martes, enero 30, 2007

Infrapost

Llevo casi una semana sin postear y hoy lo voy a hacer de muy mala manera, y de milagro, porque estoy saliendo todavía de una depresión que me he cogido hace dos horas. Me he mirado al espejo y he identificado otra cana entre ese perro echándose la siesta encima de mi cabeza que es mi pelo últimamente. Primero fue la cana de la patilla, con la que conviví despreocupadamente un año. Luego vino la cana que me localicé en China mientras ponía caras delante de un espejo, y hoy he dado la forzosa bienvenida a otra cana que me ha salido en un remolino que tengo por ahí en la cabeza. De aquí a un mes como Leslie Nielsen, estoy acabado.

Digo que voy a postear de mala manera porque tengo intención de ponerme a trabajar en cuanto acabe esto. Nunca traigo curro de la oficina a casa, pero hoy tengo que hacer una excepción porque si no mañana mi jefe me corta las bolas un poquito. Estoy hasta arriba de trabajo y no me queda otra.

Este es el post que no puedo hacer:

- El jueves me fui con Kurt al preestreno de "Fuerte apache" porque era un preestreno, porque Kurt conoce al director y porque invitaban a copa. Vimos la peli, nos tomamos la copa en un sitio en el que pinchaban bisbalismos y flamenco-pop y a casa. La peli regular, es de éstas de realidad social ambientada en un centro de tutela de menores. Se supone que estaba hecha con kinkis de verdad, pero según Kurt algunos debían ser modelos porque tenían la piel muy bien hidratada. Lo mejor, Lolita, que nos cae fenomenal y ya queremos ser amigos suyos.

- El viernes quedé con Would, que a su vez había quedado con la Tirita y con Iván Payá para unos conciertos zaragozanos en el Moby Dick. No pensaba ir porque tenía otro plan, pero al final se anuló y me animé a ir con ellos, menos mal. Lo que empezó como una noche incierta acabó a las mil como una de las más divertidas y completas de los últimos tiempos, con Would, Iván y los amigos de Iván, todo de Zaragoza (seguro que Hans o Mog conocen a alguno...). La Tirita se indispuso un poco y se tuvo que ir a casa después de los conciertos, eso sí, apurando su cerveza, (una pena, no acabo de juntar una noche entera con ella). Qué bien nos lo pasamos y que tío más majo es Iván, un descubrimiento. Sé que esta mierda de párrafo no hace justicia a nuestra salida, pero bueno, aunque no sea tan detallado como las crónicas que han hecho ellos, que quede claro que fue una de esas noches que hacen que salir de copas merezca la pena.

- El sábado quedé con Kurt, fuimos a por un traje cuyo precio me ha dolido como una estaca en el corazón, porque me lo había comprado la semana anterior y lo había dejado a que me cogieran el bajo. Luego fuimos a un Ecocentro, que yo no había estado nunca en uno, y él compró germinados. Yo nada y eso que todo me apetecía. Luego salí de copas con él y con Elza, y llegué a casa un poco pedo y muerto de frío.

- El domingo quedé con CF y fuimos a la Latina. Allí nos esperaba un amigo suyo con unas chicas muy poligoneras y más bastas que el papel higiénico Lidl. Con un hábil quiebro de cintura, nos excusamos, le dije adiós a Telecine (que andaba por allí en otro grupo), y nos metimos a ver "El Truco Final" en los Princesa. La peli está entretenida ¿no? con sus cosas un poco uffff y tal, pero nos animó la tarde-noche. Cómo mola Michael Caine.

- Ayer y hoy no soy nadie, sólo una marioneta al servicio del sistema capitalista, en el que los resultados mandan y las personas somos un pienso barato.

- Y mañana es el gran día. Mañana Mcnamara, qué nervios, qué ganas, QUÉ NOS PONEMOS!?


Siento el post para salir del paso, y encima sin linkar, que no sé qué pasa que no puedo.

miércoles, enero 24, 2007

Concierto de Micah P. Hinson

Como Would va a hacer una crónica del concierto al que fuimos ayer, voy a ver si consigo escribir esto rápido y se la piso un poco, que ahora parece que yo no puedo escribir nada de los conciertos a los que voy, porque a ver si se va a enfadar.

El martes por la tarde me acerqué a su mesa de la oficina para negociar cómo íbamos a quedar:

Yo: Oye Would, que he pensado que te pases por mi casa a buscarme con tu coche a eso de las nueve
Would: ¿Y eso? ¿Por qué no vamos con el tuyo?
Yo: Porque he echado cuentas antes de venir a tu mesa y puedo demostrarte en ese papel y con este boli que hemos usado mucho más mi coche que el tuyo desde que somos amigos
Would: Eso es muy ruin
Yo: Sí
Would: Vale, te hago una perdida antes de salir de mi casa

Fuimos en su coche escuchando a Micah durante los diez minutos que separan mi casa del Moby Dick, la sala donde se celebraba el concierto, y le fui amenizando el viaje comentándole que ese trasto que tiene para poder escuchar el iPod en el coche era un poco cutre, por no decir el tener un coche que tiene agujero para meter cintas en vez de una estilizada ranura para meter cedés. Él defendió a su cacharro como si le fuera la vida en ello, y casi convenciéndome,mientras los graves de las canciones reproducidas por dicho cacharro hacían vibrar, por turnos según la frecuencia, cada uno de los apliques del salpicadero, además de mi labio superior en algunos momentos. Aparcamos algo lejos de la sala en una calle perpendicular a Orense, ante la promesa de Would de que ese sitio era cojonudo teniendo en cuenta lo difícil que era encontrar sitio en esa zona. Tras caminar un buen rato, resulta que cuando llegamos al Moby Dick allí había huecos libres como para cubrir las necesidades de un Kinépolis. Decidimos que lo más adecuado era volver a por el coche y aparcarlo allí para tenerlo cerca cuando saliéramos. No hubo más comentarios sobre el tema, no por nada, sino porque de los paseos que nos estábamos dando a 0 ºC, yo ya tenía los músculos faciales inutilizados para la facultad humana del habla.

Como teníamos tiempo, nos metimos en un bar a comernos un bocata y tomar unas cañas. Would: lacón-brie y yo: lomo-queso manchego. Los dos decidimos que el mío estaba más rico pero luego nos dio pena el suyo y le dedicamos también algunas alabanzas algo sobreactuadas tipo "el brie va bien con todo" o "el lacón siempre es caballo ganador". Pese a comernos los bocatas y pimplarnos dos cañas cada uno en treinta segundos por las prisas, nos dio tiempo a ligar con tres divorciadas tigresa-style de unos cuatrentaycinco que charlaban animadamente sobre las custodias de los hijos de una de ellas, concretamente la de los pantalones de cuero negro brillantes que hacían ruidos ññkk ññck cuando se levantaba a por algo. Nos sentimos un poco atemorizados, esas mujeres sí que sabían mirar a un hombre, y por eso casi nos ponemos a llamar a nuestras madres ahí mismo cuando las tres se nos quedaron mirando simultaneamente mientras hacían comentarios entre ellas. Nos fuimos corriendo de allí y nos metimos al concierto tras una breve cola. Como yo dejé mi abrigo en el ropero, perdí a Would unos instantes por la sala. Cuando entré, empecé a tirar para el escenario a ver si le veía y acabé en cuarta fila y sin noticias de Would. Como no quería volver a buscarle y perder aquel sitio tan bueno, empecé a mirar para atrás a ver si le veía... tras unos agónicos cinco minutos pensando que ya no veríamos el concierto juntos, porque por más que estiraba el cuello no le conseguía ver... ¿sabéis quién apareció abriéndose paso entre la multitud mientras yo la oteaba? ¡El mostro de Would trayendo dos pedazo de gintonics que no le cabían en las manos! Tsk, se me saltan las lágrimas escribiendo esto... jamás un pelotazo me había emocionado tanto.

