miércoles, agosto 31, 2005

Sonambulismos

El otro día en Altea, Agr les contó a todos durante la cena que yo por las noches, cuando duermo, hablo como una portera. Esto venía a cuento porque durante los días que pasamos juntos en Getxo, por lo visto, una noche le solté un discurso incoherente que le dejó bastante sorprendido, pero como no entendió nada, pues se dio la vuelta y siguió durmiendo, dejándome solo con mi ponencia onírica. Lo mío con el sueño comienza a ser preocupante, primero porque viene ya de lejos, y luego porque tengo un repertorio de conductas inconscientes tan amplio que me desasosiego al pensar de lo que puedo llegar a ser capaz mientras estoy sobando.

Hoy ha vuelto a suceder.

Me he despertado y lo primero que he hecho ha sido ir a la ducha sin desayunar siquiera porque estaba seguro de que me había dormido y llegaría tarde al trabajo. Ni me lo he pensado. Me he duchado y cuando me iba a afeitar me ha sorprendido la poca barba que tenía. ¡Plop! Ahí se ha establecido mi conexión con el mundo de los lúcidos, y es cuando he caído en que en realidad lo que había ocurrido es que me había levantado de la siesta medio sobado a las cinco y media de la tarde y al ver tanta luz he pensado que me había dormido por la mañana. El problema es que me quedo en un estado medio despierto medio dormido que me hace dar por ciertas situaciones ilógicas como las de esta tarde. Ni siquiera he caído que mi madre estaba viendo la tele en el salón o que hacía un calor como el que hacía esta tarde. Yo a mi bola porque he visto superclaro que tenía que ir a currar, que me había dormido y que mi objetivo era ducharme sin perder ni un segundo... Genial, yo dispuesto a ir al trabajo por segunda vez en el mismo día y mi subconsciente diciendo que le parece perfecto, que adelante, que me duche...

Si miro hacia atrás en el tiempo no me es dificil encontrar en mi historial versiones matutinas de más de lo mismo. Me acuerdo que en tercero de BUP encadené una racha delirante que empezó un día cualquiera de invierno en el que me levanté para ir al colegio como cada día, desayuné mis crispis, me duché, me lavé los dientes, me engominé y me eché la colonia preferida de la tía que me molaba, me puse mi uniforme y, cuando estaba metiendo los libros en la mochila apareció mi padre sin sus gafas y con lo ojos inyectados en sangre por el sueño preguntándome en pijama que qué cojones hacía vestido a las tres y media de la mañana. ¡Plop! Sólo en ese momento caí en la cuenta y recuerdo que me quedé bastante sorprendido, miré el reloj, miré a mi padre le dije que no entendía nada, que estaba convencido de que era la hora. Me volví a poner el pijama y me volví a la cama con la gomina y perfumado. Lo peor es que en los dos meses siguientes me tuvo que volver a sacar un par de veces de la ducha por el mismo motivo. Yo ahí, tan pancho, lavándome la cabeza a las dos de la mañana y mi padre sin las gafas pegando porrazos en la puerta del baño... mataría porque alguien lo hubiera grabado.

A veces pasan otrs cosas. De repente se ve que me levanto y me parece completamente coherente salir de mi habitación, abrir la puerta de la calle y meter el felpudo en casa. Y ahí lo dejo hasta que mi madre, que es la primera que se levanta, lo ve y lo saca fuera otra vez. Qué cosas. Me gustaría poder decir que no soy sonámbulo, porque soy consciente de lo que hago y me acuerdo después de todo, controlo ms acciones y las recuerdo perfectamente al día siguiente, pero cuando hago ¡plop! y reacciono, simplemente no entiendo como no me había dado cuenta de la absurdez de mis actos. Tienen tanta lógica cuando los pongo en práctica que me quedo un rato aturdido al volver a la realidad.

Eso cuando reacciono, porque más de una mañana me he encontrado con el mando de la tele y del Madritel entre mis sábanas, lo que sin duda quiere decir que en algún momento de la noche me fui tranquilamente al salón, los cogí y me los llevé a la cama sin darle más vueltas. El caso es que luego lo recuerdo cuando lo pienso, recuerdo mi camino al salón y mi vuelta al dormitorio como el que recuerda difusamente que en algún momento de la noche hizo un pis o fue a beber agua. Tan simple como eso. También dispongo de una amplia gama de frases célebres dirigidas a JWalks, como por ejemplo "el mundo es una cremallera" o "haz el favor de apagar los champiñones", entre otras, en algunos casos en los que me he levantado muy dormido y me lo he encontrado demasiado pronto en la cocina o en el baño. El a estas alturas ni se inmuta, se me queda mirando con cara divertida, yo le miro también hasta que me doy cuenta del sinsentido y se acabó, cada uno a lo suyo. No es muy frecuente pero tampoco es raro.

