jueves, agosto 31, 2006

Vacaciones Agosto 2006 (3/4). Altea con Would, Kurt y Nate

Al final me he puesto malo de verdad y llevo dos días con un trancazo (me refiero a un constipado) bastante fuerte. Mocos, ojos hinchados, estornudos y tos expectorante forman un combo en mi interior que a 35 grados en la calle, hace las delicias de mi bienestar general. Es como estar anestesiado pero peor. Would también se ha puesto malo, se ve que como no hemos podido sincronizar nuestras menstruaciones, como las amigas que pasan mucho tiempo juntas, pues hemos sincronizado nuestras defensas, y así nos va. "¿tú qué tal estás?" "fff, yo fatal, se me va la olla ¿y tu?" "fatal también, voy echar las papas", y así toda la mañana con el e-mail.

Tras pasar cinco días con Elza, el sábado por la mañana fuimos al aeropuerto de Alicante a por Kurt. Simultaneamente, Nate llegaba a Altea en su deseable mini descapotable. Would llegó un día más tarde, en su vehículo de producción nacional. Pasamos cuatro días todos juntos en la casa de Kurt.

3) Altea. 4 días con Would, Kurt y Nate.


(por cierto, si clicais en este post de Would, hay más sobre estos días, incluída secuencia de fotos de porno casero)

- Lo bien que cocina Nate. Todos los días hemos hecho brunch y todos los días han sido de morirse. Te levantabas con los ojos guiñados por la luz y lo primero que veías en esa casa era una suerte de zumos, tostadas, pan con tomate, bollos, tomate con paprika untable, quesos, yogures líquidos, fruta, tortillas, fiambres, patés, panes diversos y periódicos, que eran la forma perfecta de empezar el día. Nate organizaba todo aquello de forma que aquella mesa pareciera un paraiso y nosotros nos limitábamos a poner la mesa, recogerlo todo y, como no, comer hasta reventar.

Con las cenas lo mismo. Que había unas pechugas de pollo, pues Nate se encargaba de encontrar por los armarios los ingredientes adecuados para hacer una salsa de ooooy-ooooy-ooooy-qué-buena. Que había hortalizas y cosas sueltas por ahí, pues la ensalada que se sacaba de la manga te hacía preguntarte que por qué a ti no se te había ocurrido nunca. Así con todo. Todo en tallas XXL, todo en plan orgía gastronómica. Le doy la razón a Kurt en que en temas de comida, la mejor pareja de un tío, es otro tío que le guste cocinar y que entienda cómo funcionan el asunto éste de que nunca es demasiada cantidad, que las tías parecen no entenderlo muy bien.

- El día del minigolf. Una tarde fuimos a dar una vuelta a Alfaz del Pi a ver el paseo de las estrellas que hay allí. La cosa no prometía mucho porque ese día había un mercadillo en el paseo y no podias ver los nombres de los artistas mundialmente conocidos que tenían su estrella allí puesta (Concha Velasco, Quique Camoiras, Rossi de Pal, Gordinfla Chico...), así que nos limitamos a pasear y criticar un poco las contrucciones miediterraneas que allí se amontonaban en forma de apartamentos, que ya que estábamos en casiValencia, pues era lo suyo. No sé como, acabamos jugando un minigolf los cuatro por un módico precio, que si bien se demostró que somos patéticos a este juego, también lo que nos pudimos reir. Kurt cogía el palo al revés, Nate lo hacía todo fenomenal pero no metía una, mandamos las pelotas al hoyo de al lado veinte veces, hicimos hoyos de un solo golpe, hicimos coreografías con las esculturas de cartón piedra que había en cada hoyo. Kurt batió el record guinness de dejar la bolita metida en recovecos por donde se suponía que debía entrar salir la pelota limpiamentey Would se frustró mucho por su derrota. Gané yo, que tengo mucha potra en general. Un gran tarde, muy recomendable el minigolf, superfan.

