viernes, septiembre 29, 2006

Hoy jueves

Trabajo: Regular. Entre que cada vez está más cerca mi racha de viajes hasta final de año y que se ve que la gente se ha desperezado del verano, me estoy agobiando. Hoy por la tarde me han explotado tres de los marrones que permanecían estables y guardados en un montón (literal) de carpetas para marrones que tengo por ahí por la mesa, y con los que no me metía desde que llegué de vacaciones porque el día a día me comía el tiempo y tampoco es que estuviera a tope. Pues todo hoy. Encima engañan, porque yo soy muy artistona para estas cosas y me da por usar carpetas de todos los colores para meter las cosas y que quede bonito, así que cuando lo ves de lejos parece que apetece y todo, pero luego las abres y solo sale mierda, mierda, mierda, y mierda. Encima hoy mucha gente ha organizado un complot para llamarme secuencialmente, y he enlazado hasta cinco llamadas de teléfono de colgar y empezar a sonar inmediatamente. Y todas con regalito. Al final me he quedado hasta las nueve en la oficina que se me han quitado las ganas de ir a cenar con Kurt y Sister, que me apetecía mucho a las cinco.

Comida: Bien. Me he ido con Would al Nagoya a comer japo. Ya he comentado alguna vez que este restaurante es uno de los que más nos gustan porque tiene una de las mejores relaciones calidad/precio de Madrid en cuanto a japo se refiere, sobre todo a diario. Tienen un menú del día con varias opciones, per Would y yo siempre nos pedimos el menú Sushi Bento, que por 11'95 te trae una bebida, una sopa miso y un tenderete con cuatro makis, seis sushis muy ricos y una ensalada con aliño dulce al que soy adicto. Luego nos hemos pedido unos tallarines yakisoba para compartir, postre o café, y arreando. El sitio no es el colmo de la finura, pero a mi me sale a cuenta y me quita el mono de japo de vez en cuando. Lo único que no nos gusta es que no usan palillos desechables, sino unos mejores pero que los usa todo el mundo. Supongo que los lavaran bien, y bueno, siempre puedes usar cubiertos (que también se reutilizan pero da como menos asco, no sé por qué), pero nos da más vidilla usar los palillos. También atienden rapidísimo, y puedes volver al curro a tiempo.

Amigos: Bien. Would allí delante de mi en la oficina, como siempre. Kurt al otro lado del e-mail, como siempre. Elza desaparecida en su curro, como siempre. Agr agobiado por un pico de trabajo. CF en Galicia, volviendo en estos momentos. Chs en Brasil amamantando a su hija.

Mujeres: Raro. Por la mañana, me he encontrado en el metro con Iaies, a la que hacía tiempo que no veía. Me gusta que nos llevemos tan bien, aunque no nos habíamos visto desde que antes del verano decidimos que, por decirlo de alguna manera, lo mejor era poner fin a la extraña relación que teníamos. Me he alegrado mucho de volver a verla, la verdad. Ojalá siempre fuera así cuando algo se acaba porque mola, sin resentimientos ni reproches, sólo alegrarse de volver a verse. No es tan fácil, pero sale solo cuando sale solo.

Luego en el trabajo, la señora-para-todo que hay en mi oficina me ha reñido por haber reservado una sala de reuniones a la una y media y haber pedido café para cuatro. Me ha dicho que quién se iba a tomar un café a esas horas y que ya me lo había hecho, pero que no le parecía normal. Joder, yo lo había pedido porque siempre que recibo a alguien pido café, ni me lo había planteado... Es buena mujer, pero también un poco pesada y se cree que manda mucho porque lleva mil años en la empresa, y a mi me tiene frito porque tiene confianza conmigo y me trata como a un crío, pero a veces me dan ganas de decirle que haga su trabajo y que no me venga a dar la murga, y que quiero café a la una y media (coño). No es por ser borde, es que ha venido muy digna, y no.

Cuando me he ido a las nueve todo quemado, le he pisado el suelo fregado a la señora de la limpieza, que creía que ya se había ido todo el mundo y se ha puesto a fregar el rellano de mi planta. Al verlo, me ha asesinado varias veces con la mirada y yo me he sentido fatal, porque lo he pisado a lo grande, ni me había fijado. Yo la he pedido perdón y he fingido unos saltitos de puntillas para hacer algo que mereciera su compasión, pero ya no había nada que hacer.

Música: Bien. Por fin me ha apetecido meterme con el disco de Peter, Bjorn and John, los suecos estos de la canción "Young folks" , la del silbidito. Lo tenía en el iPod hacía un par de semanas pero no me había puesto con él todavía, pero de empezar a oír buenas referencias en internet (desde hace un tiempo ya, que no es ninguna novedad) y ver que a la gente le hacía gracia, hoy me he animado a que fuera mi disco del día, que llevaba una semana de revivals que ya olía un pco. Me ha gustado, pop agradable, es un disco que no pasará a la historia pero que tiene unas cuantas canciones del mismo nivel que no son clónicas, así que nada, a ver lo que dura con chispa. Me da que vamos a tener esta canción hasta en la sopa si no lo está ya, que últimamnte veo poquísimo la tele y oigo poco la radio, y no sé lo que ponen.

Peli: Bien. "Be cool", que la ha traído mi hermano en DVD y no la había visto. He visto la mitad hace un rato y me ha gustado, o me estaba gustando, porque he tenido que llamar a CF y he perdido el hilo. Me la terminaré este finde que me estaba riendo bastante.

Bueno, yo ya sé que no soy un trendsetter como Kurt ni lo pretendo, yo sólo os cuento lo que he hecho, no lo que tenéis que hacer.

miércoles, septiembre 27, 2006

Ah, que chulo...

Hace un rato estaba cenando con mi familia, que por cierto, hemos comido raya y no me ha molado mucho, y he sacado un tema espinoso para mi padre. He dicho que tengo clarísimo que cuando me vaya a vivir mi piso (ya queda menos, ya queda menos) voy a comprarme una Thermomix que me hará la vida más cómoda, que se la he visto a unos cuántos amigos ya y sé cómo sacarle partido. Mi padre, un excelente cocinero vocacional que invierte la mitad del fin de semana en elaborar platos de un nivel acojonante, no comprende qué gracia le veo a un aparatito que según sus palabras "sólo sirve para dar vueltas a la comida". Yo le he dicho que no, que además de dar vueltas, calienta, bate, pica, tiene varias velocidades, te pesa las cosas y encima tiene muchas luces y hace mogollón de ruiditos chulos. El me ha contestado que no es gilipollas, que es ingeniero y no hace falta que le explique qué es un robot de cocina, y que le parece una estupidez pagar tanta panoja por algo que se puede hacer uno mismo sin mucho más esfuerzo. Yo le he dicho que me daba igual su opinión retrógrada y castrante y que me iba a pillar una Thermomix en cuanto saliera por la puerta de casa rumbo a mi nueva vida. Y que cada vez que vivnieran a casa iba a degustar sus propias recetas mejoradas por mi Thermomix.

