jueves, septiembre 27, 2007

Examen y Frankfurt

Hoy me he desayunado una salchicha como el cuello de Chiquetete. Mira que quería desayunar poco para no estar muy lleno para el examen, pero es que los desayunos de aquí no son ni medio normales y claro, aunque te mentalices para ser comedido luego ves que el que va delante tuyo se pone bien de todo, pues te entran ganas y te echas tú también.

El examen creo que bien, pero bueno, a ver qué nota me ponen. Hay que sacar un siete mínimo y aunque me lo sabía más o menos, el hecho de tener que escribir en inglés siempre resta confianza, y más cuando son cosas técnicas que se escriben de una manera muy precisa. Creo que me he columpiado en un par de cosas, pero espero que no se pasen mucho. Agh, solo de contarlo me estoy comiendo el tarro, así que paso de seguir con el tema.

Después del examen, un compañero de estos días me ha traído a Frankfurt a las oficinas de mi empresa a reunirme con más gente con la que tendré contacto. Todo el viaje lloviendo a saco y es que por lo visto viene lo que no está escrito de lluvia del Este. Poco nos ha cundido hoy porque hemos llegado a las dos, hemos comido y hasta las tres no hemos empezado. Básicamente me he presentado a los gerifaltes en quince minutos, me han dicho que estaban muy contentos de que estuviera con ellos y blablabla, y ya me he ido con uno a que me presentara a toda la gente con la que tendré contacto desde España. Bueno, a parte, tengo que volver dentro de dos semanas a seguir aprendiendo cosas. He conocido a mucha gente con la que he hablado mucho por e-mail y todas las tías eran bastante feas, muy alemanotas y cuadradas, aparte de bastante mayores de lo que creía. Yo es que mitifico enseguida por e-mail y luego me llevo los chascos. Eso sí, todas muy simpáticas.

A las cinco un tipo de la empresa que vivía cerca de mi hotel me ha acercado y a mitad de camino hemos parado en un supermercado. Llovía a mares y el supermercado estaba en un sitio bastante anodino, pero he pensado que me molaba el hecho de estar en Alemania un jueves, haciendo la compra a las cinco de la tarde un día de lluvia en un barrio, un día de verdad y no como cuando vas de turismo, que todo tiene un punto irreal, de saber que la gente en realidad no vive ahí. Me he comprado una botella de agua y un champú, porque esta mañana no tenía en el hotel y me he lavado la cabeza con el jabón líquido de manos del labavo. Luego me he dado cuenta que era extra-hidratante y claro, he llevado el pelo todo el día como una ensaimada, en forma y textura, superpastoso, qué asco. Por eso me he comprado un champú de viaje, que nunca llevo y luego me pasan estas cosas.

He ido a cenar con mis dos jefes y hemos ido a un italiano bastante rico, pero estaba muy cansado y les he dicho antes de llegar que estaba reventado, así no se han enredado a cervezas y me han traído al hotel hace un rato. Ahora me acuesto que mañana tengo reunión, a ver qué me cuentan, porque me van a decir lo que tengo que hacer en breve. Qué nervios y qué ganas.

Mañana me vuelvo, ya apetece que ha sido una semana tensa.

martes, septiembre 25, 2007

It walks

El viernes era mi último día de trabajo en mi ya ex-empresa. Pensaba que me daría más pena, pero estuve tan liado mandando emails de despedida formales, personales y cerrando cosas, que me dio la una de la tarde y ya me tenía que ir a recoger las tortillas y el picoteo (rico y bueno) que había encargado para invitar a los compañeros. Las despedidas fueron emocionantes, pero como éramos ciento y la madre, en cuando empezaba a tragar saliva con alguna, alguien interrumpía para despedirse también, así que me fui insensibilizando hasta acabar por no sentir nada especial, aparte de buen rollo, para ser un momento tan de lagrimilla. Me quedo con el abrazo con dos bofetones paternales que me dio por todo el morro un señor que, en cinco años, me había saludado tres veces por los pasillos. No entendí nada, pero como no quería hacer feos ese día, me quedé sonriendo y dando las gracias, y oliendo a su loción de droguería. En cambio, con mis mejores amigos del trabajo tuve que tirar de los mejores hachazos de mi colección para controlar las emociones, que de ellos sí que me daba pena despedirme, y claro que me importas y por eso no me importas.

