jueves, abril 28, 2005

B.A. (pictures). Coming soon....



... tan pronto como recupere el aliento.

miércoles, abril 27, 2005

B.A. (VI)

Ayer nos invitaron a cenar a Señor Tango y sólo vainticuatro horas después ya estoy en condiciones de asegurar que ha sido una de las experiencias más priceless de este viaje, de este año, de mi vida.

Yo no sé si es que no lo entendí bien o es que todavía hay conceptos que nos diferencian de las diferentes culturas, pero estoy convencido que a mi me dijeron que el espectáculo al que asistiríamos no era un show montado para turistas, sino algo distinto y precioso.

Llegamos allí y la mesa la teníamos reservada a pie de escenario. Una pasta tuvo que costar porque allí se veía nivelazo en la gente. El escenario era circular y los focos hacían juegos de luces más propios de Noche de Fiesta que de un evento íntimo y personalizado. Cabríamos como quinientas personas ahí dentro sentadas en diferentes niveles, a lo plaza de toros. Tonos dorados y rojos por todas partes y mucha, mucha expectación. yo encantado, porque a mi estas cosas me fascinan y no veía el momento de que empezara.

Nos dieron de cenar y yo me pedí otro bife de chorizo con patatas, ignorando que ya me había apretado otro para comer. Debo llevar como seis o siete bifes de chorizo en este viaje y me siento fenomenal, como para comerme otros siete ahora mismo. Muy rica la cena.

Empieza el espectáculo y se suben dos caballos de verdad al escenario y hacen cabriolas y se ponen a dos patas con unos cachas sin camiseta subidos encima. Aplausos a rabiar y yo con la boca como la estación de metro de Avenida de América. Intenté buscar algunos ojos amigos que me indicaran que ellos también le veían el lado irónico al asunto, pero los de mi reunión estaban entusiasmados y hacían oh y ah todo el rato. Luego salieron otros cachas y se pusieron a simular una lucha entre gauchos y el ejército y a los cinco minutos se fueron entre ovaciones también. Luego un montón de parejas profesionales bailaron tangos, con una orquesta que los tocaba estupendamente, la verdad, pero todo en general con un olor un poquito a hortera. Ellas, pintadas como puertas, con su purpurina y con faldas que dejaban visumbrar el porsupuestísimo tanga al personal. Yo he visto bailar tango estos días por la calle y ellas no enseñaban el tanga, y yo soy un experto en localizarlos, que conste. Ellos, unos pinchitos de cuidado, ese tipo de bailarín upadans que igual te hacen tangos, que sevillanas, que te dan la voltereta con filp-flap. Sí, bailaban muy bien, pero tenían esa estética de programa de variedades que hace que lo veas un poco alicantino todo.

Luego salió la estrella del espectáculo. Una especie de Bertín Osborne al cambio, que se llama Fernando Soler, pero en versión metro sesenta y con bigotito tangero. Mogollón de gomina y un figura, un artistazo. Era un auténtico crack porque sabía quien era y no escatimaba en medios. Cantaba poniendo caritas, sufriendo en el momento adecuado y robándole besos a las lubricadas mujeres del público. Yo disfruté cada segundo, no me lo podía creer. Y en primera fila, como los señorones. Encima, una chica de la organización de la que me he hecho muy amigo allí, como estábamos sentados juntos, me iba explicando que el show representaba la historia de Argentina muy bien, paso a paso. Yo, claro, haciendo que sí con la cabeza porque no era plan de soltar comentarios ingeniosos, a ver si se iba a sentir ofendida. Qué bueno todo, os aseguro que no quería que se acabara porque cada nuevo número traía algo más nuevo y mejor que lo anterior.

Lo que más me gustó fue cuando el Fernando Soler bajó volando, gracias a unos cables que le sujetaban, para cantar "No llores por mi Argentina" entre confetis, cachas arrodillados en el escenario, lágrimas del público (y mías, pero de las otras) y una bandera argentina de 32 x 32 metros desplegándose desde el techo entre luces giratorias y humo artificial a raudales. Además, antes de que le soltaran de los cables para cantar como Dios manda, planeó un buen rato sobre nuestras cabezas y nos iba dando la mano. Yo se la dí absolutamente convencido de que esto se vive una vez en la vida, en serio. Os eché de de menos a unos cuantos... cómo nos hubiésemos reído.

Otra cosa que no he contado es que durante todos estos días siempre hay en la puerta mi hotel un montón de chavales de entre 12 y 16 años, más o menos. Pero un montón, cuesta pasar y todo a veces. Al principio pensé que es que daba la puñetera casualidad de que éste hotel era el punto de encuentro de los chavales de esa edad aquí en Buenos Aires, porque estoy en una especie de placita donde hay burguers y mcdonalds. Pero no, ayer descubrí el secreto. Resulta que están aquí alojados los del Operación Triunfo Argentina, que está siendo un bombazo y por eso están aquí todos los fanes. Resulta que yo me enteré porque la chica que estaba sentada conmigo, en el ordenador de al lado, es una de las estrellas (hay como diez aquí), y como había coincidido con ella más veces, ya nos saludábamos por el hotel y habíamos compartido tabaco y todo (waw), pues la pregunté que quién era, porque ayer vi que firmaba autógrafos de vez en cuando y que en su ordenador (sí, miré un poquito) sus mensajes eran todos de apoyo, de que te quiero muchísimo y cosas de esas. Le pregunté y me contó la historia. Luego vinieron unos cuantos más del programa con ella y estuve charlando con ellos y me invitaron a una cocacola. Qué cosas.
La chica era Evelyn, que hoy me he metido en internet y la he visto. Pobrecitos, ahí siguen los fans, los estoy viendo desde aquí.

Bueno, se acabó lo que se daba, en una hora me voy al aeropuerto. Ha sido un viaje de los buenos. Cuando llegue a Madrid pondré las fotos.

martes, abril 26, 2005

B.A. (V)

Segundo día de trabajo, bastante intenso, por cierto, y lo mejor de todo ha sido la comida. Como hoy ya quedábamos menos, como un tercio de los que éramos ayer, la organización nos ha llevado a comer un sitio de categoría en el que hemos degustado comida argentina hasta que se nos ha salido por las orejas. Menos mal que ya habíamos terminado la reunión, porque si no hubiera sido un auténtico suplicio aguantar despierto un rato más:

Entrantes

Ensalada de rúcula con champiñones y tomates secos. Algunas escamas de parmesano. Aliñada con aceite de oliva y acceto balsámico. Desde hoy mi ensalada favorita. Cada día soy más fan de la rúcula, porque me parece el término medio perfecto entre la lechuga y la escarola. El otro día probé un pizza con toneladas de rúcula por encima (las pizzas son de otro mundo aquí) y cuando me la acabé, casi me pongo a pegar voces de la emoción.

Luego nos han sacado para compartir unas cuantas cositas a la parrilla, no demasiada cantidad, que ya había probado estos días pero no me ha importado en absoluto.

- Chinchulines de ternera: Esto es intestino churruscado pero no da nada de cosa, aunque para mi es muy fácil decirlo porque a mi me gusta prácticamente todo. A quien no le gusten las vísceras puede que incluso tuvieran una oportunidad para los chinchulines, porque quedan totalmente crujientes y con un sabor que no recuerda en absoluto a indoor.

- Matambrito tiernizado: Estamos hablando de palabras mayores. Estamos hablando de una pieza de carne que aparte de ser fina como ella sola, tiene un sabor que hace que cuentes los trozos del plato común en el que se sirven para ver si te puedes comer alguno más.

- Provoleta: Queso provolone fundido en la propia parrilla. Por sí solo podría resultar un poco aburrido, porque es queso a pelo, pero si alternamos trocitos de provoleta entre los de matambritos y chinchulines varios, como efectivamente hemos hecho, acabas pensando que estos argentinos son unas personas muy inteligentes.

Plato estrella

Sin pensármelo dos veces, me he calzado un bife de chorizo que aún se me saltan las lágrimas cuando me acuerdo. Los argentinos me han explicado que es la costeleta sin hueso ubicada en la cara externa del lomo del animal, pero yo me atengo a la definición de Chs, que viene a decir que es un filete como una cama, de tres dedos de gordo. Yo me lo he pedido poco hecho y eso era gloria. Con dos pasadas de cuchillo conseguías cortar el trozo, y cuando te lo metías en la boca, sólo querías que no se acabara nunca. Qué cacho carne, qué rica, qué tierna, qué bonita, qué jugosa, qué sabor, qué gordo soy.

