miércoles, marzo 29, 2006

El meme de Uma

Bueno, ya sabéis que no suelo hacer memes, pero éste me lo ha pasado Uma, así que se hace y punto. Además, estoy un poco vago y me viene fetén:
Hace 10 años yo...

Estaba en mi segundo año de carrera, bastante agobiado porque el primero no me había ido muy bien, y a punto de ser obsequiado con otro hostión de suspensos que me iba a dejar vestido de torero. También estaba a punto de tener mi primera relación larga. No tenía un pavo y me hacía mucha gracia la frase "la vida del estudiante es la mejor". No tenía blog, pero sí me dibujaba a mi y a mis amigos y profesores en unos comics que se van revalorizando a medida que pasa el tiempo . A Kurt le tenía desaparecido, tras haber acabado COU juntos y llevar un año y pico haciendo carreras distintas. Chs vivía enfrente de casa y CF era un crío. A Agr y a Elza los conocía nada más que de vista y Would no existía, aunque tengo entendido que gastaba un peinado afro que ahora mataría por ver durante sólo un segundo. Todavía podía pegar a mi hermano.

Hace 5 años yo...

Estaba en mi último año de carrera y ya había acabado mi primera relación larga. De hecho, iba por la mitad de la segunda. Kurt había vuelto a mi vida, sobre todo telefónicamente, y Chs se fue de enfrente de casa a Vitoria. Agr era medio amigo y Elza amiga entera, ya conocía a CF, más que nada porque era el típico compañero que movía el pié tikitikitiki mientras atendía a las clases, y comía sandwiches a todas horas. Would seguía sin existir y mi hermano ya me había dejado claro que las collejas y los puñetazos en el brazo, a otro. Seguía sin blog, pero mis comics personalizados sobre mi vida, amigos y profesores, alcanzaron su apogeo y reconocimiento máximos.

1 año atrás yo...

Había vuelto de pasar la Semana Santa en casa de Agr comiendo torrijas y lo posteé, con foto remember y todo, así queos metéis si os interesa.

Ayer yo...

Fui al dentista a arreglarme una desdichada muela que llevo muchos años tuneando cada vez más. Y que temí perder en algunos momentos, sobre todo, cuando me fijaba en la cara de mi dentista que no auguraba nada prometedor. Al final tuve suerte y me la quedo una temporada más. Comí con Would y pensé en Elza, a la que decidí no llamar porque ya tenía suficientes problemas. Hoy lo he hecho para ver qué tal y no han sido buenas noticias. Qué injusta e ilógica es la vida a veces.

5 lugares especiales para mi

  • Asturias
  • Sanchidrián
  • Mi habitación
  • El Ochoymedio a veces
  • Cualquier ciudad en la que no haya estado.

5 alegrías para mi

  • Encontrarme panoja en un bolsillo
  • Releerme y no querer cambiar nada
  • Cuando vuelve Chs
  • Cualquier plan con mis amigos
  • Gustarme por lo que diga o haga ante una situación cualquiera, o por gustar a alguien que me guste (ay, qué mal y qué repollo éste)

5 juguetes favoritos

  • Mi iPod
  • Mi pito
  • Los Qwalks
  • Mi portátil
  • Mi bolas de juggling

No se lo paso a nadie.

lunes, marzo 27, 2006

L, D, S, V, J

Hoy he cambiado mi hora de la comida por una visita al dentista. El otro día mientras masticaba con ahinco una ternilla de una cacho de bacon que estaba más seco que el ojo de la inés, sonó "clac" y mandé a hacer puñetas un trozo de muela que tenía empastada, o un trozo de empaste, o yo qué sé.  El caso es que llevo unos días con un agujero en una muela que no hago otra cosa que meterme la lengua en plan hobbie y ya la tengo escocida, así que a ver si me lo solucinan ya, que me estoy obsesionando y tengo la punta de la lengua fatal en este mismo instante en el que procedo a sacarla del agujero de la muela, que no me doy ni cuenta. No me apetece nada ir al dentista hoy, aunque por la ayudante que tiene mi dentista me pondría aparato o dientes de oro rumano si me lo pidiera. Está tremenda y me coloca con mucha ternura el extractor de babas, me coge la nuca y me susurra que no lo muerda, y yo soy suyo directamente durante esos momentos. La verdad es que es de no creerse lo buena que está esta chica, he tenido mucha suerte, porque la ayudante del otro médico tiene una pinta de dominatrix chunga que al que le guste bien, pero yo me quedo como estoy.
 
Ayer estuve en La Latina y cada vez me da más pereza este sitio. Demasiado lleno, demasiado guarro todo, demasiada gente y demasiado caro. Lo hablaba con Agr, que apetece hacer otras cosas los domingos, porque al final es como todo lo que haces por rutina, siempre lo mismo. Ayer me agobió mucho la Latina, la verdad. además, estuve toda la tarde con un presentimiento de estos que te dan que estás convencido de que te vas a encontrar con quien no te apetece, así que no estuve nada relajado, aunque mis presentimientos nunca se cumplen, como así fue.
 
El sábado salí con un montón de gente y me lo pasé muy bien. Tapas y copas con amigos, y luego fuimos recolectando gente por diversos sitios hasta que acabamos todos en el último bar bastante animados. Nos echaron del bar a las seis y nos fuimos directos a por un bocata resucitador a la Meca de la Bagette, que al final fue pincho de una tortilla estructuralmente imposible, en mi caso. Después me fui a Majadahonda con Agr a dejar a uno que había venido de fuera, y si no le acompañaba nadie luego se tenía que volver sólo, con lo rollo que es eso, y entre twistles and flutes llegué de día a casa y con los pájaros cantando, que hacía mucho que no me pasaba.
 
El viernes no salí, pese a tener plan. Estaba muerto de la noche del jueves y de los madrugones y kilómetros que había hecho esa semana con lo de Bilbado y Panplona, así que decidí quedarme en casa sin ningún tipo de remordimiento ni comecome, gracias a los sabios consejos de una ex-fumadora (esperemos), que, como habíamos comentado durante la semana, si no apetece salir, pues no se sale. Y es verdad, porque el sábado me levanté nuevo y rendí muy bien luego. Me di un paseo muy grande por la tarde y luego salí como si nada.
 
