya no me cabían más y me había entrado la paranoia de que las estanterías se me estaban combando salvajemente, tanto, que no ya era paranoia, era realidad.

El caso es que no he entrado en sentimentalismos y me he puesto a evacuar revistas como un loco, haciendo montones encima de mi cama. No podía creerlo, se ve que las revistas habían autoevolucionado a una versión .zip en las estanterías y han decidido expandirse en mi cama. Qué cantidad por favor, cuánta literatura encima de mi lecho. He llenado seis bolsas de basura de las grandes hasta los topes y he tenido que utilizar dos veces el carrito de la compra para llevarlas hasta el contenedor de papel, que fuerte. Creo que debido a las sobrecargas he descentrado el eje del carrito un poco pero no he querido comprobarlo, aunque he bajado la velocidad punta en la rampa de mi portal y he tomado las curvas con suavidad para que no me pasara como a Raikkonen este fin de semana.

Ha habido momentos para la nostalgia porque entre llenada de bolsa y llenada de bolsa de vez en cuando hojeaba alguna revista que creía en otro mundo, pero no he guardado ninguna porque he querido actuar radicalmente, o todo o nada. Hasta he encontrado una porno que tenía por ahí escondida desde COU por lo menos. No me ha parecido prudente celebrar el reencuentro, pero no he podido menos que alegrarme de que por Susy, Martha, Desy, y demás compañeras de profesión, no hayan pasado los años.

Jwalks lo sentirá bastante, la verdad es que en mi casa el camino al baño para estancias largas pasaba indefectiblemente por mi estantería para pillar un El Jueves antiguo, que te hacía muy ameno el asunto, y eso se ha acabado, con el tiempo supongo que habrá revistas nuevas y tal, pero algo ha muerto en mi casa y esto se ha hecho palpable cuando se lo he dicho a Jwalks hace un rato, no se lo creía y ha tenido que verlo con sus ojos, con la consiguiente decepción, resignación y, en el fondo, aprobación. También lo sentirá TíoChs, que cuando pasaba por casa me arrasaba las estanterías y se llevaba los El Jueves de veinte en veinte y luego no me los devolvía nunca y tenía que traerlos yo cuando pasaba por su casa de visita. Pero eso se ha acabado, que cague como pueda.

En fin, sesión 1 completada, mañana decidiré el siguiente proyecto que me temo será el ordenar papeles del banco, del coche, tirar los viejos etc, etc...

La alegría del día


Como no todo iban a ser penas en este lunes, quiero comentar que Agr me ha traído el iTrip de su viaje por EEUU y funciona a la perfección. Se trata de un dispositivo muy chiquitito y cool que se conecta con un click al iPod, se sintoniza una emisora de radio de cualquier equipo de música (por defecto la 87.9 si no lo cambias), le das al play y ¡hop! puedes oír tu música en CUALQUIER aparato que disponga de radio. Es maravilloso, se acabó el ir por el mundo con kilos de CD´s, de hacer recopilatorios para los viajes, etc. Soy bastante feliz, la verdad.


lunes, mayo 30, 2005

Sábado por la noche desde el móvil de Elza

Elza: Tacón, copas, taxi, Gucci, mano a la cara, graaaande, vámonos.
Gossard: Rearviewmirror, aviones, sombrero, alegre, sí pero no, ?.
Pla: Maratón, historias, tirantes naranjas, miramiramira, barquitos de papel, madrugón, TO.
Dwalks

Sábado por la noche. Después de asistir a un concierto revival de Pearl Jam en The Barracudas (impresionante), Elza, Pla y yo nos vamos al Nasty, previo paso por el Rey Lagarto y algún otro sitio. Hacía mucho que no iba por Malasaña. El local está bastante vacío por el Festimad y el Primavera Sound pero se está muy bien porque por primera vez en nuestra vida no tenemos calor aquí dentro. Más tarde llega Gossard y estamos los cuatro tomando algo, bailando un poco y tirando fotos con el móvil de Elza, más o menos juntos, hasta bastante tarde. Me marcho con una Elza renqueante por la paranormal pérdida de su tacón y cogemos un taxi hasta casa del que no nos echan de milagro por un ataque de risa.

De izquierda a derecha y de arriba a abajo:

Elza bailando-riendo
Gossard y Pla sonrientes para la foto
Pla
Gossard con pomulazo
Dwalks
Elza con logo
Sombrero de Gossard
Mi mano sobre el hombro de Pla
Boca de Elza
Dwalks tras los barquitos de papel diseñados por Pla

jueves, mayo 26, 2005

Operación bikini 2005

Ya sé que no tengo remedio y que no son buenos meses para comer como un descerebrado, pero es que cuando uno se aprieta solito una brocheta como ésta en Mojácar ayudado convenientemente por esa cerveza helada, pues siente como la necesidad de compartirlo con todo el mundo. Gracias Agr, por anticiparte a mi post y tirarme la foto antes de que fuera demasiado tarde.



Sólo añadir que esos trozos tan hermosos de pollo, cebolla, pimiento rojo y pimiento verde resultaron estar tan jugosos y churruscados como aparentan en la fotografía. Ah, y que no me arrepiento de ni uno solo de los estratos engullidos.

martes, mayo 24, 2005

DVB (Dwalks VIPS Blog)

Un blog se puede entender de muchas formas y una de ellas es verlo como un modo de mantener los recuerdos de una época tal y como se percibieron en su momento. A mi, si me preguntan qué recuerdo de mi año 1996, por ejemplo, puedo tirar de la cuerda y acordarme de bastantes cosas, pero no puedo evitar tener la sensación de que he olvidado otras muchas. Sé que, cuando pase el tiempo y relea lo que he guardado desde que comencé a escribir mi blog, este e-año será el más completo de todos los que he vivido hasta ahora, en cuanto a cantidad de información-revival de la que dispongo.

Y si reducimos este concepto a su mínima expresión, lo que queda es mi tarjeta Club VIPS.

Me la hice por primera vez junto a una chica con la que andaba líado que era adicta a los batidos y tortitas del VIPS. Como íbamos frecuentemente a este establecimiento, decidimos hacernos del Club VIPS y, como yo fui quien rellenó el panfleto, pues me autocoroné como el socio titular del Club y a ella la dejé como miembro asociado. Es decir, cada uno teníamos una tarjeta independiente personalizada con con nuestro nombre y vinculada a nuestra cuenta común. Con estas tarjetas, ibamos acumulando el 2,5% (creo) de lo que consumíamos, pero era yo quién recibía el dinero VIPS a mi nombre y a mi casa, mientras que el nombre de ella aparecía en la esquina inferior derecha del billete, en letras más pequeñas, como persona autorizada a gastarlo. Hasta aquí todo normal, vamos, que no inventamos nada.