Total que salió Will Johnson (a.k.a William Johns a.k.a Johnnie Williams, que no nos aclarábamos) con su guitarra y su pedal, y nos toco unos temas folkies muy muy bien cantados, pero algo repetitivos. También es cierto que esto es country moderno, muy enrockecido y tal, pero country, así que es lo que hay y si no te gusta no haber ido, pero seamos sinceros, en los conciertos se agradece un poco de cañita, que estando de pie y quieto todo el rato acabas pensando en cada fibra de la pierna que se te está cargando. Eso sí, un chorro de voz y momentos bastante intensos cuando crecían las canciones. El tío fue muy majo y nos habló bastante, y tras seis o siete canciones, dejó paso a Micah. Me dio un poco de pena que se bebió una cerveza de un trago al final para hacer la gracia, y nadie le aplaudió ni dijo nada. Se la bebió, miró al público, nadie dijo nada, y se fue un poco humillado al backstage.

Yo me fui a hacer pis y tuve serios problemas a la vuelta para recuperar mi sitio, claro, ya estaba bastante lleno y la gente ya no se acordaba de mi al volver. Debería haber lgún sistema que te permita probar instantáneamente que vuelves al sitio que te corresponde y que no eres un jeta. Me soltaron un par de borderías al volver (y con razón) pero es que tenía que empujar un poco para pasar y yo soy grande... de todos modos yo todo el rato "perdona" "¿puedo por favor, estoy delante?", "lo siento" y tal, antes y después de abrirme paso.... me dan mucho palo estas cosas y entiendo al que te mira raro. Cuando llegué a mi sitio, había una chica pequeñita superagobiada porque no veía con dos bigardos que tenía delante. Would y yo acabamos hablando con ella y, como nos cayó bien, la recolocamos en el mejor sito que podíamos cederle. Yo creo que Would le gustó más que yo, le miraba más que a mí cuando hablábamos con ella... pero bueno, con esa pedazo de copa que me puso, se lo merecía todo, no me dio rabia.

Micah salió al rato. Diría que un poco acelerado, un poco nervioso... diría que puesto hasta las cejas. Qué forma de fumar tan compulsiva (no paró en todo el concierto), cómo se movía de rápido preparando las cosas... Y qué encanto tiene el tío, se te gana con dos frases. Es pequeñísimo, feo y escuchimizado, pero entiendo a la Doctora cuando decía que le ponía, que tiene una voz y un no se qué de tío duro y de vuelta de todo, que tiene mucho gancho. A ese no le vacilas, aunque también tiene un punto de sobrado a veces que puede acabar cansando si lo explota mucho.

Respecto a la parte musical, debo decir que a mi hay canciones de Micah que me aburren directamente (no me sé todas sus letras) pero las que me emocionan me ponen al borde de la lágrima. Aparte, hubo un par de momentos que le pegó caña de la buena de ésta que te botan hasta las pelotas, pero eché de menos un poco más de movimiento. A veces, cuando se animaba la cosa, volvía con un tema tranquilito, y a veces no le salía la jugada, pero bueno. Para acabar, un Patience memorable, interminable. Eché de menos algunas cuerdas y, el tipo que le acompaña, me cayó muy bien, no quiso nada de protagonismo. En cambio Micah no tenía problema y se gustó bastante.

Cuando terminó el concierto nos quedamos un rato en la sala a ver si veía a la ex-fumadora, que sabía que iba a ir, y como no la vi nos fuimos para casa al ratito, no tomamos nada. Luego me mandó un mensaje para preguntarme dónde me había metido, y yo la pregunté que dónde se había metido ella.

PD: Mierda, me he metido en el blog de Would, y ya ha subido la crónica

viernes, enero 19, 2007

Dwalks basmatizador

Por diversas circunstancias, últimamente me estoy reencontrando con muchos de mis pasados. En las dos últimas semanas he visto a mi primera novia (llevaba siete u ocho años sin verla, desde que lo dejamos), y a dos ex-historias más recientes (más ligeritas pero también con su miga) que no fructificaron, más que nada por mi culpa, qué le vamos a hacer, demasiado pegadas a mi última relación larga como para dejarme llevar.

Si estos reencuentros me llaman la atención es porque nunca he mantenido relación de amistad con mis parejas tras las rupturas, y siempre he tenido la suerte de que esta forma de entender las cosas ha sido compartida por el otro lado. Tampoco se ha dado el caso de que mis parejas hayan surgido de amigos comunes, así que ha sido relativamente sencillo con un poco de disciplina tras decidir tomar caminos diferentes. Creo que es lo mejor y, salvo en casos excepcionales, me cuesta entender que la gente intente reconvertir a alguien con quien ha tenido una relación sentimental en un simple amigo. Repito, salvo casos excepcionales, que las cosas tampoco son blancas o negras.¿Por qué? Yo qué sé, yo lo prefiero,lo veo más sano. Ahora saldrá la que diga que es superamiga de sus ex-novios, que son los padrinos de sus hijos, y que llevan el nombre de cada uno de ellos, o el que ayer estuvo en el cine con su primera novia porque su actual pareja estaba mala en la cama y lo decidieron así, y que fenomenal. Perfecto, yo hablo por mi.

No sé muy bien cómo justificarlo, pero me gusta pensar en que si empiezo una nueva relación no va a haber elementos extraños interfiriendo, o pasados demasiado presentes, así que para poder pedir eso, empiezo yo ofreciendo exactamente lo mismo. Luego hay que ver las cosas y tener sentido común, vale, no quiero comerme mis palabras algún día, pero a priori mi punto de partida ideal para una relacion no incluye a los ex por ahí enmedio. Esto contado parece que me supone más de lo que es, y joer, no es más que cuando una cosa en la que hay sentimientos de por medio no funciona, pues buena suerte y que seas muy feliz, pero cada uno por su lado. Y es chungo al principio, pero a la larga creo que es mejor... cuando me he encontrado con estas personas, se respira muy buen rollo y un cariño que yo interpreto como sincero, como de haberlo hecho bien.

