lunes, febrero 11, 2008

It Stops

Bueno, hoy es una entrada bastante especial porque es la última de este blog. Llevaba tiempo dándole vueltas, pero por fin he visto claro de una vez por todas que lo mejor es dejarlo. No os podéis imaginar cuánta pena me da, no sé, no es fácil acabar por decisión propia con algo tan personal y de lo que has cuidado durante casi cuatro años (tiene gracia, creo que no he sido tan constante con algo en mi vida como con mi blog) pero también ha sido una especie de liberación, llevaba tiempo en un que sí-que no que me estaba agobiando un poco. El motivo es tan sencillo como que han cambiado tantas cosas en mi vida desde que empecé a escribirlo que ahora tengo otras prioridades que necesitan del tiempo que muchas veces le dedicaba. Estaba llegando a un punto en el que escribía más por inercia y por el cariño que le tengo (y no hablo de dependencia, que quedaría muy friki, pero podría ser, ¿por qué no?) que porque realmente me siguiera divirtiendo tanto como antes echar tiempo en contar las cosas que pienso, me gustan o me han pasado, y que además, ya están prácticamente todas contadas. Para qué engañarnos, eso ha supuesto un desgaste.

Quizás cometí el error a principio de año de decir que aún tenía cuerda para rato, pero supongo que fue un momento optimista en medio de mi debate personal más que una sensación real, porque lo cierto es que escribir un blog y tenerlo medio apañado requiere de un cierto compromiso y esfuerzo, por no hablar del efecto dominó que, al menos, a mi me produce (mirar los comentarios, contestarlos, ya que estamos meterme en otros blogs...). Al final es tiempo, tiempo que sin darme cuenta empleaba y me faltaba para otras cosas para las que ahora mismo toda mi dedicación es poca, o simplemente me apetecen más. Lo cierto es que antes de cerrarlo estuve pensando en hacer posts más cortos, o espaciarlos más en el tiempo, o lo que fuera para mantenerlo de alguna forma, pero entonces ya no sería yo y esto no sería Itwalks, y a mi lo que me gustaba era tener un blog como el que tenía, así que si no va a ser así, prefiero que no sea de otra forma. Mejor así, y mira, a modo de último deseo lo que me apetece es que los que leáis este último post seáis los habituales y no los cuatro que quedarían si escribiera un post de pascuas a ramos. Creo que es un final digno. Yo seguiré leyendo y comentando de vez en cuando en los blogs que me gustan, que uno de mis pasatiempos favoritos es hacer ronditas blogueras conocidas. También espero seguir encontrándome por ahí a muchos de los que he conocido durante estos años, que ha sido una de las cosas buenas que ha tenido todo esto, y sólo por eso ya hubiera merecido la pena. Por supuesto, mi correo estará activo y abierto para cualquiera que quiera escribirme, como siempre.

Muchísimas gracias a todos los que de forma pública o anónima me hayáis leído o comentado alguna vez, especialmente a los que hayáis sido habituales en algún momento, nunca me ha dejado de resultar alucinante que tanta gente que ni conozco haya entrado frecuentemente en este blog. Esto va muy en serio, no sabéis la compañía que me ha hecho y lo terapeútico que me ha resultado muchas veces, sobre todo los primeros años por cien mil cosas que nunca me he atrevido a contar por aquello de no tener un blog completamente anónimo, que es lo único que me ha hecho morderme la lengua a veces. Sólo me sale deciros que el blog ha coincidido con la época más bonita, interesante y divertida de los 31 años, casi 32 (ouch) que llevo vividos y espero que todo lo que he aprendido de mi mismo, para bien y para mal, me sirva para que los años que vengan sean aún mejores, porque nadie ha dicho que haya parado. De verdad, cómo me alegro de que justo estos años me haya dado por escribirlo, así podré recordar todo con detalle cuando pase el tiempo y claro, cuando lo relea, también me acordaré de todos vosotros, que habéis sido una parte más de él. Echaré de menos Itwalks y, desde luego, también a vosotros.

Hasta la vista, espero que después de todo este tiempo os haya quedado clara mi opinión en general acerca de cualquier cosa de la vida, que es que todo es gracioso porque nada es para tanto. Nos tomamos las cosas y a nosotros mismos demasiado en serio.

Dwalks

(Por los viejos tiempos: Casi todos... ... y uno que estaba por ahí suelto)

martes, febrero 05, 2008

Dwalks Martínez Soria

Ayer empecé por novena vez en mi vida el gimnasio, pero esta vez hubo una diferencia: por primera vez iba a un gimnasio de los grandes. Las ocho anteriores habían sido sucesivas revivals y comebacks del/al gimnasio de mi barrio, un cuarto de unos ochenta metros cuadrados con todas las máquinas ahí metidas que a la que te descuidabas al agacharte tenías un culo en la cabeza, probablemente de tu vecino. Y es que era eso, todos los que íbamos éramos del barrio, pocas chicas por no decir ninguna, los vesuarios sólo valían para dejar la chupa (todos vivíamos a cinco minutos máximo, así que te bajabas cambiado y te duchabas en casa como un señor). Muchos cambios.