El domingo con la cosa del viaje, y tras un fin de semana bastante movido en el que hubo eventos (Astrud en El Sol y Los Novios Instantáneos en el Elástico), reencuentros, presentaciones y alguna que otra conversación de éstas que te dejan un punto agridulce, me levanté hecho un manojo de puerros y no tuve ni ganas de desayunar. Comprobé quince veces la maleta y los papeles, me recorrí la casa otras doce sin ir a ningún sitio, hice pis como otras cuatro veces, y ya me fui al aeropuerto, perfectamente atendido y cuidado, luego me quejo.

En el avión todo bien, salvo por un equipo alemán de hockey femenino campeón de algo que se pasó todo el viaje cantando y haciendo coreografías con los brazos. Luego dicen que a los españoles no se nos puede llevar a ningún sitio. Me hubiera enfadado más si no fuera porque me daba bastante morbo la mitad (aproximadamente, puede que tres cuartos) del equipo de hockey, y claro, uno se ablanda, en el sentido figurado.

Llegamos a Colonia, cogí mi maleta bastante rápido, y me marché pasando entre una coreografía que estaban haciendo en ese momento, de estas que se hacen letras con el cuerpo a la vez que deletrean un nombre, concretamente entre la “C” y una especie de “O”. Todo el mundo sabe que la “O” es superdifícil de hacer con el cuerpo y bastante tenia la chica con intentar no enseñar el tanga, que a la pobre se lo vio hasta el que organizaba la cola de lo taxis, pese a sus esfuerzos. Una “O” con mucho mérito.

Cogí un taxi y le enseñé el papelito con la dirección del hotel al taxista, que le faltaba el pulgar y tuvo que coger el papel con el muñón y la punta del dedo índice, con mucha maestría. Yo pensaba que iba a Colonia, pero no, nos empezamos a meter por carreteras secundarias totalmente oscuras y aparecimos en un pueblo a 20 quilómetros de Colonia, concretamente en medio de un bosque. En fin, mis planes turísticos para la semana al cuerno. Pedí un sándwich en la recepción para subírmelo a la habitación, me deshice la maleta, me comí el sándwich a tres centímetros de la tele (la única mesa de la habitación tiene encima la tele) y me partí el cuello en la cama, que al final el sábado me lié más de lo que tenía planeado y estaba bastante roto.

Estos días he estado de formación, con otras cuarenta personas. No tienen nada que ver conmigo en lo que voy a hacer, pero necesito la calificación que se da al final de la misma para poder hacer una parte de mi trabajo. A partir de ahora, voy a trabajar yo solo en España para una compañía alemana bastante fuerte que quiere expandirse, así que me tocará hacer formaciones de éstas de vez en cuando, porque lo voy a tener que hacer yo todo, no hay más narices. Estoy bastante acojonado, nunca he empezado de cero profesionalmente nada en mi vida y no sé que tal se me dará, pero también muy ilusionado. Si me sale bien es la bomba, que ya lo es, y si no, pues a otra cosa, que ahora es cuando me puedo pegar hostias sin arrastrar a nadie. Además, tengo experiencia en lo que voy a hacer, así que a ver si todo el tiempo que estoy perdiendo en darle vueltas a todo el rato lo empleo en confiar un poco más en mi. Tengo bastante ansiedad últimamente por esto, la verdad, me lo noto en el carácter, en las horas de sueño y en la cara.

El caso es que de las cuarenta personas, seis son “compañeros” míos de los que trabajan en Alemania, es decir, puede que no les vuelva a ver, salvo a un polaco que hace lo mismo que yo pero en Polonia y nos reuniremos con otros de otros países de vez en cuando. Muy majo el polaco, ya me ha dicho que tengo que ir allí de turismo, que él me monta un planazo barato y chulo, que la gente no tiene ni puta idea. La semana que viene no, la otra, conoceré a un marroquí que hará lo mismo que yo en Marruecos, a ver si es tan el plan como el polaco y empiezo a tener contactos buenos internacionales, que luego vienen fenomenal para las recomendaciones cuando quieres irte de viaje. Por lo demás, nada, que cuando vi el hotel ya de día me di cuenta de que era precioso, es un molino con un río y un lago en medio del bosque, un poco rollo “Funny Games” el entorno, pero muy chulo. Alemania mola, no sé quién me lo dijo este fin de semana cuando le contaba esto y es verdad, Alemania mola y mucho. Yo diría que, aparte de bonito, es un país muy confortable en general, y eso, cuando estás fuera de casa, no tiene precio.