Pero a lo que voy es a que me estoy dando cuenta de que, por encima de estos razonamientos tan peregrinos, cuando lo dejo con alguna chica (o lo dejamos, o me dejan) inmediatamente se les soluciona la vida. (NOTA: los rolletes de una noche, y las relaciones anteriores a mi primera novia, no cuentan para esto, básicamente porque no dispongo de información posterior). Ahí va mi experiencia :

- Mi primera novia larga. Al poco tiempo de acabar nuestra relación, se puso a salir con un chico al que se supone que conozco de la universidad, pero no consigo ponerle cara ni ubicarle, qué rabia me dan estas cosas y mira que me he esforzado en buscarle por mi memoria, pero nada, y claro, tampoco es plan de ponerse a preguntar porque luego dicen que estás obsesionado y esas cosas... Me la encontré el otro día, como he dicho al principio, y resulta que se casó hace poco con él y le va fenomenal todo. Mientras hablábamos, se me hizo raro pensar que habiamos estado tanto tiempo saliendo, pero por otro lado, estaba tal y como la recordaba y hablamos muy tranquilos, incluso de lo nuestro en algunas ocasiones. Una sensación algo extraña, pero no desagradable ni nada. Fue un poco como si la hubiese visto el día anterior...

- Las dos chicas que también he comentado que me he encontrado hace poco, con pocos días de diferencia, pues lo mismo, las dos encontraron a su media naranja tras lo mío, y una vive con él y la otra, está en ello. Y las dos encontraron a sus parejas actuales justo tras dejarlo conmigo, qué cosas.

- A quien no me he vuelto a encontrar, ni he vuelto a hablar con ella, es a la que realmente considero la relación más importante que he tenido, Ant, y de la que ya he hablado aquí en varias ocasiones, porque fueron muchos años y porque viví y aprendí tantas cosas, que es imposible que no salga a relucir de vez en cuando al hablar de mi vida, pero por lo que sé creo que también le ha ido estupendamente en su vida personal y que ya ha encarrilado algo serio, así que supongo que si me la encuentro algún día me dirá que todo guay. El caso es que también le están funcionando las cosas.

En conclusión, que me he dado cuenta de que soy una especie de talismán a medio-largo plazo, así que nada, chicas que queráis tener una relación estable, primero incluidme en vuestro historial sentimental, que el destino se encargará del resto.

¡Con Dwalks el arroz no se pasa!

martes, enero 16, 2007

Potatoes with Rockets

Este título tan estrambótico es la traducción que da Google a "patatas con voladores", el tema estrella en los comments del post de ayer. Lo he puesto porque últimamente soy muy fan del traductor de Google. Es una absurdez, pero Google da la posibilidad de traducir al inglés cualquier página escrita en español (os metéis en http://www.google.com/, buscáis lo que sea, y abrís la página que queráis con la opción "Traduzca esta página"). El resultado: traducciones literales de los textos, que hacen que lo que se lea sea difícilmente comprensible pero, eso sí, muy gracioso, sobre todo cuando el texto lo ha escrito uno mismo. Echad un vistazo a vuestros blogs con esta modalidad, o a vuestros comments en el link que he puesto, para haceros una idea. Lo del título, pues nada, que google traduce "voladores" dándole el significado de "cohetes", y por eso te sale "rockets" en la traducción, que cohetes se dice rockets en inglés y así en muchos países.

Hoy os voy a dar la receta de las patatas con voladores, que es una receta de mi casa de toda la vida, y una de mis comidas preferidas, está buenísima, mi madre la clava.

Antes de eso, os explico que el volador es como una especie de calamar pero más grande, que suele venderse fresco en los mercados dignos, pero no es obvio encontrarlo. Creo que también se pueden comprar congelados en "La Sirena", esa tienda de culto en la que se congela absolutamente todo y que me fascina porque tienen DE TODO, pero en mi casa la comida es asunto de estado y siempre los comemos frescos. Para hacer a la plancha, el volador no es tan agradable como el calamar o la sepia porque es algo más duro, pero para los guisos va fetén porque no se queda blandengue, que da un poco de grima cuando te pasas del punto con los calamares. También es algo más barato y es fino de sabor y textura.

Lo malo que tiene el volador es que, al menos en Asturias, de donde es mi familia, se le le denomina como "potarro"(*), y aunque no es exactamente "potorro", pues no puedo evitar que me dé un escalofrío por el cuello cuando oigo a mi abuela preguntarnos que "si nos apetece comer potarro", o escucharla hablar de potarros con sus amigas mientras meriendan. Salvo eso, por mi parte todo guay en lo que se refiere al tema potarro.

Potatoes with rockets, por los Walks (a.k.a. con voladores, a.k.a. con potarros)

Para cuatro personas a las que les guste mover bien el bigote, se necesita:

- Una olla super rápida o una normal.
- 1 kilo de voladores o potarros.
- Cinco patatas medianas.
- Media cebolla, un pimiento verde, un par de tomates pelados y sin pipas (trocear todo).
- Una cucharadita de pimentón dulce.
- Un chorrete de vino blanco.
- Ajo, perejil y cominos si te gustan, a nosotros sí.
- Unas gambitas peladas.
- Aceite, agua, sal, cuchara de palo.

Receta


1) Si sois un poco espabilados, conseguiréis que el pescadero os limpie los potarros. Si sois más bien sosainas, no le diréis nada por puro corte y os llevaréis los potarros sucios a casa y tendréis que limpiarlo vosotros mismos. Esto es, sacarle las tripas (abriendo por la mitad y metiendo el dedo, lavando bien todo) y quitarle la pluma (como le gustaría hacer al padre de alguno de mis lectores con sus hijos). La pluma es una especie de cartílago que tienen esto bichos que está muy duro y es desagradable para comer si no se quita, porque incordia y hay que anda sacándoselo de la boca en medio de la comida haciendo ruidos desagradables, pero no sabe a nada. Es como lo de los chipirones.

Una vez abiertos y limpios, estiráis los potarros en una tabla y los cortáis en tiras o cuadraditos. Se recomienda hacer los trozos grandes porque luego encogen bastante, es un timo de bicho.

Luego os laváis bien las manos, los cubiertos y tablas que hayáis usado, que si no luego os huelen las manos como si hubieseis hecho el guarro con alguien en los bajos de Aurrerá.

2) En la misma olla donde se hará todo, se sofríe la cebolla, el pimiento verde y tomate (echar el tomate lo último) hasta que casi tenga pinta de sofrito (todo hecho sin estar churruscado ni crujiente, con el agua que suelta el tomate bastante reducida y con buena pinta, coño). No pongáis el fuego muy fuerte para el sofrito, que si no se os arrebata todo aquello y se os quema. Fuego medio ¿eh?. Podéis echar un poco de sal, pero yo esperaría al final porque el volador suelta agua salada y al final se nota mas de lo que parece. Si, efectivamente, os habéis lavado las manos, mientras se está haciendo el sofrito y tal, podéis aprovechar para abriros una cerveza y para tocarle un poco el culo a vuestra pareja si la tenéis a mano, y daros unos besos, que hay tiempo. Ante todo, se cocina con cariño. Yo me pongo música porque no me queda otra, pero con la cocina Dwalks, el softcore está permitido. El hardcore no, que estamos cocinando y la liamos.