Otro clásico es el de las figuritas que tengo en la pared de mi cama. Son unas figuras que a Kurt le parecen horribles y que mis padres compraron en Brasil allá por los setenta. Cuando se cansaron de ellas y las guardaron, yo decidí (tendría unos quince años) recuperarlas y ponerlas en mi habitación, que estaba un poco sosa porque había quitado y tirado todos mis posters tras haber pintado la casa. Las puse hace catorce años y ahí siguen, ahí siguen y seguirán hasta que me vaya, Kurt.

Digamos que la configuración tradicional de las figuritas es ésta:



Pues resulta que cuando me levanto por la mañana, es una incógnita la disposición de mis músicos brasileños, porque ya me he encontrado de todo.

Caso A: Descuelgo uno y lo dejo por ahí o duermo con él



Caso B: Me trono mucho y los quito todos



Caso C: Decido ser creativo y permuto sus posiciones.



Esto me da un poco de cosa porque es el único caso en el que no me acuerdo de haberlo hecho cuando despierto a la mañana siguiente...

Para los anales de la historia quedará aquel día en el que durmiendo en la casa de Chs en un pueblo de Ávila, su madre me intentó despertar poniéndome dulcemente su mano sobre mi mejilla y susurrándome que ya era la hora, y yo, efectivamente, me desperté, me incorporé, la miré a los ojos y le dije muy serio y muy borde "te quires callar de una vez, coño". A la décima de segundo de pronunciar estas palabras hice ¡plop! y quise morirme. Creo que le pedí perdón cien millones de veces. Menos mal que se dio cuenta y se lo tomó a bien porque creo que ha sido una de las situaciones más embarazosas que he vivido desde que nací... Chs, que dormía a mi lado y ya conocía mis desviaciones relativas al sueño, se descojonaba y se sigue descojonando cuando se acuerda.

Últimamente, y me refiero a los últimos cinco años o así, creo que cada vez hago menos cosas raras por las noches, cambios de figuras brasileñas y charletas aparte, que siguen siendo clásicos, pero creo que tener el control de esto es algo que está tan fuera del alcance de mi mano que supongo que deberé acostumbrarme a vivir con ello. La parte buena que tiene es que por lo visto soy muy tranquilo, no me pongo ni agresivo ni nada y los que me han visto en acción dicen que no doy mal rollo cuando les hablo por la noche ni cuando hago mis performances. Y si no que se lo digan a Would cuando nos fuimos a Barcelona (ver comentarios).

Um! Creo que tengo que hablar con Nepomuk para que me de datos sobre los médicos que le han hurgado en la cabeza, que puede que me tengan que meter mano a mi también o algo, aunque de momento me limitaré a alegrarme de su regreso.

martes, agosto 30, 2005

Dwalkstrong

Segundo día de mi regreso al mundo rutinario y todos mis planes siguen en pie, incluso hoy he conseguido ser productivo para mi empresa y he rendido bastante dignamente durante mi jornada laboral. He descubierto que el éxito de un día de trabajo reside en los primeros quince minutos del mismo. Si llegas a la ofcina y en vez de meterte en internet en busca de actualidad deportiva, o abrir los e-mails que ponen títulos tan sugerentes como "RV: Peazo tetas tiene la muchacha", decides abrir un correo de trabajo o meterte de lleno con un expediente pendiente, es muy probable que ese día rindas bastante y, lo que es mejor, que gran parte de la mañana se te pase volando. Desde ahora la consigna será tener algo empezado antes de las nueve. Y luego el café.