El jueves, quedé con los de la universidad, que habían montado plan para cañastapas por la noche y me reclamaron vía e-mail. No estaba yo mi vez que mejor, pero mi reputación de soltero crápula no me permitía declinar la oferta, así que me presenté a la hora acordada, junto a CF, al que pasé a recoger por el trabajo. Como la mayoría ya están casados y están procreando, ahora salen menos, así que cuando salen se lían y se vienen arriba que da gusto. Yo quería irme a casa tras las cervezas, pero el fervor general hizo que acabáramos tomando copas en un sitio cercano. Se produjo una situación del todo surrealista cuando, al llegar al bar acordado, empezamos a encontrarnos gente que conocíamos todos por diversos motivos y circustancias, sin ninguna conexión. Yo conocía al dueño del bar y a un amigo suyo que estaba allí, que a su vez conocía a Agr de toda la vida, y yo ni idea, así que Agr y yo mirándonos en plan "sal de mi pasado, intruso". Luego uno que iba de nuestro grupo era íntimo del hermano del dueño del bar y no sabía lo del bar del dueño, y así en muchos países. Era siniestro, todos el mundo conocía a todo el mundo, era un complot. 

miércoles, marzo 22, 2006

Bilbao y Pamplona o Coche y coronicas.

Que conste que el lunes hice un post sobre el finde, pero no sé qué pasó que cuando lo fui a subir, perdí la conexión, perdí todo lo que había escrito, perdí la actualización y perdí las ilusión por vivir, así que me fui a la dormir sin dar más explicaciones.

El martes me levanté de un respingo a las 5:30 y, tras lavar a conciencia cada ricón de mi cuerpo y desayunar un nescafé bebido, cogí el coche y me planté en Bilbao en cuatro horas, que tenía que hacer unas cosas de trabajo. Una vez estuvieron terminadas dichas cosas, no me hice mucho de rogar y fui llevado a un buen sitio a comer una ensalada templada de perdiz y un calamar en su tinta con arrocito de verduras que, en los bocados finales, casi que me supo un poco salado de las lágrimas que le cayeron encima. Qué bueno el calamar.

Una vez nos hubimos sobrealimentado, di la mano, dije adiós y volví a coger el coche, esta vez con dirección a Pamplona, ciudad en la que nunca había estado. Yo me puse a conducir y fenomenal, pero como a la media hora me vi metido en una tormenta que yo pensé que me mataba, porque estuve diez minutos conduciendo que no veía un pijo (pero nada) y con camiones por delante y por detrás, muy mal rato. Recuerdo ir subiendo una especie de puerto con un palmo de agua cubriendo la carretera y cayendo como un río, los limpiaparabrisas al máximo como dos rabos de perros cuando están contentos, y yo muerto de miedo y pegado al cristal éntre dos camiones. Y todo esto con un disco de estos límite que me hace Kurt con unos por ahí chillando en el CD, todo muy apocalíptico y de muy mal presagio.

Al final no morí y, como consecuencia de ello, llegué a las siete a Iruña y me puse a estudiar un poco el trabajo que tenía para el día siguiente, haciendo tiempo porque a las nueve llegaban otros compañeros que casualmente también hacían unas cosas en Pamplona al día siguiente. Would me odia por ello, más que nada porque uno de estos compañeros está buena hasta decir basta. El caso es que quedamos, dimos un paseo por la parte antigua de la ciudad, como estábamos en Marzo, me conformé con intentar imaginarme un poco los sanfermines por las calles que me conocía de oídas y nos metimos a cenar en un sitio de la calle de la Estafeta. En esta ocasión cayó una ensalada de jamón con foie, unos piquillos y un bacalao, que me provocaron un estado de erección permanente. Después fuimos a tomar una copa, pero estaba tan muerto todo, que a la una estábamos en el hotel, que por cierto, para ser un NH qué rancio era. Moqueta sobada, mucha madera gastada y papel pintado no-nuevo. Lo veis. Eso sí, este disgusto me lo he cobrado en especies esta mañana desayunando como un terrateniente, que el desayuno era bueno.

He terminado mi trabajo a la hora de comer y me he vuelto a Pamplona a comprar unas coronicas. Las coronicas, de nombre técnico "coronillas", son unos bollos de hojaldre rellenos de crema muy ricos que son típicos de aquí, y que mi abuelo, que venía mucho a Pamplona, compraba habitualmente. Total, que el otro día mi abuela me soltó un chantaje emocional de los que hacen historia, y la cosa quedó en que si volvía a Madrid sin las coronicas, me deseredaba. Pues una hora me he tirado buscando coronicas que al final me daban ganas de pasar y todo, pero luego me daba pena y seguía preguntando al pimero con pinta de zampabollos que veía por la calle. He preguntado por las pastelerías buenas de Pamplona y en ninguna quedaban coronicas a esa hora, hasta que al final me han sacado unas de extraperlo que tenían escondidas, por la lástima que les he dado (les he tenido que hablar de mi abuelo), ya que estaban medio reservadas para un cliente, y al final me las he traído, joer, dejando a un señor sin postre. Dios se lo pague.

El viaje de vuelta una odisea. Yo no me había traído mapa y pensé que para ir a Madrid habría autopista todo el rato. El caso es que la hay, yendo hasta Vitoria y bajando por la carretera de Burgos, pero como yo soy más listo que los ratones coloraos, he visto una flecha para Madrid y la he seguido como si de una secta se tratara. Yo veía que me iba para Zaragoza, pero como debajo ponía Madrid también, pues nada, todo tieso palante. A los cien kilómetros de autopista, una flecha que ponía "Madrid" me ha sacado de la autopista en la que yo había confiado y, a partir de ahí, doscientos kilómetros prácticamente de carretera nacional hasta que he vuelto a enganchar otra. Con una par. He visto muchos pueblos, muchos campos verdes y marrones preciosos, bosques, ríos, muchos almendros y muchos señores mayores en bicicleta, pero también he tenido que adelantar a unos cincuenta camiones y acumular un nivel de estrés que no me ha compensado para nada.

El caso es que no sé cómo coño lo he hecho que he acabado pasando por Soria y luego por Medinaceli, donde ya he enganchado la carretera de Barcelona (?) a unos 150 km de Madrid. Fascinante. Lo peor ha llegado al final, cuando me he comido el atasco del siglo de Alcalá de Henares, el de la A2, el de M11, y el de la Plaza de Castilla. He echado otra hora en hacer los últimos veinte kilómetros.

Así que nada, he legado a casa molido, cejijunto, laxo y, eso sí, con la bandejica de coronicas colgada de mi dedo de un lacito muy apañado que me ha hecho la de la pastelería. A estas horas ya me he apretado una y, como después de las vueltas que me he pegado por Pamplona , las careteras nacionales y los atascos, quería pagar al mundo con una venganza, pues que me he dedicado a martirizar a mi familia repitiendo insistentemente "pamplona" a cada bocado que le daba a mi coronica. Así de básico soy, es lo que hay.

jueves, marzo 16, 2006

Top one

Hoy he coincidido en el ascensor del trabajo con la chica que más me gusta de la oficina, aunque sólo la conozco de vista y de cuatro frases. Trabajo en una empresa grande y sólo sé que la llevo viendo por ahí desde que entré hace cuatro años, y también sé que ella sabe que yo existo, pero poco más. Está en otra planta, y siempre la he tenido el top one de una forma bastante clara, y, claro, como no hablo con ella y no la conozco, pues no ha perdido ningún punto desde entonces. Como diría Kurt, físicamente es muy yo, "es muy tú". Es una cosa totalmente platónica pero bueno, me alegra el momento cuando la veo por ahí y luego ya ni me acuerdo hasta que la vuelvo a ver, que igual es semanas después. Digamos que más que gustarme, lo que me da es vidilla cuando aparece por ahí, es más eso. Supongo que vosotros tendréis vuestro favorito/a allá dónde estudiéis, trabajéis o sexéis pollos. Siempre hay alguien que ocupa ese rol y, si no es de primeras, se busca o se baja el listón por inercia, pero siempre lo hay o acaba apareciendo, aunque sea por aburrimiento o porque un día te hace gracia así sin más. La salypimienta de la rutina, vaya, que si no que rollo todo.