Poca cosa más, la formación es muy útil pero muy rollo ni no te interesa el mundillo éste. Me acoplo a mi grupo corporativo para las comidas, el paseo y la cena (estoy hablando de gente de cuarenta años mínimo que entiende por diversión beberse siete cervezas cada noche en una mesa, yo me quedo en la tercera pinta) Ah, y he currado dos veces en grupo con ellos para ejercicios prácticos y qué bien trabajan los putos alemanes, qué serios son. Buenísimos, la verdad es que saben un montón y me viene fenomenal. A ver qué tal el examen del jueves, que creo que es durillo. Por cierto, si me saco el examen, me ha dicho el tipo que nos está impartiendo la formación, que seré el europeo más joven que se la ha sacado hasta ahora, qué presión, aunque en el fondo me mola ser el más joven de algo a mi edad, ya me quedan pocas de éstas, me temo. Creo que me han cogido un poco de manía en la formación, no por esto, sino porque soy el único junto con un indio que no hablamos alemán y la tienen que dar en inglés por nuestra culpa. Me da igual y no, sí que da un poco de palo, pero joder, a mi me apuntaron sin que yo lo pidiera y me dijeron que era en inglés porque iba gente de todo el mundo, lo que pasa es que ha coincidido.

Ya os contaré el resto, que me lío, y ya me ha salido un chorongo de post, que encima, con esto de estar sólo y en medio de un bosque todo bucólico, me ha quedado como un poco sosillo, ahora que lo he releído. Es lo que hay, buenas noches.

PD: Pido disculpas a Los Novios Instantáneos, que aunque fui a su sesión del sábado, la verdad es que no bailé nada. Es que yo o tengo el día bailón o no muevo ni la puntera de la zapatilla, aunque la oreja la tuviera puesta todo el rato. Qué bien estuvo veros después de año y pico, allá por el Plasidepop del 2006.

martes, septiembre 18, 2007

No hay manera

Como comentaba en mi último post, este fin de semana se suponía que me lo había diseñado para no plantarme el lunes con la sensación de que al final lo único que hago cuando tengo tiempo libre es salir por la noche. En principio me había parecido una buena idea ir el sábado a algún sitio cerca de Madrid a pasar el día (me encanta el plan, sobre todo por lo detallado) y el domingo hacerme con Kurt y con quien quisiera venir a casa las primeras "Sesiones de 3 Capítulos Piloto", pero al final nada.

El jueves ya se torció la cosa porque me metí en la previsión del tiempo y sólo les faltaba escribir, al lado de los nubarrones del sábado, que eras mongolo si se te ocurría poner un pie fuera de tu casa, con un emoticono bien choni como éste: XD . Poco después me llegó un correo de Chs, que decía que el sábado llegaba de Brasil, después de casi un año sin aparecer y de escribir lo justo para que cada cuatro meses supiéramos que no había muerto. Yo no supe si ponerme contento o decirle que era un impresentable, porque no se puede venir de Brasil y decirlo el día antes de llegar, que te trastoca todos los planes y más si estás tratando de reconducir tu vida. El caso es que al final entre que me apetecía mucho verle y las tormentas que supuestamente iban a caer, decidí cancelar mis planes-rehab y relajarme, que me estaba empezando a estresar. Ya habrá tiempo, lo importante es la actitud. Bueno, lo importante es tener una excusa, está claro.

El viernes al final montamos una cena en el Gumbo Ya-Ya, que dijo Kurt que aún no lo habíamos estrenado y que ya estaba bien. La verdad es que era prácticamente igual que el original de la calle del Pez, sólo que dos calles más abajo. Fuimos Kurt, Seiai, Agr, Would, que sigue vivo, y yo. Nos pasamos la comida haciendo hipótesis sobre Madeleine, lo inquietante y total que es la madre de Madeleine, y sobre si alguien de los de Austrohúngaro está preparándole ya un tema o no, que tiene toda la pinta. Elza no vino porque había tenido las primeras jaquecas de su vida y lo estaba celebrando quedándose en la cama, chutándose sus drogas y mandando callar a todo el mundo que hablara por encima de medio decibelio en sus proximidades.