Sigo sin fumar y sumando. Dos días casi ya. Mi adicción a los chicles Nicorette es un hecho que de momento no me preocupa porque mi objetivo a priori es no caer en el cigarro. El problema es que estos chicles estos pican muchísimo los primeros diez minutos y me pongo a toser y a lloriquear como si me fumase un cartón de Bisonte nada más levantarme, por lo que mis compañeros más cercanos sospechan que fumo a escondidas y no hay manera de convencerles, pese a que les digo que me huelan los dedos para que vean que no es así. Me da rabia. De todos modos no me importa lo que piensen porque milagrosamente estos chicles funcionan bastante bien y consiguen que mi mente se aparte de las profundas y espesas caladas que tanto placer me proporcionaban a diario. Dwalks ya no fuma, Dalks come chicles. Y además, de momento tampoco he caído en la masturbación compulsiva que tan a mano tenía, así que puedo decir con la boca bien llena de Nicorette que a día de hoy tengo pleno control sobre mi cuerpo y que me siento muy ninja, muy zen y muy macho.

Hoy he hecho pierna en el gimnasio. Ayer hice tronco y hoy ha tocado pierna. Todavía no voy realmente en serio porque mi cuerpo no está acostumbrado a levantar hierro y, según órdenes de mi gurú CF, debo estar dos semanas tonificando y purificando mi organismo. Dos días a la semana haré tronco (tronco quiere decir todo lo que no sea pierna) y dos días haré pierna (pierna quiere decir las dos piernas). Tambien hago veinte minutos de bici al final. Creo que voy a dejar de leer revistas de fitness mientras hago bici porque a partir del minuto diez o así rompo a sudar y pongo perdida la revista. Hoy, por ejemplo, le he lanzado un goterón de sudor a un primer plano de Leticia Dolera que le ha desfigurado media cara. No quiero pensar que le estaba merecido, porque esta tipa dice (siendo fiel a la entrevista de ella que leía en la revista) que se toma muy en serio sus papeles porque se ha dado cuenta de que cuando va al cine a ver comedias románticas con sus amigas, éstas quieren ser y hablar como la protagonista durante la semana siguiente, motivo por el que ella se siente muy responsable de las adolescentes españolas cuando hace su trabajo. ¿Qué?... Empiezo a dudar de si esa gota de sudor se la ha enviado la justicia divina en vez de mi punta de la nariz, por pedorra y por petarda . Leticia Dolera, te lo digo, el próximo día que vuelva a leer algo como eso, juro que no tendré compasión y me deshidrataré sobre tu rostro.

Por último, un tema pendiente. Los que leáis este blog habitualmente sabréis que hace tiempo sorteé un Qwalks entre aquellos que tuvieran un blog activo, que iría a parar al poseedor del blog más antiguo. Pese a que por algunos momento Mordiscos de Realidad se erectó pensando que el Qwalks iría a parar a sus manos, al final fue Uma B. con su estupendo Ambivalence quien se llevó el patito. Pues bien, poco antes de agosto y en plena crisis bloguera mía, viajé un día con Kurt a la sierra madrileña a visitar la morada de Uma, Pablo y su pequeño Bruno, a quien aún no había tenido el gusto de conocer, y aproveché este evento para hacerle la entrega oficial del Qwalks, del que dejo documento gráfico para que veaís que ni soy un sinvergüenza, ni esto es una farsa.

Uma B., con su merecido Qwalks (a todos los oportunistas: el anillo de casada ha sido incluido en la foto intencionadamente, ahorraros los piropos via e-mail a su sonrisa)




La nueva familia de Qwalks III, ahora Qwalks B., fomada por dos patos adoptivos alopécicos y una gallina institutriz.

lunes, agosto 29, 2005

Hola

Y va y no se me ocurre otra cosa que resucitar mi blog el mismo día que vuelvo al trabajo, dejo de fumar y vuelvo al gimnasio por sexta vez en este año. Casi nada.

Vuelta al curro

Un mes de vacaciones da para desconectar bastante y no miento si digo (mmcon la boca pequeña) que no ha sido realmente traumática mi despedida de los días de playa, noches, amigos y tocamientos de bolas diversos. Las he aprovechado tan bien que hoy me he levantado de un bote a las siete de la mañana y me he ido a la oficina con la actitud de un tipo muy morenito que tiene ganas de trabajar a tope y planificar su año en condiciones. Esto me ha durado hasta las diez y media de la mañana, momento a partir del cual he comenzado a arrastrarme y a tomar cualquier café que se terciara. Vuelvo a ser yo y mis correos electrónicos y papeles acumulados seguían donde los encontré esta mañana cuando me he vuelto a casa.