3) Cuando el sofrito esté casi, echáis los voladores hasta que se hagan un poco, o sea, no los tengáis hasta que estén de duros como el beicon de la crispi burguer, simplemente que se haga un poco un poco y pierda ese color y textura tan propios de las criaturas del las profundidades del mar. No sé explicarlo mejor, pero se entiende. Esto es para que los voladores cojan el sabor del sofrito, pero no se tienen que cocinar demasiado a fuerza de tenerlos ahí.

4) Cuando ya esté el sofrito con el potarro hecho, como os he dicho, retiráis la sartén del fuego (es importante) y echáis el pimentón y el chorrete de vino blanco y lo revolvéis un poco todo para que se mezcle y no se hagan pegotes de pimentón, que no molan. Insisto, echar el pimentón con el fuego quitado, que se quema muy fácil y luego sabe la comida a rancio y parece que la culpa ha sido mía.

5) Se cubre todo con agua. Esto depende de cómo os guste la salsa (tremenda) de trabadita. Si os gusta ligera, echáis el doble del producto que haya en la olla. Si os gusta un poco más espeso, cubrís un poquito más de lo que haya en la olla y fenomenal. Id preparando pan para barquitos en este caso.

6) Antes de poner el tema al fuego, se espachurran en un mortero (majar, se dice) un diente de ajo (dos, si son de los canijos o los que venden los gitanos del rastro), perejil (no cortéis, si no os gusta encontrarlo por ahí, luego se quita y punto, pero da un sabor acojonante) y los cominos en polvo (si os gustan, dos o tres sacudidas de bote, esto es mas personal pero le va de vicio a esta comida. Si sois milindres con las especias, pasad del comino). Se le echa todo esto al sofrito con los potarros y el agua. Os recuerdo que TODO se ha hecho directamente en la olla, no hace falta empezar con una sartén ni nada, es guay esta receta.

7) Se tapa la olla (yo lo hago con la super rápida) y se pone seis minutos desde que hace fssss, creo. Vamos, son seis minutos de olla rápida, ahora no sé desde cuando se empieza a contar, la verdad.... Si tenéis una olla normal, o una perola, se deja hirviendo hasta que las patatas estén ricas, esto es, que ni suenen como manzanas cuando la muerdas, ni que se te desintegren como un polvorón al metértelas en la boca. Sentido común y estar pendiente. En el caso perola, fuego bajo desde que empieza a cocer el asunto.

8) Si os apetecen las gambas, abrís la olla rápido cuando esté todo recién hecho, las echáis y, con el propio calor del momento, se hacen solas. Las gambas son majísimas.


Es todo, misterio resuelto. Si alguien lo hace algún día, que me comente a ver qué tal. Si hay dudas, en los comments las vamos resolviendo. Igual me he colado en algo, porque nunca la he hecho entera yo sólo, pero más o menos va así y la cocina no son matemáticas, o sea, que tampoco hace falta ir al milímetro.

¡Que os comáis unos buenos potarros!

(*) Os ejo la prueba de que al volador se le llama potarro en Asturias. Se trata de una página escrita en bable, en la que uno cuenta una anécdota. Yo creo que poniendo un poco de buena voluntad, se medio entiende, en fin, para el que tenga curiosidad. ¿Os podéis creer que yo medio sé hablar así si me pongo?

lunes, enero 15, 2007

Finde review: iba a ponerme un poquito a plan

El viernes fui por la noche con CF a buscar a Agr al aeropuerto, que venía de un viaje de trabajo en Viena de esos de no hacer nada, qué fan somos todos de dejarse ver por Europa en estos saraos que se montan las compañías, así para unificar criterios y hemanar a los empleados. Llegó igual que se fue pero más gordo, porque lo único que hizo allí fue comer y comer. Lo dijo hasta él. Se supone que CF y yo habíamos decidido no salir e íbamos a convencer a Agr para cenar algo y a casa prontito, poniendo cara de aburridos, poca actitud y esas cosas que se hacen para minar la moral, pero Agr pasó de nuestras cara y nos dijo que se salía y punto. Así se llega de Viena y lo demás son tonterías.

Esta es la segunda vez en la misma semana que hay que moverse para ir a buscar a uno de nosotros al aeropuerto, el lunes pasado me vinieron a buscar a mi CF y Agr, y el viernes fuimos CF y yo a por AGr. Nos hemos inventado una regla que es que el que llega de traje debe ser recibido con todos los honores y va de copiloto y se le hace la pelota, por ser el más importante y reina por un día también. El que conduce también va delante (a ver) y al tercero se le humilla y se se le manda directamente al asiento de los niños sin posibilidad de réplica ni casi conversación con los de delante, y encima paga el peaje. El lunes llegué yo de traje y todo fenomenal, pero el viernes fuimos en el coche de CF y tuve que ser humillado, que no estuve tan mal porque iba mirando las luces por la ventana como las abuelas.

Como los tres teníamos hambre de chino, nos fuimos a uno de la calle Orense que no esta mal, y nos pusimos finos. Después salimos y el plan fue tan estándar que me lo ahorro, pero a las cinco a casa.

El sábado subí a comer cocido a casa de mi abuela porque me hizo el día anterior el chantaje emocional del año (lo puedo decir ya tranquilamente, no creo que nadie pueda superarlo). La cosa va así, estoy sólo en mi casa por la tarde el viernes (mis padres no estaban y mi hermano curraba) y suena el teléfono:

- ¿Sí?
- ¡Hola hijo! ¿Qué haces mañana para comer?
- Ah... abuelita... hola... creo que he quedado mañana para ir por ahí a comer...
- ....
- ¿Abuelita...?
- Ya, es que había comprado todo para un cocido y tengo los garbanzos en remojo.
- ...ay, pues no, no creo que pueda, que pena... ¿quién más sube a tu casa?
- Pues tu prima me ha dicho que no puede y Jwalks trabaja mañana, ¿no? pobrecito, cuánto trabaja.
- Ya, trabaja mucho. ¿No sube nadie más entonces?
- Pues no, no viene nadie más, ¡estamos tú y yo!
- ...
- ¿Entonces qué? ¿Subes?
- No puedo abuelita, he quedado...
- Ah... pues nada, no sé que haré ahora... bueno... lo haré y lo guardaré para comérmelo yo por la semana.
- ¿Pero coño abuelita, toda la semana a cocido vas a estar?
- No importa, está muy bueno, ya me apañaré...
- Bueno... que pena de cocido ¿eh?
- Sí... con repollo y un tocino muy bueno que había comprado y todo
- Jo que pena perdérmelo, bueno, pues nada, muchas gracias, pues un besito
- Un besito, hijo...
- Pero que ya subiré otro día ¿vale?
- Vale hijo, cuando quieras ya sabes... adiós
- Un beso!