Bueno, el caso es que yo había bajado a la calle un momento y, cuando subía en el ascensor, ella lo ha parado en la siguiente planta y se ha subido conmigo. Bien. Los dos solos en un metro y pico cuadrado y yo encantado, lo normal. Como siempre, nos hemos saludado muy sonrientes (ya me encargué yo hace tiempo de que eso fuera una costumbre imperecedera) y he soltado un par de tonterías rápidas porque sabía que disponía de poco tiempo, y no me ha salido mal del todo porque ella por lo menos se ha reído (bien) y me las ha devuelto con cierta gracia (bien). Me pongo un ocho sobre diez en mi representación artística.

Pues nada, ella se ha bajado antes que yo y, cuando se ha cerrado la puerta del ascensor, naturalmente, me he girado hacia el espejo del ascensor para ponerme nota en la parte estética, y esto ha sido lo que he visto:

- Llevaba la camisa un poco salida por un lado en plan cutre desaliñado
- El nudo de la corbata lo llevaba algo aflojado y se me veía el botón de arriba
- Mi pelo era totalmente incorrecto y funcionaba fatal en ese momento (manía de tocármelo mientras curro)
- Un grano que me ha salido en la nariz era más visible de lo que creía

Un tres pelao, un desastre, que mierda y qué mal me ha sentado.

miércoles, marzo 15, 2006

Igual que los módems

Kurt se está encargando de todas las gestiones para nuestro fin de semana en Zaragoza por lo del Plastidepop. El otro día consiguió las entradas in extremis (o al menos eso decía la web oficial donde se vendían las entradas, y también un bloguero que le avisó) y hoy me ha llamado para confirmarme que ya teníamos habitación de hotel.

Hemos estado hablando por teléfono y me ha contado que no ha conseguido, por falta de disponibilidad y pese a solicitarlo directamente, una de esas habitaciones especialmente decoradas y tuneadas para la mujer de negocios de hoy en día, que es una opción que ofrece la cadena de hoteles a la que iremos. Yo, como de costumbre, no tenía ni idea de que estas cosas existieran, pero Kurt me ha comentado que sí, que es un servicio relativamente habitual y que consiste en que te ponen la Vogue en la mesilla o un tampón al lado de un clavel en el baño. Nos ha parecido el plan y la próxima vez no se nos escapa.

Por lo que respecta al festival, tenemos muchas ganas de ver a Nosoträsh y a La Casa Azul, pero sobre todo a Hidrogenesse, que están reconfigurando nuestro lenguaje, porque sus canciones tienen todas las frases que necesitamos para entendernos últimamente, son muy definitivos.

hablábamos en fax
bfrrrrr
igual que los módems
bfrrrr
parecíamos delfines
bfrrrr

Por lo demás poca cosa, estamos en una de esas semanas contemplativas que adoro de Madrid, porque que el tiempo cambia de repente y te encuentras por la mañana a un chico con gorro y bufanda esperando al autobus al lado de un señor en mangas de camisa. Y llegas al centro y lo mismo, una señora con los visones hasta los tobillos caminando junto a dos maricas en chanclas y camiseta de tirantes. Me pregunto cuál ganara ¿la apuesta por el frío o la apuesta por el calor?. De momento, yo ya he dejado el abrigo en casa por primera vez desde que me lo puse, allá por otoño, que el martes llegué con un principio de paperas, sarampión e incluso fimosis, del calor que pasé con él, que angustia. Pero bueno, de momento no lo guardo, que ya dicen que el viernes vuelve el mal tiempo. De todos modos, no salgo a la calle sin chaqueta, aún no estoy psicológicamente preparado.

Sólo me queda decir que hoy he visto un rato ese programa de Jesús Vázquez de las cajas que se llama "Allá tú". Lo he debido ver cinco veces en mi vida, siempre de zapping, y de verdad que no me explico de dónde sacan a esa gente. Nunca en mi vida había visto mayor colección de horteras y quieroynopuedos juntos. Es alucinante. El concurso me aburre, pero los concursantes me fascinan.

lunes, marzo 13, 2006

Asturies finde review (del 10 al 13 de marzo, que coge un poco de lunes)

Ya he vuelto de Asturias.

El viernes llegamos y, tras alucinar con la casa nueva que tenemos (sobreactuando un poco para mis padres, vale, que están tan entusiasmados con la casa que da un poco de palo no valorar positivamente hasta los rodapieses), nos fuimos a ver a mi abuela, que como tiene noventa y pico años, la mujer estaba ya de afterhours a las diez de la noche. Nos puso algo para picar (una empanada, una tortilla, ensalada y un pollo guisado que tuvimos que dejar, porque la otra opción era tirárselo a la cabeza por bruta) y, cuando terminamos, yo decidí bajar a una especie de VIPS que hay por ahí a comprar una revista o algo para leer, porque mi intención era meterme en el sobre a las once y dormir todo lo que pudiera.

Cuando volvía con mi revista, me encontré con PrimoP casualmente, que resulta que estaba de rodríguez ese fin de semana y en ese momento pasaba por delante de la tienda. Tras saludarnos y contarnos nuestras vidas en quince segundos, hablamos de cosas un poco más serias. "¿Vienes a tomarte un vino?" me preguntó. Yo dije que no y el cogió y me dijo otra vez lo mismo, pero quitando las interrogaciones "vienes a tomarte un vino". A las seis de la mañana regresaba a mi casa con una tostada importante y sin el jersey que llevaba, que debí perderlo en algún momento de la noche.

El sábado me levanté con resaca pero poca, y pasamos el día por ahí, viendo a más familia, que mi familia otra cosa no, pero le han dado al tema cosa mala en el pasado y ahora somos mogollón por ahí dispersos. Tras ver a unos cuantos Walks, quedé otra vez con mi primo por la noche para ver el partido, y cenamos telechino, que tardó como una hora en llegar y casi nos comemos al chino con el casco cuando llegó, que hambre. Luego fuimos a tomar otro vino con unos amigos de mi primo que andaban por ahí cerca y que aseguraban estar muy cansados y que se iban a recoger pronto, justo lo que queríamos. De alguna forma, a las seis de la mañana volví otra vez a casa bastante tajado, pero esta vez con el otro jersey que me había llevado en mi poder, que fue lo primero que busqué en cuanto abrí un ojo y allí estaba, hecho una pelota en un rincón de la habitación, al lado de los gayumbos, que sinceramente se me hace muy raro pensar en cómo llegaron hasta allí también.