Luego me he quedado pensando y me ha parecido todo superinjusto, he estado haciendo un repaso por los aparatos absurdos que se han comprado mis padres a lo largo de nuestra historia como familia, y que han acabado siendo un fracaso, y me han salido unos cuantos (más lo que se me olvidan). Haré un histórico:

Aparatos destinados a mejorar nuestra vida que han fracasado en la casa de los Walks:

Licuadora ochentera

Debía tener yo diez años (estamos hablando de los 80's) cuando apareció mi padre un día por la puerta de casa con un armatoste del tamaño de mi hermano por aquel entonces. Con la promesa de que nuestra vida iba a cambiar, cortó unas manzanas en cachos y las metió dentro. Todos mirando fascinados, claro. Le dio a un botón y salió un chorrín que dio para un vaso de zumo al que todos le dimos un par de tragos. Como a mi no me sabía a trinaranjus de manzana, y encima era marrón, le dije que no me gustaba. A mi hermano, que siempre hacía lo mismo que yo, tampoco le gustó, y mi madre se fue a hacer algo para no tener que hacer un cumplido a la licuadora en el que no creía. Recuerdo la época posterior a aquel día con mi padre haciéndose zumos en soledad por orgullo, pero era un hecho que aquello era un coñazo de limpiar, que la fruta había que pelarla y cortarla en trozos, y que a mi padre siempre le han importado tres cojones los zumos. Duró un par de meses en activo. Durante la última obra que hicimos en casa hace casi un año, alguien la rescató del fondo de un armario y nos deshicimos de ella.

Cortapatatas manual

Pues más de lo mismo. Un día de hace unos diez años llegó mi padre con un cacharro bastante trasto que era una especie de cubo hueco, con un émbolo por un lado, y una rejilla por el otro. Servía para cortar patatas para freír perfectas. Todos nos quedamos un poco así porque en mi casa se ha comido poca patata frita en general, que mis padres son de pocos fritos, pero bueno, mi hermano y yo siempre hemos tenido capricho precisamente por haberlas comido poco. La primera demostración que hizo fue así: cogió una patata y la peló, la introdujo en el hueco del cubo, pero no cabía y la acabó metiendo a presión. Como era un cacharro de plasticote y medio malo, apretando el émbolo no conseguía hacer que la patata atravesara la rejilla sin poner en peligro la estructura del aparato, así que por más que mi padre se dejó los cuernos, al final tuvo que sacar la patata (que tardó un buen rato porque estaba encajada) y cortarla en cuatro cachos para hacerlo de uno en uno. Luego se quedaron todos los rebordes y cavidades llenos de patata y costaba mucho limpiarlo, así que fue obvio que se tardaba más en ese proceso que en cojer una patata y cortarla con un cuchillo. Recuerdo que mi padre se dio cuenta del fracaso al instante porque hice un comentario algo negativo sobre el cortapatatas y me mandó a tomar por culo y me dijo que no tenía nada de paciencia, y que era un ansioso. Lo habremos usado dos veces más.

Automasaje

Esta fue de mi madre. Unos reyes del siglo pasado, mi madre le regaló a mi padre un bicho de éstos con bolas que se pusieron muy de moda en los noventa para poder masajearte el cuello a tí mismo. Mi padre abrió el regalo y se lo quedó mirando como si le hubieran regalado una máquina de coser. Preguntó que qué era eso y mi madre le dijo que era para que se hiciera masajes cuando estuviera estresado o cuando le apeteciera. Mi padre lo miró un rato sosteniéndolo en la mano mientras le daba vueltas a las bolas con la otra, sin mucho entusiasmo, así que mi madre se lo quitó de la mano y se lo empezó a pasar por la cabeza y por el cuello, pero mi padre permanecía de pie con los brazos cruzados, esperando a que ocurriera algo mágico o algo, o esperando a que mi madre se diera cuenta de que aquello era absurdo. Mi padre se dejaba hacer pero nos miraba a mi hermano y a mi con una cara como preguntando si eso iba en serio, mientras mi madre seguía echando el resto con su regalo y nosotros no decíamos nada porque nos daba pena que a mi padre no le estuviera gustando el regalo que le había hecho mi madre. Efectivamente, ha sido un bonito adorno del fondo de algún armario hasta hoy.

Órgano eléctrico

Desde que tuve uso de razón hasta los veinte años recuerdo un órgano electrónico de pie (cojonudo para la época, con pedal, un montón de ritmos y sonidos...) como parte del mobiliario de mi habitación . Mi padre intentó inculcarme el gusto por algún instrumento simplemente metiéndolo en mi habitación con un libro super rollo de partituras y sin apuntarme a ninguna clase de nada, simplemente me echaba la bronca de vez en cuando por no hacer caso del órgano, yo le replicaba que no me gustaba la música, y así hasta la siguiente pelotera. Y también me lo metió en la habitación antes de darse cuenta de que pese a que tengo unas orejas importantes, de oído tengo cero y soy bastante negado para aprender música porque carezco de paciencia. Hice algún amago, me aprendí alguna cancióncila con una mano, pero básicamente pasé de mi órgano toda la vida (el musical, que al otro no lo dejaba tranquilo). Mi hermano lo heredó cuando intercambiamos las habitaciones y pasó tres cuartas de lo mismo. Al final lo reheredó el hijo de la asistenta que venía por aquel entonces a casa, quien no me extrañaría que se lo hubiese vendido por tres duros a algún gitano porque veinte años después, ni el órgano ni era tan bueno, ni sonaban todas las teclas, porque el burro con él sí que lo hicimos bastante. De todos modos, siempre le tuve cariño y la intención de mi padre fue buena. Ahora me arrepiento un poco de no haber aprendido a tocar, me encantaría saber tocar un intrumento ahora.

Grabador para pasar vinilos a CD

Esta ha sido nuestra cagada más reciente. Me incluyo en ella porque en un pricipio pensé que sería una buena idea. Mi padre tiene una colección de vinilos importante, unos dos mil. Mis primeras influencias musicales están ahí y le tenemos mucho cariño a estos discos, mi padre siempre ha escuchado muy buena música y tiene auténticas joyas: toda la música de la movida, todo el pop inglés bueno de los setenta-ochenta, jazz, electrónica... Cuando se hizo realidad que lo vinilos se iban a tomar por culo para siempre, mi padre se agobió mogollón por sus discos, así que en cuanto salieron los primeros grabadores vinilo-cd, se apresuró a comprarse uno para pasarse toda su colección a cd. Se gastó un panojal en uno de los mejores que había en el mercado hará seis años. El cacharro es un monstrenco en el que metes un cd virgen, lo conectas al tocata y a grabar. El problema es que el cacharro no sabe hacer la separación entre canciones, así que si te vas y lo dejas grabando, te encuentras con que te has grabado un cd con todo el disco grabado en una sola pista y no puedes pasar las canciones... La única solución era estar pendientes todo el rato al lado del cacharro, y darle a un botón cada vez que acababa una canción para marcar la separación en el cd. Os aseguro que escuchar música pendiente de eso es un coñazo que te quita las ganas. Al final yo me grabé unos diez discos, mi padre unos veinte, y ahí está el trasto esperando a que alguien siga aceptando el reto desde hace cuatro años. Y eso por no hablar de los discos que tenían alguna rayadura, que también se grababan las partes rayadas y el golpecito que le dabas para que avanzara. A ver si por lo menos nos grabamos los mejores, los que no están ni en el e-mule.