Postre

Pankeke de dulce de leche: El clásico de los postres por aquí. El dulce de leche es lo que sale cuando pones leche a hervir, le echas azucar a saco y te pones a remover cuatro horas. El sabor es parecido al de la leche condensada puesta al baño maría, pero éste tiene un nosequé que está más rico. El postre en sí consiste en un crep relleno de dulce, con un poco de chocolate fundido por encima. Casi nada. Para que os hagáis una idea, ha sido cortar el crep por la mitad y desparramárseme al instante el dulce de leche por todo el plato, pura crema. Demoledor.

Hoy por la noche nos llevan a un espectáculo de tango que hay por aquí, que según el tipo argentino de la organización, no es el clásico chow que le endiñan siempre a los turistas, así que puntos a favor. Sólo vamos ocho porque se supone que hoy se acababa esto y casi todos cogían su avión de regreso hoy, aunque yo mañana tengo que terminar unos asuntos que tenía pendientes con los argentinos y me quedo otro día ;). A ver qué tal sale el tango-cena, ¿no?.

Y para acabar hoy, reproduzco una perla extraída de una conversación con el chileno durante un coffe break:

(tras un intercambio de palabras intrascendente)

yo: ¿así que tienes cuatro hijos?
héctor: sí, cuatro hijos. tres varones y una hija, el mayor tiene tu edad más o menos.
yo: pues no está mal, teniendo en cuenta que yo todavía no tengo ninguno haha! -cachondo que es uno
héctor: ya... además, cada uno lo tuve con una mujer diferente, me casé cuatro veces ja ja ja -cachondo que es el otro también.
yo : eso tampoco está nada mal... - sonriendo pero con cautela.
héctor: no, no está nada mal, no, pero el problema son los nombres- algo pensativo.
yo: ... - sorbo al café
héctor: la primera mujer que tuve quiso que el chico tuviera el nombre del padre, así que le pusimos héctor. luego vino la chica con mi segunda mujer y luego el tercero con la tercera. cuando mi cuarta mujer se quedó embarazada, y, aunque conocía a mis otros hijos, quiso que le pusiéramos al chico el nombre del padre. así que también le pusimos héctor.
yo: ¿entonces tienes dos hijos que se llaman igual?
héctor: tengo dos hijos que se llaman igual, héctor, como el padre.
ambos: (sorbo al café y mordisco al bollito que teníamos en la mano)
yo (reponiéndome): pues si te soy sincero, es la primera vez que oigo una cosa así.
héctor: ya imagino, ya, ja ja ja. yo tampoco lo había visto nunca

Pues eso, que ya tengo nuevo ídolo.

B.A. (IV)

Cuando he llegado hoy al lugar donde se celebraba mi reunión, yo me imaginaba lo típico, una sala con una distribución en forma de U, unos veinte participantes y una pantalla con un proyector para que nos explicaran las cosas, antes de discutirlas. La organización nos había dicho como hace un mes que nos preparásemos una breve presentación en inglés sobre nuestra compañía para que nos conociéramos todas las partes un poco mejor, y yo me preparé la mía y se la mandé para que la organizaran junto a las otras en el programa. Hasta ahí bien.

Pues nada, llego allí y había como sesenta personas, todas bastante mayores que yo, como siempre, y en vez de en una sala, la reunión se celebraba en un auditorio, con su escenario, sus butacas y pantalla de cinemascope. Y yo pensando que ahí tenía que hablar yo. Había gente de todos los países, chinos, candienses, sigapureños, sudafricanos, brasileños, italianos, argentinos, alemanes, rusos, turcos, israelitas... de todo, me ha llamado la atención tanto colorido, pareciamos una bolsa de canicas. Como ya conocía a unos cuantos de otras veces, me he puesto a charlar con ellos de fútbol y del frío que hacía hasta que ha empezado la reunión. En estos sitios me llaman Mr. Walks y me hace mucha gracia.

Cuando nos hemos sentado, he mirado el programa y casi me da un jamacuco ahí mismo, sólo habíamos preparado una presentación sobre nuestra organización seis de los sesenta participantes y la habían incluido en el programa con letras bien gordas. Pero por amor de Dios, si me avisan de eso no la hago. Se hacían al principio y a mi me tocaba el tercero. He pensado que por lo menos serían otros quienes romperían el hielo y me ha dado menos apuro, pero se me ha hecho un nudo en el estómago cuando he visto que los dos que me precedían llevaban su presentación en un CD corporativo de estilo publicitario que se han limitado a poner en el proyector, así que no han tenido que hablar. Menudos vagos.

Me ha tocado el turno, me he subido al escenario, me han aplaudido y he abierto el Power Point con mi charlita made in mi casa un poco tembloroso, la verdad. Encima en el escenario me tocaba estar a pelo en plan el club de la comedia, con tipa A que me iba pasando las diapositivas y tipa B que me llenaba el vaso de agua.

He empezado la charla explicándoles a todos dónde estaba España, con algunos datos de culturilla general, con un mapita que llevaba preparado en la primera diapositiva, porque una vez se lo vi hacer a un polaco y me moló. Creedme, no es ninguna tontería y se agradece que no te suelten el tostón desde el principio. El caso es que se me ha ocurrido decirles que el mapa de España se parece bastante a una cara y casi todos se han sonreído y han dicho que sí con la cabeza, casi todos menos un chileno que decía que no la veía (ya estamos) Yo se lo he señalado más o menos con el puntero láser que me habían dado y él me ha puesto cara de poker, y encima ha salido un uruguayo por ahí y me ha dicho que el la sí la había visto pero para el otro lado (mfmfmfpf)). Al final he tenido que dibujar ante todas esas personas un mapa de España, en unas hojas grandes de estas que ponen en las reuniones, y pintarle un ojo y una boca a nuestra península. Se partían. Luego, cuando he terminado y me he sentado, veinte minutos después, he visto mi dibujo de lejos y se me parecía bastante a Rosarillo. Al final los de la organización me han dado las gracias y todo por habérmelo currado un poco, que les había parecido un detalle, aunque yo sigo pensando que he sido un poco pardillo.

El resto del día, normal, hemos acabado bastante tarde y ahora nos iremos a cenar, así que como si estuviese en Parla, hoy no he visto nada.

lunes, abril 25, 2005

B.A. (III)

Cuando me he levantado y he mirado por la ventana estaba lloviendo que parecía que se acababa el mundo. Yo he hecho como si no fuese conmigo la cosa y, tranquilo como un psicópata, me he duchado y he preparado todo para mi jornada turística, que me apetecía un montón. He bajado a la recepción del hotel y he comentado que estaba lloviendo, me han dicho que ya y me han dado un paraguas, que se ha venido de paseo conmigo hoy porque ha dejado de llover en cuanto he salido del hotel y a estas horas todavía no ha caído una gota más.

Hoy le tocaba el turno a los barrios de San Telmo y la Boca, que son citas obligadas en esta ciudad y además podía ir andando, ya que otra cosa no, pero tiempo tengo para aburrir, y como no hablo con nadie pues me lío a caminar y hasta que me canso y como algo. Hasta que he llegado a San Telmo, he recorrido unas cuantas avenidas que me han recordado tremendamente a Madrid, por el tipo de edificios y estilo de las calles, pero como hacía frío y no había casi nadie por la calle tampoco me he parado demasiado. Es que esta ciudad se muere un poquito los domingos cuando te sales del circuito más turístico.

He llegado a San Telmo y me ha parecido muy acogedor. Un barrio con mucho fundamento, con casas no muy altas y uniformes, y bien conservado. Mi guía dice que este barrio es la cuna del tango y me ha quedado claro que explotan esta faceta a morir. Bares con motivos tangueros, gente tocando el acordeón, carlos gardeles por doquier... si no estás acostumbrado tiene su punto y lo disfrutas, como me ha pasado a mi, pero supongo que los de allí pensarán que todo es un sacapelas para guiris. También hay muchísimas tiendas de antiguedades de calidad (no encuentro la diéresis) y una feria de artesanía-antiguedades que estaba bastante apañada y me ha hecho distraerme y hablar con unos y con otros. Me he tomado un café que he comprado a un vendedor ambulante de cafés, que por aquí abundan, como los que venden unos frutos secos tostados que todavía no sé lo que son. Llevan un carrito muy cutre con termos muy cutres donde meten un café muy cutre y delicioso que hacen en su casa. Me ha sentado de lujo, porque hacía frío, y no me ha importado en absoluto que el vendedor tuviera unas uñas como para arar los campos de Castilla. Tiembla Starbuck´s.