Depués de que esta chica me abandonara por un batido de vainilla con doble chorro de sirope, comencé a salir con mi primera pareja seria y también nos hicimos socios del VIPS. Como yo ya lo era, fui a una dependienta del VIPS y le dije que quería dar de baja a la persona que aparecía como asociada y sustituirla por una nueva. Me dijeron que no había problema, me dieron otro panfleto y me aseguraron que la nueva socia recibiría su tarjeta en breve. Y así fue, pero la sorpresa llegó cuando al cabo de unos meses recibimos nuestro primer dinero VIPS y comprobamos extrañados que yo seguía siendo el titular (ok) mientras que ahora aparecían los nombres mi nueva pareja (ok) y de mi ex-rollo (no ok) como asociados, una encima de otra en la esquina del billete. Nos los tomamos a chufla y como el dinero sólo lo podía recibir yo, decidimos que era más coñazo arreglar el asunto que dejarlo estar, porque en todo caso saldríamos beneficiados si la primera chica decidía usar su tarjeta. Y así estuvimos durante toda nuestra relación.

Cuando comencé a salir con Ant, mi última pareja y mi gran amor, la historia se tripitió, aunque en esta ocasión le expliqué con cuidado a la dependienta lo que había sucedido la vez anterior con las duplicidades, para que no volviera a ocurrir. La dependienta me dijo que no me preocupara, que habría sido un error y que esta vez daría una orden específica para evitar que se diera la misma situación. El resultado fue tan óptimo que cuando nos llegó nuestro primer dinero VIPS, la única diferencia con el de los otros envíos que había recibido fue que ahora, en vez de los dos nombres anteriores (pasado1 y pasado2), aparecían los de tres personas (pasado1 y pasado2 + presente) asociadas al socio titular, que seguía siendo yo, en un perfecto orden cronológico en la esquina inferior derecha del billete. Ejém, también nos lo tomamos a cachondeo, pero en esta ocasión ya noté un puntito de incomodidad en Ant, quién se reía del tema por no decir "dwalks, qué coño es esto?". La verdad es que lo comprendí porque no debe ser muy halagador aparecer, aunque sea de esta inocente forma, entre los pasados de tu pareja en plan we'reateam y le dije que por mi parte no había problema en resetear mi vidaclubvips. Sin mayores discusiones, no le dimos mayor importancia al tema y lo dejamos como estaba sin hacer nada por resolverlo, así que continuamos recibiendo dinero VIPS con valor histórico durante toda nuestra relación hasta que rompimos el pasado junio. Por supuesto, cada billete que recibimos le daba derecho a Ant a ejecutar un comentario sarcástico (siempre pensé que eran demasiado divertidos y originales como para ser improvisados, pero bueno) que yo encajaba con deportividad y réplica diplomática.

En una de las últimas conversaciones que tuve con Ant después de que todo acabara, me dijo, entre risas sinceras y su gran sentido del humor, que se había ido un día al VIPS y se había dado de baja como asociada mía y que se había hecho una tarjeta propia, que no me lo tomase a mal, que no era ni despecho ni un golpe de orgullo, pero que no le apetecía estar la tercera en esa lista que no se sabía hasta dónde podría llegar. Y me recomendó que fuera consciente de que esa era una lista maldita y que me anduviera con ojo con las socias a las que metía porque estaban destinadas al fracaso. Y, la verdad es que llevaba razón.

Actualmente, llevo cerca de un año sin pareja y mi frecuencia de visitas al VIPS ha descendido notablemente, pero al fin, el otro día llegó a mi casa mi primer sobre con dinero VIPS de soltero, gracias a mi gusto ocasional por las quesadillas VIPS y el sándwich VIPS club. Con un punto de curiosidad, abrí el sobre, saqué el billete, miré la esquina inferior derecha y, cuando vi que ahí seguían los tres nombres de las chicas, fue cuando decidí asumir que mi tarjeta VIPS se había convertido definitivamente en mi segundo blog y que se había empeñado en no dejar que mi pasado se perdiera.

De momento no hay actualizaciones.

lunes, mayo 23, 2005

Valentín

Hoy al salir del trabajo junto a Would, he decidido cortarme el pelo, que ya estaba alcanzando unas cotas asombrosas de altura y volumen y no me sentía dueño de él, como a mi me gusta. En un principio me he planteado ir a la primera peluquería que viese abierta por la zona y, de hecho, tras pasarnos por el VIP´s a ver las fotos de Yola y Malena del Interviú, he abandonado a Would, que se ha ido a su casa en metro porque ya me había decantado por una, pero al final no ha sido así y me he ido a Valentín.

Valentín es mi peluquero y, salvo en contadas excepciones, me lleva cortando el pelo de forma continuada desde hace quince años o así. El hecho de que sólo se sepa un corte de pelo y que todos los del barrio vayamos igual imprime un carácter y te hace vivir en una comunidad unida. Da igual lo que le digas, tú puedes tener ideas innovadoras para tu cabellera y se las explicas detalladamente y despacio cuando llegas a la peluquería. Él, por supuesto te dice que sí a todo, y lo hace de tal manera que te vas a casa tan contento con tu cambio de imagen, pero cuando llegas y te miras al espejo te das cuenta de que longitud, patilla, cogote y flequillo son exactamente iguales a todas las veces que has ido, así que te encabronas como un orco, pero a los cinco minutos se te olvida y ya no te acuerdas más hasta que te la vuele a líar la siguiente vez. Se ve que él es el que manda y lo tenemos asumido.

Valentín es un peluquero pelota y eso es una droga a la que es difícil renunciar. Si le dices que hace frío, él te asegura que lleva todo el día destemplado, si le dices que parece que ha llegado el calorcito, pues es él te comenta que precisamente hace diez minutos que ha hablado con su mujer del mismo tema, si le dices que los monos de Gibraltar tienen tres huevos, pues él te habla de cuando fue allí y se los tocó para comprobarlo... mola. Además, si le llamas por teléfono para pedir hora, conoce tu voz al instante sólo con decirle holavalentín, y ya he comprobado que su teléfono no dispone de identificador de llamadas. Y también he presenciado cómo lo hace con otros clientes cuando llaman mientras me está cortando el pelo, así que está claro que este hombre tiene un don y todos lo valoramos.

Valentín no necesita secador ni cepillo ni nada, ya te sopla él directamente con la boca en la colleja y demás rincones de la cabeza con precisión milimétrica mientras hace su trabajo. Y no te deja ni un pelo en las orejas. Esto lo tengo muy hablado con Chs y con mi hermano y, salvo cuando te lo hace después de tomarse un café, nos parece una buena idea y estamos completamente a favor de su técnica porque ahorra mucho tiempo.