El domingo fuimos a comer a casa de mi abuela, para despedirnos, y me hizo mucha gracia que ella fuera tan fan de "Mira quién baila". Mi abuela, paradigma de la rectitud, de la religión como forma de entender la vida, del gusto por la mujer recatada y del hombre bien afeitado y peinado con su raya a un lado, se estaba enchufando un reaggetón con todas las de la ley. Claro, como los que bailan en ese programa son famosos (en fin, famosos...), pues no veía maldad, pero si llega a enterarse de que letra del tema iba de uno que quería poner hasta arriba a una, ahí se hubiera montado una gorda. A mi una vez, hace cuatro años o así, mi abuela me apagó la tele porque creyó ver una teta de refilón, que al final era un sujetador de color carne. Mi abuela ahora está mayor, pero en sus buenos tiempos, Torquemada a su lado era budista y hacía yoga. A mi me quiere porque tengo los mismos ojos de mi abuelo y siempre se emociona mucho cuando me ve (además, cuandola veo, yo le pongo los ojos igual que una foto de mi abuelo que hay por la casa para no defraudarla), así que le da un poco igual que sea ateo, que en el fondo tampoco lo tiene muy claro, pero ha sido muy intolerante esta señora. El caso es que la quiero bastante y me meo con sus salidas, porque es muy graciosa y muy auténtica, pero ha sido la pera.

Volvimos a Madrid y quedé con CF para dar una vuelta por La Latina. Llegamos un poco tarde, pero no lo suficiente como para constatar que el buen tiempo va llegando a Madrid y que va apeteciendo pasarse un rato los domingos por la tarde para charlar con los amigos por ahí sentado, que hacía mucho frío últimamente y era un rollo meterse en los sitios petados de gente y oliendo a oveja muerta cuando llovía.

Hoy, para acabar, me hecho mi limpieza bucal anual y ha sido una grata sorpresa. Yo no sé por qué, pero hasta ahora, me las hacían con anestesia, con lo que tenía que ir un día a que me hicieran media boca, y otro a que me hicieran la otra media, porque no era plan de salir de ahí y comerte tus propios morros como una ración de mollejas por no sentirlos ni nada. Pues hoy habían cambiado a la chica y va y me dice que no hacía falta anestesia. Yo he dicho "¿no?" y ella "no". Y dice "de todos modos, si ves que te duele, levantas la mano y te pongo anestesia". Y yo "¿pero duele mucho?. Y ella "no sé, hay gente a la que sí".

Tras esta frase, he padecido un micropene absoluto.

Pues que no me ha dolido nada, y mira que yo estaba pendiente y con la mano ahí a punto de saltar. Me ha pasado el torno con ultrasonido, que es igual que el torno típico que hace el ruido ESE tan agradable, el cepillo con el flúor y también me ha pasado un pañuelo por la cara porque me había puesto perdido de babas. He salido tan contento, dándole ochenta veces las gracias a mi limpiadora bucal, porque me he ido encantado de lo bonita que podía ser la vida sin anestesia, pero también un poco con la sensación de que otros años había hecho el canelo.

viernes, marzo 10, 2006

Asturias reloaded

Como este iba a ser un fin de semana un poco tonto en Madrid, con Kurt en Barcelona, Agr en Italia, Would con su novia y CF con unos cuántos frentes abiertos, pues he decidido irme a Asturias. Mis padres compraron un piso muy chulo en Oviedo que empezó a estar disponible en verano, porque de toda la vida habíamos ido a casa de mi abuela, y la verdad es que ya era un rollo porque su casa no es nada cómoda, pese a estar muy bien puesta y estar en una zona privilegiada de la ciudad. Ejemplos de lo que no me gustaba de la casa de mi abuela:
 
- La tiene como una casa de muñecas: da miedo coger cualquier cosa de una estantería porque siempre hay una cosa de cerámica, de aspecto inestable y de  alto valor sentimental, dispuesta a lanzarse al suelo al sentir el más leve roce de tu mano y, por supuesto, romperse en mil pedazos.
 
- No entro en la camas que hay: Son de estas camas con cabecero y piecero (o como se llame para lo de los pies) que me obligaban a contorsionarme para poder dormir. Y sonaban mogollón, cada vez que me daba la vuelta en la cama aquello parecía el polvo del siglo.
 
- Mi abuela es una pesada: Yo la quiero, pero es una mujer muy pesada. Todo lo quiere saber y todo lo quiere mandar. Desde decirte cómo hacer la cama, hasta cómo removerte bien el nescafé con la cucharilla, hasta llegar a las tantas medio pedo, y encontrártela casualmente haciendo un pis. Mi abuela es muy pesada, aunque mola y tal, pero prefiero ir a visitarla que vivir con ella.
 
- La tele es un aburrimiento: Tiene una tele bastante mala y, entre que sus sofás son para pigmeos y que no hay ni un mísero canal interesante, la verdad es que ir allí era un rollo cuando no salías por la noche. Ella quería ver todo lo malo que echaban y yo me pasaba el día leyendo, que también acaba aburriendo.
 
- Regresión a los quince años: Las veces que íbamos a Asturias por navidades a casa de mi abuela en los últimos años, eran las únicas vacaciones que hacía ya con mis padres en plan happy family, por lo de que había que ir a ver a la abuela en navidad, que tampoco me perdía nada en Madrid. Pues esos cuatro o cinco días que pasábamos juntos, mis padres se ponían superpesados y superatosigantes con mi hermano y conmigo, en plan como demasiado pendientes de cada movimiento que hacíamos "¿y no salís?" "¿y por qué no vais al cine?" "¿ý dónde vais a ir?" "¿y esta tarde que pensáis hacer?" "vosotros haced lo que queráis ¿eh?, que nosotros no os decimos nada" (esta última era mi favorita, ¿qué esperaban?  ¿que dijéramos "gracias"? hace un par de años, un pollo montado al unisono por mi hermano y por mi, medio acabó con esta situación) Pues eso, por ser cosas que en Madrid jamás hacen. Me estresaba mucho esos pocos días. Además, como según pasa el tiempo voy menos y la gente que conocía por allí va teniendo su vida, cada vez es más complicado encontrar plan, así que esto se magnificaba mucho. Menos mal que mi hermano es el plan y siempre ha sido estupendo pasar unos días juntos en plan un poco más el y yo nada más, que
 
- No podía llevar amigos: Con mi abuela ahí tan mayor y tal, me contaréis. Eso me cortaba mucho el rollo de ir más a menudo, el no poder compartirlo con nadie, aparte de con Chs y Ant, que fueron los únicos que fueron alguna vez y fueron las veces que mejor me lo pasaba.
 