Comimos bien, aunque nos pusieron unas nueces gratis de aperitivo que estaban carbonizadas (resulta que eran así, estilo Nueva Orleans, supongo). Intentamos sacarle el regustillo sofisticado a las nueces pero al final no nos gustaron nada, amargaban un montón, y no sé quién de nosotros las escupió masticadas en el plato y todo, como los niños pequeños, un desastre las nueces. Pedimos lo típico: los tomates verdes fritos y los cangrejos de cáscara blanda para compartir (Kurt nos contó que para hacerlos meten a los cangrejos vivos en huevo batido a que se inflen de comer huevo, y cuando ya están bien petaditos, los cogen y fríen, por eso están tan ricos). Yo me pedí de segundo un bonito ennegrecido, muy bien hecho aunque pelín sabroso de especias (es un buen trozo de bonito que te lo "rebozan" en especias y te lo pasan a la plancha), y por ahí se pidieron unas carrilladas de cerdo también muy ricas y un pollo picantón que no merecía nada la pena porque era como pollo asado, sólo que muy picante. Los postres muy ricos y muy gochos, lo sabe todo el mundo que va a Gumbo, son enormes y rotundos. Compartimos tres trozos de tarta de crema de cacahuete con nata (tooma), de zanahoria (viva) y de manzana al brandy (ole). Kurt decidió inmolarse ahí mismo y, cuando ya estábamos todos rodando por el restaurante, levantó un dedo y le ordenó al camarero otro trozo de tarta de crema de cacahuete para él solo. Nos fascinó que lo hiciera tan natural y sin mover una ceja, pero luego nos agobiamos de ver cómo se lo comía, rebañando incluso. Kurt no tiene fin con los postres.

Luego nos tomamos una copa y para casa, que andábamos todos cansadillos y con la tontería eran las tres de la mañana.

El sábado nos levantamos a la hora comer y Jwalks nos hizo la comida, hacía un día increible y yo me quedé pensando en la previsión del tiempo que había leído dos días antes. Luego vimos a Chs a la hora del café, abrazos, besos y a contarnos nuestra vida, sobre todo hablando de Chsinha, la hija de Chs, que la considero mi sobrina y sólo la he visto una vez en la vida. Me da que cuando la vuelva a ver me van a dar más ganas de ligar con ella que de apadrinarla. Como había venido familia a verle y estaba cansado del viaje, a eso de las seis se fue a casa y nos despedimos hasta el domingo.

Llevé a Seiai a su casa y, cuando volví, ya estaba allí Agr en mi portal para ver el partido de baloncesto en casa. Doritos, ganchitos y todas las guarrerias naranjas que había en los chinos para ver cómo España pasaba a la final. A mitad de partido apareció Would también por casa, le puse una cerveza y le dije que picara del bol de los ganchitos para ir recuperando el tiempo perdido.

Después del partido me enteré de que Would y yo teníamos el cumple de Elliot. Me arreglé, y me fui con Would al centro, a un cumpleaños en el que la fiesta la componían Elliot y su mujer, escasa, pero muy buena compañía. Luego apareció su hermana con su marido y ya estuvimos los seis, que hemos pasado unas cuantas vacaciones juntos y estamos muy a gusto siempre.

Tras unas tapas, nos fuimos al Jose Alfredo a tomar unas caipiriñas (probadlas) y ya ahí, empecé a mensajearme con Ann O´nadada para ir al Elástico, que el sitio estaba de aniversario y me había dicho que se iba a pasar. Cuando llegué, allí andaban Ann acompañado de unos hombres bastante peludos, además de Farala. Ann desapareció al poco de llegar yo (él argumenta es que yo llegué muy tarde y yo argumento que por eso no sería, ya que las tres no es tan tarde) y ya me quedé con Farala rajando, que hacía tiempo que no nos veíamos y se nos da muy bien eso darle a la lengua. Como a la hora de estar con él, me comentó que tenía unos temas pendientes con alguien que teníamos por ahí cerca, así que ya me retiré y le dejé con sus cosas. Busqué a la gente con la que había llegado pero no les vi, y cuando ya me estaba marchando a casa tuve suerte y me encontré con Supervago, con quién entre pitos y flautas todavía me quedé tomando una copa más.