Y colgamos. Obviamente, a los cinco minutos los remordimientos de conciencia ya me habían invadido y ya le estaba llamando para decirle que sí que subía y que se había cancelado mi otro plan. En realidad lo que me apetecía era irme de rebajas y tampoco había quedado oficialmente con nadie, pero, tch, era mi sábado y me lo jodió un poco, me apetecía muchísimo estar en casa a mi aire.... pero bueno. De todos modos, tengo que darle un toque a mi abuela para que no me haga más esto, que últimamente está muy retorcida y siempre se sale con la suya, y tampoco. Eso sí, el cocido de escándalo y yo salí de esa casa como una bola y con hipos por la tónica que me tuve que beber para bajar eso, qué bestia es mi abuela, en serio.

Por la tarde quedé con Kurt y fuimos al centro, él se compró unos cardigans y yo unos cascos Sony para mi iPod,,
que hoy me he dado cuenta de que me lo han desgraciado estéticamente. No le di mucha importancia al principio e, incluso, reivindiqué mi decisión pero veo mi iPod ahora y no me gusta... No sé por qué lo hice y ya sé que se los acabaré cambiando por unos originales. Esto me pasa por cutre, es como cuando ves follando un perro de raza con un chucho, que hay un punto raro ahí que no va, pues lo mismo (os pongo una foto que he puesto, he quitado y he vuelto a poner por la vergüenza que me daba)






Luego quedé con Agr y Cf para quedar con tres amigas nuevas de Agr (bueno, dos amigas de una amiga suya que no conocíamos), y no salió muy bien el plan, independientemente de que hubiera ligoteo o no, que no hubo. Nosotros bastante majetes (yo detecto cuándo estamos en modo-majete y cuándo en modo-salido, creedme) y dando palique en plan muy bien, sin pasarnos ni quedarnos cortos ni nada, y ellas bien y tal cuando nosotros sacábamos temas y tal, pero luego pasando de nosotros y poniéndose a hablar entre ellas en cuanto no sosteníamos nosotros la conversación. Odio eso, cómo lo odio, daban ganas de decirles que ya no tenemos quince años, que nuestro plan era el mismo que el suyo y no había otro, que hay que hacer algo activo por todas las partes para que la noche salga medio bien. Ya no es por ligar, insisto, en serio, pero es que hay gente que da pereza. Bueno, el caso es que me alegré de irme a casa cuando más o menos se hizo una hora aceptable. No era que fueran bordes o que pasaran de nosotros, era inmadurez, no puedo con eso, con la inmadurez en gente de una edad... puedo con la gente tímida, que no habla mucho pero se esfuerce por ser maja, con la gente excéntrica, con la gente borde pero coherente con su borde lifestyle, con los serios, vamos, con cualquiera que en su medida esté a la altura ... pero con la tontería y el pedorrismo, no (y con los pesaos y con los graciosillos sin gracia tampoco, pero eso ya es otra cosa que no viene al caso).

El domingo me levanté tarde, comí un picadillo que había traído mi padre de Asturias, que casi se me explota la boca de lo que picaba, qué sudores todos por favor, y luego unas patatas con voladores que estaban de tripitir, como efectivamente hice.

Por la tarde estuve haciendo unas cosas en el ordenador (no, no me anduve tocando) y luego quedé a eso de las nueve con Agr y con Elza para tomar unas cañas y hacer que el domingo no fuera tan domingo. Creo que lo conseguimos.

viernes, enero 12, 2007

He perdido mi móvil

Acabo de terminar de ver la quinta temporada de "Curb your enthusiasm" de Larry David, con diferencia la entrega más floja de toda la serie, pero aún así, mejor que la mayoría de las cosas que circulan por ahí. He llegado a la conclusión de que se le ha agotado el personaje, pero no deja de ser curioso que haya conseguido llevar tan lejos un producto basado en el refrán "arrieritos somos y en el camino nos encontraremos". Vedla si podéis. He visto el último capítulo tirado en el sofá bueno de casa, con mi hermano dormido en el otro sofá. Pobre, trabaja tanto que llega reventado a las tantas y no aguanta ni un par de capítulos de Larry. Esta semana estamos solos y yo le dejo algo de cena preparada, pero me da un poco de pena porque es su primer trabajo y llevo mucho tiempo sin verle llegar antes de las once a casa... como funden a los chavales estas consultoras de renombre.

Hoy he perdido el móvil. Cuando me iba a ir de la oficina lo he buscado y no lo encontraba en ningún bolsillo. Tras revolver toda la mesa minuciosamente, he decidido llamarme desde el teléfono fijo, que es lo que suelo hacer en estos casos con la certeza de que acabará sonando debajo de algún expediente técnico o por el suelo, que también me ha pasado alguna vez. Pero nada, he dejado el teléfono llamando y me he dedicado a revolverlo todo otra vez y a poner la oreja por todos los cajones de mi mesa, en la papelera y hasta en el armario que tengo detrás y que seguro que no había abierto en todo el día, pero dada mi creciente angustia, todo valía en ese momento. De repente, se me ha encendido la bombilla y me he ido a la mesa de Would:

- Would.... venga, dame el movil que me tengo que ir
- ¿Que móvil? Déjame en paz, estoy terminando unas cartas en inglés.
- Dame el móvil... y esa frase que estás poniendo en tu carta es demasiado larga, vas a liar a los guiris que la lean.
- Que no lo tengo yo... y la frase está de puta madre, déjame currar por favor.
- ¿En serio no lo tienes? ¿No me lo has quitado por hacer la gracia?
- Que ya te he dicho que no lo tengo yo... pero no jodas ¿dónde está?
- No lo sé, por eso lo he perdido. Vamos al Fressco cuando termines, que se me habrá caído allí a la hora de comer. De todos modos, llámame tú y lo busco un poco más.
- Vale

Would me ha estado llamando al móvil y yo he recorrido toda la oficina esperando percibir algún atisbo de vibración por algún lado, pero tampoco. Nos hemos puesto los abrigos y nos hemos ido al Fressco. Estaba vacío de gente. Le hemos preguntado a la camarera que si habían encontrado algún móvil perdido y ella ha dicho que no. Le hemos insistido y presionado, y ella ha vuelto a decir que no. Would, ha inspeccionado por un lado y yo me he ido a la mesa en la que habíamos comido, pero nada. Nos hemos despedido de la camarera, que ha sido muy maja, y nos hemos ido a casa.

Durante el trayecto en metro, Would me ha estado consolando, porque menuda faena, no tengo guardada mi agenda en ningún sitio (bravo) y encima tengo contrato y ya pensaba que estaban haciendo llamadas sin parar a algún país transoceánico con saldo infinito a su disposición, o sea, mi cuenta corriente directamente. Would, también me ha contado la historia de una amiga suya que perdió el móvil y, tras mucho insistir llamando y llamando a su número, un día le cogieron la llamada y le espetaron "que sí coño, que te hemos robado el móvil, deja de ser tan pesada". Gracias Would, justo lo que necesitaba para pensar en positivo.