FOTO: Would sin saber ganar con estilo en Londres, Kurt luciendo esa fastuosa estampa de golfista junto a Bertín Osborne, Dwalks mutando en tulipán en Holanda y Kurt rebuscando en un túnel con el palo para sacar una bola en Holanda también.




- La escalera de la casa de Kurt. La casa de Kurt es un duplex con una escalera un poco de mansión que comunica las dos plantas, un poco excesiva. Como Would y yo dormíamos arriba, cada mañana que bajábamos a tomar el brunch, o por la noche para salir, parecíamos dos vedettes de revista descendiendo por todos aquellos peldaños. Como no podía ser de otra forma, acabamos cantando lo de "Patatín me echó" cada vez que bajábamos, que era lo suyo ("yiooo, soooy la reinaaa"). Era muy de estrella esa escalera, qué piernazas se te veían cuando bajabas, anda que no.

FOTO: Dwalks en varias tomas de una bajada yiooo, sooooy la reinaaaa



- La comida en El Poblet. El último día, nos fuimos a Denia donde habíamos quedado con Rachel para ir al Poblet, el restaurán de Enrique Dacosta. Kurt reservó mesa unilateralmente para todos antes de ir a Altea, yo le dije que perfecto y, cuando me habló de los precios que te clavaban, ya no estaba tan seguro de su acierto. Tras haber comido allí, retiro todo lo dicho, porque fue una maravilla en calidad y en cantidad, y al final fue un clavo, pero no tanto. Y además lo merecía, qué dinero más bien gastado. Id si podéis y pedir el arroz de setas y hortalizas, los foies al no se qué de aloe vera y lo que os salga del nardo, que está todo buenísimo.

- Las tertulias a cuatro. Si te vas de vacaciones con Kurt, es lo que hay, que se habla todo el rato. Si te cae bien Kurt, pues no puedes dejar de hablar tú tampoco. En la casa, en el brunch, en la piscina, en la playa... nonstopchatting. Recuerdo con especial cariño las de por la noche en la terraza, hablando de cosas interesantísimas e importantísimas que ya no recuerdo pero que jamás olvidaré.

- La excursión al templo de la secta de las raelianas. En Altea hay mucho tronado, guiris con pasta que se retiran allí, y claro, al final se aburren y hacen sectas. De Altea a Calpe hay un templo en construcción en madera y dorados, con cúpulas de estilo ruso, que parece ser que será el templo de una de esas sectas. Nosotros decidimos que era la secta de las raelianas y nos fuimos a venerarlo un rato. A Would le salieron estigmas y todo.

FOTO: Would invocando a Rael con Kurt corriendo en éxtasis, el templo de las raelianas, Dwalks deslumbrado por la obra, los estigmas de Would tras arrodillarse


PD: Si queréis entender lo de "patatín me echó", lo de "yioo soy la reinaaa" y lo de las raelianas, compraros el Mariclones de Sarassas Music, con McNamara. Imprescindible en 2006.

miércoles, agosto 30, 2006

Vacaciones Agosto 2006 (2/4). Altea con Elza

Tras los once días en Cádiz, volví a Madrid y pasé unos días sólo en casa, desde el martes que llegué hasta el lunes siguiente. Básicamente no hice nada aparte de dormir, ver el atletismo por la tele, quedar con una amiga, quedar con Kurt y Would en días separados para salir por la noche, otro día juntos para dar una vuelta y otro día también juntos para ir al cine con ellos a ver a los piratas del Caribe. Muy tranqui y muy bien, que en Cádiz salimos todos los días y venía algo roto.