Se me he ha acabado San Telmo y he decidido seguir a pie hasta la Boca, porque según el mapa de mi guía son barrios contiguos. Yo que soy muy machito, me he puesto a darle zapatilla y de repente se han acabado los guiris y la gente que se parecía a mi, y me ha dado un poco de cosa, pero me he dicho a mi mismo que todo eran prejuicios en mi mente y que no pasaba nada, que había que empaparse de la auténtica ciudad. Algo inquieto, he atravesado el parque de Lezama (por cierto, maravillosa la iglesia Rusa que he visto en una milésima de segundo) y me he dado cuenta de que no había absolutamente nadie a mi alrededor. He bajado hasta una calle, he comenzado a caminar por ella y ahí casi se me cae el alma a los pies. Eso parecía canción triste de hill street. Todo hecho polvo, aceras hechas una mierda, gente rara que me miraba cuando se cruzaba conmigo, chavales con el mal en sus ojos... qué-mal-rollo me ha entrado. Esta situación ha provocado en mi tal vacío en el estómago, tal ansiedad y tal micropene, que me he recorrido el kilómetro de calle batiendo varios records de marcha y rezando para que usaran material esterilizado para cuando me robaran un riñón. En éstas, se ha acabado la calle y he llegado sano y salvo a mi destino y con todos mis órganos en mi interior. Qué mal rato, de verdad.

He visto el barrio y me ha maravillado lo original que es. Todas esas casitas pintadas de colores y una mezcla de alegría y decadencia como no había visto nunca. El puerto, el Caminito y las manzanas circundantes, las inscripciones en las paredes... qué chulada. He dado una vuelta tranquilamente por la zona y me he marchado, que hacía mucho frío, una pena. Como hoy había partido de Boca, le he dicho al taxista que me ha llevado de regreso (no había valor para volver otra vez andando) que pasara por allí, así que he visto el estadio, a los hinchas armando bulla y todo eso. Muy auténtico todo y muy emocionante, sobre todo con los seguros del coche bajados tal y como me ha indicado el taxista.

Luego he comido en Puerto Madero, un complejo larguísimo de restaurantes, y muy nuevo, que acompaña al río en la zona de los diques. Por lo que me han dicho por aquí, hay marcha por la noche también, pero no me da a mi que me fuera a gustar demasiado, lo veo muy artificial todo, con un punto yanki que no. Lo mejor es que he comido en un italiano buenísimo (no olvidemos la influencia italiana en Argentina) y creo que he ligado con la camarera, que no estaba nada mal y nos hemos tirado como tres cuartos de hora hablando porque ya no quedaba nadie en el restaurante. Se ha sentado conmigoy todo, encantadora, pero como soy tan pavo me he ido sin tirarle ninguna directa. Así no voy a ser nadie en la vida, pero me he ido tan contento. Así que además de pavo, simple, la combinación perfecta amigos.

Y como ya estaba cansado de pasear y el día no acompañaba, he empleado lo que me quedaba de tarde en un centro comercial muy grande que hay por aquí y me he pasado un pelín comprando.

sábado, abril 23, 2005

B.A. (II)

Segundo día en B.A, y muy bien aprovechado. Me estoy enganchando a esta ciudad.

Tras la experiencia ultraturística de ayer, hoy he comenzado con las cosas serias. Me he levantado a las nueve sin jet lag con intención de visitar los barrios de la Recoleta y Palermo, muy emblemáticos los dos. No me extraña que Chs se decepcionara cuando vino aquí en visita relámpago, ya que sólo disfrutó de lo que yo ví ayer, una parte con mucho nombre, pero ni mucho menos con el encanto de lo que he visto hoy, pero bueno, tiene esto a tiro de piedra desde Brasil y le invito a que repita con más tiempo, se ha perdido casi todo.

A la Recoleta me he ido andando por la Avenida 9 de Julio, que es la del obelisco y he necesitado de diez minutos para cruzarla de lo ancha que es, lo mismo casi que la Castellana a la altura de Nuevos Ministerios, aunque ahí es por culpa de los semáforos. La Recoleta es un barrio de clase alta, con mucha boutique de grandes firmas, avenidas muy anchas con edificios de viviendas de categoría y un aire más elitista al del resto de la ciudad. Muy agradable el paseo por ahí, he ido muy tranquilito y callejeando. He acabado en el cementerio de la Recoleta, que es una parada obligatoria, donde me han sorprendido los mausoleos que gastan por aquí, si pensabais que en España éramos cantosos con estas cosas, esperad a ver esto cuando suba fotos. Muy grandioso todo, muy valenciano, y nada de mal rollo con las tumbas, también es verdad que había mucha gente y es difícil sentir un escalofrío por tu espalda cuando ves a un guiri tripón al lado de los inquietantes motivos religiosos. La verdad es que me ha gustado por lo peculiar y como llevo una guía bastante completa, cuando veía las cosas sabía qué era todo y quién estaba muerto dentro.

Luego he estado viendo la zona alrededor del cementerio y me ha maravillado el ambientazo que había. Puestos de artesanía, gente tirada por el cesped, perspectivas impresionantes de las avenidas anchísimas que rodean la zona, el Museo Nacional de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional, las estatuas por todas partes... esta ciudad es muy importante, en serio, mucho más de lo que mi paleta mente había imaginado.

Por la tarde, después de comer me he ido a Palermo, otro barrio con pulpa. Es una zona más bulliciosa y menos imponente que la Recoleta, pero con muchos rincones en los que detenerse. Muchos bares y cafés con encanto, tiendas de ropa, gente joven con un punto alternativo... Este barrio no me ha recordado a nada de Madrid, ni en las viviendas ni en los comercios. Mejor. Aquí me he acojonado un poco porque me he metido por un sitio que tenia buena pinta y de repente me he quedado solo y he visto a unos tíos que me han dado mala espina, pero no me han hecho ni caso. He sufrido, pero con final feliz. En la parte baja de Palermo hay unos parques grandísimos, está el zoo, el jardín botánico y un parque japonés al que no he podido entrar porque estaban cerrando cuando he llegado a las seis. Había un montón de gente echando partidos de fútbol por los parques y a unos se les ha escapado el balón cuando pasaba yo por ahí y se lo he devuelto con bastante estilo. Me han preguntado que de dónde era (juro que no sé cómo lo han averiguado) y he dicho que de Madrid. Entonces un tipo con la camiseta del Real Madrid me ha levantado el pulgar y yo a él también por si acaso. Y además le he guiñado un ojo para no deberle nada.

Lo mejor con mucho es la gente. Son tipos realmente amables y con conversación todos, ninguno se queda en la simple contestación, aunque es normal si tenemos en cuenta que están bastante apurados y necesitan tratar muy bien al turista, y yo soy al 100% un prototipo de turista en zona turista, aunque se ve que es algo intrínseco a (¿en?) ellos. Por ejemplo, por poner uno cualquiera, cuando estaba en la feria de artesanía de la Recoleta, le he preguntado a una chica que vendía cacharritos para tomar el mate, que cómo era todo el proceso. Me lo ha explicado con todo lujo de detalles y luego me ha dado a probar del mate que se estaba tomando ella, que se toma con una pajita de metal que se llama cucharilla o cucharita o algo así. Y yo he aceptado por que me parecía lo mínimo, aunque estuviera chupada. Muy natural todo y, bueno, que la tipa no estaba nada mal. O como cuando le he preguntado a un individuo que vendía bumeranes, que fabricaba él mismo, cómo los hacía. Pues nada, antes de contestarme se ha ido corriendo cincuenta metros prado adentro y se ha puesto a tirar el bumerán como un loco para que le viera, luego ha venido y me lo ha explicado. Son un poco así, les pides cinco y te dan seis.

Ahora descansaré un rato y me iré a cenar a Puerto Madero, que ayer no fui porque me quedé roto en la cama a las diez. A ver que ceno, me da a mi que va a ser pizza, que ya le va tocando y me han dicho que no me las pierda.

B.A. (I)

Al final mira, tengo internet en el hotel y si que voy a postear.