Valentín tiene mucha psicología y por eso te da tabaco y te deja fumar mientras te está pegando el rape. Valentín dispone de una estupenda colección de Mortadelos en la zona de espera y así, a golpe de pequeños detalles, ha creado un ambiente bastante propicio para la confortabilidad masculina. No se trata de estar a favor o en contra, se trata de que te sientas ahí y estás de maravilla. Si chupas limón, salivas, si eres tío y entras en Valentín, te sientes bien.

Valentín tiene unas manos prodigiosas. Desde que te lava la cabeza hasta que te pone un poco de gomina noname como colofón a su obra, pasando por los plegamientos de oreja y apuradas de patilla durante la ejecución del corte, sólo sientes placer y liberas endorfinas. Un vez me salió caspa y me pegó un masaje capilar con un producto, que sólo dios sabe de dónde lo sacó y, aparte de hacerme desaparecer la caspa forever, me generó uno de los momentos más agradables de mi vida. Sí, he dicho de mi vida, incluyendo cuando me comí aquel wooper a las tres de la mañana que me supo tan bien.

Valentín lleva peluquín y eso te hace sospechar un poco al principio, pero no pasa nada y nunca se ha hablado una palabra del tema en su peluquería. Yo comencé a sospechar cuando me di cuenta de que un caracolillo aleatorio de su flequillo estaba siempre en el mismo lugar. Además, siempre llevaba el pelo igual de largo y eso desafiaba cualquier ley de la naturaleza. Comencé a fijarme y noté una ligera depresión capilar a la altura de su coronilla, que debe ser donde se encaja lo que es el bisoñé y, así, y con las observaciones adicionales de Chs y JWalks, confirmamos nuestra teoría. Pero, insisto, no pasa nada y nadie piensa que sea un impostor.

Momento aparte es el afeitado Valentín. Una vez lo probé y desde entonces he superado la prueba y me he ganado su respeto. Yo le dije que nunca me habían afeitado y le pregunté que qué tal era eso. Automáticamente me sentó en una silla y antes de poder decir nada ya tenía una toalla a 200 grados en mi cara que me desolló vivo. Me untó de jabón de afeitar con una brocha y me rasuró a navaja con unos trazos de punta a punta de mi cara que me provocaron micropene. Acabado el afeitado, nueva toalla hirviendo en la cara para abrirte los poros como hoyos de golf y aplique de loción de hombre con efecto picadura de avispa mediante somanta de cuarenta hostias en cinco segundos. Con las lágrimas rebosando mis párpados, le dí las gracias y me fui a casa con la sensación de haber sido desvirgado. Eso sí, nunca he consegido conseguir un afeitado como ese por mis propios medios.

Y es que yo soy de Valentín, para qué negarlo. Por cierto, si tenéis curiosidad, es clavadito a Pepe Rubianes.

domingo, mayo 22, 2005

La boda de PrimoPeibol en Jerez

La semana pasada se compuso de dos eventos importantes. De martes a jueves me fui a Praga y, el viernes, tras una estresante mañana laboral en la que mirar correos y firmar papeles acumulados fueron mis actividades más relevantes, los Walks pasaron a buscarme nada puntualmente por la oficina y nos fuimos a Jerez a la boda de PrimoPeibol, que se celebraba el sábado y de la que he llegado totalmente destrozado y acabado y resacoso. Y más gordo, como es de suponer. La linea que define mi mandíbula empieza a difuminarse y esto ya no puede ir a más, así que en los dos meses que me quedan hasta agosto, he decidido controlar mis impulsos gastronómicos intentando no alimentarme más de siete veces al día.

En el hotel jerezano, compartí habitación con JWalks y nada más entrar nos dimos cuenta de que tenía forma hexágono no regular y era bastante pequeña, lo que no nos convencía mucho y nos llevó a concluir que, cuando se terminó de construir el hotel, les quedó un hueco de sobra y le pusieron una puerta, consiguiendo así una habitación más y probablemente la nada merecida categoría de cuatro estrellas que poseía. Tras esta reflexión, JWalks se metió en el baño a gestionar unos asuntos personales y lo inutilizó durante media hora durante la cual yo vi un poco la tele.

Como la boda era al día siguiente, el plan era acudir a una cena-pincheo que nos habían organizado a la parte asturiana de la boda, que era a la que yo pertenecía. La comida que sirvieron tuvo mucha calidad y luego, los clásicos de estas situaciones, familia y conocidos por doquier, reencuentros con viejos amigos, caras con las que compartía genes o eventos de mi vida durante la infancia y que, pese a que como mínimo me deberían sonar, no conseguía reconocerlas ante el bochorno de mis padres y cara de circunstancias por mi parte. Al final opté por sonreir todo el rato y muy bien todo. Tras ponernos ciegos de salmorejo, arroz con langostinos, carrillada en salsa y un surtido de postres equivalente a un multiorgasmo femenino, empezamos con las copas y ahí se nos empezó a ir de las manos el asunto. Cuando nos echaron del sitio a las dos y pico, los jóvenes (qué gran sustantivo bodero) decidimos continuar un rato más en algún otro lado, pero sin pasarnos porque al día siguiente era la auténtica celebración y no era cuestión de llegar al templo con resaca. Esto lo cumplió todo el mundo execto PrimoJules, otros tres y yo, que acabamos desayunando un café con donuts de chocolate a las siete de la mañana en el bar de al lado del hotel. Al menos se salvó al novio, que consiguió marcharse a una hora prudencial pese a pasar momentos de incertidumbre a las tres de la mañana, momento en el que decidió no beberse una copa que alguien le había puesto en la mano y marcharse a dormir. Después del desayuno tardé un rato más en acostarme porque PrimoJules y su borrachera habían estimado conveniente y necesario llevarse el cartel de la recepción del hotel a la cama (ese grande que pone "Recepción"). Entre el recepcionista y yo, que afortunadamente soy de pedo tranquilo, le convencimos para que desistiera y al final mi primo se conformó con quitar los horarios de los menús del ascensor y sustituirlos por unas flores secas que adornaban un pasillo del hotel. Dados los precedentes, el hotel salió ganando claramente.

Al día siguiente me desperté fresco como una lechuga a la una y me fui a comer con mis padres y JWalks al centro de Jerez y, la verdad, muy bueno todo el pescaito que pedimos en Juanito, que por lo visto es un must de esta ciudadpueblogrande, pese a que mi madre me empezó a parar los pies cuando me disponía a beber mi tercera cerveza al cuarto de hora de sentarnos. Yo le dije que es que hacía un calor del demonio y ella me contestó que mis coloretes no se debían al calor precisamente. Luego nos echamos una siesta de una horita y ya llegó el momento.