El lunes 14 me cogí un tren y me fui a Altea, donde Elza me esperaba en su casa de la playa. Vamos con lo más destacado:

2) Altea. 5 días con Elza

- Seguimos siendo solo amigos, al final nuestras previsiones eran correctas y no nos liamos entre nosotros, ante la más que probable sorpresa de algunas personas, y eso que dormimos juntos las cinco noches. Total, como estábamos solos, tampoco íbamos a andar usando toda la casa. Además, así podíamos dormirnos hablando por la noche, que nos gustaba más que coger el sueño por separado. Supongo que el tema queda zanjado para todo el mundo menos para mi madre, que ayer puse la oreja mientras ella hablaba por teléfono con una amiga de toda la vida y le estaba contando lo que yo había hecho por vacaciones. De repente oí esta frase "... y también se fue a Altea con su amiga Elza, bueno... amiga, o yo ya no sé lo que será..." que tuve que gritarle desde mi habitación "mamá, coño! no te lo he explicado ya?..." y ella "ay, pero que yo no digo nada hijo". No puedo con ella.

- Las mañanas. Elza se apuntó a un curso de buceo para el que no me logró convencer, así que las mañanas las pasaba solo de maruja en casa mientras ella hacía sus inmersiones. A mi es que el mar me da un poco de mal rollo y encima ella había empezado antes, y para hacerlo yo solo, pues no. Así que en ese tiempo dormía bien, leía, escuchaba música en los flamantes altavoces para iPod de Elza, fregaba, bajaba a la piscina, hacía la comida, barría... era altamente productivo por las mañanas y estaba muy bien a mi bola. Qué desayunos de una hora me he pegado en esa terraza con vista panorámica al mar.

FOTO: Algunas escenas cotidianas de la terraza. Elza asesinando un pomelo con su fibroso brazo a lo Linda Hamilton en Terminator 2, yo pelándome una pera, mi ojo con las gafas de Elza mientras se supone que me como la pera y Elza hablando con Kurt y fumando.





- Las visitas de los hermanos de Elza. Coincidimos un par de días en la casa y eso era sinónimo de morirte de risa y de ir a restaurantes. Para el que no lo conozca, Altea es un pueblo milagro, situado entre Calpe y Benidorm, y que no tiene nada que ver con ellos. Tiene buen gusto, turismo(tas) de calidad y muchos restaurantes buenos, todo así con con un punto bohemio caro, que no tiene nada que ver con sus pueblos limítrofes (esto creo que ya lo he contado). Tiene muchísimos restaurantes buenos y sitios tranquilos pero muy bien puestos para tomarte unas copas. Un poco más abajo, está Alfaz del Pi, que tiene un Café del Mar con unos mojitos de muerte, por ejemplo.

- Mi performance nocturna. Ya hablé hace tiempo de mis sonambulismos, de mis extrañas conductas en pleno sueño, actuando de vez en cuando con total normalidad en algún momento de la madrugada durante el cual parece que estoy despierto pero no, yo no me entero de nada. Elza por fin pudo ver in situ una de mis demostraciones, que paso a relatar parafraseando lo que me relató ella al día siguiente, porque yo no soy capaz de acordarme.

(La escena comienza con los dos durmiendo a oscuras)

D: Elza...
E: mmm..?
D: ... se me acaba de subir un bicho por el brazo
E: (enciende la luz) qué? dónde? dónde está? ....
D: (mirando por la cama) no sé, se me ha subido por el brazo... lo tenía colgando por entre el hueco de las camas y me ha trepado desde el suelo (me levanto y aparto las camas para enseñarle los bichos, ella ni se mueve, les tiene fobia)

(miro, rebusco entre el hueco de las camas y las sábanas, junto otra vez las camas, apago la luz y me vuelvo a acostar)

E: ¿hay bichos...? (acojonada)
D: no demasiados (y me duermo)



- El dia de Benidorm. Había que hacerlo. Reconozco que tengo una relación de amor-odio con Benidorm. Me espanta su concepto de turismo y me fascina cómo funciona y lo que mueve, a partes casi iguales, no lo puedo evitar. Así que lo suyo era coger, agarrar y pasarse una tarde-noche en Benidorm intentando sacarle el máximo partido a su oferta turística, vivirlo desde dentro para poder opinar. La cosa fue así:

  • Llegamos a las siete de la tarde
  • Paseamos por el paseo marítimo prestando mucha atención a todo, sobre todo a la gente, parejas y familias.
  • Nos tomamos un granizado de limón sentado en un bar caspa del paseo, en primera fila, el Bar Arenas. Media de edad, 60 años.
  • Durante el granizado, nos dedicamos a observar a toda la gente que pasaba y muy hortera casi todo el mundo. Decidimos poner el cronómetro en marcha y pararlo cuando pasara alguien a quien nos tiraríamos sin dudarlo (o sea, que nos gustara 100%). Yo lo paré a los quince minutos (quince minutos pasando gente sin parar y nada, muy fuerte) y Elza a las tres horas.
  • Paseamos más por el paseo y vimos las estatuas de arena. No echamos panoja.
  • Nos metimos en un hotel de cuatro estrellas de estética rancia setentera nada actualizada, con mucho escai y dorados, y nos hicimos fotos en la entrada y junto a las cortinas de raso que iban desde el techo hasta el suelo.
  • Cenamos unos pintxos en la zona vasca del final que no estaban mal, por cierto.
  • Subimos a la zona del faro y vimos los puestos de artesanía y videncia y admiramos el Gran Hotel Bali. Nos hicimos pasar por matrimonio que había dejado al niño con la suegra cuando una argentina nos intentó vender unas cosas que se pegan en los cristales (peces sonriendo, medusas contentas,...), diciendo que no podíamos comprarlas porque el niño era chico y se las querría comer en cuanto las viera.
  • Nos volvimos a meter en el hotel rancio y bailamos en el salón al ritmo de lo de la animación de la casa. Era una salón enorme, con cientos de sillas, con una pista en medio en el que había unas veine parejas de edad indefinida sentadas, dos señoras bailando entre ellas en la pista y otra señora bailando con una niña. Un señor calvo con pelo largo y bigote, sin expresión en la cara, animaba el cotarro con un pasodoble tocado en un órgano electrónico Casio. Elza se arrancó a bailar, yo la seguí, bailamos el pasodoble muy en serio, y nos marchamos.
  • Nos metimos en varios puestos de todo a 3 euros y buscamos por los montones por algún recuerdo, pero nada, mira que le echamos ganas y no encontramos nada interesante.
  • Fuimos a la zona guiri y estuvimos en un karaoke y en unos recreativos.
Y ya nos volvimos. Qué bien nos lo pasamos, en serio.

FOTO: (de arriba a abajo y de izquierda a derecha). Yo sobrecogiéndome ante el Hotel Bali/ Tomando granizado de limón en el Arenas/ Elza consultando videncia/ Los dos cogidos por el paseo sin quitarle ojo a nada/ Dwalks saturado de neones en la zona guiri/ Mostrando y posando con cortinas raso en un hotel de cuatro estrellas antediluviano/ Otra vista de Elza y su granizado/ Elza mirando chollos/ Elza posando en el hotel antes de ir a bailar al salón)





- Las discoteques. Ya que nos dimos un día el paseo por Benidorm, nos quedaba salir una noche en plan Benidorm-Benidorm para tener la experiencia Benidorm completa. Esperamos al hermano de Elza, que venía el viernes y montamos una noche en plan discoteques. Las discoteques son las megadiscotecas que hay a la entrada del pueblo, y que, obviamente, juntan lo mejor de cada casa. Aún así, yo nunca las había visto y no podía hacerme más viejo sin estar al menos una vez allí. Entramos en El Divino, que nos dijeron que era la que mejor se ponía (sic). Un palo la entrada (20 euros, dos consumiciones) pero la chica no pagaba (a touch of class, que no se diga). Entramos y superábamos la media de edad en unos setenta años. Mucho tío duro, mucha manga cortada, mucho multipirsin-cejapartida-mechitas-perillacuidada (todo en la misma persona, me refiero). Bailamos máquina lo mejor que supimos, nos reimos bastante con todos los estilismos y actitudes, Elza ligó con un niño de unos doce años (literales) que la guiño un ojo, nos bebimos las dos copas de la entrada, nos pedimos otra, y ya nos fuimos. Como experiencia no estuvo mal, pero no volveré jamás, no creo que pueda volver a verle la ironía.