Que me lío. El domingo quedé con Chs, mi prima y su novio para el vermú y luego me pasé la tarde haciendo cosas. Como estaba Chs en Madrid, decidimos dejar las sesiones de capítulos piloto para dentro de dos findes, que es cuando Kurt está en Madrid. Vi con Chs y JB (aparte de Jwalks) la final del baloncesto y me fui muy quemado a la cama.

miércoles, septiembre 12, 2007

Tratando de mejorar

Para cerrar el post anterior, diré que he tomado cartas en el asunto. Con el fin de terminar con las angustias por improductividad que me llevaron a hacer uno de esos posts llorones de los que luego me arrepiento nada más releerlos, he decidido:

1) Hacerme un plan chulo el sábado. Es decir, levantarme pronto para irme a pasar el día con Seiai a algún pueblo de la periferia de Madrid de menos de 200.000 habitantes. Esto me inquieta un poco porque tú te vas a un pueblo pensando en olor a madera, en darle patadas a las piñas y en tumbarte en una praderita, y acabas esquivando scooters y comentando los estilismos capilares y los tunnings de los zagales, que otra cosa no, pero en los pueblos hay mucho material de primera que comentar. Estaba pensando en algo tipo Patones de Arriba, o por ahí, que he estado poco y he comido bien, aparte de ser muy bonito. Vamos, la zona Norte de Madrid. Lo que pasa es que ya he oído que va a cambiar el tiempo y ya verás, al final el paseo para el spring-summer de 2008 que se nos queda... mira, acabo de caer en que nunca he estado en Cuenca...

2) Ya he hablado con Kurt y el domingo inauguraremos lo que serán nuestras "Sesiones de capítulos piloto". Esto es que Kurt se traerá a mi casa tres capítulos de series nuevas y prometedoras (en principio cosas de la HBO, BBC o Fox que hayan estrenado hace poco) que no hayamos visto (Kurt los tiene TODOS, esto es comodísimo), y los vemos para decidir a cuál nos enganchamos. Tiene buena pinta y ya avisaremos a los del grupo por si se quiere venir alguien más, que esto es una de esas cosas que consideramos que necesitan de una buena excusa para perdérselo. Me huelo que Agr estará con nosotros como un clavo. Voy a proponer cerrar cada sesión con algún capítulo mítico de alguna serie que ya hayamos visto, algún Larry, un Niptuck o un Little Britain, por ejemplo.

Obviamente, con esto ni se recogerá la casa, ni se solucionarán mis tareas pendientes, ni me sentiré más productivo que el finde pasado, pero me vale para salir de mi espiral negativa, yo me entiendo.

Para empezar, no saldré dos días.

martes, septiembre 11, 2007

Remember: una

Aunque ya lo sabía, reconozco que me ha pillado algo desprevenido. A principio de año me hice un promesa interna que consistía en que no volvería a salir fuerte dos días seguidos salvo causas de fuerza mayor. Por algo sería.