He ido los dos días con Kurt a la hora de comer, aunque yo llego un poco antes porque mi horario me lo apaño como quiero y así hay menos gente que a la hora de comer de las empresas, que se llena aquello de gente y es un poco agobio. Todo muy bien, pero estoy algo descolocado por el cambio de gimnasio y me pierdo un poco. Así que nada, cual Paco Martinez Soria en "La ciudad no es para mi", ahí va mi lista de cosas que me han llamado la atención de mi nuevo gimnasio:

- No entiendo muchas máquinas: Y ya sé que podría preguntar, pero los monitores (o más bien encargados que están allí hablando entre ellos) pasan un poco de todo y a la tercera vez que preguntas da corte, por lo menos a mi. No están pendientes y lo que quieren es que les contraten como personal trainer. Ya he hablado con Kurt y el domingo iremos cuando no haya casi gente para que pueda probarlas todas sin complejos, que él sí las conoce. Y sí, he hecho algún intento en alguna máquina que no entendía y un par de veces me he tenido que bajar disimulando que no me interesaba nada porque no conseguía moverla como el muñeco del dibujo. De momento haré dos semanas de circuito suave para coger tono y me limitaré a hacer los ejercicios que conozco, a ver si entre tanto me fijo en la gente y aprendo y me hago unas tablitas chulas, que hay mucha variedad. Lo bueno es que algo de idea tengo, así que será ir probando.

- Máquinas fascinantes: Una consecuencia directa del punto anterior es que las máquinas que más me gustan son las que no sé como funcionan. Hay una en la que vuelas directamente, despedido hacia arriba (como dos metros) y otra en la que estás como en una silla de oficina giratoria, girando todo el rato a un lado y a otro. Esta debe ser muy fácil porque están todas las señoras ahí montadas superpanchas, pero no me he atrevido a subirme todavía no sea que me quede estático rodeado de gente que bascula como si fuera lo más fácil del mundo. Por cierto ¿para qué sirve ese ejercicio? Es que mi otro gimnasio era realmente rústico.

- Toalla para el sudor: En mi otro gimnasio éramos unos cerdos y ahí nadie ponía toallita en las máquinas para evitar goteos o sudores de espalda, y tampoco pasaba nada. Aquí no, Kurt me advirtió y ahora llevo mi toallita a todas las máquinas y la pongo en los lugares que estimo más probables para ser empapados con mis fluidos, tiene su técnica no os creais. El problema es que se me olvida casi siempre al pirarme y luego tengo que volver y andar preguntándole a la gente que dónde la han puesto. Hoy me ha pasado sólo tres veces, ayer unas cinco.

- Looks: En mi otro gimnasio la camiseta mas glamurosa era una que tenía uno de una promoción de nocilla. El resto íbamos con las más viejas y descoloridas que encontrábamos por casa. Aquí no, aquí hay gente realmente involucrada con su imagen que no deja nada al azar, pelo incluido. Yo de momento paso y voy normal (pantalón corto y camiseta normal y barata), pero quién sabe cómo eran esas personas antes. A lo mejor en un tiempo acabo yo igual, compitiendo por llevar las mallas más irisadas.

- Tías: Vale, necesito acostumbrarme, pero de momento se me van bastante los ojos. Es que mi antiguo gimnasio era como un colegio de curas. Por lo menos no babeo ni hago giros de cuello. Todo con los ojos discretamente o con juegos de espejos.

- El Futuro: Ya lo he conocido. Kurt habló de ello en su blog hace tiempo y ya lo he conocido. ¿Es hombre? ¿Es mujer? ¿Es tranny? Ni una cosa, ni la otra, es lo mejor de ambos sexos unido en una sola persona. Todos seremos así en el futuro, es un humano adelantado a su tiempo, evolucionado. Encima es el plan y majísim@, que nos ha cedido una máquina y todo. Kurt, mientras me indicaba quien era, ha admitido que cada vez es más difícil ser lo más en Madrid, porque entre esta persona, el chino-andaluz que es dependiente de Clean y el Aido (el niño gay de Aida, que tiene más pluma en la realidad que en la serie, es impresionante), todos los personajes chulos están cogidos. Desde luego, una fiesta sin estos tres personajes no mola nada. Mario Vaquerizo ya no es nadie.