Así que tengo derecho a fracasar con mi Thermomix, lo tengo clarísimo.

martes, septiembre 26, 2006

El ángel

Hoy estoy muy contento, y todo porque hemos encontrado hotel en Londres de la forma más tonta.

El domingo estaba muy cansado porque con el trajín que tuvimos el sábado con lo del festival y luego con los bailoteos del Elástico, me levanté que no podía con las piernas, no tenía resaca pero estaba fundido. Estuve aletargado todo el día, me metí medio emule en el iPod como el que rellena un pavo, y por la tarde me llamó CF para ver si me pasaba un rato por La Latina, que estaba allí con un amigo y así nos veíamos un rato, que llevamos una racha que parece que con una horita a la semana ya es suficiente, y no. Hacía un día de perros y me apetecía cero salir de casa, pero al final cogí el coche y fui. Tenía tanta pereza que me miré en el espejo antes de salir de casa y, como no parecía un indigente, ni me cambié de ropa, y eso que me había vestido como un ciego con guantes. Luego en el coche me miré los calcetines y mejor no entraré en detalles, porque para empezar no eran iguales.

Llegué al bar en el que estaban mis amigos y ya se habían encontrado con un grupo de conocidos, entre los que estaba un tipo del que he hablado alguna vez en el blog con el que hemos coincidido alguna vez en la playa (mayo 2005 en Calabardina, Murcia), y que también nos ha invitado a algún preestreno de cine, que por su trabajo se saca invitaciones y nos avisa de vez en cuando. Es un tío muy majo, pero la verdad es que le conocemos de cuatro veces, pero como es muy amigo de la prima de CF, pues de vez en cuando le vamos por ahí. El caso es que me puse a hablar con él y le comenté que en dos semanas nos íbamos a ir a Londres. La conversación fue así, tras intercambiar cuatro frases en plan qué tal todo:

Yo: pues Agr, CF y yo nos vamos a Londres en dos semanas, que ganas...
Él: ¿ah sí? genial, cómo mola Londres... yo viví allí una época- y tras quedarse pensando, me dice- joer, que me voy con vosotros
Yo: ¿cómo que te vienes...?
El: si no hay problema, claro
Yo: ... eehmmm...
El: ...es que lo has dicho, y me ha apetecido muchísimo, y, joer, con vosotros tiene que merecer la pena, que siempre nos lo pasamos fenomenal por ahí
Yo: ... nn-no si... problema, problema no hay, no... no sé... no...
El: pues nada, me voy con vosotros, de puta madre.

Miré a CF y él me puso cara de "a mi no me mires, lo que tú digas" y yo le puse cara de infinito. Total, que le dijimos que sí, que sin problema, porque la verdad es que siempre hemos hecho buenas migas con él, y para poner una excusa siempre habría tiempo si al final no nos apetecía que viniera. Le dijimos que estabamos pendiente de pillar hotel y que esta semana lo teníamos que cerrar que se nos echaba el viaje encima. Él nos dijo que había vivido un tiempo en Londres y que por su trabajo, tenía contactos con mayoristas de viajes, así que miraría a ver qué podia hacer. Yo me fui a casa con una mezcla de sensaciones, por un lado no me importaba que viniera, y por otro me había sentido un poco agredido por cómo se había acoplado. Llamamos a Agr para decírselo y a él le pareció estupendo, pero era porque había ganado el Atleti y el mundo le parecía maravilloso, pero sí, básicamente estaba de acuerdo. Me fui a la cama un poco raro por este tema.

Hoy, nuestro nuevo fichaje nos ha mandado un correo a los tres en el que nos proponía tres hoteles tipo los que estábamos mirando (tres estrellas inglesas, al cambio español, dos justitas), a unos precios imbatibles y supercéntricos. No nos lo podíamos creer, porque entre pitos y flautas estos días de atrás no acabábamos de encontrar nada que nos convenciera y entre que estábamos esperando que nosequien nos mandara una (otra) lista muy buena de hoteles (que al final serían como todos), que si fulanito conocía a menganito que había estado hace poco y tal y seguro que sabía algo, se nos estaba acabando el tiempo y no lo solucionábamos. Problema resuelto, de los tres que ha ofrecido, hemos escogido uno muy bien situado y mañana confirmamos la reserva vía un operador con el que él trabaja. Él se encarga de todo.

Más ventajas de haber metido a este chico en el viaje

- Ha vivido en Londres y conoce la ciudad, sitios por donde salir, sitios donde comer, y sitios por donde no perder el tiempo.

- CF y yo nos vamos un jueves, pero Agr no podía venir hasta el viernes. Ahora Agr podrá ir acompañado (guay para él) y no tendremos que ir a esperarle a ningún lado, por lo que el viernes, CF y yo estaremos haciendo lo que nos salga del nardo hasta que aparezcan éstos por algún lado.

- Nuestra intención era apretujarnos en una habitación triple. Nos estaba empezando a dar pánico, porque viendo lo que nos decían por ahí del tamaño de las habitaciones, y viendo nuestro tamaño, la cosa iba a estar justita tirando a cayuco. Ahora siendo cuatro, podemos pillar dos dobles sin demasiado cargo extra (es que de una triple, a una doble + una individual se nos iba de precio).

- Ya hemos convivido los tres con el nuevo miembro del equipo y es un tío muy fácil y educado (pese a lo de su autoinvitación). Esto es importante poque Agr, CF y yo, con nuestras cosas, tenemos un rollo muy nuestro que él ya conoce. No estaremos sobreactuados por haber un no-habitual.

-Me gusta más ser cuatro que tres para los viajes. Así, nunca se queda uno sólo en caso de querer hacer cosas distintas en un momento dado (paseos, tiendas, descansar un rato), irse al hotel, ligar (nunca se sabe), mosquearse...

- Con la rebaja que nos ha conseguido en el hotel, nos sacamos ahora el viaje en tren ida/vuelta desde el aeropuerto y un billete findesemanal de metro por cabeza, sin llegar a lo que hubiéramos pagado por nuestra cuenta.

Nos ha venido a ver un ángel.

jueves, septiembre 21, 2006

Todo el día nublado

Hoy tenía que ir a una reunión por la mañana y era a la típica hora a la que si pasaba antes por la oficina, iba a llegar muy justo de tiempo, así que al final he decidido ir directamente desde casa. Me sentía un poco mal porque esto me ha supuesto dormir tres cuartos de hora más de lo habitual por la cara, pero no me ha quedado más remedio que resignarme y hacerlo, porque tampoco era plan de presentarme en la reunión antes de tiempo para purgar mi conciencia y que todo el mundo lo viera. Cuando me he levantado ya se había ido todo el mundo de mi casa, así que me he duchado y arreglado con la sensación de que era mucho más tarde de lo que en realidad era, la luz de la calle era distinta, más de día aunque estuviera tan nublado, pero tampoco me he agobiado demasiado y lo he hecho todo tranquilamente, de hecho me he afeitado con unos niveles de precisión en el rasurado que no recordaba desde hacía tiempo. Luego he desayunado y me he medio mosqueado porque han debido cambiar la receta de las madalenas artesanas que compra mi madre en la panadería del súper, y últimamente están muy dulzonas y me recuerdan un poco al mazapán, lo tengo comprobadísimo y pongo los cinco sentidos en cada unidad cada vez que abrimos una bolsa nueva. A ver si bajo y le pregunto a la panadera que qué pasa con esto, que me llevan arruinando el desayuno casi un mes y a mi que no me quiten el mojeteo de madalenas de por la mañana que me da mucha vidilla.