El viaje ha sido mucho mejor de lo que yo esperaba, de las doce horas que duraba el vuelo, siete me las he pasado durmiendo gracias a la fabulosa almohada Samsonite que me compré en el aeropuerto. Tres años rompiéndome el cuello por los aviones de todo el mundo para darme cuenta ahora de que esa era la solución... en fin, me ha cambiado la vida y es una pasada. Como en todo vuelo ha habido anécdota y ésta ha sido que casi me toca hacerme el viaje con un humano de 150 kilos al lado, que sudaba como una loncha de jamón de york a treinta grados de temperatura. Afortunadamente el avión no iba completo y en cuanto he podido le he propuesto un buen negocio "que me voy alante que así vamos más cómodos" y no me ha dicho nada. Me he puesto en un asiento que tenía el sitio de al lado libre y me he podido retorcer a mis anchas al dormir y poner mis pies por todos los lados, lo que siempre son puntos a favor.

A mi llegada al aeropuerto me esperaba un señor con un cartel que me ha tenido que mirar varias veces para creerse que yo era el tipo al que esperaba. Se ve que se imaginaba a alguien más respetable y no a un individuo con unos pelos a lo Calamaro y unos atuendos juveniles. Me ha parecido mal porque a él le faltaban como tres o cuatro dientes y no le he mirado como si la persona que me esperara tuviera que competir con Ana Belén en dentadura. Al final ha sido bastante majo y en el trayecto hasta el hotel me ha dado útiles consejos de seguridad en Buenos Aires.

El hotel muy bueno y muy bien situado. Al lado del obelisco, que es más pequeño de lo que parece, pero bueno, mola porque te ves cosmopolita cuando pasas cerca.

Como he llegado a las nueve de aquí al hotel (cinco horas menos al final, lo que no cuadra en absoluto con el horario mundial que propone Microsoft Office en su calendario, por el cual yo me guíaba) he aprovechado el desayuno buffet. Me he puesto ciego porque sí, porque tampoco tenía tanta hambre y me he ido a deshacer la maleta y echarme una siesta. Luego he ido a mirar al baño que, efectivamente, los remolinos de agua van para el otro lado en el Hemisferio Sur y cuando se ha acabado el remolino me he ido a dar una vuelta por el microcentro de Buenos Aires, la zona más cercana a mi hotel.

Muy turístico todo lo que he visto, claro, son unas cuantas calles repletas de comercio que serían el equivalente a la zona Gran Vía- Preciados en Madrid. Como aún estoy bastante atontado, no me apetecía complicarme la vida y he ido a lo más obvio y con mucha calma, pero en las tres horas que he estado de paseo me he dado cuenta de que ésta es una ciudad que rebosa vida, casi tanta como las chichas de mi cuasi compañero de viaje en el asiento del avión. Muchas partes me han recordado a Madrid y otras son más autóctonas porque no me recordaban a nada que hubiera visto antes. Maradona por todos los lados. Mucho cuero y muchos zapatos. Mucha gente trapicheando con el cambio de moneda. Tango sonando y mucha gente buscándose la vida por la calle, bien vendiendo naderías o bien haciéndo espectáculos propios. Y como dijo Dixie (tomo mejor este seudónimo de Uma b., que me gusta más que el otro que usé en el post del brunch) en Buenos Aires no todas las mujeres son guapas, como ellos te hacen creer cuando te lo cuentan, pero si que hay una media excelente y, además, la que sale guapa, es que está tremenda. Así que al final me ha dado igual comprarme mi almohada Samsonite, porque aunque he conseguido salvar mi cuello en el avión, me lo partido cinco veces esta tarde ante tanta besheza.

Y sí, es cierto, mi dinero europeo vale casi cuatro veces más aquí que en Madrid, así que como no me ande con cuidado, igual me paso tres pueblos comprando.

jueves, abril 21, 2005

Tango Break

Hoy por la noche viajo a Buenos Aires y pasaré allí una semana, de trabajo y ocio mitad y mitad. Supongo que no podré actualizar durante esos días, aunque quién sabe... y , a mi regreso, entre el jet-lag y que casi será fin de semana, también será complicado que me ponga a ello, aunque quién sabe...

Nos vemos

martes, abril 19, 2005

Chof

El otro día viví en la oficina uno de los episodios más desagradables desde mi incorporación, hace ya tres años, que ya está bien.

Serían las cuatro de la tarde cuando mi reloj interno del café hizo su trabajo y me recordó que ya me tocaba tomar el café de las cuatro. Os aseguro que podríais poner en hora vuestros relojes con mi café de las cuatro. Fui a la máquina y ordené vía botón un café cortado con dos puntitos de azúcar, me salió y me lo llevé a mi mesa dándole vueltas con un palo de plástico que te cuelan en el vaso y que la máquina denomina "cucharilla". Si no me lo tomé con nadie, como debería haber hecho, fue porque por las características viajeras de mi oficina, tan pronto estamos todos los que somos amiguetes juntos un día, como al siguiente no hay nadie a la vista porque están todos haciendo puñetas en algún lugar del mundo, entre ellos yo también a veces. Así que eso, que ese día no estaba ninguno de mis compañeros habituales de café.

Esto viene a cuento porque quiero dejar claro que no soy ni quiero ser uno de esos que toman cafés en soledad para no invitar, aunque ya me canso un poco porque he estimado que entre tres o cuatro compañeros que rotamos, estamos pagando los cafés al resto de la oficina, aunque eso es otro post. Yo de momento voy a domiciliar mi nómina en la tarjeta del café a ver si algunos pillan la indirecta.

El caso es que ya estaba yo con el café en mi mesa, concentrado en un documento relativo a algo aburrido y con el vaso a la altura de mi boca, entre los dedos pulgar e índice de mi mano izquierda, cuando de repente, se me escurrió y cayó a plomo impactando su base contra la mesa, con tres cuartos del contenido en su interior. Y salpicó tanto que fue hasta bello.

Balance de daños:

- Camisa con nuevo estampado color marrón. Una de las manchas tenía un sospechoso parecido con un rostro humano, aunque creo que no le sacaré rendimiento económico en los círculos religiosos, de momento. O sí... a ver que dice Benedicto XVI de mi milagro.

- Corbata con nuevo estampado color marrón. Para tirarla, los colores no combinan nada.

- Expediente original en el que estaba trabajando con color, sabor y olor a café. Espero que no sea un incunable porque tiene un aspecto lamentable, entre marrón y arrugado. Mi jefe me ha dicho que no pasa nada porque a él también se le cayó un café una vez y no pasó nada.

Afortunadamente ni Qwalks (pobre) ni el teclado del ordenador fueron alcanzados. Limpié la mesa como pude con unas servilletas que alguien trajo, teniendo que sufrir varias veces esa grima que da tocar servilletas mojadas hasta su saturación de café o de cualquier otro líquido. Tiene algo de escatológico que me cuesta.

Y aquí viene lo bueno, cuando me disponía a ir al baño a ver que podía hacer con mis manchas, recordé amargamente que sólo hacía unos minutos que había visto a Sleeper, un compañero, dirigirse al mismo. Esto no sería un problema en sí, si no fuera porque Sleeper pone un megahuevo todos los días a las cuatro en punto mientras se fuma uno o dos cigarros, y se tira sentado en el water como media hora haciendo Dios sabe qué, o durmiendo. A mi me da igual lo que haga, pero la bomba química que genera combinado fuentes de gas no es de recibo y te entran los siete dolores al interaccionar con ella. Y con conocimiento de todo esto, ahora yo no tenía más remedio que entrar en su microclima, óptimo para la cría de porcinos felices, pero no apto para la pituitaria humana. En serio, siempre intento evitar esta situación a toda costa respetando márgenes de hasta un cuarto de hora antes de ir al baño desde que le veo regresar a su sitio, pero en esta ocasión opté por entrar sin dudarlo, porque tampoco soy tan tiquismiquis. Al final, lo que me temía, pese a llegar con algo de retraso al comienzo de la función, aún tuve tiempo de ser obsequiado con un estupendo espectáculo de luz y sonido, performed by Sleeper.