- Exhibicionistas: En el vestuario hay tres roles:

  • Los pudorosos, que hacen cosas rarísimas para quitarse los calzoncillos con la toalla puesta y que no se les vea nada.
  • Los normales, que somos mayoría y que nos desnudamos sin problema, como meras transiciones entre cambios de ropa o secados después de la ducha. No te escondes pero mantienes una cierta discrección y velocidad en las operaciones.
  • Los exhibicionistas, que se tiran media hora bien derechos y en bolas de frente a todo el mundo mientras se secan la polla con técnicas similares a las de lo que viene a ser un pajote. Yo no es que mire mucho, pero a veces es inevitable, y no es que me importe, pero hoy he estado al lado de uno que se estaba secando patrás y palante y no paraba de descapullarse y de manipularse el ciruelo así como el que no quiere la cosa, no sé, un poco innecesario. Por cierto, el depilado púbico másculino esta mucho más extendido de lo que creía.

- Me lío con la bolsa: Esto me da un poco de vergüenza, pero de momento me pasa. Llevo una bolsa (muy chula, por cierto, la encontré en décimas muy bien de precio) con la toalla, las zapas, las chanclas, la toballa del sudor, ropa interior limpia, la camiseta, el pantalón, el jabón, el desodorante... de todo. La llevo fenomenal hecha y organizada a la ida, pero cuando termino la sesión, es un lío meter cada cosa mojada en su bolsa de plástico, dejarlo todo bien metido, que no se te mezclen las chanclas húmedas con la toalla, la toalla que no te moje el pantalón que puedes volver a usar mañana, la ropa sudada a otra bolsa, el candado de la taquilla que no se te pierda... Todo el mundo habla del gimnasio sin contar esto, pero es un puto engorro. Y que no se te olvide sacar lo de la bolsa al volver a casa, que al día siguiente puedes tener un universo paralelo en plena creación, con su vegetación, sus hongos y su Adán y Eva incluso por ahí dando vueltas.

viernes, febrero 01, 2008

Un evento y lo de siempre

Este finde, aparte der ir hoy al 8ymedio al pinchamiento de Los Novios Instantáneos DJ, Mogkumo y Astredu, tengo curiosidad por ver una de las dos películas que todo el mundo dice que hay que ver. He visto los dos trailers en youtube y una me apetece bastante, pero la otra no me interesa nada.

Esta no me apetece



Y ésta me apetece bastante



(sorry, el trailer con subtítulos estaba caído en Youtube y no he podido ponerlo)

Vamos, la obviedad de siempre, habrá algunos que sigan diciendo que qué pretencioso lo de ponerse talibán con la versión original, pero es que no puedo entender cómo hay gente que puede considerar que son el mismo producto. Y que conste que sobre todo en la tele yo he visto, veo y veré películas subtituladas que me han encantado, me encantan y me encantarán, pero aún está por llegar el día en el que las prefiera a sus originales. Y más, teniendo en cuenta datos como la conversación telefónica del principio del trailer doblado, que es de arrancarse las venas con unos alicates.

Top excusas de los que defienden el subtitulado (con respuestas):

Es que no tengo suficiente nivel de inglés para seguirlas sin leer y me paso más tiempo leyendo que viendo la peli. Ni yo lo tengo tampoco, y a los diez minutos te acostumbras y ni te das cuenta. Da igual que sea inglés, que francés que islandés.

En España tenemos los mejores dobladores, que lo dice todo el mundo. Vale, y en Japón los mejores cantaores de flamenco fuera de España. La cuestión es que si tienes la oportunidad de ver el original, no sé por qué prefieres el fake, que es un mal menor que considero válido cuando no hay otra cosa.

A mi me da igual, llevo toda la vida viendo películas dobladas y no me importa, ni me doy cuenta. Te propongo un reto. Ve tus próximas tres películas en V.O. y luego me cuentas si notas o no que las bocas no son naturales cuando emiten sonidos distintos a los de sus movimientos. Y no entro en temas como "voces dobladas de los niño: ¿por qué deseas asesinarlos?" "por qué las voces de los adolescentes entre 12 y 28 años están repartidas entre tres dobladores?" y un largo etc.

Menudo cultureta de mierda con lo de la versión original, la cosa es ir de rarete por la vida para contarlo después ¿no?. Que te den por culo, menuda gilipollez.

En los cines con películas dobladas no da tan mal rollo comer palomitas rebuscando por el megacombo a cada puñao, sorbetear cocacola del fondo del vaso gigante y comerse unos nachos con queso cheddar fundido. No puedo competir con eso, ni seré yo quien te convenza de lo contrario. Y por favor, no cambies de opinión.

En definitiva, ver cine subtitulado no está mal, no se trata de estar en contra, simplemente es mejor lo otro.