Como me han cortado el metro hasta fin de mes, me he tenido que coger un autobús hasta la Castellana. Yo pensaba que por ir un poco más tarde habría menos gente que estos días de atrás, pero no, hoy he vuelto a tener que frotarme contra todos los pasajeros del autobús como todos los días. Hoy, concretamente, he llevado a una señora muy bajita prácticamente con la cara entre mis pechos todo el camino, a la vez que sentía las tetas de una maruja amortiguando su cuerpo contra mi espalda cada vez que había un acelerón o un frenazo, no me ponía nada. Encima la señora tenía estabilidad cero y se me agarraba al brazo cada vez que había una curva. Un infierno, pero la he dejado que se agarara, ella no tenía culpa de nada y no llegaba a ninguna barra. Como iba bien de tiempo, cuando me he bajado del bus, me he ido paseando hasta mi reunión en vez de cogerme el 27, necesitaba un poco de aire y no me ha importado mojarme un poco. Me gustaba el día tan nublado que teníamos en Madrid y me he puesto una música muy adecuada para bajar paseando. Era un día muy Nacho Vegas, que es un poco demasiado intenso a veces, pero tiene ese punto de emotividad que te llega más un día plomizo cómo el que teníamos hoy. He acertado clarísimamente.

El día ha seguido nublado todo el tiempo, cuando he salido de la reunión seguía todo igual y llovía un poco, he tenido que esperar a que parara hablando debajo de un portal con un señor que siempre que me ve me suelta unas chapas que me abrasa. He llegado a la oficina y hoy no había nadie de mis habituales para comer, así que despues de currar, me he ido a comer con uno con el que nunca había coincidido porque es un poco mayor y va con otro grupo, que tampoco estaba hoy en la ofi, así que hecho hecho un matrimonio de conveniencia en toda regla con consentimiento mutuo. Hubiera preferido comer solo y darme una vuelta por el centro, como suelo hacer con Moz o con Would cuando están, pero como tenía miedo de que lloviera, al final he comido de menú y a resguardo con este compañero. Hemos hablado casi todo el tiempo de cosas raras que nos han pasado en los viajes de trabajo y me he reído bastante, al final me he alegrado de haber comido con él.

Por la tarde he estado coordinando mis viajes por China con los chinos con los que tengo que quedar allí (tengo que ir a muchos sitios en dos semanas), pero son unos pesados y te preguntan todo veinte veces hasta que se enteran, de verdad, es desesperante las veces que preguntan lo mismo de distintas maneras. Luego allí son distintos y se deshacen en el trato contigo, pero el previo desde aquí para organizarlo es surrealista.

He vuelto a casa y seguía nublado. No hacía frío ni tampoco bochorno, pensaba que iba a caer un tormentón pero al final ha aguantado sin llover, una pena. He llegado a casa en otro autobús-cayuco y he seguido mirando el correo del trabajo con el ordenador en casa, que los chinos seguían currando a esas horas y si dejaba para mañana lo que me quedaba por hacer se me iban a escapar, y no quería meterme en el fin de semana sin saber si están disponibles cuando yo vaya, que tengo las fechas ajustadísimas y como uno solo me falle, me puede reventar el plan que tengo. Es como un puzzle, los chinos son las piezas y el tablero son los días de la semana, sólo tengo que colocarlos pero tienen que encajar todos suavemente. Supongo que saldrá bien, siempre sale bien al final.

Bueno, se acaba la semana, que ha sido intensa, qué ganas... A ver si conozco el Elástico este finde de una vez, que la pasada no pude ir y no quiero dejarlo más, que me apetece opinar, y así me olvido de los chinos un ratito.

Dos notas

1) No uso ni Last FM (y aquí) ni Pandora y ya me pica la curiosidad, y ya me vale a estas alturas, pero quiero hacerme una radio personalizada a ver qué tal me sale, que nunca me ha dado por ahí. ¿Son el mismo concepto para el usuario aunque funcionen con técnicas diferentes? (Last FM punciona sugiriendo canciones basándose en estadísticas y gustos de otros usuarios, mientras que Pandora se basa en las similitudes acústicasentre las canciones que elige el usuario y las de su base de datos, que al parecer es bastante fino y acertado). ¿Cuál es mejor en la práctica? ¿Por qué ahora se habla tanto de Pandora cuando Last FM lleva años en marcha y todo el mundo estaba encantado? En fin, si tenéis experiencia, me interesa.

2) ¿Qué pasa con Miqui Puig? Llevo desde abril oyendo que va a sacar "Miope", un directo con canciones de sus anteriores discos, alguna nueva y alguna versión de otros grupos, pero a día de hoy, no ha salido nada ¿no?. Tengo muchísimas ganas de oirlo porque para mi "Casualidades" fue uno de los mejores discos españoles de 2004, y lo sigo escuchando mucho. Su myspace dice que están en ello, pero no tiene pinta de estar actualizado. Por cierto, las cuatro canciones que adelanta, no me han entusiasmado mucho (para mi gusto, ninguna de las tres versiones supera a la original y "1982" me hace gracia pero no me emociona ... a ver si el resto mejora).

Por cierto, cómo ha adelgazado Miqui, ha debido perder como treinta kilos y no parece el mismo. Era el gordo con más clase de este país, me alegro por el pero me da un poco de pena que ya no esté gigante.

Extremos en el baño (de la oficina)

En el minichat via e-mail que suelo mantener casi a diario durante unos minutos con Kurt, hoy hemos hablado de lo que se flipa la gente en el trabajo. Se ve que nos ha afectado a los dos muchísimo porque Kurt ha hecho un post de eso en su blog, con ese estilo tan imparcial y bienqueda que le caracteriza, y yo también estoy hablando de ello ahora mismo. Pero es que es verdad, a mi me parece que está muy bien lo de implicarse con lo que hagas en el trabajo y tal, pero hablar de asuntos de trabajo como si se tuviera la responsabilidad de explotar la bomba H, es algo que se estila mucho en este país y que da mucha pereza.