Dejar de fumar

Soy lamentable y ahora me toca sufrir. Yo comencé a fumar a la tierna edad de 22 años, cuando se supone que uno ya tiene más que claro si es fumador o no fumador. No en mi caso. Dwalks decidió empezar a empotrarse un paquete diario a esa edad porque sí y no lo dejó hasta los 26. Aguanté dos años sin probar un pitillo hasta que un día en Lisboa me metí en un estanco y me compré un paquete de Marlboro que no dudé en finiquitar en una jornada. O sea, que de los 28 a los 29 volví al vicio cual conserje de apartahotel, sin demasiados remordimientos, vale, pero sí siendo consciente de que era un lapsus que debía tener su fin a corto plazo. Bajo este simple argumento, hoy no es más que el día que elegí allá por mayo para dejarlo. Se acabó. Eso sí, llevo un día con mi padre que no le he tirado por la ventana de milagro, y de verdad que trato de estar tranquilo y mantener mis manojos de nervios bajo el control del Nicorette, pero a la hora de la verdad algo en mi me dice "contéstale, ponle careto, replica, replica, REPLICA AHORA". Y él me busca, me lleva buscando todo el día...

El puto gimnasio

No es por hacer mía la gran frase generada en Cádiz por un tipo con mullet y que rezaba "de siete a ocho me pongo tocho". Esta máxima es grande, ahora es mía y debéis buscaros otra para vosotros, pero el motivo más importante al que me acojo para intentar ejercitar mi cuerpo una vez más no es ese. Ya conté en octubre que me operaron de la rodilla y bla bla bla. Pasa que mi trabajo hace muy difícil mantener una disciplina con actividades semanales, pues viajo bastante y me viene mal hacer mis ejercicios en Praga un miércoles, por ejemplo, pero como la vida es cuestión de prioridades y es un hecho que tengo una pierna muy débil, que no me impide hacer vida normal pero no me permite hacer deporte ni tener excesiva confianza en ella, debo tomar medidas. Para arreglar esto cuento con la ayuda de CF, una de esas personas de las que te puedes fíar en estas cosas y que yo no sé por qué no se me había ocurrido antes, pues aparte de estar más fuerte que el vinagre, sabe un montón de poner en forma los cuerpos humanos y sé que si yo me lo tomo en serio, él me va a llevar al triple mortal y medio rápidamente. Es importante para mi y no cejaré en mi empeño. Dame caña, CF.

A ver lo que sale, que me parece que me he metido en un berenjenal de cuidado con tanto reto.

Por otro lado, mi verano ha consistido básicamente en esto

Del 1 al 4

Madrid. Chs y Lu, dos tempordas de "A dos metros bajo tierra", horas de sueño, Iaies, cholas, reuniones en casa con mis amigos.

Del 5 al 9


Agr, CF, Dwalks en la fiesta oficial del concierto de U2




Cuatro días en Las Arenas (Getxo), haciendo tiempo junto a Agr hasta el concierto de U2 en San Sebastián, donde se nos unió CF. Comimos estupendamente, fuimos al Guggenheim, conocimos Bilbao y fuimos a fiestas populares y eventos diversos. Nos quedamos con ganas de ver un concurso de perritos pony de esos que llevan las ovejas de un sitio para otro a base de silbidos y voces emitidas por un pastor que no se mueve de su sitio. éramos muy fan de esto y lo veíamos por la tele siempre que podíamos.

Del 13 al 21

Agr con los pelos al viento



CF con sus hombros y sus tetas



Dwalks sintiéndolo todo cual ibicenca emporrada



Zahara de los Atunes. Playas gigantes, poco viento, peces fritos y cerveza, mucha noche, demasiado coche. Málaga, Conil, Conil, Caños, Bolonia, Cádiz, Barbate, Tarifa... Mucho helado gratis.
Del 23 al 28

Would, Agr y Kurt huyendo de Benidorm



Seis en Benidorm en el espejo de parking. Dwalks, Kurt, Agr, Would, Elza y Ut



Altea. Del 23 al 26 en casa de Elliot junto a Would. Del 26 al 28, Would y yo nos mudamos a la casa de Kurt, que pasaba por allí. También con Elza y sus amigas, que también tenía casa allí. Hemos comido muy dignamente, hemos buceado y hemos salido poco, pero hicimos una visita grupal a la noche benidoreña, fastuosa e impagable, espeluznante. El domingo recogí hortalizas junto a Kurt.