Pues eso, que ahora va a ser mejor ir a Asturias. Al lado de mi familia de allí, pero en mi casita, sin tener que estar encorsetado y a la disposición de los horarios de otros. Iré sólo, cuando me apetezca, con mi familia o con mis amigos, pero ya no dependeré de las vacaciones o de que no esté o no otro familiar. Y es que me encanta Asturias, pero la pereza de ir allí con un plan tan claustrofóbico, me acababa matando las ganas. Y es que hacía más de un año que no iba. Ahora, a mi bola, mucho mejor.
 
Por cierto, éste es mi post número 200.
 
 

jueves, marzo 09, 2006

Risa incontrolable, histérica, odiosa

Hoy, cuando he cogido el ascensor de la oficina por la mañana, he coincidido con un compañero de otra planta con el que no tengo mucha relación. Le conozco de vista igual que él me conoce a mi pero nunca hemos hablado. Total que tras el muenosdías-nosdías de rigor, ambos hemos situado nuestras miradas en la pared de enfrente durante la subida del ascensor, por aquello de que no era plan de iniciar una amistad de quince segundos. En esto que le miro un hombro y me doy cuenta de que tiene unos cuantos goterones de agua, posiblemente de alguna gotera del garaje o algo, que era de donde él subía, porque estaban recientes. Por supuesto, he sacado el tema y le he advertido "oye, que tienes el hombro mojado". El se ha mirado y, efectivamente, ha comprobado que tenía los goterones ahí "anda ¿y esto?". Se las ha sacudido con la mano y le he comentado que probablemente serían de alguna gotera del garaje "probablemente serán de alguna gotera del garaje". Él me ha dicho que sí mientras el ascensor llegaba a su planta y, mientras salía, ha apostillado con gesto de jachondo "mientras que no sea aceite de Hollywood... ha ha ha".

Cuñaao

Me he quedado pensando en que supongo que esta broma debe ser un must en determinados círculos actualmente, pero que a mi no me hace gracia, no porque me ofenda o porque sea el abanderado del respeto a los gais, que yo me río de todo si la coña es buena y estilosa, simplemente no me hizo gracia, supongo que por simple y facilona y porque este tío tenía una gracia bastante limitada.

Total, que una vez en mi mesa, como es habitual en mi, he llegado pensando en el tema pero enseguida he acabado derivándolo a otra cosa distinta y me he puesto a pensar en cosas que a mi me hacen mucha gracia de una forma irracional y con las que debo tener cuidado según dónde me dé por reírme, porque puedo acabar quedando como un idiota irrespetuoso. Esta es la lista que me ha salido así del tirón, aunque hay miles de cosas que me provocan este efecto, y es que soy medio imbécil, qué queréis que os diga:

- La gente que está explicando algo y de repente dice mal una palabra porque no sabe decirla bien, y se queda tan pancha.

He pasado momentos realmente angustiosos en reuniones muy serias con esa situación. Además, de primeras me quedo serio y lo acepto tal cuál, pero algún sistema de retroalimentación que debo tener el algún sitio que desconozco, empieza a provocar un bucle en mi interior tipo "miraloquehadicho- miraqueseriosiguehablando- miraloquehadicho- miraqueseriosiguehablando..." y lo que empieza como una leve risita que sale por mi nariz a los quince segundos del palabro, acaba con el arrojamiento de un boli al suelo al minuto siguiente, para poder agacharme a recogerlo y apretarme los ojos para que no se me salgan las lágrimas por gravedad.

- Los enanos en movimiento

Es ver a un enano que se pone a correr o a bailar, o a un bombero torero, y empiezo a pasarlo fatal con el he he he he que me entra, qué mal, es superior a mi. Supongo que perdería completamente los papeles en esos concursos de lanzar de enanos a una pared de velcro, como comentaba Cranston Snord hace tiempo.

Este es una de las situaciones que más detesto, pero me sucede y no sé cómo evitarlo.

- La gente que se cae

No es la caída en sí, es por la cara de velocidad que se genera en el rostro humano al saber que se va a hostiar. Una vez se cayó una señora delante mío y yo corrí instintivamente a ayudarla porque se había quedado patas arriba, y me acuerdo que no la podía levantar y se me escurría porque me quedaba sin fuerza, básicamente porque estaba roto de la risa. Y la señora mirándome que no sabía si darme las gracias por intentar ayudarla o darme un bofetón. Lo mismo me pasó con Chs en el Parque de Atracciones con una señora que se quedó atrapada dando vueltas en el tubo ese que da vueltas y hay que atravesar andando. La intentábamos ayudar y me entró un ataque de risa que acabé rodando por encima y por debajo de la señora sin poder salir yo tampoco, y Chs de los nervios pensando que estaba de coña y diciendo "tío vale ya y ayúdala".

- Los tropezones espectaculares

Sí, estos que provocan una carrera a trompicones del afectado de unos cien metros hasta recuperar la compostura. Y como luego intente seguir como si no hubiera pasado nada, ya ni te cuento la que me da.

- Los megaestornudos

Vamos a ver, ¿cómo puede la gente quedarse tan seria cuándo un tipo explota literalmente, quedándose tres segundos con cara de lelo, en medio de un sitio en el que está todo el mundo serio y callado? Yo me tengo que tapar la cara y mirarme a los zapatos, y encontrar una cara adecuada que me permita reírme sin sonido a la vez que parezca que estoy serio. Lo mismo cuando un tío saca el pañuelo y se marca un solo de trompeta mientras la gente está tan tranquila haciendo sus cosas. También me hace mucha gracia ver a gente estornudar de lejos o a través del cristal de un autobús, es decir, ver el espasmo de del tío, pero en voice off. Si alguna vez me veis riéndome sólo por la calle, probablemente sea que alguien ha estornudado por ahí.

- La gente que hace el ruido de un cerdo cuando se ríe, roncando para dentro por la nariz

Ongrr, ongrr, ongrr. Me descolocan mucho y hay bastantes de éstos, y gente con pinta muy seria y todo... Es que están tan normal y luego, cuando les da por reirse, empiezan a hacer el ruido ese yo ya mirando para otro lado...

- Cuando se me cae el teléfono y oigo la vocecita del otro a lo lejos

saliendo del auricular diciendo cosas tipo "¿qué pasa?" "¿oye?" "¿oye?". Pues también que me da la risa tonta y a veces entro en barrena, ante la perplejidad del otro, ya que él sólo ha oído un golpe y ya, y no entiende que las vocecitas son graciosas.

- La gente que cuando te escucha mueve los labios

inconscientemente a la vez que tú le hablas, o que cuando ve la tele hace los diálogos con la boca sin darse cuenta de que pone la misma cara que los actores, según esté la situación de emocionante. Acabo más pendiente de eso que de lo que le estoy contando, o de la peli. Me da la risa y luego me da corte explicar por qué es si no tengo mucha confianza.