Hice de tripas corazón y me limpié con agua del grifo lo que pude mientras aguantaba la respiración. Luego me sequé la ropa a lo Mr. Bean con el secador de pelo, en algunas posturas dignas de alguien con un mínimo de flexibilidad pero indignas en mi, y ni así, el café de mi oficina se agarraba a la ropa como una espiga a los calcetines y no conseguí resolver casi nada. En estas entró Would en el baño riéndose como un mongolo, porque me había visto entrar con la camisa hecha un cromo, y encima tuve que soportar su legítimo derecho a disfrutar del momento. Eso sí, le salió precio de oro porque recordemos que Sleeper se encargaba de ambientarnos el recinto cual ambipur y, en cuanto la nariz de Would se percató de ello, se puso muy serio y se fue diciédome por señas que aquello le parecía un infierno y que quién era el responsable.

Me quité la corbata el resto de la tarde y tuve que trabajar con la chaqueta puesta para mantener un mínimo de dignidad estética, y también se me manchó porque la mesa goteaba por un borde que no había limpiado bien y con eso terminé de arreglar la jornada. Tres goterones de regalo en mi americana. Aquí tiene el morro torcido de su madre como premio, caballero.

Y me sentía tan incómodo que me fui a casa en taxi.

lunes, abril 18, 2005

Qwalks Generation

Como ya comenté en mi anterior post, Qwalks I fue dado por desaparecido ayer domingo tras los gintonics del Pepe Botella. Lo que sucedió aún no lo tengo muy claro pero he estado haciendo memoria y la última vez que le ví, Rachel le cardaba el flequillo y lo dejaba en la mesa del bar. A partir de ese momento, no consigo avanzar en mi mente y no recuerdo más imágenes del pato, pero como soy un persona que mira hacia delante en esta vida he decidido asegurar la descendencia de mi fetiche dirigiéndome a Popland, en traje y corbata después de trabajar, para adquirir a Qwalks II, Qwalks III, Qwalks IV y Qwalks V, con el fin de que si se vuelve a repetir otra vez la experiencia vivida este fin de semana, sea más llevadero.

Esta es la foto de la investidura. Gran actitud.



* He puesto una moneda de 20 céntimos en primer plano como referencia del tamaño de la unidad Qwalks, ya que mucha gente lo imaginaba mayor de lo que es en realidad y he perdido mucho tiempo explicándolo. Como la moneda se caía, la tuve que apoyar en una bici en miniatura que tenia a mano, y como cabía en la foto y quedaba chula, también la he sacado. Y lo de la cerilla encendida aún no lo acabo de entender ni yo, pero cuando estaba preparando el escenario, he visto muy claro que era lo que hacía perfecta a la imagen. El efecto montaña del fondo, es mi bufanda.

Y esta es una composición con los Qwalks, mi mano zurda y mi blog, con la que intento dar sensación de resumen a los que me hayan leído durante el último mes y cerrar así este tema definitivamente.



También le he metido el filtro de acuarela a las fotos porque quedaban un poco cutres a pelo.

In memoriam

domingo, abril 17, 2005

¿Brunch?

Hoy Kurt ha celebrado su cumpleaños y le ha salido perfecto. La cita ha sido en Nina y la invitación ha consistido en invitar a sus amigos a un brunch. Yo tenía entendido que el brunch era como una merienda-cena pero en versión desayuno-comida, y que tenía que ser antes de las doce. Nosotros hemos quedado a las dos, así que no sé muy bien hasta que grado hemos pervertido este concepto anglosajón, pero el caso es que nos hemos puesto hasta las botas de diversos productos, ricos todos ellos.

He recogido a Kurt en su casa y nos hemos ido para allá, donde nos esperaba su hermana. Luego ha ido llegando el resto: Nate, Rachel, Uma B. y su espectacular noname bombo, Trix y Luisarraca, y sus parejas. Mucha comida, muy buen ambiente, risas y anécdotas cada minuto de la comida. Kurt, puedes estar contento.

Luego nos hemos ido a tomar el café al Pepe Botella y Qwalks ha sido la estrella, una vez más. El problema es que todo el mundo ha querido gozar de su flequillo y no ha parado de ir de mano en mano. Entre tanto, yo me he despistado porque estaba recabando información para mi viaje a Argentina y cuando nos hemos ido me he dado cuenta de que me lo he dejado en el bar. Me ha entrado una pena tremenda, pero estoy tranquilo porque sé que se habrá quedado tomando copas con el primero que haya pasado por allí. Buena suerte, Qwalks. Bienvenido Qwalks II (pienso comprar otro mañana).

Al final nos hemos quedado Kurt, Rachel y yo, y nos hemos ido a la Latina con Agr y CF, que venían de echar un partido de fútbol. Cuando hemos llegado, nos nos apetecía nada meternos en un bar, entre otras cosas porque yo tenía un tremendo dolor de cabeza agudizado por el gintonic por el que había sustituido mi café en el Pepe Botella. Hemos decidido quedarnos en la plaza de San Andrés tomando unas cocacolas compradas en el chino más cercano, sentados en un murito, y he hecho algunas fotos.

Kurt de perfil y yo

>


Rachel y Agr

>


CF y yo en una suerte de pirueta

>


Los calzados de (izquierda a derecha) CF, Kurt, Rachel y Agr. Es importante matizar que, pese a las blancas apariencias, las zapatillas de Kurt son unas exclusivas New Balance de importación que se ha regalado.

>


Por último, nos hemos quedado lo chicos solos y hemos acabado en el Ene, un bar bastante bien puesto que suele poner un buen punto y final a los domingos. Nos hemos tomado la última cerveza, hemos opinado un poco sobre las chicas que andaban por allí y nos hemos ido, priemro Kurt y luego el resto. Agr y CF han ido al cine pero a mi me iba a estallar la cabeza y he vuelto a casa a tomar una aspirina y a postear.

sábado, abril 16, 2005

Un aplauso

Hoy el nucleo Walks hemos celebrado el cumpeaños de mi padre con una comida consistente en toneladas de canapes adquiridos en Mallorca (no sé qué le ha dado a mi madre con Mallorca últimamente, pero se frotan las manos cada vez que aparece por la tienda) y un par de besugos muy serios hechos en su jugo al horno, con unas patatas, rodajas de tomate, ajetes y su chorrito de acetite de oliva. Brutales. De postre unos pasteles, de Mallorca también, que han generado la polémica del mes en mi entorno familiar. Nadie sabe cómo, pero yo me he comido siete pasteles mientras los demás han tocado sólo a cuatro. Esto ha provocado una airada discusión 3 contra 1 tras la que he sido derrotado y obligado a hacer el café.

El tema de los cumpleaños, y celebraciones en general, en mi familia es algo peculiar. Nunca le hemos dado una importancia excesiva a estos días, hasta el punto de que muchas veces se nos pasa el hacernos un obsequio, e incluso felicitarnos, y no nos damos ni cuenta ni nadie se siente ofendido. Intentamos hacer una comida rica y hacernos algún regalo, pero siempre de forma muy relajada. Si cae algo bien y si no también, es un rollo un poco testigo de jehová pero sin darle la brasa al resto del mundo. Eso sí, siempre procuramos hacer un papeo de calidad el fin de semana más cercano a la celebración en cuestión, pero tampoco hace falta un cumpleaños para que eso suceda porque lo hacemos con frecuencia. El caso es que nos entusiama darle importancia a las comidas, aunque la de hoy, con los canapés y lo sencilla que ha sido la elaboración de los peces, no haya sido el mejor ejemplo. Mi abuela no ha venido porque la hemos llamado y se acababa de poner los rulos.

Ayer yo no salí, estaba cansado y decidí quedarme en casa para llenar mi iPod de canciones. Me voy a Argentina el jueves y necesito disponer de mucha música para mi estancia y sobre todo para el viaje de 12 horas que me espera. Lo gracioso es que parecía que CF y Agr tenían un buen plan para ayer y me intentaron convencer para que saliera un rato, pero cuando les he llamado esta mañana para que me dieran el informe de lo acontecido, resulta que los dos se habían queado dormidos viendo la tele, no se llamaron y se quedaron en casa, así que hoy estamos los tres frescos como lechugas y no nos para nadie.

Me acaba de llegr un mensaje de Kurt convocándome mañana para celebrar su cumpleaños, que fue el lunes y ya lo celebramos él y yo solos con una opípara y engrasada cena. Esta vez es la Celebración Oficial con más gente. Ha pensado que mañana la idea-chapó es hacer un brunch, algo que tiene buena pinta y espero desde ya porque me encanta desayunar salado, soy el terror de los desayunos de los hoteles. Está bien tener un amigo como Kurt, siempre pendiente de las tendencias y de darle un toque frívolo y diferente a lo que muchos hacen de forma rutinaria y sin imaginación. ¿He dicho que está bien tener un amigo como Kurt? Rectifico, ser su amigo es lo mejor, y no sólo por los brunch, los conciertos petardos y su base de datos repleta de información absolutamente prescindible para el 99% de la población.