Me puse mi chaqué, mis tirantes, mi chaleco, mis gemelos, mis zapatos nuevos y mi corbata azul Acebes y nos fuimos a la iglesia, que quedaba al lado del hotel. Tras los saludos y besos al personal, me fui al estrado con el resto de los testigos (éramos ocho por cada parte) y me puse al lado de I'da, que era la única que compartía conmigo el agnosticismo y el no saberse las canciones y movimientos con los brazos propios de la misa. El cura, al que ya tenía muy visto porque era el mismo que ha casado y bautizado al resto de mis primos e hijos de, me pareció un gran orador pero se repitió un poco en los gracejos. Al final se emocionó con una canción y yo me puse a buscar cruces de miradas con gente de mi confianza, pero por lo visto allí se emocionó todo el mundo y el que no estaba medio llorando, permanecía muy serio. Yo también me emocioné bastante cuando fui a firmar la hoja y pasé por delante de mi primo recién casado, nos dimos un beso y nos abrazamos y ahí me di cuenta de que la cosa iba en serio y que algunas de las costumbres que daba por hechas en Asturias desde que nací, habían cambiado definitivamente. Luego eché una firma que me salió un poco rara en el folio que nos pusieron y me volví a mi sitio muy serio yo también.

La emoción se me pasó en cuanto vi los aperitivos que nos habían preparado en la bodega González Byass, lugar donde celebramos el banquete. Los langostinos en tempura, deliciosos, y un canapé de salmón envolviendo una vinagreta de pescado, de película. Todo ello empujado con toneladas de jamón de guijuelo, que también estaba como para indultar al cerdo. La comida fue bastante buena y no entraré en detalles porque ahora no tengo hambre y no estoy motivado, pero muy muy buena.

Las copas estuvieron divertidas y bailé con todo el mundo que se prestó a ello, sobre todo al final de la velada, que ya iba yo convenientemente atizado. Tuve que controlarme un poco cuando fruto de la emoción envié a varios metros de distancia a una cuñada de alguien durante una vuelta rumbera, pero los incidentes no llegaron a más y seguimos danzando sin problemas. Aún resuena en mis oídos la música de Melendi, aunque lo asumo y me quedo con lo bueno, que fue mucho.

Todo terminó a las seis y media de la mañana un poco como de repente y como el hotel quedaba a veinte minutos a pie, JWalks y yo nos fuimos andando con dos chicas, hijas de unos amigos de la familia, con las que estuvimos bailando hasta el final de la fiesta y que se alojaban en un hotel cercano al nuestro. Como una de ellas tenía los pies destrozados, yo amablemente le ofrecí mi brazo para que se cogiera de él durante el trayecto, y así agarrados fuimos caminado hasta el hotel tranquilamente, yo con mi chaqué y ella vestida de fiesta, muertos de risa, guapísimos y dando algunos tumbos que rozaron la tragedia en algún momento.

Cuando llegué al hotel ahí estaba PrimoJules intentando convencer nuevamente al recepcionista para llevarse el cartel de la recepción a la habitación, pero tampoco lo consiguión en esta ocasión y así, tan contentos y tan borrachos, nos fuimos a dormir a la salud de PrimoPeibol, que ya está casado.

domingo, mayo 15, 2005

Finde review (Pre-Praga)

Mañana me voy a Praga por trabajo, estaré toda esta semana, y según vuelva cojo agarro y me voy a Jerez a la boda en la que tengo que llevar chaqué. Dadas estas circunstancias no podré actualizar mi blog en absoluto porque, juntando las características de sendos planes, me será básicamente imposible. En estos momento estoy alimentando mi iPod con toda la música necesaria que requiere un plan de tales dimensiones, a la vez que recopilo gayumbos por mi casa, porque me he dado cuenta que ando un poco escaso y no contaba con ello, con el problema que esto supone. Según mis cálculos, necesito dos más de los que dispongo right now y me temo que mi hermano va a sufrir una sustracción de un momento a otro, aunque aún no descarto que aparezca alguno más de los míos en algún cajón insospechado de mi cuarto. Es que este ha sido uno de esos fines de semana en los que te cambias mucho de ropa y no he tenido en cuenta los daños colaterales.

El finde semana ha tenido esto:

Viernes

Acudimos Agr, Kurt y yo a la llamada de Elza, quien nos asegura que en el Lolita el sobrino de Fernando Esteso (sí, sí, el compañero de Pajares y maestro en el arte del polvete calzonero) presenta su nuevo video y, que la manager, amiga de Elza, ha pedido que vayamos todos los que podamos a hacer bulto, dado que el chico no llena estadios precisamente. Sin decir que hubiéramos pagado por ver eso, nos plantamos allí y resulta que también está Pucelo, otro compañero de la universidad a quien casi no había visto desde entonces. Alegrón.

Sergio Esteso, con una estatura y estructura ósea idénticas a las de su tío, actúa con zapatos de charol, unos chinos de cuero rojo y el cinturón que usa en su segunda ocupación como vigilante de seguridad (de eso nos enteramos después). La coreografía es de traca y las dobles vueltas con pasitos bisbalciverianos abundan. Cuando termina su actuación, nos lo presentan y el tío resulta ser buen chaval y estar más quemado que yo que sé con el mundo de la música, en el que lleva seis años (jo). Su sinceridad y humildad desbarata cualquier plan nuestro sacarle jugo al encuentro (uy si hubiera venido de estrella...) y Kurt, Agr y yo descargamos las escopetas, así que nada de fotos de móvil con él al lado y autógrafo dedicado. Le decimos que ánimo y que tenga suerte. Además, tras tanto ejercicio dentro de prendas de cuero y lycra,le olía el alerón cosa mala y nos nos apeteció nada darle mucha bola.

Tras cenar los cuatro, Kurt se retira y nos vamos Agr, Elza y yo al Ochoymedio, donde nos tomamos dos copas y nos enteramos que Elza nunca ha ido al Marmara. Como eso no puede ser, cogemos el coche y nos vamos al citado local a pegarnos unos dancings entre cuarentones, cuarentones, cincuentones, cincuentonas, divorciados, divorciadas... porque es una experiencia que todo el mundo debería vivir antes de llegar a esa edad. Nos reímos muchísimo y lo damos todo hasta las cinco y pico de la mañana, momento en que el sitio pierde gracia y nos vamos a dormir.

Sábado

Por la mañana, me toca hacer la compra, y veo como se pelean dos marujas en la pollería.

Por la tarde, me compro conveniéntemente asesorado por CF y Agr los accesorios que me faltaban para la boda: unos zapatos que también me servirán para ir a trabajar, una corbata azul Acebes (recordemos, boda pija y de chaqué) y una camisa blanca de las de gemelos.