Estoy muy de acuerdo con él en que no somos ni imprescindibles ni piezas claves en ninguna organización que te pague un sueldo, y que nuestro trabajo no es tan importante como para condicionar nuestras relaciones personales con la gente, según quién sea en la estructura jerárquica, o hablar de ello todo el tiempo sin parar, aunque sea con los propios compañeros. Simplemente hay que ser un buen profesional, con tus propias metas, que no es más que poner tu empeño en conseguir que lo que hagas te guste, creértelo, y sacarlo adelante mejorando lo que hicieron los que estuvieron antes que tú (si puedes), que para eso es por lo que te pagan, y no por soltarle la chapa en cuanto puedes (dejando de currar, claro) a tus compañeros con que si "fulanito está que trina y van a rodar cabezas", que si "noséquién a perdido peso en la comisión y va a por el subnosequé porque no hay panoja", o que si "como esto siga así estamos todos jodidos de aquí a un año", o lo que sea. Estos llevan ese tipo de conversaciones a la sala del café, a tu mesa de trabajo, a la comida anual de la empresa, o tomando unas cañas incluso, es decir, a todas horas con la cantinela. Yo mira, los mejores compañeros que he conocido son tios tranquilos, que hablan de las cosas con moderación, te cuentan las cosas estas de vez en cuando porque también hay que enterarse, y en vez de darles cien mil vueltas en voz alta haciéndose una película, toman decisiones discretas pero firmes y, sobre todo, curran en vez de estar pendientes de cosas que en el fondo no les afectan tanto porque no tienen poder para cambiarlas. Y que son divertidísimos de copas porque no hablan de curro. Yo me junto con esos.

En el lado opuesto están los tipos que pasan de todo y están en un curro que no les gusta sin nada de motivación, a los que todo se la suda y no tienen opinión de nada, que hacen sus horas y punto sin ponerle al tema ni una poquita de alma. Pues tampoco, creo que el punto medio es tan de sentido común que voy a dejar de hablar de ello, porque Kurt ya lo ha contado muy bien y no quiero hacer otro post de lo mismo.

Lo que voy a hacer es hablar de otros compañeros que también se dan mucho en los baños de las oficinas, y que también son extremos, por defecto (extremo A) y por exceso (extremo B) , que son más entretenidos y que con la experiencia que tengo en mi oficina me considero en condiciones de hablar sobre ellos sin pisarle el post a nadie.

Extremos en el baño

Meando

Extremo A: Vas a hacer un pis y le tienes en el urinario de al lado haciendo pis también. Hace cinco minutos estabas tomando un café con él y era encantador, dicharachero y accesible, pero ahora ni te mira, le ves cortado frente al urinario y sabes que se le ha cortado el chorro porque no lo oyes. Disimula, hace como que se la sacude un poquito y le da al botón de la cisterna para que creas que ha terminado, pero no ha echado ni una gota desde que te has puesto a su lado. Probablemente se vaya sin despedirse.

Extremo B: Este te saluda en cuanto llegas y se empeña en mantener una conversación compleja mientras ambos portamos nuestros penes en la mano y suenan los dos chorritos contra las paredes de los urinarios. Te mira a la cara mientras mea y no tiene nigún problema en reirse a carcajadas durante la micción si algo le hace gracia, o en mover la mano que no tiene ocupada mientras habla, o decirte cuando ve que has terminado "no te la sacudas mucho que a partir de cuatro estrujones se considera pajilla". Si llega después que tú, se pone en el urinario más próximo al tuyo para estar má cerca y que le oigas mejor.

Cagando

Extremo A: Procura ir a plantar un pino en el vater de la oficina una vez cada cinco años, más o menos, y cuando cree que no hay nadie a la vista. Si hay alguien haciendo pis o algo, se bebe un vaso de agua para disimular y se marcha para volver otra vez cuando no haya nadie. Si entras al baño cuando está sentado en el retrete, será capaz de aguantar la respiración durante el tiempo que haga falta para que nadie detecte su presencia y nunca saldrá de su escondite hasta que el baño esté completamente despejado. Pero bah, en el baño de mi oficina es tontería hacer como que no estás porque se te ven los pies por debajo y el suelo es de marmol y refleja, así que siempre ves inconscientemente quién está en el trono porque le conoces por los zapatos. Yo le he llegado a ver a un jefe las pelotas penduleando reflejadas en el suelo mientras se sentaba en la taza, no os digo más.

Extremo B: Este llega con el periódico debajo del brazo haya una o haya cinco personas en el baño. Se mete al primer cubículo con váter que ve libre y en medio minuto te está montando un mayumaná + mascletá sin ningún problema, a ver, qué va a hacer si tiene ganas. Sale con las mismas, le importa un pimiento haber aromatizado el ambiente y tener testigos, y si hay gente saluda y te trata como si estuvieras tomando un café. Total, todo el mundo caga, no nos vamos a andar con tonterías a estas alturas, pensará. También te dice tranquilamente, en algun caso, que sube de otra planta porque tu baño le gusta más que el suyo, ningún problema.

Lavándose las manos


Extremo A: Este, después de hacer pis, se remanga la camisa con tres vueltas en cada manga, se hecha tres o cuatro pulsaciones de jabón del bote y se lava las manos meticulosamente como si fuera un neurocirujano. Si orina cuatro veces en un día, cuatro veces que repite la opreración. Se seca parsimoniosamente con el secador de manos hasta eliminar cualquier resto de humedad y se vuelve a abrochar los puños de la camisa. Tiempo en hacer pis: treinta segundos. Tiempo en lavarse las manos: Cuatro minutos.

Extremo B: Si está con alguien haciendo pis y termina antes, se lava la puntita de los dedos con agua nada más para quedar bien, se seca con los pantalones o frotándose las manos directamente y se pira tan tranquilo.

Si está solo, no se lava las manos. Suelen ser descubiertos por los que están en el váter agazapados sin moverse ni respirar (ver arriba), que aunque no dan señales de vida aparentes, escuchan y se enteran de las cosas. Y a veces las cuentan.


Lavándose los dientes

Extremo A: Entras al baño y se está lavando los dientes en el labavo más alejado de la puerta y con la cara ligeramente ladeada hacia la pared para que no le vea nadie. Si te saluda, lo hace por el reflejo del espejo y arqueando levemente las cejas, y vuelve amirar a la pared. No hace ruido cuando escupe y se enjuaga lo justo como para poder salir de allí corriendo cuanto antes.

Extremo B: Entras al baño y se está lavando los dientes mientras se mira los pelos de la nariz en el espejo o anda deambulando para arriba y para abajo mientras se cepilla, porque se aburre. Te intenta saludar a viva voz "hoa" mientras te enseña los espumarajos que se le han montado durante el proceso, que parece que le ha dado la rabia y te va a morder. A veces intenta hablar y todo, pero le dices que termine que no le entiendes. Termina el cepillado, escuchas cada movimiento de su boca mientras se deshace de las espumas, se enjuaga a lo centrifugado surrounding sound, ejcupe, se enjuaga más, ejcupe, y ya te habla con los labios medio mojados. Más bien...


Jo, se me están ocurriendo los de todos los departamentos de la oficina, que los estoy viendo en mi mente ahora mismo, pero es tarde, os estoy metiendo una turra seria, y mañana curro. Igual hago una secuela algún día, que esto es un filón.

miércoles, septiembre 20, 2006

Viajes ON

Llevo unos días que no hago otra cosa que prepararme viajes. La verdad es que llevo tiempo sin salir del país, echo de menos viajar y por eso estoy últimamente como loco metiéndome en todos los fregados que se me presentan, pero es que ahora me toca sobredosis debido a que procuro no hacer viajes de trabajo desde junio hasta septiembre porque tengo jornada intensiva en la oficina y me da, me da rabia regalarle horas a la empresa con la tontería, que viajar me mola pero también se curra, y se curra mucho. Creo que desde Coloña no había vuelto a hacer nada por ahí fuera, y ya hace tiempo de eso... Además, como intento cuadrarme los viajes para que haga medio buen tiempo allá donde vaya (esto es, primavera y otoño) pues lo que pasa al final es que me encuentro con picos de viajes que me acaban saturando, pero como luego vienen los valles (ahora mismamén), pues al final me vuelve a apetecer, me vengo a arriba y no mido que me puedo estar pasando un poco y que me voy a volver a saturar. Y así siempre.