- Los paseos que nos dimos por el mar, con sus cañas y sus risas.





martes, agosto 29, 2006

Vacaciones Agosto 2006 (1/4). Cádiz

El domingo volví a Madrid despues de mi mes de vacaciones. Se me ha pasado volando, aunque si me pongo a pensar en el primer día, cuando recogí a CF el último sábado por la mañana de julio para irnos a Cádiz con Agr y Clitos, me da la sensación de que fue hace siglos, es un poco raro. Hoy estoy algo malo, se me ha agarrado el pecho y tengo un poco de tos, aunque aún no se me ha subido a la garganta ni a la nariz. Eso sí, cuando toso me escuece por el esternón y tengo que cerrar los ojos y apretar los labios unos segundos por el dolor, en plan mujer de telenovela que se acaba de enterar que su marido le es infiel pero tiene que disimular porque en ese momento sus hijos pequeños están delante. Supongo que el aire acondicionado de mi oficina tiene algo que ver con esto, porque yo llegué a casa en perfecto estado.

No voy a hacer una crónica de lo que han sido mis vacaciones porque me da pereza, sería demasiado largo. Me gusta hacerlo cuando puedo escribir día a día en un viaje o si se trata de algo más abarcable, como un fin de semana, pero meterme ahora a acordarme de treinta días sería un esfuerzo mental para mi que aún no estoy en condiciones de hacer (ni siquiera me van bien los dedos en el teclado todavía) y un purazo para vosotros, así que haré algo mas ligero con los jailaits de cada periodo.

Ahí va lo de la primera parte:

1) Cádiz. 11 Días con CF, Agr y Clitos (4 en Conil y 7 en Zahara)

- La recepcionista del hostal de Conil donde pasamos los cuatro primeros días. Fue llegar allí y encontrarnos con sus dos melones dándonos la bienvenida al sur de España, y que nos tendrían entusiasmados el resto de los días. Además, la tipa era una borde y nos ponía más todavía. El hostal muy apañado y nuevo para lo barato que era y las fechas en que reservamos, muy bien.

- La excursión a Gibraltar. Ninguno de nosotros había estado nunca, así que nos cogimos el coche un día y nos plantamos en Inglaterra en media hora. A mi me gustó mucho aunque no hubiera demasiado que ver. Precios en libras, estética 100% inglesa en los edificios, todo escrito en inglés... no me imaginaba que fuera tan así todo, incluso la frontera. Subimos arriba del peñón y las vistas eran tan impresionantes que los cuatro hicimos un pis allí mientras oteábamos el horizonte. También fuimos a ver los monos, pero sólo vimos uno que no se movía subido en un muro, así que llegamos a la conclusión de que era un mono de cartón piedra y que lo ponían ahí todas las tardes para no decepcionar a los turistas. También echamos gasolina, que era muy barata.

FOTO: El peñón, una cabina inglesa, Clitos y Agr viendo Africa desde arriba y Agr conduciendo despacio en busca de monos





- Las frituras de pescaito que nos hemos metido. Fuimos a un sitio conocido por la calidad y abundancia de su fritura variada a 12 euros la megafuente, cada una estimada para tres personas. Nosotros nos pedimos tres frituras para los cuatro que éramos y unas ensaladas y la camarera se rió de nosotros, diciendo que nos habíamos pasado y que nos íbamos a dejar la mitad. Cuando nos las terminamos y nos pedimos unos helados de postre, fuimos nosotros los que nos reímos de ella y de la cara que se le quedó.