- La gente que va en un vagón de metro lleno de gente y no se puede agarrar a ningún sitio.

Las caras de angustia intentando aparentar normalidad durante el trayecto son de mis favoritas, pero procuro no mirarles mucho y hacer como que no están ahí, que algún día va a haber un pollo y no es plan. No puedo con eso tampoco.

miércoles, marzo 08, 2006

Mi día de la mujer trabajadora

En mi empresa, el año pasado, el sector femenino celebró el día de la mujer trabajadora tomando la salita del café durante una hora para hacer una pequeña reunión-aperitivo sólo para mujeres. Se tomaron muy en serio lo de "sólo para mujeres", hasta el punto de que Would fue expulsado de la sala entre abucheos cuando quiso entrar un momento a hacer una fotocopia que al final no hizo. Yo me descojoné de la cara que se le puso Would cuando le echaron de allí sin creerse que le hubieran hecho sin ninguna ironía, pero en el fondo me pareció un poco excesivo. Este año parece que se va a hacer lo mismo, más que nada porque ya veo cómo están subiendo bolsas con bebidas y comida, y yo soy de naturaleza claramente intuitiva.
 
No me voy a poner a explicar lo obvio que me parece la igualdad absoluta entre hombres y mujeres en cualquier ámbito, porque para mi sería como ponerme a argumentar por qué tengo derecho a pensar lo que quiera en este país sin temer por ello, por ejemplo, pero me parece que a veces se equivoca el sentido que se le da a las cosas. Entiendo que el feminismo sea necesario cuando hay un machismo al que enfrentarse, igual que tras el franquismo era necesaria una izquierda armando bulla y revolucionaria cuando enfrente había una derecha favorecida, prepotente y calladita ("elegante", como ellos decían), pero cuando no lo hay, está fuera de lugar. Mi empresa es un buen ejemplo de entorno laboral en el que las cosas están equilibradas, hay mujeres en todos los estratos jerárquicos, sin diferencias salariales con sus compañeros o empleados del mismo rango y, la maternidad y las reducciones de jornada que implique, son un derecho sin peros ni represalias de ningún tipo. Por eso no entendí esa especie de fanatismo a la hora de celebrar aquel día, me sorprendió más que nada.
 
No sé... si de lo que se trata es de hacer un pequeño homenaje a lo que ha costado que esto sea así hoy, o que se vaya consiguiendo poco a poco en otros entornos menos sencillos que en un ciudad grande como la mía, a mi lo suyo me parecería que las mujeres de mi oficina organizaran una fiestecilla como la del año pasado pero en la que todos compartiéramos el motivo, que es algo  que muchos también celebramos porque estamos encantados. Y si lo que se pretende es hacer un guiño feminista y reírse del machismo que existía, y aún es obvio que existe en este país (pero no aquí, repito) pues a lo mejor hubiera quedado más gracioso e irónico que hubieran sido las mujeres las que se pagaran un ágape para todos, ridiculizando la marca de la casa del "hombre de toda la vida" que no permitía que una mujer pagara con él delante. Mira, lo que sea con  tal de que no se dediquen a restregarnos por las narices esos trozos de empanada, tortillas y pastelitos que me están volviendo loco.
 

lunes, marzo 06, 2006

Finde review (del 3 al 5 de Marzo)

VIERNES

El viernes quedé con Would y una compañera de trabajo para ir a comer a casa de Elliot y ver por segunda vez a su hija y a su encantadora mujer. A mi los bebés me dan bastante igual y concretamente a éste ya me lo tenía visto, pero nos invitaban a comer un arroz verde que nunca había probado y eso era prioritario en mi escala de valores, así que compramos unos bombones y nos plantamos en su casa a que nos sorprendieran con este nuevo sabor para mi omnívoro paladar. Según llegamos, nos enseñaron a la niña, que hizo un ruidito gutural y se cagó, y Elliot se empeñó en ofrecernos una performance consistente en que todos viéramos cómo le cambiaba el pañal hablandole a la niña en un dialecto que desconocíamos. En cuanto llegamos a la parte en la que Elliot mostraba el pastel de la cría con cara de imbécil feliz, yo me fui a la cocina cortar lomo para el aperitivo, que todavía había que comer y una mierda es una mierda, por muy de bebé que sea.

Comimos muy bien y luego se empeñaron en que yo cogiera a la niña y me hiciera fotos con ella en el regazo (yo no sabía que tenía regazo y sí) que como soy el único soltero de la oficina pensaban que no sabría. La verdad es que, por analogías de tamaño, cogí a la niña un poco como cogía al difunto perro de mi abuela, con la diferencia que el bebé no mordía y no tenía halitosis, y bueno, la cría me puso un par de caras de circunstancias al principio, pero al final dominé la situación y me hice con ella unos minutos en los brazos, la verdad es que un poco rígido, hasta que me empezó a mirar un poco raro y la devolví, que me hizo un par de amagos de pucheros de los que yo no era responsable y no quería saber nada.

Por la noche, quedé con Agr, CF, Elza y Clitos. Elza no tenía su mejor día y, tras un par de copas, se marchó secundada por Agr y Clitos, que esaban cansados. Me quedé con CF y, lejos de amilanarnos por el considerable número de bajas, nos salió improvisadamente uno de los planes que más recordaremos este año. Además, cuando Agr llegó a su casa se le había pasado el sueño, así que nos llamó, Agr es así, le comentamos y en un cuarto de hora estaba otra vez con nosotros.

SABADO

El sábado me levanté y lo pimero que vi por la ventana fue uno de los días más deprimentes que recuerdo en plan gris y de lluvia, pero pasé de pensarlo y me fui con Kurt a Semón, un buffet repijo y de nivelazo (en serio, en serio), en el que la cosa consistía en ponernos hasta las trancas, que era para lo que habíamos quedado por encima del findelmundo que teníamos por sábado. Vivimos un momento realmente patético empapádonos mientras éramos incapaces de sacar el ticket del parquímetro, y no era porque el trasto no cogiera monedas o porque estuviera estropeado, no, directamente no sabíamos. Tras varios intentos que siempre acababan con la devolución de todas las monedas que habíamos echado, al final le dimos al botón verde un poco al tuntún y sacamos el primer papel que nos dió la máquina, que no sé cómo hicimos pero nos faltaban como veinte minutos para llegar al tope de lo que podíamos pagar, pero confié en mi potra, dejé al coche en manos del azar y nos fuimos corriendo al restaurante, que nos habíamos puesto como sopas.