Tras las compras, me voy con Agr a ver M'len, para tomarnos algo con ella porque la dejan salir del hospital un rato. La vemos bien, preocupada y tal, como es lógico después de dos meses internada, pero con una actitud muy racional y tendente al optimismo, que en mi opinión, es la clave para salir de las malas rachas. Bien por M'len. Merendamos los tres en el Fast Good, donde se nos une Elza, con una camiseta llena de remaches y con múltiples combinaciones de desabrochamiento, que añade un nuevo tema de conversación a nuestro repertorio.

Me voy corriendo de la merienda porque he quedado con Would y con Becaria, que ha venido de Barcelona y, como siempre, nos llama para hacer algo. Cenamos en un italiano y nos alegramos de estar los tres junto. Ha sido un veranos muy especial con ella y se nota el aprecio que nos tenemos. Después de cenar nos tomamos unos algos en diversos sitios y, cuando estamos en el Moe, aparecen Elza y Agr que vienen del Escorial, donde han asistido (vía compañera de trabajo de Elza otra vez) a otro concierto priceless. Nos enseñan las fotos y yo sólo puedo lamentarme de no haber ido, pese a que mi plan haya sido y esté siendo estupendo también. Es compatible este sentimiento ¿no?. Acabamos la noche los cinco riéndonos MUCHISIMO, y a las seis, todos a dormir. Muy bien el sábado.

Domingo

Resucito y me como con los Walks un arroz que ha bajado mi abuela de su casa, que en teoría iba destinado a la la familia de mi tío, pero se les ha pinchado una rueda de camino a su casa, así que nos lo hemos comido nosotros para no echarlo a perder y para que mi abuela no se llevara un disgusto. He subido yo a por el tupper y todo en plan operación rescate para que no se pasara el arroz. Por cierto, hoy me hecho fan del salpicón de langostinos, perejil, cilantro y picado de pimiento, cebolla y tomate. Que rico, que bueno le ha salido a mi padre. El de bacalao también lo clava, pero éste más.

Luego a la Latina con Agr y CF, con los chulapos y las chulapas y un montón de gente por allí. Había ambientazo. Hemos estado en la plaza y en el Ene, donde CF ha visto a unas amigas suyas y nos hemos quedado con ellas. Yo me he ido pronto para hecerme la maleta y dormir bien, pese a la incredulidad de CF, que acababa de conseguir la valiosa información de que las chicas con las que estábamos iban a traer más amigas. Mañana pediré el informe a ver en que ha quedado la cosa, que yo me lo he perdido...

Hasta el lunes que viene.

miércoles, mayo 11, 2005

Such a miércoles

Hoy ha sido un día muy aprovechado en el que me han sucedido unas cuantas cosas interesantes, por lo que a estas horas ya puedo casi asegurar que me iré a dormir bastante satisfecho, aunque me siento molido, y es que no paro últimamente en todo el día. Me gusta a veces, otras no. Segmentemos:

Mi inspección de inyectores ha sido neutralizada a tiempo

Me he levantado con una misión que cumplir en la cabeza y lo primero que he hecho ha sido llamar al taller desde las ocho de la mañana totalmente cargado de razón, con el fin de evitar el desfalco ayer relatado. Sin duda, he acumulado tensión como para cargar mi iPod lo que resta de mes, porque no he conseguido comunicarme con el tipo hasta las once. Yo ya pensaba que ya estaba todo perdido y que mis inyectores habían sido inspeccionados completamente, pero no, un escueto "no se preocupe, ningún problema, si ni siquiera habíamos empezado con su coche" me ha devuelto la confianza en los talleres oficiales y ciento ochenta y nueve euros a mis arcas. No siento que los haya recuperado, siento que los he ganado, sinceramente.

Hemos logrado la reunión productiva que tanto ansiaba

Sí, me canso de asistir a reuniones en las que la gente habla mucho, y yo entre ellos, y que en realidad no sirven para nada. Hoy ha sido diferente, hemos preparado y decidido un montón de cosas y creo que hoy he tenido mi mayor rendimiento laboral en lo que va de año.
También es cierto que los otros tres de la reunión eran unos máquinas y así da gusto, aunque sostengo que hemos empatizado y sinergizado completamente.

El chaqué no es tan pingüino


***Este punto trae encuesta de regalo, ver a la derecha del blog***

Tengo una boda dentro de un par de fines de semanas (ah, las bodas, esa cantera de posts) en la que resulta que se casa mi primo hermano.
Ahora estamos algo distanciados pero tuvimos unas adolescencias paralelas e intensas en las que descubrimos muchas cosas, desde cómo se abría una botella de anís con doce años para luego bebérnosla entre los dos, hasta cómo se desabrochaba un sujetador practicando con el de nuestra abuela (más tarde descubrimos que no todos tenían cinco cierres, pero para entonces ya habíamos adquirido La Pentahabilidad, que siempre estará ahí latente). Como eso une mucho, pues me ha pedido que vaya de testigo a su boda. Y como me conoce bien, me rogó con mucha mano izquierda que no fuera yo el único testigo que no fuera de chaqué. Le hice sufrir un poco pero accedí.

Después de mi reunión, a la hora de comer, he ido a hacerme la prueba del chaqué a una tienda especializada (como las novias) y me he pillado tirantes y todo, porque ya puestos no andaremos a medias. Cuando me he visto en el espejo tuneado de pingüino, no es que me viese normal pero he tenido que reconocer que a priori pensaba que el efecto sería peor. No estaba nada repollo y me daba un aire respetable que sólo yo he notado. Como es alquilado, me ha dado un poco de mal rollo pensar que se lo hubiera puesto más gente cuando he metido la mano en los bolsillos, y también el ver que mis calcetines estaban al borde del tomate en una semitransparencia nada sugerente, pero como el sastre no ha hecho mención a ello, yo menos.

El buffet ya no es lo que era


De vuelta del momento chaqué al trabajo, tenía que comer algo rápido.
Iba yo a grandes zancadas por el barrio de Chamberí con dirección al Fressco, con la sana intención de meter toda la ensalada, pasta y demás accesorios comestibles que fuera capaz en uno de su tuppers de 2,70 Euros, cuando en mi camino se ha cruzado un buffet libre de 7 Euros. Ni me lo he pensado, mi lado Mr. Hyde gastronómico se ha apoderado de mi y nos hemos puesto bastante ciegos. Omitiré detalles, pero para mi sorpresa, había cosas muy ricas y nada cutres. En serio, nada pesado, qué bien.