En fin, que aparte de lo de Londres que ya comenté -que todavía no he cogido hotel, por cierto, que andamos pendientes de na información- ando buscando hoteles para China (otra vez!), para una especie de megatour por USA que me apetece bastante (incluyendo sendas visitas a GAP y a American Appaeil a precios de risa) y para Alemania, que ese ya lo he cerrado, pero como ya he estado mil veces no me hace tanta ilusión. Y todo antes de que acabe el año. Cuando llegue diciembre no voy a saber ni quién es mi madre que le voy a llegar a la vecina y le voy a decir que me lave la ropa y que me haga un colacao.

Por eso ando un poco descuidado con el blog, porque llego a casa y venga a mirar hoteles, y como soy tan fan de los hoteles de las ciudades que no conozco, me lío a mirar las fotos, a ver a cuánto quedan de los sitios chulos y cómo se puede ir, busco mapas de la zona, veo las opiniones de los usuarios (que no sé por qué me caen todos fenomenal siempre y me parece que saben un montón de todo, cuando podrían ser unos catetos con afán de protagonismo perfectamente, o los mismos dueños del hotel que escriben para echarse flores o para poner verde a otro hotel, que también). El caso es que así me dan las tantas y veo lucecitas de fijarme tanto en todo lo que consulto, y ya no posteo. De todos modos estoy teniendo serios problemas con una ciudad nueva de China a la que me toca ir este año: no la encuentro en todo el mundo, y mira que me las sé todas en internet para encontrar estas cosas, pero creo que me han dado el nombre mal porque o no existe, o es tan pequeña que miedo me da lo que me puedo encontrar allí, que la China que no mola, no mola nada. Supongo que aparecerá, pero estoy realmente intrigado porque esto no me había pasado nunca, me faltará algún acento o algo.

Por lo demás poca cosa, el fin de semana estuvo muy bien con el cupleaños de Elliot el viernes, en el que nos cogimos un trozo allí en su casa que luego acabamos en El Sol bailando hasta el ruido de los hielos de las copas que servían en la barra, y eso que estaba bastante sosa la música. El sábado volví a quedar con una chica que conocí la semana anterior, y muy bien todo, es artista (sí, sí, de las que exponen en galerías y tal) y amanecí rodeado de cosas muy raras de cerámica y de un cuadro gigante un jabalí rosa siendo abatido que parecía que se me venía encima y me daba un poco de cosa, pero creo que ya no da más de sí la historia, había momentos en el que parecía mentira que habláramos el mismo idioma, y era demasiado obvio. En fin, con lo bien que nos entendimos el primer día, no sé... me fui de su casa sin verlo muy claro (supongo que fue mutuo) y con tres libros que no me interesaban mucho pero que se empeñó en que me leyera (bueno, uno de los libros está muy bien y me interesé yo por él, pero los otros dos son algo rollo y me los colocó un poco). Se agradece el detalle, en cualquier caso. El domingo estuve con Kurt, Agr y CF dejando que se acabara el fin de semana y se acabó el fin de semana.

Hace un rato me ha llamado Would desde Praga, que está allí por trabajo y había llegado esta noche, porque se había perdido por la ciudad. Como yo he estado tres veces, se cree que me sé todas las calles. Le he preguntado si había cenado comida típica checa en un sitio que le recomendé y me ha dicho que al final se había metido en un japonés (!!) y que había felicitado al camarero por un pez mantequilla que estaba exquisito. Para verlo. Al final me ha reconocido que no tenía internet en la habitación y que por eso me había llamado.

jueves, septiembre 14, 2006

¿¿¿Pero eso te gusta???

Hoy me he dedicado a hacerle un disco de música a Elliot, que celebra su cumple este fin de semana y va a hacer un fiestón, qué ganas. El regalo ya lo tenemos cubierto porque hoy me he ido con Would después del trabajo a comprarlo y ya nos lo hemos quitado de encima. La verdad es que nos pareció que Elliot le echó un poco de morro hace un par de semanas cuando nos llegó y nos dijo directamente "oye, que quiero de regalo para mi cumple unas botas de fútbol chulas, así de las más caras", pero visto lo cómodo que ha sido todo, y encima repartiendo el regalo entre seis, ha sido una opción bastante sensata. A mi las sorpresas me gustan, pero si son para mi o, como mucho, para mi novia cuando la tenía, pero para el resto lo único que me importa es acertar con el regalo, así que ha sido todo muy perfecto. Nos hemos gastado poco, no ha habido que pensar mucho y me he ido a comer y a dar un paseo-tiendas con Would después de trabajar, que siempre es sinónimo de risas.

Lo del disco es porque este verano en Altea, cuando estuvimos en su casa, algún día escuchó los disos de jits que me había hecho para las vacaciones y me dijo que le tenía que hacer un disco para él. Elliot no tiene mucha idea de música que se salga de lo comercial, vaya por delante esto. Pues se ve que no se le ha olvidado y el otro día, después de asegurarse las botas de fútbol como regalo, se giró hacia mi y me ordenó que además le hiciera un disco chulo tipo "esa música que me ponías en verano". La verdad es que se puso un poco repelente con lo de empezar a pedir de todo porque era su cumpleaños, pero a ver cómo le decía que no y que no me diera el coñazo, con todos los paseos que nos hemos dado en su barca.

El caso es que siempre pasa lo mismo. Tengo amigos que no saben que música me gusta, hasta que un día van conmigo en coche y escuchan algo y lo primero que te sueltan es "¿pero qué coño es esto?", "pero si parece música de dibujos animados", "¿pero que cacho mariconazos son éstos ¿no?" o directamente "pero tío, esto es lo peor...". Obviamente , no toda la música que me gusta es "rara", pero estoy abierto a ella y tengo bastante simpatía por muchas de las tendencias alternativas, pop, electropop o chochipop nacionales e internacionales, aunque también escucho mucha música más convencional (rock, punk, electrónica...), pero raramente demasiado comercial, así que el efecto pera el que no está acostumbrado es indefectiblemente chocante de primeras, sobre todo con las cosas de Austrohúngaro y por el estilo. El caso es que mis amigos de tendencias musicales más clásicas no lo comparten de primeras y se dedican a criticarme y ponerme de rara para arriba cuando estoy yo, y a dudar de mi heterosexualidad cuando no estoy delante, me imagino.