Cuando estábamos llegando ya a mi parada, Would me ha sonreído con cara de malo, se ha llevado la mano al bolsillo del abrigo y me ha dicho "aaanda, toma tu móvil". Cuando las lágrimas de emoción afloraban por mis ojos, paso previo a sacarle los ojos por la broma, me ha dicho que no, que era una broma que se le había ocurrido y que no tenía mi móvil ni nada. Entre reventarle la cabeza a hostias por gracioso y bajarme del vagón, he optado por la segunda opción y me he despedido de él.

He llegado a casa totalmente resignado pero igualmente me he detenido un segundo en la puerta de mi habitación, antes de encender la luz. Mi última y remota esperanza residía en que me lo hubiera dejado en casa por la mañana, aunque lo veía improbable, recordaba perfectamente haber usado el móvil alguna vez a lo largo del día, pero no estaba cien por cien seguro. He encendido la luz y he inspeccionado mi habitación con la mirada, sin llegar a entrar. Encima de mi mesa: nada. Encima de mi cama: nada. En el suelo tirado: nada. En la estantería: bingo. Ahí estaba mi móvil todo pancho. He cerrado el puño en alto de la emoción y lo he tomado entre mis manos cómo si fuera un iPhone recién adquirido. Lo he mirado, lo he apretado en mi mano, he resoplado y me he reído en voz alta. Cuando se me ha pasado la emoción y el mal rato, he pensado que tampoco estaba tan mal ser capaz de pasarme tanto tiempo sin acordarme del móvil, hasta el punto de llegar a la situación que había vivido. Lo cierto es que no lo había usado en todo el día y ni me había dado cuenta. Me he sentido hasta un poco orgulloso de estar tan poco enganchado, pero definitivamente, no me ha compensado el disgusto.

Luego me ha llamado Would para ver si lo había encontrado y, como me ha llamado al móvil y se lo he cogido, pues ya no tenía emoción la cosa, pero también se ha alegrado.




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jueves, enero 11, 2007

Franquicias y conciertos

Vaya semana, se me está resistiendo esto, entre ayer que no andaba yo muy fino y hoy, que en cuanto iba a ponerme a escribir, se me ha aparecido Ann O'adada y hemos acabado hablando un buen rato de cosas serias, profesionales y de amor (!) , parece que no consigo arrancar.

Hoy he ido a la oficina tras cogerme el lunes y el martes como mis dós últimos días de vacaciones de 2006, que nunca me había cogido unos días fuera de las fechas típicas y me apetecía (y me sobraban dos días, para qué nos vamos a engañar). Currar hoy se me ha hecho un mundo porque yo notaba que la gente ya tenía ritmillo y yo lo único que tenía era un montón de papeles, mensajes en el contestador y e-mails esperando para darme una cálida bienvenida, que casi ha durado hasta la hora de la salida. Como no estaba Would, me he ido a comer solo porque no me veía yo para aguantar a nadie, y encima hacía mal día para ir a dar una vuelta. Además, el día anterior había estado de compras y ya me había gastado una suma de dinero que aún no me he atrevido a poner toda junta delante de mis ojos, así que mejor que de recompras, me he ido a comer en soledad como un friki sin amigos con problemas mentales severos, que me parece muy el plan cuando puedo hacerlo porque me apetece.

Me he ido derecho al FressCo, que definitivamente ha sido mi franquicia favorita de menos de diez euros en 2006, y es que los números están ahí, he debido ir como cuarenta veces este año. A mucha gente le aburre, pero a mi me encanta y no caigo en el error de ponerme (muy) gocho cada vez que voy, así que puedo decir con la boca bien abierta que comprendo y domino el Fressco, y que lo manejo a mi antojo. Como experto, os daré mi receta de lo que considero la ensalada perfecta últimamente. Para los nuevos en este tema, decir que el Fressco es un franquicia que consiste en un buffet de ingredientes frescos para ensalada, y luego pasta caliente, salsas, sopas/cremas, pizzas y un segundo plato que va variando cada día. Luego tiene postres y café, pero son una estafa, muchos días ni los pruebo, me echo en un bol piña que tienen como ingrediente para ensalada y a correr (aunque últimamente sabe un poco a medicina y a veces ya ni eso)


Ensalada FressCo by Dwalks para plato llano estándar, un comensal


Siguiendo las agujas del reloj...


- Un montoncito de zanahoria rallada
- Un montoncito de pimiento verde y rojo
- Un montoncito de ensalada de col sin aliñar
- Un montoncito de maíz
- Un montoncito de huevo duro picado
- Un montoncito de lentejas frescas, con topping de arroz blanco y pipas de girasol peladas
- Un montoncito de lacitos al pesto
- Diez tomatitos cherry (y su fabuloso efecto explosión en la boca) en el centro

Aliño el maíz y el huevo con un poco de salsa rosa (poca) y el resto (menos los lacitos, que ya vienen con el pesto), con vinagre de módena y aceite. No mezclo las cosas, me las voy comiendo por separado. Suelo comerme un par de tomatitos antes de pagar, mientras estoy en la fila.

Luego cojo más cosas de los platos clientes, ya según me dé, y el hambre y la fuerza de voluntad que tenga ese día, pero la ensalada que más me ha gustado este año, tras múltiples combinaciones (y fracasos), sería algo así. Ademas queda preciosa. El tamaño ya depende de cada uno, yo me modero y me queda un tamaño decente, pero tras adquirir mucha técnica y cometer muchas barbaridades.

Este dato, me lleva irrevocablemente a hacer un top 5 de franquicias de menos de diez euros que más me han gustado en 2006:

5. Burger King: Teniendo en cuenta que este año sacrifiqué un polvo por ir a comerme un Whopper, qué menos que meterlo en el quinto puesto. Además, cuando tengo resaca, tengo hambre de menú Whopper. No me juzguéis, sólo trato de ser sincero: el Whopper se me hace irresistible en determinados momentos de mi vida.

4. Viena Capellanes. Los camareros del que voy yo son unos bordes y los pasaría por una minipímer si nadie se enterara, pero el sandwich de tomate con anchoas me haría vender mi alma al diablo, y los nuevos sandwiches Gourmet me han gustado mucho.De todos modos, está en decadencia y es probable que el año que viene suba al top el Rodilla, el sandwich de rucola con queso e higos está ganando muchos enteros.

3. Subway. Siempre me había dado repelús este sitio porque pensaba que sólo había bocadillos de pan bimbo con fiambre de pavo y pasaba de ir directamente. Este año empecé a probar alguna vez y ha ganado muchos puntos, quizás por la novedad que ha supuesto para mi lo de sus bocadillos calientes. El bocata de pan al queso y orégano (tostado en el momento), con pechuga de pollo a la parrilla, pepinillos, tomate, lechuga y dos chorretones de salsa de cebolla dulce, me ha hecho salivar algún día antes del mediodía. Además, estoy muy a favor del sistema de llenado de la cocacola, que te la pones tú mismo (o sea, toda la que quieras aunque pone un cartel que no se puede hacer más de un llenado). Lo de las patatas de bolsa que dan con el menú es muy cutre, pero el bocadillo es gigante y lo compensa.