Trichat delirante


En un momento dado de la tarde, Would, Kurt y yo hemos intercambiado una secuencia de e-mails con los que casi arruino mi tarde laboral. Al final he reaccionado a tiempo y lo he dejado los pulpitos y los petisuis en el momento adecuado para seguir con mis cosas. Yo hacía tiempo que no me reía tanto y por eso lo señalo como un evento importante del día.

martes, mayo 10, 2005

Lo sé, lo sé

La cosa es sencilla así que no me extenderé mucho.

Hoy tenía la revisión anual de mi coche. Cada año, o cada cierto número de kilómetros, o cada cambio de aceite, acudo a un concesionario oficial de la marca de mi coche para que me peguen un sablazo que me cambia la raya del pelo al otro lado. Este año era especialmente sangrante porque me coincidían las tres cosas al mismo tiempo, y no creo que deba explicar que en los talleres, en el tema dinero, la superposición de factores siempre incrementa y nunca resta. Pero como eso ya lo sabía, he ido mentalizado y con dignidad, diciéndome "todo sea por el bien de la garantía de cuatro años que me colocaron cuando compré el coche y que perdería si no hiciese estas revisiones" y también "por cierto, nunca la he necesitado" y también "no pienses, haz el favor".

Me he escapado del curro dejando a mi jefe con una ceja levantada, signo inequívoco de que no se ha creído del todo mi teoría sobre lo colapsados que andan los talleres durante el mes de mayo, y he llegado al taller (por cierto, qué de gente tocándose el nardo hay por la mañana por las calles de Madrid los martes) Tras unos minutos de espera en la salita con la colección de revistas más interesante que he visto en mi vida (coches, coches, coches, coches, coches) me ha tocado. El tipo me ha apuntado las revisiones que me tocaban sin casi mirarme y cuando ya se dirigía a apretar el Enter de su ordenador para imprimirme el presupuesto, pues ha ocurrido...

Dwalks ha abierto la boca

Yo: Perdona un segundo que te diga una cosa que casi se me olvida, perdona un segundo. Mira, es que coche en las subidas como que le cuesta arrancar y un amigo mío que le dejé el coche un día me dijo que se le calaba mucho y que si me podíais apretar un poco el ralentí.

Tipo: El ralentí ya no se aprieta. Va todo electrónico.

Yo: Bueno, pues si se puede ajustar de alguna manera o algo, si se puede, vamos, que tampoco se nota mucho...

en este preciso momento dejé patente cómo puede un hombre demostrar que se puede ganar dinero a su costa en sólo dos frases

Tipo: Hombre lo que se hace ahora es una limpieza del sistema de inyección. Hombre, no entra dentro del plan de mantenimiento pero la recomendamos a las alturas a las que está tu coche bla bla blabla bla bla blabla bla bla blabla bla bla blabla bla bla blabla bla bla blabla

un rato de explicaciones técnicas sobre mi necesidad de hacer esa inspección de inyectores

Yo: ... mmde a...cuerdo, pues háganme la inspección de inyectores, más que nada por quedarnos más tranquilos... ¿no?

Tipo: Bien, pues se la incluyo en la revisión

mierda, ¿cómo no vi ese brillo en su ojo?

Yo: ¿Tiene algún cargo adicional?

un aplauso

Tipo: Sí, son cientochentaynueve euros, aparte de la revisión de mantenimiento que ya tenías. Total, doscientos setenta euros

Yo: eh... bien

Ahora suena raro, pero yo me marché de allí tan normal pensando que en el mundo de los talleres no convenía asustarse por los precios porque todo el mundo dice que son muy caros. Y me he vuelto al trabajo y no lo he pensado mucho más.

Cuando lo he comentado en casa durante la cena, mi padre me ha dado a entender que he sido lo que viene a ser un gilipollas y que me la han colao doblada. A mi se me ha puesto esa cara que se nos pone a todos cuando nos damos cuenta de que todo encaja y que hemos sido los últimos en enterarnos. Me he limitado a decir que sí con la cabeza y a escuchar cómo mi padre me contaba su fantástica historia de que a él en la vida le habían hecho una limpieza de inyectores en su coche, que ya tiene nueve años. Y yo le he dado la razón, cosa que me repatea sobremanera porque mi padre no ve la forma de terminar sus disertaciones cuando ha cogido la sartén por el mango. Y cuando no también, pero eso ya son intimidades.

Así que mañana llamaré para ver si hay suerte y aún no han hecho la inspección de los inyectores y puedo cancelarla. Aunque me da a mí que en cuanto he puesto un pie fuera del taller, han corrido entusiasmados a terminarla cuanto antes, porque no debo ser el primero que se arrepiente por culpa de su padre y llama al día siguiente agobiado. Cada vez que me recuerdo firmando esa hoja...

En fin

lunes, mayo 09, 2005

Gramíneas <=> Kriptonita

Hasta hace tres años yo no tenía alergia en primavera, pero ahora ya sí. Recuerdo que el primer año la confundí con un constipado que no se me pasaba, pero cuando el segundo año empecé a tener lo mismos síntomas que el anterior en plan el día de la marmota, decidí hacer caso a mi abuela y asumir que era un individuo alérgico estándar. Para mi esto es horrible porque me anulo completamente y aparte de generar tres litros de mocos diarios que van directamente a la basura, sirvo para poco más durante esta época.

Me hice las pruebas hace dos años y me gustó bastante el método que usaron. Te llenan de pinchazos los brazos (no duelen) y te ponen en cada uno todas las cosas que nos dan alergia a los madrileños, esperas quince minutos fuera y entras otra vez. El alergólogo estudia tus brazos y donde ve que tienes un bulto del tamaño de un sobao pasiego, te dice que tienes alergia a lo que te ha puesto. Un hacha. En mi caso soy alérgico a las gramíneas sobre todo, a la flor del olivo, que yo no sabía ni que existía (de hecho pensaba que la flor del olivo era la aceituna) y a los ácaros del polvo un poquito, aunque casi sin consecuencias. Me planteé vacunarme pero resulta que es carísimo y te tienes que estar vacunando desde noviembre todas las semanas hasta la primavera, y claro, como yo en noviembre me siento fenomenal pues entiendo que ya me he curado y no me vacuno, y así estoy. Ahora me tomo unos antihistamínicos de los que no me fío nada, porque cuando el polen se pone rebelde tienen el mismo efecto que cuando te comes un conguito, la verdad, y no han evitado que este año ostente varios records absolutos, que son el haber estornudado catorce veces seguidas en un autobús, el haber gastado diez paquetes de kleenex en un solo día y el haber conseguido que mi nariz tuviera el parecido razonable más logrado de la oficina con un globo medio desinflado del VIP´S.