Pero de repente un día le pillan el punto. Van en mi coche y de pronto se descojonan con lo de Hidrogenesse, tararean inconscientemente lo de La Casa Azul, me piden la canción aquella de Astrud de la boda, o yo qué sé, que les ponga cualquier tronadura de Putirecords, Chycha, Ultraplayback, Feria o Megaafonía, un poner, que les hizo gracia un día, o que ya de segunda escuchada les entra. Poco a poco, antes o después, pero siempre acaba ocurriendo. Pijas de Serrano como Becaria, reviejos del blus como Mr Blueberry (ver la mención al post linkado), el rancio de Jwalks, a CF, a Agr (que siempre ha sido receptivo) la mismísima Elza, Elliot, Would en sus primeros tiempos (aunque ya funciona bien solo)... todos han ido pasando por el aro, cada uno con sus preferencias, pero todos han acabado teniendo algún grupo fetiche de los que criticaban en el pasado.

El caso más flagrante ha sido el de La Casa Azul. He tenido que aguantar que me digan que parece Los Hombres G pero en ñoño, que menudos moñas, que qué cursi, que parece música de dibujos animados y un sinfín de vilipendios que no puedo reproducir por respeto a blogger. He ido tres veces a un concierto de este grupo y en dos de ellos me he llevado de las orejas a casi todos estos amigos que tanto los criticaban con la excusa de que "pero venga, si es un viernes, te tomas una copa, los ves y luego seguimos por ahí de marcha, es una horita nada más ¿qué pierdes?". Pues todavía no conozco a nadie que no se haya hecho fan de La Casa Azul tras un concierto. El único caso que daba por perdido era el de Mr Blueberry, que no había forma de meterle a LCA por las orejas y no había querido venir a ningún concierto, y el otro día, íbamos juntos en el coche y me dice:

MrB: ponme lo de La Casa Azul
Dw: pero si lo odias
MrB: tsk... no ya... pero así contigo en el coche me divierte
Dw: ¿Seguro?
Mr: Que sí... ponlo de una vez, cojones.
Dw: ¡...!

Y nada, yo ahí con el reviejo de Mr Blueberry, cantando lo de El sol no brillará ya nunca más, con toda la actitud y moviendo las cabecitas. No daba crédito. Ahora tendré que ir con él al próximo concierto (si cae, caerían cuatro este año, qué fuerte)

A mi me mola, no lo de LCA, sino en general, porque es una especie de "¿veis cómo sí que en el fondo mola?", pero el problema es que al final me acaban pidiendo que les haga discos "con un poquito de todo así rarillo, lo que tú vayas viendo que me puede gustar, y no te olvides de la de los caballitos pony ni del letifunk, ni de la de oiga oiga no comente". Así que nada, todo esto que he contado es para decir que llevo unos días que no hago otra cosa que hacer discos a mis amigos y que me gusta, pero también es un poco rollo.

miércoles, septiembre 13, 2006

Preparando Londres y quitándome un peso de encima

Esta noche está lloviendo y me parece muy bien, porque aparte de la sequía y tal, este clima ambienta mucho mejor el ritual previo al viaje a Londres (búsqueda de hotel, organizar un poco lo que queremos ver, imaginarme los sitios...) que voy a hacer con Agr y CF a primeros de octubre, que con todo lo que viajo parece mentira que nunca haya estado allí. Los tres estábamos muy de acuerdo en que había que acabar con esta situación tan ridícula, porque a los tres nos encanta Londres conceptualmente y sólo Agr ha estado una vez.

La verdad es que estamos un poco perdidos, porque no conocemos hoteles con buena relación calidad/ubicación/precio y lo que estoy mirando es un poco descorazonador: no conozco las zonas, las distancias en la práctica.... Para nosotros lo fundamental es un sitio en el que estemos a tiro de piedra de lo más típico, para poder patear y tener las cosas a mano, de modo que con tener una cama y un sitio para ducharnos nos vale, pero bueno, tampoco queremos que nos coman los bichos en el hotel, pero como todo es tan caro no encuentro nada que me satisfaga completamente y me pongo un poco de los nervios porque me da la sensación todo el rato de que no tengo toda la información que necesito, que me estoy perdiendo las opciones buenas. En cuanto empiezas a ver algo medio decente se disparan los precios, y si los ajustas un poco más, empiezas a ver que las opiniones de los usuarios son pésimas: que si las habitaciones son oscuras y rancias, que si es deprimente, que si la moqueta cobra vida popia en cuanto le cae un poco de agua... Así que es obvio que estamos abiertos a sugerencias, preferentemente experiencias propias. Si no, pues nada, tengo uno mirado que supongo que será el que cojamos y si nos sale rana, seréis vosotros los culpables.

Hoy por la tarde me he ido al dermatólogo. Resulta que hace unos cuatro años me salió una verruguita de estas pequeñas que salen de vez en cuando por el cuello (por lo menos a mi y a mucha gente que conozco) y nunca le había dado demasiada importancia, básicamente porque ni era muy jevi, ni colorida, ni llamativa, ni me la veía, pero desde la primavera no sé qué coño ha pasado que todo el mundo venga a decirme "uy, si tienes una verruguita en la nuca, nunca me había fijado". A la tercera o así ya me mosqueé y, en cuanto llegué a casa, cogí un espejo de maquillaje de mi madre y, mediante un hábil juego de reflejos, conseguí vérmela (la verruguita). Tampoco me pareció para tanto pero decidí que la mataría en cuanto volviera de las vacaciones, no me molaba tener apéndices descontrolados por mi cuerpo y, sinceramente, era un poquito más grande de lo que la recordaba. Se ve que estas cosas si la dejas crecer, pues igual que las coliflores...

Previamente a esta verruguita, como un par de años o así antes de detectarla, ya me salieron tres muy pequeñas por la parte de delante del cuello, casi ni se veán, pero claro, éstas sí que me las notaba yo y no paraba de pensar en ellas, así que enseguida decidí tomar cartas en el asunto. Me fui a la farmacia y me compré un bote criogenizador muy chulo que vi que anunciaban por la tele y las masacré a todas sin ningún tipo de remordimiento. Fssssh, fsssh, fssssh, molaba un montón. Lo que pasa es también que me criogenicé la piel circundante a las verruguitas y me tiré la semana siguiente sin las verruguitas, vale, pero con unas ampollas en cada localización que parecía que la peste bubónica había vuelto a Europa, con lo que el negocio me salió regular. Luego me enteré de que si me hubiese puesto vaselina por la zona, me hubiera ahorrado las ampollas.

El caso es que esta vez había decidido dejarlo en manos de un profesional. Me he ido para allá esta tarde y en un minuto, y tras un poco de anestesia y una pasadita de bisturí, mi nuca estaba despejada y mi cuerpo volvía a ser un icono de belleza sin impurezas. Le he pedido al dermatólogo, que era muy majo, que me dejara el alien una vez me lo ha quitado, y nada, me ha acercado las pinzas con las que la sujetaba y me la ha estado explicando un poco, apretandola un poquito para que viera cómo era de mullidita y volteándola para darle un efecto travelling que ha resultado bastante espectacular en ese momento. Era un poco más grande de lo que me imaginaba pero bueno, no parecía más que un cachito de carne inofensivo. Le he preguntado que hasta donde podría haber crecido de no habérmela quitado, esperando una respuesta tipo "hijo, hubiese llegado un momento en el que se hubiese confundido con tu cabeza", pero sólo me ha dicho que probablemente se hubiese caído sola, que la raíz estaba en las últimas. Y yo "pero yo he visto señores mayores que las llevan como garbanzos", y él "ya, pero eso es porque se las tocan, o se las intentan quitar ellos con métodos de sus ancestros y se montan esos cristos". Así que ya sabéis, no os toquéis las verruguitas que acaban como el final de Akira. El dermatólogo me ha puesto un apósito y yo me he ido muy satisfecho y preguntándome cómo había podido estar cuatro años con eso ahí.