Este fin de semana lo he hecho y he pagado las consecuencias. Teniendo en cuenta mi avanzada edad se supone que ahora me tocaría decir lo de que ya no recupero al día siguiente como antes, que el lunes ando hecho unos zorros, que una resaca vale pero dos ya es demasiado... y tal. Pues no, físicamente estoy bastante entero y despierto, algo cansado pero nada grave, mi problema es otro. A mi lo que me pasa es que cuando salgo dos días me cabreo y me enervo mucho los lunes, y no es porque sea lunes o porque me drogue y me de el bajón, que yo no me drogo, es porque estoy que no me aguanto. Yo, que soy de pronto borde cuando no tengo mi día, he aprendido a controlarlo, así que peor me lo pongo porque no hay nada que me saque más de quicio que ir contenido y con las mandíbulas prietas por el mundo. Todo el mundo me parece gilipollas y podría darle a quien fuera un informe detallado de mis argumentos irrebatibles, y no es plan. He aprendido a identificar estos días y he aprendido a anticiparme a mis salidas fuera de tono, que no me compensa el arrepentimiento de después, pero eso no quita para que el esfuerzo para conseguirlo me resulte más complicado que morder el cristal de un coche. Y sí, supongo que tengo un karma superchungo estos días, porque hablo poco y no tengo mucha paciencia con quien utiliza más de una frase subordinada para explicarme cualquier cosa (por cierto, acabo de darme cuenta de que últimamente meto mucho lo del karma en mis conversaciones porque oí hace poco que decir "estoy desesperado por tal o cual" tenía un karma muy malo en las primeras citas, y me hizo mucha gracia, tengo que corregir esto. De todos modos, que tomen nota los solteros que lo piensas y es verdad... por ejemplo, primera cita, Ella "Estoy desesperada por comer chipirones" Él "Esto... adiós" ó Él "¿Sabes? Estoy desesperado por ver el nuevo Seat León" Ella "Eeh... lo siento, acabo de recordar que tengo que irme a comprobar si mi cepillo de dientes tiene mil púas, chao!" ).

No tiene nada que ver con la calidad de mis salidas nocturnas, o que me sienta vacío cuando ando por ahí de copas, al revés, me lo paso bastante bien casi siempre y no suelo verme en medio de un bar medio tajado y pensando "esto es una mierda, qué hago yo aquí". Este fin de semana, por ejemplo, he salido ambos días con Iván y sus amigos de Zaragoza, el sábado porque era su cumple y el viernes por que me dio la gana, y han sido dos noches francamente divertidas (Iván, lo cuentas tú que se me queda largo esto si no). Además, el viernes estuvo guay porque me fui encontrando poco a poco con Telecine, que empieza a ser un clásico muy el plan siempre, con un compañero de la universidad y con unos amigos de mi ex que me caen muy bien , y el sábado con Xabi y con unas amigas de Seiai. Incluso se presentó Agr el sábado a la salida del Elástico y todavía me fui con él por ahí a tomar las últimas, que fueron algo delirantes. Encima, el domingo me fui por la tarde con Agr de paseo, y luego me vi el partido de baloncesto tan pancho, o sea, que ni siquiera tuve un domingo plomizo y decadente.

El problema es el lunes, que me levanto pensando que no he hecho nada útil, que tengo la habitación tan desordenada como el viernes, las mismas cosas tipo tintorería, limpiar zapatos, ordenar cosas... por hacer, y que no he conseguido sacar un mísero rato para hacer esto de una forma natural y frecuente y no a tirones, como lo suelo hacer cuando me doy cuenta que se me ha ido de las manos. Y también pienso que no me ha dado casi la luz, que me he perdido muchas cosas interesantes que quería ver, que me dan envidia los montañeros... ese tipo de cosas. Como he dicho antes, esto lo he cambiado este año, dejando un día como mínimo para hacer cosas o, como mínimo, madrugar medianamente sábado o el domingo, y lo hago, pero se ve que cuando alcancé mi punto de saturación no dejé espacio para más veces, porque las sensaciones que he tenido este lunes han sido exactamente las mismas que cuando decidí cambiar esto, hace unos meses.

O sea, que he llegado a la conclusión de que no es que no deba salir dos días el fin de semana, es que ya no me gusta y me cabreo si lo hago, independientemente de cómo me lo pase. Lo peor es que fui yo el que enredé a todo el mundo para liarnos otra vez el sábado, antes de empezar a tomar copas, no entiendo nada.

viernes, septiembre 07, 2007

Descartes

He decidido terminar esta semana con un asunto que siempre me ha creado un ligero conflicto moral, y con el que ya de paso cerraré los posts dedicados a mis vacaciones de este verano para dedicarme de una vez a escribir sobre cosas menos tópicas. Se trata de los vídeos personales que cuelgo por aquí de vez en cuando.