2. Starbucks. Sé que es de tontos pagar esos precios por un café y un bollo, pero me encanta el capuchino mediano para ir de paseo en invierno, y los frapuchinos en verano. Definitivamente las meriendas son más meriendas con productos Starbucks. Sin entrar en si el café es bueno o no, y siendo honesto, ahí lo dejo como mi top 2, ante todo, coherencia. Eso sí, tengo que reducir mi consumo en 2007, este año se me ha ido un poco de las manos.

1. Fressco. Como ya he dicho antes, este ha sido el año del Fressco, aunque estoy llegando a mi límite. Ya veremos que pasa de ahora en adelante.


Cuando he salido del trabajo, me he ido con Would a comprar las entradas para el concierto de Sarassas Music. Independientemente de que te guste su último disco o no (este verano ha sido el disco de mis vacaciones, todas las coñas que tuvimos mis amigos y yo en agosto vinieron de ahí), considero que hay que ver a McNamara al menos una vez en la vida si se tiene la oportunidad. Además. es obvio que ya está bastante mal de salud y no creo que queden muchas oportunidades. No sé, quizás sea decir mucho, pero probablemente sea a mi entender uno de los tíos más inteligentes (en ese mundillo en el que se mueve) y graciosos que ha dado este país. Para quien no tenga ni idea de quién es este tipo, o sólo le conozca de ser "el que salía cantando con Almodovar cuando las primeras películas" creo que nunca es tarde para escuchar el "Rockstation". El "Mariclones", sin estar al mismo nivel, también tiene grandísimos momentos de ironía y desparrame mental en general, y yo me meo. Ahora, que nadie lo ponga con su abuela o algún alto rango de la benemérita delante, quedáis avisados.


Como ayer también me compré la entrada para ir a ver a Micah P. Hinson, os doy las buenas noches con esta foto que le he sacado a mis entradas para el mes de Enero.



martes, enero 09, 2007

La verdad es que llevo un rato delante del teclado y no me encuentro con mucha gracia para andar escribiendo. Están siendo unos días muy tristes y difíciles para una de las personas más importantes en mi vida y esta noche no me sale ponerme en modo blog y contar cosas triviales en el mismo texto. Quería mencionarlo de algún modo, pero tampoco tiene sentido irme al otro lado y ponerme en plan profundo, así que creo que así está bien y, simplemente, lo dejamos para otro día.

jueves, enero 04, 2007

Reyestréss

Hoy me he despertado y me ha costado un mundo irme a por los regalos de reyes. La verdad es que este año me parecía superinjusto que yo tuviera que regalar en casa después del despanoje que me han supuesto los viajes de Estados Unidos y China, que he tratado a los miembros de mi familia como a prostitutas de lujo, colmándolos de presentes y detalles, pero al final anoche me entraron los remordimientos por el estómago y esta mañana he madrugado y me he ido para el centro. Lo que tenía muy claro es que tenía que ir hoy porque yo he solido ser muy de último día otros años y al final regalas sin ningún tipo de cariño ni emotividad, quitándote los regalos de en medio como pruebas de gymcana, con las consecuentes caras de pez de los que abren tus regalos, aunque debo reconocer que no soy malo regalando, incluso en circunstancias extremas. Así que he decidido tomármelo con calma, cariño, y sin me faltaba alguno al final del día, pues todavía tenía mañana para remediarlo con un mínimo de dignidad. Afortunadamente, no ha sido necesario, aunque he acabado hasta las pelotas.

Todo el mundo dice que comprar los reyes es un rollo, una pereza y que acabas de los nervios. Sí, todo el mundo lo comenta con amargura, pero he llegado a la conclusión de que la gente es muy vacía y no especifica nada aparte de decir cuánta gente había en las tiendas, que qué rollo todo y que qué pereza de ciudad. Yo he decidido hacer un estudio algo más profundo para identificar los factores que hacen que un día de comprar regalos de reyes in extremis en Madrid sea peor que echarte un aliño de ensalada en los ojos. Ahí va:

La gente. Vale, empezamos por el clásico más obvio y así nos lo quitamos de en medio. La cosa es que como tú no estás sólo en tu ciudad y te encanta tener las mismas fiestas que todo el mundo, resulta que cuando tú tienes tiempo libre, o compromisos tipo Reyes, pues el pato lo pago yo, porque cuando yo puedo ir a por mis regalos de Reyes, allí estáis todos vosotros llenando las tiendas, haciendo colas interminables en las cajas, llenando las calles haciendo imposible el tránsito y, en definitiva, dotando a las calles del centro de ese sentimiento compartido tan entrañable que viene a ser "quiero que muráis todos ahora mismo y que alguien retire vuestros cuerpos para que pueda pasar al Juteco a comprarle de una puta vez la colonia a mi abuela". Reseñar que antes de salir a por los regalos esta mañana, me había prometido no volverle a comprar una colonia a mi abuela, pero conforme ha ido pasando el día, me he ido auto convenciendo de que su cara de alegría iba a ser la misma que si le hacía el Taj Mahal con mis propias manos cual Michael Scofield, y he acabado siendo un nieto ruin y despreciable, lo que sumado a la pashmina que le compré en un mercadillo de falsificaciones de China por 0,5 euros, asegurándole que era artesanía pura, me deja con pocas opciones de reunirme en el cielo con ella en otra vida. Eso sí, a las siete yo ya estaba en casa y la otra opción comenzaba a ser una figurita para el salón o una jarra bonita para la leche. ¿Qué se le regala a una abuela? En 80 años ha acumulado de todo... que conste que la colonia es buena y sé que le gusta.

Movidas de pareja. Todos estamos nerviosos, tensos, todos vamos agotando nuestras reservas de paciencia, pero si hay un colectivo que se lleva la palma en el mal rollo acumulado son las parejas que van a comprar los reyes juntos. Matrimonios de jubilados, recién casados, parejas de novios, rolletes richar-paqui, parejas gais, parejas lesbianas... todos tienen una cara de mala hostia que se transmite a varios metros y te afecta, te a-feEeec-ta. ¿Por qué? Porque la impotencia te hace necesitar que alguien pague por todo, y ¿qué mejor que culpar a tu media naranja de tu encabronamiento con el mundo? La malo es cuando te tocan delante en una cola, que te dan el rato a base de miradas, hachazos y puyazos, mutuos y/o contra la familia del otro (generalmente contra los que faltan por comprar regalo). Hacedme caso e id solos a comprar los reyes, que en un momento dado de desesperación, tomas tus propias decisiones, te tomas tu cafetín, descansas a tu gusto y, siempre tienes el móvil para las dudas.