El sábado fui con Kurt de tiendas y lo que se presentaba como una tarde llena de frivolidad y consumismo aleatorio e indiscriminado, acabó con mis ojos inyectados en sangre y nuestra vuelta a casa a las siete de la tarde cuando habíamos quedado a las cinco y media, un desastre. Luego ya salí por la noche y tras seis copas que me tomé con PrimaP y con Basket de la forma más tonta, me recuperé milagrosamente, aunque creo que no es el camino a seguir. El domingo en la Latina también tuve un momento bastante malo como a las siete de la tarde, en el que en perfecta sincronización con CF, estuvimos estornudando a todos lo que pasaban por donde estábamos sentados con los ojos como Arnold Schwarzenegger en Desafío Total cuando se cae en Marte y no es capaz de respirar, lo que nos privó de intentar acercamientos con el personal femenino por razones obvias. Afortunadamente a mi no me duró mucho la crisis y dejé al pobre CF como solista del espectáculo, que prolongó hasta casi entrada la noche ante nuestra impotencia y desesperación.

De todos modos, espero que esto no me dure mucho, este año me ha dado tarde y si no le da por llover, supongo que a finales de mes podremos estar hablando de un Dwalks capaz de respirar por sus dos orificios nasales simultáneamente. De momento hoy me he encontrado con una vecina que me ha visto entrar al portal estornudando como un loco y con unos lagrimones de leyendas de pasión y me ha comentado que ella también tiene alergia y que este año le habían recetado el antihistamínico definitivo. De motu proprio, me ha bajado un par de pastillas que yo he aceptado muy agradecido, pero he reflexionado sobre que en otras casas de vecinos se dan perejil o aceite unos a otros, no drogas, pero bueno, le he dado las gracias y me tomaré una mañana para desayunar, a ver qué tal.

Si estoy posteando sobre esto es porque me he acordado de que se me han acabado los kleenex y mañana me tocará hacerme veinte dosis de pañuelos con el rollo de papel higiénico. Qué cutre.

jueves, mayo 05, 2005

Potra Dwalks

Chs dice que tengo mucha potra. Siempre lo dice. No se refiere a que yo sea una persona con una suerte especial en la vida o con una estrella, que no me puedo quejar tampoco, es otra cosa, a lo que se refiere cuando dice eso es a que tengo mucha potra para cosas absurdas cuando estoy en su presencia.

Por ejemplo, si vamos en el coche y voy yo conduciendo, es bastante habitual que todos los semáforos comiencen a ponerse en verde a mi paso, ante mi regocijo y su absoluta indiferencia y reafirmación en su teoría. Potra Dwalks, denomina a este efecto. He llegado a hacer trayectos completos con él por Madrid sin detenerme ni una sola vez. A mi también me sorprende, pero me parto mayormente porque sólo me ocurre con esa rotundidad si está él delante, como ya he dicho. Si no está él, pues me como los semáforos como todo el mundo. Como tú. Por supuesto, cuando vamos juntos en coche, también aparco en sitios privilegiados con una frecuencia pasmosa en el mismísimo centro de Madrid. Chs ya no hace comentarios, ni me mira con cara de cachondeo, ni dice "¿lo ves?", ni se sorprende, ni nada. Se limita a menear la cabeza y a decir entre dientes "potra dwalks" mientras se ríe levemente por la nariz.

O si estamos tomando café en un bar, que si hago una pelotita con una servilleta y la lanzo desde relativamente lejos a cualquier taza o vaso vacíos, la colaré a la primera en donde diga. O sea, no es que pruebe varias veces y si la meto le digo "eh chs, potra dwalks otra vez", no, no es eso. Es que le digo "la voy a meter ahí". Y la tiro y la meto. Sólo si está Chs. Potra Dwalks. Así de fácil.

En general el campo de las estupideces es bastante flexible con mi potra. Lo mismo sucede si llevamos un balón y le digo que de una patada voy a dar a esa farola, o si llevo un chicle en la boca y le aseguro que lo escupiré y meteré en esa papelera. Y a la primera, si no, no vale. Potra Dalks, pero sólo si está Chs.

Ahora Chs está en Brasil y no tengo la potra conmigo, pero es fascinante percibir cómo la potra vuelve a mi cuando él regresa por vacaciones. La verdad es que no sé cuando fuimos conscientes de esto, pero si me pongo a recordar me salen bastantes años ya. No nos lo tomamos como un efecto paranormal ni como algo digno de mención. De hecho, yo creo que ésta es una de las pocas veces que he hablado de ello, porque sólo aparece si estamos los dos solos, y claro, a la gente no le interesa mucho lo que no pueda ver en directo, sobre todo si es algo como esto que sólo mola si lo observas con tus propios ojos. Alguna vez hemos hecho un intento con público y no nos ha salido, Chs lo sabe. Sólo cuando estás tú. Potra Dwalks, ¿a qué sí?.

Así que nada, que es una pena que este don, éste regalo divino, no tenga absolutamente ninguna aplicación lucrativa porque de lo contrario Chs ya estaría haciendo su equipaje y convenciendo a su novia Lu para venirse a España a forrase conmigo montando un show en las ferias veraniegas de los pueblos españoles. Sí que es una pena, sí, porque sólo sale si está él y si está él solo. Potra Dwalks. No falla

Chs, tú que lo sabes, díselo, que a lo mejor no se me cree.

PD: Hoy would me ha dedicado un post con fotos y todo.

miércoles, mayo 04, 2005

Gym 4.0

Hoy he empezado a ir por cuarta vez al gimnasio en lo que va de año porque entre viajes, cañitas a deshoras y falta de actitud, es que no consigo ponerme en serio. La situación es la siguiente: voy convencido de que será la vez definitiva y aguanto un par de semanas. Luego no sé qué pasa pero me doy cuenta de que se me ha pasado un mes y medio sin ir, me miro al espejo y me digo que hasta aquí hemos llegado. Y vuelta a empezar.

En esta ocasión el detonante ha sido el viaje a las playas murcianas que he hecho con Agr y CF (+ Mco y Tommy), casi empalmando con mi viaje a Argentina y tras los rigores de los atascos en nuestras carreteras. Sí, yo estaba en uno de esos coches que se veían parados en la tele y que llegaban tres horas más tarde de lo previsto a su destino. De todos modos, como nuestro presidente "lo lamenta" pues yo, tan pancho. El caso es que en la playa me vi extrablanco (normal) y extrafofo y tengo que poner remedio a esto porque estoy soltero y se me puede ir de las manos el verano como no haga algo. Yo miraba a CF en la playa y me costaba creer que estuviésemos hechos del mismo material, y eso que no estoy demasiado subido de peso tras la orgías de comida a las que me he sometido últimamente... Y eso que me considero una persona capaz de meter tripa durante cerca de hora y media sin perder la concentración, pero me he dado cuenta de que con eso no es suficiente y que existen ángulos de mi cuerpo sobre los que no tengo control, por lo que necesitan ser trabajados para que se sostengan por sí mismos. Creo que en los tres meses que quedan, se podrá hacer algo, pero debo ser constante. Además, estoy descuidando la puesta a punto de mi rodilla y con eso no se juega. Mentalización, Dwalks.