Todo aquel que se meta en blogs con fotos, fotologs u otras páginas personales que incluyan imágenes del autor, habrá comprobado que la gente que pone sus fotos siempre sale guapa, molona (o esa es la intención) o, al menos, en lo que considera la mejor versión de si mismo, aunque esto es discutible porque a la gente se le nota mogollón que posa en las fotos, yo incluido, no puedo evitarlo. Esto no es nada nuevo, lo hacen nuestras abuelas y nuestros padres con las fotos que tienen en casa (según sus cánones estéticos, desde luego, que a estas alturas no me voy a discutir con mi abuela sobre si las fotos de comunión y bodas son tendencia decorativa). Es decir, todos enseñamos la fotos chulas y nos guardamos o destruimos las chungas o en las que simplemente no nos vemos favorecidos. Curiosamente muchas de las que no nos gustan son en las que a la gente le parece que hemos salido más normales, pero claro, como nosotros estamos acostumbrados a vernos en el espejo, y en el espejo todo el mundo posa de forma inconsciente cuando se mira y, además, tenemos una imagen invertida de cómo somos realmente, pues luego cuando nos vemos en una foto como somos en realidad pues no nos gusta y decimos que estamos fatal. Esto pasa mucho con las fotos en las que salimos de perfil, comiendo, hablando o riendo espontáneamente, vamos, las cosas que no detectamos en el espejo. Pues por mucho que duela, somos así, pero no pasa nada, la gente ya sabe eso que nos decepciona tanto cuando lo vemos en una foto, y nos quieren igual e incluso nos follan a veces. No hay que preocuparse.

El caso es que esto lo he pensado mientras le echaba hoy un vistazo a mi vídeo del post anterior y me he dado cuenta que todas las fotos que había puesto habían sido seleccionadas inconscientemente con el criterio "que en el vídeo la gente salga bien (en especial yo), que parezca que el verano no ha tenido desperdicio y que se note que yo no soy un turista como los demás). Bueno, pues dado que la mitad de los que me leen ya me conocen y saben que no hay más cera de la que arde, y que hoy tengo un día honesto, me he visto con la suficiente entereza moral como para sacar a la luz algunos de los descartes que he hecho entre las fotos de este verano. No es que tenga un método, pero los iré mostrando temáticamente para que se comprenda mejor:



1) Las postales. Sí , ya sé que todos los monumentos típicos están en fotos de internet y probablemente sacados con mejor calidad que la mía, que gasto mi tiempo y la memoria de mi cámara en algo que puedo cortar y pegar directamente de la red en mi álbum, pero no puedo resistirme: hago postales. Luego casi ni las veo, y realmente las saco un poco sin darme cuenta, joder, me parecen chulas en el momento y click, es lo que hay. También es cierto que tampoco estoy obsesionado con esto, pero mi objetivo es hacer cero algún día. Como ejemplos, el monumento al Holocausto desde un punto de vista con mogollón de sentimiento y solidaridad, una imagen única de la Puerta de Brandenburgo y una perspectiva secreta de la catedral.




2) Lo mismo que en el punto 1) pero conmigo enmedio. Esto es peor que lo anterior clarísimamente pero reconozco que también caigo de vez en cuando. A ver, si las fotos típicas de sitios típicos ya son una paletada (insisto, hay miles de fotos en internet exactamente iguales que la tuya), pues aún lo es más ponerse delante en plan "eh, que he estado, que he estado!!". Joder, si has sacado la foto es porque has estado. Pero nada, siempre acabo haciéndome alguna.

En la primera salgo con la columna de la victoria del Tiergarten, y en la segunda que me puse en tol medio del Pergamon para que se viera que soy muy culto y que voy a los museos. Como no podía ser de otro modo, la Justicia Divina me castigó por esta foto poniéndome a dos lesbianas mucho más cultas que yo a mi lado, pero muy feas y fatal vestidas para que no pudiera enseñar la foto con orgullo. Os aseguro que en el momento del disparo no estaban ahí. En fin, supongo que la cuenta está saldada.

3) Posturas no deseadas. A todos nos gusta aparentar que correspondemos con el canon de belleza griego en cuanto a proporciones, pero lamentablemente las fotos que nos sacan de forma improvisada nos ponen en nuestro lugar. Aquí estaba yo por Kreuzberg orientándome y me salieron estas piernas en la foto. Supongo que no tengo esta pinta el 100% de mi tiempo en movimiento, pero tampoco puedo negar que ese soy yo. En mi favor diré que esa foto la descarté porque quería que mi vídeo pareciera un viaje a Berlín y no un viaje a Lourdes a curarme de lo mío.