Tal y como habíamos previsto, salimos de Semón con nuestras barrigas bien petaditas de comida y muertos de vergüenza por el espectáculo que habíamos dado arrasando las bandejas de comida. Tanto que nos fuimos a la FNAC a pasear un rato y a reflexionar sobre por qué somos así. Al final me compré un maletín de 380 CDs de capacidad que decidí que necesitaba para meter mis CDs piratas, que ya no me cabían en la estantería con tanta cajita que no hace más que ocupar espacio. Necesito plantear mi vida en términos de ocupar poco espacio, y esto era una buena ocasión. Kurt se compró libros y un comic que necesitaba para ser más feliz. Después nos fuimos a dar una vuelta por Sportivo (me compré una cosa muy chula que estaba al 25% de su precio original, hurra y viva) y Kurt se rajó y no se compró los pantalones que mejor le han quedado puestos en los últimos 10 años. También anduvimos por Mini y luego por detrás de la Plaza de los Cubos que hay tiendas chulas que yo no conocía, aunque estaba todo imposible de caro. Acabamos en "8 y medio" (la tienda de libros y parafernalia del mundo del cine, no ese garito que a veces hace las funciones de segundo hogar en nuestras vidas) y cotilleamos cosas, pero tampoco compramos nada.

Acabamos charlando en un sofá de una conocida franquicia cafetera tomando una bebida absurda pero riquísima, al lado de una chica muy mona que nos ponía mucho porque estaba allí sola haciendo dibujos jevis en plan profesional, de calaveras y cráneos reventados y tal, muy seria.

Abandoné a Kurt y me fui a casa de Agr a ver el derby con él y con CF. La primera parte la vimos Agr y yo solos porque CF llegó tarde, hacia el descanso. La segunda la vimos solos también porque CF se durmió a los diez minutos del segundo tiempo, que está hecho un abuelo. Después del partido me dio pereza salir y me fui a casa sin despertar a CF, que seguía ahí con el cuello roto en el sofá, y luego fui fiel a mi palabra y no salí, que hacía muy malo y el viernes ya había sido fino.

DOMINGO

El domingo ni salí de casa. Me dediqué a ordenar mis CD's en mi maletín nuevo, qué rollo pero qué bien me lo pasé, escuché muchísima musica noventera y me sabía casi todas las letras todavía. Tengo unos 500 CDs en total, que yo creía que tenía más y me quedé un poco chafado, pensaba que estaba más cerca de los mil y nada, pero bueno, me quedó un maletín muy chulo con toda mi música ilegal perfectamente ordenada. También hablé bastante por teléfono y rellené mucho mi iPod.

Y así he pasado este finde con este tiempo de mierda. Qué ganas tengo de que llegue el buen tiempo, en serio.

viernes, marzo 03, 2006

El Cierzo es mentira

Ayer estuve en Zaragoza por cuarta vez en mi vida, todas por trabajo y todas sin poder ver nada ni quedar con nadie, así que lo más relevante que puedo contar es que el Cierzo es un mito que se han inventado los maños para dar pena. No existe. Cuatro veces he estado y la realidad de Zaragoza es que puedes hacer un castillo de naipes de ocho alturas en el valle del Ebro, y dejarlo ahí todo el día sin que se caiga. Qué buen día me hace siempre que voy y qué poca gracia me hace. Yo soy muy de que si un sitio es conocido por algo, entonces me gusta ir y verlo con mis propias carnes (fusión de frases hechas ¿quién dijo que no se podía?), y si no me voy chafado. Éste ha sido el caso, y que no me venga el sector Zaragoza con que si no me pierdo nada y con que qué suerte he tenido, que yo quiero sentir alguna vez en mi vida ese viento que te deja la cara como un congelado de alipende.
 
Para quién no sepa lo que es el Cierzo, el Cierzo es un viento muy frío y seco que sopla del noroeste originado en el valle del Ebro, debido a la diferencia de presión entre el Mar Cantábrico y el Mar Mediterráneo , cuando se forma una borrasca  en este último y un anticiclón en el anterior. He contrastado esta información con la de Wikipedia y curiosamente dice algo parecido, así que mi definición es bastante fiable. El caso es que el Cierzo es un viento conocido por ser bastante puto, por lo frío que es, porque se lleva a los niños volando y porque te saca la camisa del pantalón. También es el motivo por el cuál toda la gente de Zaragoza lleva el mismo peinado.
 
No obstante, le daré otra oportunidad, por aquello de que no hay quinto malo y porque no quiero montar un pollo un viernes, que menuda estafa.
 
También quería decir que el viaje en AVE muy bien, pero que son unos pesados con el desayuno, que dura una hora, y con la merienda, que dura otra, y mira que a mi me gusta merendar. Las azafatas tienen divididas en acciones independientes las siguientes ofrendas: 
 
  • zumo
  • toallita para las manos
  • galletitas
  • desayuno en sí
  • otra ronda de café
  • otra ronda de zumo
  • caramelos
Pasa que a mi me apetecía desayunar con el periódico y con mi música favorita en los cascos, lo que no era incompatible con desear cada una de las cosas que me traían cada poco, que uno iba en preferente y había que amortizar, aparte de que soy un gordo. Así que cada vez que venía la azafata, tenía que apartar la vista de mi periódico y bajar el volumen del iPod para ver que era lo que me decía, o qué me ofrecía, o qué me retiraba, con el descenso de satisfacción global en mi viaje que eso supuso. Desde Itwalks propongo al AVE que te lo den todo de golpe y que ya se lo administre uno, aunque se lo acabe en cinco minutos. Y que también luego dejen unos botes de zumo por ahí y unas cafeteras para el que quiera repetir. 
 
También quería agradecer a todos los maños que leen este blog, las ofertas de ocio, ayuda e incluso alojamiento en Zaragoza que nos han hecho a Kurt y a mi con motivo de nuestro próximo viaje por lo del Plastidepop, en abril. Así que nada, seguro que haré uso de los e-mails para informarme de algunas cosas, conforme se aproximen las fechas y, desde ya, digo que no haremos uso de vuestra casa, que no podemos aceptarlo, pero que muchas gracias porque es todo un detallazo. Ya nos tomaremos algo por allí si estáis, o para la próxima vez que vaya a Zaragoza, que de Julio no pasa.
 
 

jueves, marzo 02, 2006

Dos cosas

Una, que mañana madrugo mucho porque me tengo que coger un AVE prontísimo a Zaragoza. Voy y vengo en el día, pero a ver si me da tiempo a informarme de dónde estará más o menos la sala donde se celebrará el Plastidepop al que iré en abril, de momento sólo con Kurt. También necesito información de hoteles baratos con desayuno, a ser posible con huevos revueltos bien hechos (esto es fundamental para que yo disfrute plenamente de un hotel). Conozco poco Zaragoza y ya queda poco, hay que ir diseñando nuestro fin de semana, y mañana es un buen día para preguntar a gente que conozco por allí.