Hoy en el gimnasio, lo de siempre. Creo que nunca he descrito mi gimnasio, así que vamos allá. Es el gimnasio más pequeño del mundo, debe tener unos sesenta metros cuadrados y allí nos apiñamos todos de una forma bastante organizada. Es curioso, llevo yendo irregularmente unos tres años y el 80% de los que estaban cuando empecé, siguen ahí. Es muy de barrio y se agradece porque, aparte de tenerlo a dos minutos de mi casa, tengo bastante confianza con todo el mundo y eso hace que todo sea muy relajado. El problema es que como estamos todos hacinados, sobre todo cuando se acerca el verano, es muy fácil estar tirando de una polea mientras un pandero XXL te apunta directamente a la sien porque no tiene otro sitio donde ubicarse. Lo mismo pasa con los espejos. Para hacer bien los ejercicios con dos mancuernas, conviene mirarse a un espejo para guardar las simetrías al hacer levantamientos y, ya de paso, controlar que no se te vaya una pesa a Parla y le arranques la cabeza a alguien. Eso en la teoría, pero en la práctica, como somos tantos, pues siempre se te mete alguien entre medias de tu reflejo y tú y acabas viéndote sólo parcialmente. A eso ya le tengo pillado el truco y no me importa demasiado, pero cuesta un poco porque a veces sólo se ve en el espejo el cuerpo del que se pone delante y un montón de brazos por detrás haciendo sus movidas independientemente. Parecemos un Buda.

Tampoco hay demasiadas pesas con agujero para poner en las barras, así que como cojan las que necesitas para poner el peso de tu ejercicio, lo cual es bastante frecuente, las combinaciones para conseguirlo son realmente ingeniosas. Hoy he juntado 20 kilos con tres pesas de 5 kilos, dos de 2 kilos y una de 1 kilo. Era como tener un billete de 500 euros en calderilla. Y ningún problema.

Además, como somos tantos en un espacio tan reducido, sólo hay una conversación en el gimnasio. O entras o no entras, pero si lo haces, tiene que ser en La Conversación. Hoy, debido a la mayoría de representantes, el tema central ha sido "Vigilantes de seguridad: Los mejores destinos". Los ganadores han sido los grandes almacenes y los bancos. Los burgers y el turno de noche, los más odiados. Yo he dado mi opinión y todo, porque eso sí, somo un ejemplo de democracia y ahí metemos baza todos aunque no vaya con nosotros la cosa.

Los vestuarios, que tienen forma de pasillo alargado, son mínimos. Yo, como vivo al lado, pues me ducho en casa, pero cuando entro a beber agua o a recoger mis cosas, no es raro que un tío recién duchado y con el ciruelo al aire tenga que cederme el paso con el consiguiente roce. Ya estoy acostumbrado, pero al principio lograba niveles de contorsionismo y de arqueamiento de espalda bastante aceptables en el momento del cruce. Ahora ya me da igual y si me dan algún latigazo sin querer durante la maniobra, pues me aguanto, que tampoco pasa nada.

Así que nada, que comienza la cuenta atrás y espero conseguir unos resultados medio-altos de aquí a verano, aunque lo dudo, dado mi calendario de viajes laborales y mi pertinaz vaguería en estas lides, pero le pondré empeño y mucho aeróbico. Y me quitaré algún extra de mozzarella en las pizzas también. Y alguna caña + tapa. Y algún viaje mortal al queso. Y algún tiento nocturno al dulce de leche. Y algún rollito lonchayorktranchete. Y algún montadito random (esos son los que pillas aleatoriamente en la nevera a las dos de la mañana, por ejemplo pepinillo+caserío+tomatito+rodaja de chorizo+albóndiga+ketchup).

No será fácil, lo sé.

martes, mayo 03, 2005

B. A. (Imágenes)

En la Avenida Alvear, esperando el autobús. La cabina le da un toque brit a la foto que me gusta.



Cementerio de La Recoleta. Si pensaban que los españoles éramos generosos con las tumbas, les presento a los argentinos.



Ingenio argentino ideado para evitar que los no vivos se escapen a dar una vuelta.



Totalmente a favor de estos matices urbanos cuando me voy de viaje



Chaflán típico del barrio de Palermo. Apetecía bastante pillar una manzana según pasabas.



Domingo de relax en La Recoleta. Qué buen día me hizo y qué bien me lo pasé.



Un indigente bebiendo su mate. Esta bebida es una religión allí, aunque a mi no me acabó de convencer.



Típico puestecillo de bebidas y panchos. Un pancho es un perrito caliente, que yo no lo sabía.



Un padre con sus dos hijas disfrutando del domingo frente a la Casa Rosada, antes de ser devorados por ciento cincuenta palomas.



Estos señores, que vendían unos frutos secos tostados, y los que vendían café, estaban por todas partes. Esto es en San Telmo, en la feria de artesanía y antigüedades de los domingos.





Dos fotos de la Calle Caminito, en el barrio de La Boca. Casas y un gato que yo creía que me acabaría sacando los ojos.





Las humildes vistas desde la ventana de mi hotel. Un piso once.



La Avenida 9 de Julio, creo que es la más ancha del mundo. Siete carriles centrales para cada sentido y otros tres o cuatro laterales, separados por árboles. Me recordaba tremendamente a la Castellana en algunas partes.



Plaza de la Avenida 9 de Julio, desde el obelisco. Tras esos edificios estaba mi hotel.



La última imagen que tomé de Buenos Aires. Fue desde el taxi, en dirección al aeropuerto de Ezeiza.



Dwalks en Buenos Aires


El tipo que me tomó esta foto, tras hacérsela repetir cuatro veces, debe pensar que soy alguien muy perfeccionista. O alguien muy tarado.



En la Calle Caminito. Aún me pregunto por el motivo que me empujó a posar de esa manera.



En el cementerio de la recoleta, sacando fotos a mi reflejo en los cristales de un panteón. Se aprecia fenómeno paranormal con el efecto doble Dwalks (Kurt, como puedes apreciar, la bolsa que me regalaste me acompaña por el mundo)



En el hotel, probando con la cámara.



Esta foto la saqué en un paso subterraneo de la Avenida del Libertador, en el que había una especie de exposición conceptual, con altavoces, cámaras y monitores de televisión en los que te veías al pasar por allí. Muy chulo.



Y Qwalks tomando su baño de las nueve. Los del hotel habilitaron una fuente muy práctica para el pato en mi cuarto de baño y yo les doy las gracias.