4) Momentos lamentables. Estábamos en Alexander Platz y yo vi un puestecillo donde la gente se sentaba y agarraba unos cilindros metálicos conectados a una cosa que medía algo. Yo lo vi y pensé que te dejaban probar algún artilugio relajante, o masajeador, o yo qué sé. El caso es que pregunté si podía probarlo y me dijeron que sí. Cogí los cilindros y una chica muy mona se sentó delante de mi y me dijo que era psicóloga. Me empezó a hacer preguntas personales y me dijo que los cilindros medirían el nivel de estrés que me generaban. Me preguntó qué me hacía sentir mal de mi vida personal, de mi familia, de mi trabajo, de mi vida sexual... yo empecé a flipar un poco pero contestaba todo el tiempo que nada en especial me hacía sentir mal. Los cilindros no medían nada porque yo estaba tranquilo, me hacía gracia ver a Seiai ahí mirando sacándome una foto y no los apretaba por los nervios ni nada, que supongo que era cuando medían algo. La psicóloga empezó a perder la paciencia conmigo y yo también, así que para salir del paso al final le dije que mi padre me hacía sentir mal a veces y apreté un poco los cilindros. Las agujas midieron algo y la chica me miró con comprensión. Acto seguido sacó de una caja unos libros de terapia familiar de la Iglesia de la Cienciología. Dije que no, di las gracias y me fui ante las miradas de odio de todos los que salen en esa foto.

5) Descarte por estética. Algún día explicaré mi afición a las orquestas de las fiestas de los pueblos. Todas las fotos que vienen a continuación corresponden a los carteles de las fiestas de Luarca, anunciando los grupos que iban a tocar. Estas fotos no las puse en el vídeo par ano romper la armonía estética

Superfan de Ablo desde ya

¿Soy yo el único que ve que algo no va bien en sus cabezas?

Mili y Ander. No sé qué tal serán en directo, pero Mili sabe que tiene dos tetas. Ander sabe que tiene que le mola Jack&Jones

No olvidemos que estas fotos han de despertar las ganas de ir a verles y supongo que algo de lujuria...

...ah vale, ahora sí, es que no había visto ésta otra foto

6) Descarte por dignidad. Esta es la última y quizás la foto más dura de enseñar. No me da miedo que se sepan mis defectos, pero dado que aún pertenezco a la especie humana, tengo un poco de ego. El caso es que en el vídeo del post anterior mostraba algunas fotos de nuestra afición favorita en Asturias, que era asomarnos a los acantilados, tumbándonos al borde para no tener una desgracia. El caso es que yo tengo mucho vértigo y, una vez vistas las fotos, he comprobado que no manejo mi cuerpo tan bien como desearía, generando poses como ésta. CF lo definió muy bien cuando vio la foto que me había sacado "joder dwalks, en ésta pareces una salamandra, ponte otra vez y relájate coño, que sales raro"

miércoles, septiembre 05, 2007

Berlín y Asturias 2007

Bueno, mejor tarde que nunca, y es que desde la segunda mitad de agosto hasta hoy no he parado por motivos importantes, pero aun así, me siento fatal por ser el penúltimo en ponerme a escribir después del verano. El último será Would, que se ve que ha decidido experimentar para ver si se le pudre el blog o algo si deja de escribir, interesante. Muchos cambios en mi vida, pero ya iré contando.

Ya hace tiempo que me fui a Berlín con Seiai, y luego casi seguido a Asturias con Would, CF y Agr, así que no haré una crónica detallada, pero para que no se me olviden esos días cuando esté leyendo este blog en mi lecho de muerte, rodeado de topillos y con síndrome de Diógenes (pero con un pelo estupendo, espero) y para que al menos un post de este año tenga pinta de veraniego, subo un vídeo con fotos de los dos viajes juntos. Berlín es lo más, Asturias con amigos, también, y Madrid en agosto, por supuesto, aunque quede mal decirlo. Gracias por las recomendaciones para Berlín, intenté hacerlo todo, aunque algo se quedó para la próxima vez, que es imposible hacerlo todo en cinco días disfrutando mínimamente, que es lo que mola. Volveré.

(por cierto, el vídeo lleva audio)