- El apartamento de Zahara. Tres plantas, tres baños, piscina (Lo Pagán total, de lo calentorra que estaba el agua), y al lado de la playa con unas pedazo vistas.

- Tarifa: Nos gusta. Es un pueblo bonito, tiene marcha variada, se come bien y no muy caro y hay buen rollo. Tiene sus defectos, como todo sitio donde se junta mucha gente de su padre y de su madre, pero ha sido nuestro punto de referencia para salir casi todas las noches.

FOTO: Un click en Tarifa. Agr que se va, mientras Clitos se come una uña y CF piensa probablemente en comida.



- La raiz del traidor. Como CF está un poco tronado, pues se compró el producto más inquietante y friqui que he visto últimamente. Es un ungüento con pinta de Oraldine que vale para acelerar el bronceado y se compra en herbolarios. Aparte de ese nombre tan fantástico que tiene, CF se lo aplicó por el cuerpo al tomar el sol y en cuatro días parecía Gunilla de lo negro que se puso. No es que me parezca bien eso de hacer cosas raras con el sol, pero esa botellita se convirtió en nuestro ítem conceptualmente preferido y símbolo del viaje, aunque yo sólo me echara un poco por la cara un par de días al final, cuando ya estaba moreno. Tampoco lo noté demasiado, que me daba un poco de miedo.

- Un ligue tonto una noche, casi sin intención, acabo siendo una chica que me gustó mucho, y eso que sólo la vi un par de veces. Lástima que la conociera tan al final. Lo destaco, porque estaba yo últimamente un poco mosca pensando que me había vuelto un escéptico y que no conseguía dejarme llevar cuando conocía a alguien y esas cosas, y resulta que de repente aparece una tipa por casualidad, y me deja varios días medio tonto en mi casa a la vuelta. Así de fácil, aunque la cosa ya no dé para más y a lo mejor no tuviera sentido en otras circunstancias. Me quedo con la despedida tan bonita que tuvimos y con tranquilidad de saber que no soy de cartón, como empezaba a temerme.


- La noche que CF, nuestro cebo oficial, ligó, no sé cómo, con las potentes camareras del conocido garito donde todo el mundo acaba la juerga en Tarifa y acabamos saliendo con ellas la noche que libraban. Como conocían a todo el mundo por allí, pues tuvimos copas gratis, nos presentaron a más amigas suyas tronadas que se hicieron fotos de sus escotes en grupo para nosotros y acabamos desayunando a las tantas de la mañana unas tostadas de manteca y unos bocadillos, en un bar muy cutre, con una chica portada de conocidas revistas calientatíos. Muy surrealista todo. Por cierto, muy majas, y eso que parecían unas estiradas. Nos trataron muy bien.

- Los choni que es Conil. No nos gustó nada la marcha de este pueblo, que no el pueblo, que no está mal. Había un par de sitios pasables, pero el ambiente y la música nos parecieron flojos. Mucha paqui pintarrajeada y mucho cholo con mullet y mechas. Aún así, nos lo pasamos bien.

- Lo buenos amigos que son Agr y CF, que pese a ser bastante incompatibles conviviendo, son capaces de apañárselas para que la sangre no llegue al río.

- Clitos. Nuestro fichaje de última hora, el cuarto hombre, resultó ser un crack.

- La Playa del Palmar. Aunque haya mucho jipi y moderno de palo y el ambiente sea un poco de pose, sigue molando tomarse un mojito en la playa mientras atardece. Un poco patético lo de aplaudir al Sol cuando se pone, pero bueno, tu a tu bola y punto. En general se está muy bien, hay buen ambiente.

FOTO: Esto son varias fotos superpuestas de Agr, Clitos y CF en la playa de El Palmar