EL DATO: Yo suelo pesar 81-82 kilos, que para mi 1´88 de estatura está bien, pero esta semana estoy comiendo como un animal alimentos poco recomendables y no es que haya hecho mucho deporte. Pues me he pesado hoy y peso 81 kilos.

Un aplauso.

jueves, abril 14, 2005

Frankie goes to Dwalks

Se supone que hoy debería hacer un post sobre el concierto al que asistí ayer con Kurt y Agr, el de Chico y Chica + LKan, pero una vez leído lo que ha escrito Kurt y dado que fuimos juntos y prácticamente escribiría lo mismo, pues como que me lo ahorro. Sólo decir que el concierto fue priceless y que fue una pena que me tuviera que ir a la una, porque estaba en su momento álgido y no me apetecía nada, pero la vida del currante agobiado por un duro día siguiente es dura y sé que hice bien. Y más cuando el concierto se supone que había empezado a las nueve y mis riñones habían subido un par de veces a sugerirme que ya estaba bien de estar de pie.

Por otro lado, esta semana está siendo la semana de la franquicia y estoy empezando a asustarme porque si lo llego a planear no me hubiera salido tan adrede. Me explico

Lunes comida

Decidimos dar un paseo a la hora de comer y me como un sandwich pavo-huevo y una empanada no gallega en la máquina del trabajo.

Lunes cena

Clásico con Kurt. Es su cumpleaños y, aprovechando la cercanía de nuestros aniversarios, llevamos varios años celebrándolo en el Friday´s de la esquina del Bernabeu, fundamentalmente porque nos gusta atiborrarnos sin ser juzgados y porque Kurt trabaja por la tarde, sale por la noche, y éste es el sitio más cercano. Nos hacemos los regalos (este año camisetas) y procedemos. Yo, un pollo Friday´s con salsa Jack Daniel´s por el que siento auténtica pasión. Dos pechugas, salsa por todas partes, patata asada con un producto por encima, una rodaja de piña y verduritas multicolor salteadas en el hueco que queda en el plato. Un festival. Por supuesto, el combo de nachos para calentar motores y un extra de ensalada de col, que bajo nuestro punto de vista es un must en estos casos. Pie in the sky de postre con el trozo de tarta frío. Esto la cena del lunes. Ya en la cama, descubrí que el no poder darse la vuelta cuando se está tumbado boca arriba no sólo es un problema del colectivo de las tortugas.

Martes comida

Salgo de una reunión de trabajo bastante intensa celebrada en un edificio de la calle Jorge Juan y me dirijo a otra que será a las 15:30 en Emilio Castelar. Como voy con otro, decidimos comer juntos, porque es lo suyo. Dejo que decida él comentándole que elija el sitio y, sin pestañear, dice VIP´s. Yo digo que vale poco convencido y nos metemos en uno. Nos sentamos al lado del presentador Jordi González y, cuando me toda pedir, en vez de decir "una ensalada por favor", me sale "una Egg Burger Súper por favor". La Egg Burger es una hamburgesa gigante a la que alguien pensó que le sentaría de miedo un huevo frito encima. Yo también lo pienso, pero con mi histórico semanal a cuestas, no lo disfruté, aunque no quedara ni rastro a la media hora. Incluso creo que añadí de todas las salsas disponibles y sumergí un superbarquito de pan en la yema, pero insisto, no lo disfruté. No.


Martes cena

Como la sensación de percibir cómo tu sangre se va espesando no es agradable, mi objetivo para la cena no era otro que hacerme una ensalada ilustrada, pero el destino quiso que PrimoG hubiera llegado de Nueva York con su novia ese mismo día y quisiera aprovechar su paso por Madrid para ver a la familia. PrimoG es un individuo de 24 años bastante peculiar, siempre que se va de viaje trae regalos para todos los Walks (todos significa absolutamente todos), pero gracias a sus obsequios trotamundiles tengo la colección de tazas, gorras y gadgets varios más espantosa del mundo. En esta ocasión trajo 15 camisetas exactamente iguales de I(corazón)NY para que nos las repartiéramos, y aún me pregunto qué mecanismo desencadenó esa idea en su cerebro. Yo ya no sé si es un genio o un psicópata. El caso es que cenamos Telepizza y yo me comí cuatro porciones con un litro de cocacola en un cuarto de hora.

Miércoles comida

Decido ir a la Fnac a comprarme una guía de Buenos Aires para diseñarme las rutas urbanas que pienso recorrer durante mi inminente viaje a la capital argentina. Entre mi oficina y la Fnac hay un Rodilla, en mi bolsillo un billete de 5 euros y, en los carteles publicitarios del establecimiento, un ajustado menú por 4,50 euros dirigido a gente rabiosamente juvenil como yo. Cuatro sandwiches y una bebida para mantener mi dieta mediterranea activa. Ole.

Miércoles cena


Quedo para el concierto con Kurt y antes hay que cenar algo. A Kurt se le antoja Pan´s y pedimos un bocata cada uno, que al final son de lo mismo, y compartimos otro diferente. Mi bocadillo era una nueva propuesta del Pan´s, que tenía un nombre muy elaborado pero que al final es de pollo con pisto. Es un bocata muy mal diseñado porque el pisto reblandece el pan de la parte que te queda por comer y se te abre como la boca de un cocodrilo y pinga. El otro estaba bueno pero me lo comí en dos bocados y medio.

Jueves comida

Más máquina de la oficina. En esta ocasión, sandwich de pan inglés con queso, bacon, lechuga, tomate y huevo. No tenía tiempo y ni lo he pensado. Dos apuntes:

- No estoy de acuerdo con Would en que el huevo duro industrial sea un huevo kilométrico cilíndrico que parten en rodajas.

- El pan inglés es un pan con semillas de amapola (ya) que se te quedan entre los dientes porque hay cientos y son minúsculas. Yo, hoy me las he sacado con la tarjeta de visita con el grosor y la rigidez perfectas, obsequio de un austriaco al que conocí en una reunión hace dos años en Eslovenia.

Current mode

Hoy por fin ya he cenado en condiciones (en casa) y me siento mejor moralmente, pero llega el fin de semana y me temo lo peor. Cumpleaños de PadreWalks con kilos de comida de por medio. El domingo, Kurt celebra oficialmente su cumple y quiere hacer un brunch o una merienda porque él es así. Mejor no pensarlo.

domingo, abril 10, 2005

3 x 3 = 10

A estas alturas del domingo me considero capaz de clasificar los eventos que me han sucedido este fin de semana en tres grandes grupos de tres elementos cada uno.

1. Eventos relacionados con mi incapacidad de decir no

1) El viernes salí, y me lo pasé bien, pero a las nueve de la noche el cansancio de toda la semana decidió darse una vuelta por mis ojos, consiguiendo cerrarlos pese a mis esfuerzos. Había quedado con Agr y le llamé para decirle que al final cancelabamos y que mi plan consistiría básicamente en dormir diez horas seguidas. Cuando se lo expliqué, Agr dijo que ni hablar y a los quince minutos ya estaba en mi casa incordiando con mi iPod y dándome conversación para que me quedase claro que no me quedaba otra alternativa.

2) Me despierto el sábado convencido de que no movería un dedo en todo el día más que para transportarme hasta el sofá. Con la casa para mi solo me parecía bastante razonable no hacer absolutamente nada, placer del que no gozo habitualmente. En esto que llama mi abuela y me dice que vaya a comer con ella. Yo le digo que no, que estoy cansado y que tengo comida y que he quedado y que tengo que hacer de todo. Ella, mientras me suelta el buenohijopuesnada más falso de la historia, me lanza su golpe estrella comentándome sin entonación que ha hecho patatas de las que me gustan. Le dije: abuelita, eres una víbora, ve poniendo la mesa que estoy ahí en media hora, y escuché a través del del teléfono cómo su respiración se reía de mi y cómo su ego se hacía del tamaño de China.