Me ha preguntado mi madre si Zaragoza era la última parada del AVE y yo la he contestado que no, que era Lérida. Me ha sugerido que me pusiera el despertador y no me ha parecido mala idea, porque con lo tranquilamente que me duermo yo últimamente, me veo despertándome en a la altura de Los Monegros a nada que me quede traspuesto. Pondre el móvil en vibrador.

Dos, que mi madre se nos ha aparecido hoy por casa con una revista, que le ha dejado una amiga, y que se llama "Mente Sana". Su editor es un señor al que yo tengo mucha manía y que se llama Jorge Bucay, por esa psicología anovelada de medio pelo que se gasta, muy venerada por gente que, en general también venera libros como "Los pilares de la tierra", "El Código Da Vinci" y los best sellers en general. No digo que no sean entretenidos y uno al año no haga daño, que yo a veces me empotro alguno tan agusto, pero es que para mucha gente son la referencia de lo que es un buen libro, y es preocupante, cuanto menos, que tanta gente piense así. Respeto que cada cuál lea lo que quiera, pero que sepa lo que lee y que sepa que hay más por ahí, puede que mejor y no necesariamente más coñazo. Lo que pasa es que como no está en la estantería buena de El Corte Inglés, pues nada. Y lo digo yo que no soy especialmente erudito, pero he tenido la suerte de tener una educación y unas compañias adecuadas. Creo que lo digo con criterio y muy influido por gente que piensa muy bien y que me ha enseñado a pensar así.

Pues he ojeado esta revista y lo que me temía, Bucay y su compañía de psicólogos (que te ponen todo su currículum debajo de su foto con cara apoyada en la mano, para que veas lo sabios que son) la han llenado de imágenes de puestas de sol, de horizontes llenos de nubes al Photoshop y de gente descalza y relajadísima vestida de lino con los ojos entornados, mirando al infinito con una sonrisa. Me pone muy nervioso que dirijan este tipo de revistas a gente de clase media con problemas reales, que vale, se pueden sentir aliviados al leer cómo deben controlar su agresividad en seis pasos, o deben transmitir mensajes positivos a su hijo el ñeta para que no raje a nadie, o manejar su ansiedad imaginando que su cuerpo es una casa con puertas, ventanas y chimenea.
Lo malo es cuando esta gente se enfrenta a su problema de verdad, a una depresión (que es una enfermedad y no un estado de ánimo),a una pareja que no discute, sino que directamente infla a hostias o la engaña, o a un hijo que se pone de pastis hasta el culo y no escucha. La solución ahí no está en una conversación positiva, una lista de pasos a seguir, o citar a un filósofo famosísimo en el momento adecuado. Tener una cierta habilidad para escribir texos engañosamente positivos puede hacer más daño todavía cuando la persona que se ha sentido reconfortada al leerlo, porque claro, identifica SU problema en la revista (no he visto cosa igual, todos los lugares comunes estaban ahí, pero que listos son), luego fracasa al poner en marcha la solución infalible que ManodesantoBucay recomienda, y se siente más mierda aún por no saber hacerlo bien, que es lo que suele suceder.

Le diría al señor Bucay que tuviera cuidado con eso de la psicología para grandes masas, que hay gente muy débil que se cree todo lo que diga un señor muy conocido, lo intenta con ganas y luego se frustra mucho al cagarla como siempre. Fórrese hombre, sea listo y fórrese pasando consulta, aproveche la fama que ha conseguido, pero atienda de uno en uno y escuchado a cada persona antes de aconsejar nada, que es lo que hacen los psicólogos serios. Ah, y sus cuentos, salvo alguna excepción de lo poco que he leído, me parecen un rollo de moralina con violines, aunque esto es una opinión más personal.

Menudo chorongo que os he soltado, que rabioso me he puesto, rediós.

miércoles, marzo 01, 2006

Los días que salgo con sueño del trabajo

Últimamente salgo del trabajo con mucho sueño. Me meto en el metro como un autómata y camino por los pasillos sin fijarme en las caras de la gente, ni si quiera presto atención a las revistas del quiosco, que es algo que hago por inercia cuando estoy normal porque me gusta mucho ver portadas de todo tipo. Si no me puedo sentar en el vagón, ya se me hace un mundo el viaje y, si me toca ir de pie, busco las puertas o las paredes por los fondos para apoyarme y descansar un poco con los ojos cerrados, procurando no balancearme mucho. A veces me quedo mirando a alguien y me quedo enganchado, lo noto cuando se me hace imposible cambiar de sitio mi vista aunque quiera, me pasa desde pequeño. Tengo que hacer fuerza y agitar un poco la cabeza y todo para salirme del trance. Eso significa que estoy muy cansado, si no, no me pasa.

Si tuviera que decir un número aproximado de dias que salgo con sueño de trabajar al año, serían unos quince.

No me gusta tener sueño porque llego a casa y me da pereza quitarme el traje, se me hace tan complicado sólo pensar en tener que ponerlo bien en la percha, que a veces me tiro en la cama con el abrigo abrochado y me puedo estar diez minutos o el tiempo que haga falta mirando al techo. A veces incluso me he tirado en la cama con la camisa a medio desabochar y no he podido hacer nada por evitarlo. Si me tumbo, me quedo enganchado mirando a la bombilla y me dedico a esperar señales divinas para levantarme y poder cambiarme de ropa de una vez. Hoy llevaba un rato tirado y he oido entrar en su casa a los vecino de arriba. He decidido levantarme cuando alguien hiciera pis y tirara de la cadena, que lo oigo perfectamente, pero nadie ha hecho pis y al final me he tenido que incorporar de la cama sin ningún motivo de peso, y todavía me he quedado un rato sentado en la cama mirándome los pies.

Cuando tengo sueño, me voy a ver la tele antes de cenar y me quedo dormido como nos quedamos dormidos en mi familia, con la cabeza en el aire, sin apoyarla en el sofá. Si alguien nos viera de espaldas, para nada pensaría que estamos dormidos porque parece que estamos super atentos. Me da mucha rabia que me despierten para cenar porque a veces estoy soñando cosas que me gustan y tengo que cortar. Después de cenar veo un rato la tele y me suelo quedar otra vez dormido una media hora delante del televisor.

Y siempre, por muy cansado que esté, me acabo espabilando.

Cosas que he hecho desde que me he espabilado a las 22:30

- He hablado por teléfono con dos personas y he estado muy animado.
- He actualizado mi iPod, previa gestión en el iTunes de los archivos bajados del eMule, modificando parámetros y dejándolos perfectos para poder escucharlos ya mañana.
- He toqueteado los cortafuegos de mi ordenador, que el emule no me acaba de ir bien
- He mirado una cosa que tengo que llevar mañana al trabajo
- He ordenado una pila de papeles del banco (nóminas, coche, piso...) que aún tenía metidos en el sobre, en un montón que empezaba a ser demasiado alto.
- Me ha dado por escribir este post

Y ahora que lo he terminado, quiero seguir haciendo cosas, no puedo estar más fresco.

Es la una.