El tiempo. Es un intangible, pero también mina la moral. Tardar diez minutos en hacerte una calle que normalmente te lleva dos, echar cuarto de hora en pagar algo o en esperar a que aparezca un dependiente para que te diga que no les queda lo que habías visto en el escaparate, hace que tardes cuatro horas en terminar lo que en tu casa habías estimado en una y media. Encima es acumulativo, y el siguiente regalo paga las consecuencias de lo que te ha costado finiquitar el anterior, y claro te vas volviendo loco.

Actitud de los dependientes. Yo desde mi casa entiendo perfectamente que no es fácil currar una semana a ese ritmo, pero cuando estoy completamente saturado y harto, el ver que el personal de las tiendas ni te mira a los ojos cuando preguntas algo o te cobra, te contestan con desgana y te miran directamente mal cuando insistes en algo, me enciende un poco. Este sentimiento es directamente proporcional a las horas que llevo por encima de mi umbral de tolerancia para comprar regalos (una hora desde que salí de casa, normalmente)

Ropa sobada. Llegar a las tiendas de ropa y ver el aspecto que tiene todo, es el antídoto contra la ilusión de comprar regalos. Cosas mal dobladas, tocadas mil veces por otras personas, amontonamientos, cosas cambiadas de sitio... ¿Qué os voy a contar que no hayáis visto?

Pedos. Todos nos tiramos pedos pero tendemos a aguantárnoslos en locales cerrados. En todos los estudios estadísticos hay grupos de población que se salen de la norma. Pongamos que un 5% de la gente se tira pedos libremente en El H&M (por ejemplo). Esto quiere decir que si caben (por ejemplo) quinientas personas (por ejemplo), hay 25 personas no identificadas en el H&M tirándose pedos en todas las direcciones. Y así en todos los sitios con sus proporciones... Yo hoy me he fumado unos cinco pedos ajenos y creedme, no ha sido lo mejor del día.

Aromaterapia, temperaturaterapia, iluminoterapia y ruidoterapia. Olor a comida, a colonia, a maquillajes, a goma, a zapatos, a punto, a café, a moqueta, a tráfico, luz de neón, de alumbrado público, de bombillas, de halógenos, aire acondicionado, frío en la calle, calefacciones imposibles, calor de rejillas del metro, voces de megafonía, niños chillando, llorando, señoras preguntando, murmullo constante, pitos de coche, ruiditos electrónicos, de máquinas registradoras, alarmas que saltan... No commént (uh-uh-uh).


Por lo demás, he comprado cosas que sé que van a gustar, incluso a mi abuela, pero eso no quita para que me sienta un poco imbécil entrando en este circo que se ha ido totalmente de las manos. Afortunadamente, sólo regalo en casa y no somos muchos, así que no me he estresado tanto como puede parecer, pero entiendo perfectamente al que tiene más compromisos y no tiene escapatoria. De ahí mi estudio.


Por la mañana me he ido a las doce al centro, me he tomado un Starbucks, he quedado con Kurt, hemos paseado, hemos comentado productos y hemos criticado looks erróneos (siempre que sean pretenciosos, que es lo justo). En Callao nos hemos separado y él se ha ido a trabajar. Ha venido CF y hemos comido en un FressCo muy tranquilamente. Hemos comprado los pocos regalos que teníamos cada uno, y me he vuelto a casa.

miércoles, enero 03, 2007

dosmilsiete

Es la primera vez que tengo la sensación real de que un año que empieza puede ser un año importante. Quitando promesas que no voy a cumplir y cosas que debería mejorar para no morirme demasiado pronto (véase dejar de fumar y ser un poco más disciplinado haciendo deporte) se supone que este será el año en el que me independice, lo cual me hace tener erecciones múltiples simultaneadas con micropenismos en el mismo segundo. Supongo que para los que hayáis dado este paso hace tiempo será una nadería, pero para mi es algo que por diversos motivos se ha retrasado tanto que se ha convertido en una de esas cosas que se ha hecho demasiado grande. De todos modos, dependo de una promotora que me ha demostrado ser poco seria, así que me tomo la longitud de 2007 íntegra para confirmar mi emancipación, que es una palabra que no me gusta mucho me suena a zampabollos.

Por lo demás, acabé el año como me gusta, con mi gente sana y llevándose bien, y con los que no pudieron estar, tomándose las uvas con nosotros por la webcam, que tuvimos que poner dos ordenadores en el salón para que cupieran todos (mi tío el de USA, por un lado, y primoG por otro, que tampoco pudo venir). Mi abuela se tronó un poco con tanto ordenador y casi acabó hablándole al tronco del Brasil que tenemos en el salón porque no entendía cómo iba el tema de hablar a unos y a otros. En principio no iba a salir en Nochevieja (yo, no mi abuela), pero al final me lió CF con uno de sus planes surrealistas, de modo que acabé siendo invitado a una de las fiestas de más figureo de Madrid, en vaqueros y con la camisa que me había puesto por la mañana, rodeado de gente muy puesta (en todos los sentidos) y sin saber muy bien cómo había llegado hasta ahí. Eso sí, no pagué un duro, me tomé las copas que quise y me reí bastante. Al final unas porritas con CF en la churrería de mi barrio, que nos cayeron fenomenal.

2007 empezó estupendo. Comí el famoso (en mi casa) arroz caldoso con gambones de mi padre que lo hace siempre en año nuevo, con su puntín picante que resucita a un muerto, y luego me fui al cine con Kurt y CF, previo paso por Starbucks. "Babel" muy bien, pero Kurt se estresó mucho con la fila de atrás porque no paraban de hablar. Ya le dije yo "Kurt, tu estrés me genera estrés a mi porque me agobia más verte hecho un basilisco que los que hablan detrás", pero él venga a chistar, a reírse con sarcasmo para que le oyeran mientras meneaba la cabeza, y a hacer todas esas cosas que lleva haciendo toda la vida en el cine cuando alguien habla, o sea, siempre. Cuando se acabó la peli se fue corriendo detrás de los que más hablaban para echarles la bronca. CF y yo le esperamos a la salida y no sabemos muy bien qué les dijo, pero el caso es que vino más tranquilo.

2006 ha sido un buen año, aunque ha sido muy 2005, es decir, no ha cambiado nada realmente en mi vida. He salido con la misma gente, he viajado mucho, sigo sin novia, he tenido mis líos, estoy en el mismo curro... así que puedo definirlo como un año muy estable. No me disgusta, pero tampoco pretendo que todos sean así, puede que vaya siendo hora de algún cambio, no sé... De momento, y para no darle demasiadas vueltas a la cabeza, os dejo un video con momentos de este año pasado en plan remember, que hoy queda chulo pero seguro que dentro de un tiempo tiene más valor, a ver si consigo hacer uno todos los años. La verdad es que lo veo y me emociono un poco, muchos buenos recuerdos, pero como la vida está para tirar para delante me lo tomo como un último vistazo a 2006, porque es que me muero de ganas de saber qué me va a pasar este año, no quiero perderme ni un segundo. Espero que os guste y que os traiga buenos recuerdos a vosotros también, que de eso se trata. Seguiré por aquí.

Chao, 2006