3) El viernes llamo a mi tío Casper para preguntarle que tal estaba de su pequeña operación. En un gesto tan sincero como pretencioso, me ofrezco totalmente disponible para cualquier cosa que pudiera necesitar durante esos días. Me dice que no necesita nada pero que mira, que por qué no me pasaba a verle el domingo. Touché. Vive en la sierra a cincuenta kilómetros de Madrid. Simultáneamente, le respondo porsupuesto con mi boca y pordiosno con mi mente. Al final he ido hoy, claro, y me he alegrado mucho de verle, pero creo que no hubiese sido capaz de escribir esta frase con estas mismas palabras cuando me he tenido que tirar de la cama para despertarme.

Creo que debo releerme el post del pasado seis de abril de la chica con falda roja


2. Eventos relacionados con los reencuentros

1) El viernes pasado, a la salida del trabajo, me encontré en el metro con PacoX, uno de los compañeros de universidad que con más cariño recuerdo. Hacía años que no le veía y cuando oí su voz (me vio él a mi) la reconocí como si le hubiese visto ayer. Por ambas partes cara de sorpresa con mano en la frente, abrazote, palmadotas, descojone. Me contó que se había ido a hacer un master a Australia y que ya había vuelto, y que pusiera la tele a las seis y media porque salía él en Telemadrid jugando un partido de fútbol australiano, pero me quedé dormido mucho antes y me desperté mucho después. A ver si le llamo un día.

2) Ese mismo viernes, cuando salí con Agr, también quedamos con Elza, otra compañera de la universidad. Quizás esta chica sea la persona que conozco con la vida universitaria más paralela a la mía. Tuvimos un vínculo muy fuerte durante esos años pero en cuanto acabamos la carrera, quitando de un par de comidas de excompañeros, nos distanciamos hasta éste viernes que salimos juntos, Agr mediante. Y cómo ha cambiado, por cierto, y qué bien le sienta, aunque aún no me he acostumbrado.

3) El sábado quedé con mis amigos de toda la vida para salir después de algún tiempo. Lo disfruté mucho porque todo fue como siempre, unas tapas para empezar, unos bares para rellenar y un buen sitio para terminar. Vuelta en buho a casa con todos cansados, tocados y contentos. Si es que donde hubo, habrá.

3. Eventos relacionados con mi vida sentimental


1) ¿Nunca te ha pasado que te metes en una relación sin un compromiso claro y que no tiene ni muchos pies ni mucha cabeza pero estás bien en ella porque resulta que es equilibrada y al final llega a su final porque una de las dos partes dice sin dramas que hasta aquí hemos llegado y la otra parte dice que perfecto y tan bien oye? Pues me ha pasado.

2) ¿Nunca te ha pasado que crees que sientes algo por alguien con quien no tienes absolutamente nada y durante una temporada andas pensando en esa persona pero con el tiempo te vas dando cuenta que eso no lleva a ningún lado y aunque hay días que te agobias un poco porque no sabes muy bien cómo controlarlo de repente sin venir a cuento hay un momento en el que algo en ti hace plop y se te pasa y tan contento? Pues también me ha pasado.

3) ¿Nunca te ha pasado que un día sales y conoces a una de esas personas que andan por el mundo y potencialmente te debería gustar porque tiene todas las cosas que te atraen de una persona así de primeras y en el 99% de las ocasiones no hubieras dudado en dejarte llevar y resulta que se interesa por ti y sin ningún motivo aparente no te apetece nada con esa persona y te vas y cuando llegas a casa lo piensas diez minutos y no entiendes nada aunque sabes que no cambiarías tu decisión ni en un millón de años y tampoco sabrías decir por qué y ya no lo piensas más y como si no hubiese pasado nada? Pues otra que me apunto.


* CF ha pasado un fin de semana del infierno. Se le ha echado de menos. Duerme un poco, anda.

martes, abril 05, 2005

odruZ

Soy zurdo y eso te condiciona un poco como ser humano. Desde que eres pequeño te sientes parte de una minoría totalmente aleatoria con la que te identificas por el mero hecho de ser un poco freak a la hora de hacer las cosas. Vayamos por partes




Mitos

Te mueres antes


A ver. Se supone que hay estudios estadísticos que así lo demuestran. Esos estudios están basados en que como el mundo está hecho para diestros, los zurdos nos gastamos más a lo largo de nuestra vida porque, por ejemplo, nos cuesta más abrir las latas y así, acumulando pequeños esfuerzos como éste, palmamos unos cinco-diez años antes de lo que deberíamos. Yo, entre que soy zurdo, hombre, fumo y duermo poco, si mis cálculos son correctos debería haber muerto hace un par de semanas, así que soy oficialmente un fantasma y empezaré por no hacer la declaración de la renta este año.

Somos inteligentes


Como concepto está bien y me apuntaría a él sin pensarlo, pero si el que confeccionó esta teoría me hubiera visto hoy intentando doblar una camiseta, seguro que le hubiera metido una actualización seria a su corolario de inmediato.

Somos creativos

Lo diré una sola vez: lo que pasa es que nos salen mal las letras y los trazos, nos salen fatal, y punto, no se trata de una visión romántica del mundo, se trata de que no sabemos hacerlo mejor.

Los zurdos escribimos con la mano del diablo


Sí, y las gayolas también nos las hacemos con la mano del diablo, no te digo. Alguna inseguridad infantil tuve que superar porque a alguna vieja diestra se le ocurrió comentarle eso a un inocente y miedoso Dwalks de cinco años.

*Niños zurdos traumatizados, si os dejan leer esto, os daré terapia gratuita vía blog, podéis contar con ella.

La zurdez es fuente de dislexias y confusiones izquierda-derecha


Esto puede tener un punto de verdad, a veces se me va la olla un poco con esas cosas, porque si lo medito bien, nunca indico los giros hacia el lugar correcto y no consigo no confundir la b y la d... dien pensabo, es una ibea drillante!

Inconvenientes

Escritura

Yo he conseguido no tener mala letra, pero reconozco que me ha costado. Esa forma de empezar las letras al revés y de poner la mano en forma de gancho al escribir es algo surrealista, pero tiene su punto. Eso de ver a un tío respetable, de traje, o a un político, haciendo contorsiones al ponerse a escribir me inspira confianza porque pierde parte de la fachada, aunque me equivoque completamente. Y no hay nada que me enternezca más que ver a un niño zurdo pequeño aprendiendo a escrbir, haciendo unas letras terribles que no se parecen un pimiento a las de la cartilla Rubio. Sois los mejores, chavales, escribid tan mal como os parezca que si os esforzáis ya saldrá algún día algo decente, no pasa nada. Eso sí, los bolígrafos Pilot y los Replay, prohibidos si no queréis tener un cuaderno con efecto-spray del Paint para Windows. Otra cosa no, pero somos auténticas máquinas de difuminar, por no hablar de nuestros dedos multicolor al terminar de escribir.

Abrir mecanismos con asa, roscas o cualquier elemento giratorio

Reconozco que parezco un chico del aula especial cuando trato de abrir una botella de vino. Se me tuerce el sacacorchos al introducirlo, giro la botella en vez del artilugio, rompo el corcho... un show de primera, vamos. Mi padre aún no se ha dado por vencido y me sigue pidiendo que abra botellas en público en las celebraciones, para luego decepcionarse, claro ¡si es que no estoy diseñado para ello!. Yo creo que piensa que me falta un hervor, por la condescendencia con la que me mira cuando digo "papá, que se me ha roto el corcho" aunque nunca me lo dirá.

Comer


Somos los reyes del codazo en las comidas de grupo. Buscar los extremos izquierdos de las mesas a la hora de ir a una comida en una casa o un restaurante con más gente, no es una opción, es una forma de entender la vida. Por cierto, ¿sabéis que los cuchillos tienen el filo sólo por un lado? Pues sí.



Ventajas

Juegas muy bien al frontenis

Al cogerte el drive del lado bueno de la pared que tiene la pista, rebañas fenomenal las bolas y te conviertes en la pesadilla de los lóngevos diestros, que no pueden hacer nada con su diestro revés.

Sufrid, diestros envidios... um, creo que necesito más argumentos antes de disfrutar de mi victoria.

Esto es una página de zurdos que yo no había visitado en mi vida hasta hoy, y la he buscado expresamente al terminar el post para hacer la gracia. En ella, los autores se lo toman tan en serio que parece que quieren convertir a todos los distros al zurdismo. Me parece una página algo tronada, pero bueno, ahí la dejo porque es entretenido ver como Bruce Willis gana caché por ser zurdo y cosas de esas.


A Chs, el mejor zurdo que te puedes encontrar

29

Bueno, ya ha sido mi cumpleaños y ya tengo veintinueve años. Cumplir este año me ha dado mucha sensación de edad, me pasó con los veintisiete y no me pasó con los veintiocho. Lo que quiero decir es que cuando hoy pienso en mi edad actual, básicamente, no me es agradable. También es cierto que estoy viviendo una época de mi vida francamente positiva y cualquier agobio que pueda elaborar mi cerebro no deja de ser anecdótico, porque la verdad es que me siento muy bien casi todo el tiempo, lo que pasa es que ya le veo las orejas a los treinta.

El domingo-cumple comenzó regular porque salí el sábado hasta las siete y cuando me desperté a las nueve de la mañana (ojo) llevaba únicamente un par de horas durmiendo. Lógicamente, mi boca escupía algodón gracias a los gintonics que fui tomando a lo largo de la noche anterior, así que me levanté y me bebí todos los vasos de agua que necesité, unos mil, para quitarme la sed. También cayó un Gelocatil. A la cama otra vez. Pues ya no me dormí más y, a las once, decidí levantarme con un extraña sensación de lucidez y algo pegado a mi pelo, que resultó ser la pegatina de una naranja. No conozco ni el antes ni el después de su viaje hasta mi cabeza, pero me encantaría que alguien me lo explicara.

Cumpliendo mi compromiso del día anterior, fui a comprar la tarta a González, una pastelería que hay en Reina Victoria en la que siempre adquirimos estos productos porque una compañera de trabajo de mi madre dijo una vez que eran buenísimas, así que ya no hemos probado más de ninguna otra pastelería desde hace como diez años. Los Walks somos así y nos gusta ser así. En esta pastelería te atienden las dependientas más bordes del mundo y llega un momento en el que te planteas por qué sigues financiando a unas brujas. Físicamente, tienen un aire a las hermanas Izquierdo de Puerto Hurraco y, cuando las tratas un poco, te das cuenta de que es que son ellas. Al final escogí una de bizcocho ligero y mousse de frambuesa que tenía buena pinta, aunque luego no nos gustó mucho. Ahora cuando suba el post le meteré un tiento a las sobras que han quedado.

La comida con la familia tremenda y todo buenísimo, como siempre. Mi padre es una máquina cocinando, lo que pasa es que los fines de semana se pasa toda la mañana entre fogones y cuando termina se mosquea por cualquier tontería, porque le fastidia que nos comamos su obra. A mi me da por picarle con estupideces y a mi hermano por reírse sin control, llegando a lanzar con la boca arroz con verduras a varios metros de distancia si le pilla el golpe adecuado. Otro clásico es que mi abuela se quede sin pila del audífono. De repente estás tan tranquilo y oyes un sonido silbante como cuando alguien sintoniza la AM. Como mi abuela no tiene ningún interés en pillar Radio Andorra con su audífono, oír ese sonido significa que se ha quedado sin pila y se tiene que poner otra que tiene cargando, que enchufa en cuanto llega a casa, antes de los besos. Todo bajo control.

Por la tarde sacrifiqué mi siesta para quedar con Kurt y con Uma B. ya que me llamaron en plan sorpresa y pudo más el agradecimiento por acordarse de mi que el descanso que necesitaba. Uma está con un bombo que no se lo cree ni ella (estás a puntito Uma!!) y estuvo majísima, como siempre. Starbucks y Fnac, para torturarnos un poco con los accesorios para iPod. Hasta las siete casi dando vueltas y yo agotado y destemplado. Mirada de Nosferatu y voz de orco de las cavernas, la combinación idónea para seducir al amor de tu vida si es que le da por cruzarse en tu camino ese día.

Luego cañas con Kurt, Agr y CF y dos amigas. Media hora para aparcar en La Latina, horrible, no recordaba lo del Papa y me llevé el coche a una de las zonas con más iglesias de Madrid. Un suplicio. Al final me pagué unas raciones y las bebidas y para casa, no estábamos ninguno para excesos.

REGALOS:

Un iPod
Una americana
Unos zapatos
Una colonia
Pasta
Una camiseta
Unos palillos con truco para noodles


Sorry por la batería Chs&Would

viernes, abril 01, 2005

iPodiPodiPodiPodiPodiPodiPod

Hoy se supone que soy más feliz.

En la frontera de los veintinueve, metido en un piso que hace que mi sueldo sea un espejismo cada primero de mes y aún pagando un coche del que este abril viene el seguro, no se me ha ocurrido otra cosa mejor que pulirme 300 euros en un iPod de 20 gigas como éste



Esto ya me lo venía oliendo yo desde que Would empezó a decir hace unos meses que necesitaba uno, y Kurt se jactaba de que ya lo tenía, porque yo tenía capricho de un reproductor de música desde hacía tiempo, pero había conseguido engañar a mi instinto consumista desde principio de año a base de pequeñas chucherías como, por ejemplo, algo de ropa Inditex o alguna visita a restaurantes chulos. El caso es que hoy se me ha ido de las manos completamente porque yo sólo tenía pensado dar un paseo a la hora de la comida con Moz, por el centro, como nos gusta cuando hace buen día, y así de paso acompañábamos a JL a comprar una camisa para su suegro por el día del padre (sí, yo también he pensado lo mismo que tú cuando me lo ha dicho). Antes de salir, estábamos comiendo nuestro sandwich rápido en la mesa de la oficina, los tres, cuando ha aparecido Would con su comida preguntándonos qué íbamos a hacer. El caso es que se ha acoplado con la excusa de pasarse por la Fnac mientras nosotros mirábamos la camisa del suegro de JL, o lo que fuéramos a hacer.

Al final hemos pasado de la camisa y del suegro, JL el pobre se ha ido sólo a por ella, y me he metido en la Fnac con los demás. Según hemos entrado y tras un breve paseíto por la sección audio, he comprobado con estupor cómo, sin dudarlo un instante, Would ha tomado entre sus manos una de las cajas iPod y se ha dirigido a la caja, la ha pagado y así ha adquirido su iPod. Y ya. Tan sencillo, tan libre de protocolos, tan insultante. Antes de darme cuenta yo ya había tomado la decisión de comprarme el mío, aunque no lo he reconocido en ese momento. He conseguido salvar el primer envite inventando la excusa de estar dudando entre el de Sony y el iPod, pero mi fuerza de voluntad sólo ha durado hasta las seis y media, momento en el que he salido de la oficina y me he dirigido como un autómata a la Fnac, me he hecho socio para que me saliera más barato y me lo he llevado.

Por supuesto, lo primero que he hecho en cuanto he llegado a casa es enseñárselo a todo el mundo con el objetivo de ganar confianza en mi mismo ante el despilfarro que acababa de hacer, explicando las virtudes de mi cacharrito:

Diálogo con mi hermano

-yo "mira"
-jwalks "hala que guay, que chulo"
-mi subconsciente "objetivo número uno cumplido, buen trabajo"

Diálogo con mi madre

-yo "mira mamá"
-mamá "¿eso que es?"
-yo "un reproductor de música. de lo mejor que hay ahora, sabes que lo necesitaba. por favor, toca la rueda táctil y gózala, madre"
-mamá "uy que cosa" (tocando sin criterio la rueda táctil y mirando con un ojo mi traje arrugado encima de la cama)
-yo "¿te gusta?"
-mamá "sí... una radio muy bonita, anda, cuelga el traje en una percha"
-mi subconsciente "dwalks, contábamos con esto, no pasa nada"

Diálogo con mi padre

-yo "mira papá"
-papá "hombre, al final te has comprado el cacharro ese. ¿a ver?"
-yo-papá (20 interesantísimos minutos de charla técnica sobre las virtudes del iPod, ensalzadas por mi, obviamente)
-papá "¿y cuánto te ha costado al final?"
-mi subconsciente "cuidado, hace poco te dejó dinero y sabe que no andas fino"
-mi iPod "dile la verdad ¿o es que te avergüenzas de mi?"
-yo "250, muy buen precio. chollo"
-mi subconsciente "estupendo dwalks, acabas de retroceder 20 años en madurez"
-mi iPod "genial, estoy en manos de un perdedor"


A estas horas de la noche, ya he aprendido a manejar mi iPod en sus aspectos más básicos, le he metido un chorro de canciones y lo tengo a tope de batería. Mañana no estoy para nadie, sólo para Kurt y para Would, que me han metido en esto y creo que tienen el deber moral de responder por mi en caso de crisis de ansiedad.