Como me quedaba cerca, me he acercado a La Vaguada con mi apósito gigante (el dermatólogo se ha pasado un poco, la verdad, porque ni he sangrado ni nada y me ha tapado la nuca entera con una tirita que era del tamaño de una servilleta del macdonalds) que hacía un montón que no iba y era una hora tonta de la tarde, como las siete. He entrado en alguna de las pocas tiendas medio decentes que hay, pero he vivido en mis carnes lo que es ser víctima del rechazo social. Notaba cómo los dependientes me miraban inconscientemente el apósito según llegaba a la tienda y, cuando miraba alguna prenda con más detenimiento cogiéndola de la percha, me miraban algo tensos, como si fuera a contaminar las prendas con mi lepra o algo. Lo malo es que al final me ha afectado un poco y he pensado que, aunque fuera por higiene psicológica con el resto de la humanidad, mejor dejar la ropa para otro día.

Luego he llamado a Kurt para decirle que ya no tenía la verruguita y me ha dicho que he cometido un grave error, que cómo no le había consultado antes de hacerlo, porque seguro que haciendo eso he perdido mi mojo, mi punch. Que seguro que la verruguita estaba siendo la responsable de la fascinante racha de ligar que tengo últimamente, porque desde que la verruguita había cobrado relevancia poco antes del verano la cosa me iba fenomenal, y que haberla amputado de ese modo traería consigo una época de vacas flacas indefinida. Yo le he dicho que y un huevo, que lo de mi racha sería por otras cosas, pero luego he llegado a casa y me ha dado por pensar que a ver si va a tener razón.

No mola nada ser no supersticioso cuando pasan estas cosas, te sientes imbecil.

viernes, septiembre 08, 2006

ITV

Llevo una semana bastante perro. No es que esté apagado ni nada, estoy guay por dentro, simplemente se me pasan volando las tardes sin hacer nada y ni me entero. Me da mucha rabia cuando me pasa esto porque luego en invierno echo mucho de menos estas tardes con tantas horas de luz y, sobre todo, este calor tan agradable que hace en Madrid cuando se ha ido el sol, que es horrible para dormir pero para dar un paseo o estar por la calle es perfecto.

No he tenido síndrome postvacacional, de hecho estoy currando muy bien estos días, pero noto que he perdido la rutina de hacer un montón de cosas en mi tiempo libre que había conseguido antes de irme de vacaciones. Los últimos días de Altea, en donde el mayor esfuerzo que hacía era girarme en una tumbona para beber otro trago de cerveza, han dejado una inercia en mi que me lleva acompañando desde que volví. Llego a casa después de trabajar, como tarde, veo un poco la tele, me echo la siesta, leo un rato, y, cuando me quiero dar cuenta, se me han hecho las nueve y pico. Así llevo prácticamente dos semanas. Se me olvidaba, ahora no tenemos asistenta en casa y también voy a comprar, me plancho la ropa y ayudo en alguna tarea de la casa, que eso también me roba tiempo. Mi madre ha trabajado trabajado toda la vida y no es nada ama de casa, así que cuando no tenemos a nadie que nos haga las cosas, cada uno apechuga con lo suyo y con parte de lo común de la casa, nos lo repartimos, y nada, así está la cosa.

Hoy he decidido que de hoy no pasaba, llevaba con la primera ITV que tengo que hacerle al coche fuera de plazo desde mediados de julio y aún no había hecho el esfuerzo de acercarme en un momento a quitármela de enmedio. Si te haces la ITV pasado el plazo, no te pueden sancionar en la oficina, o taller, donde la hagas, pero me había informado de que como te pille la policía, te pueden caer hasta 1500 euros, así que era algo que no me quitaba de la cabeza últimamente y me amargaba un poco. Pero como estaba perro por la tarde, pues luego tampoco iba y me acordaba por la noche de que se me había olvidado y me agobiaba. Y así todos los días, un rollo, muy pereza todo.

Me he ido a esa que hay en las Rozas y me ha atendido un tipo que no hablaba muy alto, cosa importante cuando estás dentro de un coche intentando escuchar las instrucciones que te dice a toda hostia. Más o menos me he ido apañando con él hasta que me ha tocado ir encendiendo las luces. Como yo conduzco el 90% de mi tiempo en ciudad o autopistas, pues tampoco tengo muy claro dónde andan las largas y las de niebla, vamos, que sí se dónde están pero me cuesta un rato hasta que las doy bien, tengo que ir probando hasta que acierto. Cuando el técnico me ha dicho que encendiera las largas, las de niebla y las de niebla traseras, yo he procurado hacerlo bien, pongo a dios por testigo, pero al final le he dado a veinte combinaciones distintas incluyendo un par de pasadas del limpiaparabrisas, hasta que he atinado, así que supongo que mi coche parecía un ovni recién aterrizado intentando comunicarse con los humanos. Yo me he reído un poco desde dentro del coche porque me ha parecido muy gracioso, y también porque me daba un poco de corte, pero el mecánico me estaba mirando con cara de "si eso vas acabando un día de estos y me avisas" y ya se ha acabado la gracia.

Luego me ha dicho que encajara el coche en unos railes con un foso debajo, que el se iba a bajar al foso y me iba a decir cosas para que yo las hiciera con el volante y el freno. Yo le he dicho que vale. Me he quedado en el coche esperando a oír sus instrucciones y no escuchaba nada. Al rato ha subido y me ha preguntado que por que no hacía nada de lo que me estaba diciendo. Yo le he dicho que no le oía y me ha vuelto a humillar con su mirada. Ha vuelto a bajar y ya ha gritado un poco más pero con rentintín, que me ha jodido muchísimo pero bueno, y no he tenido ningún problema en hacer todo lo que iba diciendo. Al final el coche perfecto, y me han dado una pegatina verde muy fea que he puesto en la luna delantera. Dice que tengo que volver en 2008 por estas fechas.

Como me quedaba muy cerca, me he acercado a Las Rozas Village, que hacía siglos que no iba. Es un outlet que hay aquí en Madrid de marcas supuestamente de cierto nivel, aunque en fin, salvo unas pocas tiendas, es mas bien repijo y se nota en la gente que pasea por allí... Este es un sitio que me crea sensaciones encontradas. Me encanta el concepto éste de llegar a un sitio con miles de tiendas con chollos esperándome. Siempre llego con mucha ilusión y con el firme propósito de ir con paciencia buscando hasta encontrar algo que merezca la pena, que seguro que algo hay. Luego llego y a los diez minutos me quiero ir, no me gusta lo que hay y, en las pocas tiendas que más o menos podría encontrar algo, sólo veo restos de colecciones imposibles que no han conseguido vender en las tiendas normales. O si tienen algo chulo luego no hay talla. O ni siquiera es un chollo, es lo mismo que en la tienda oficial y al mismo precio... siempre me voy desencantado, pero siempre se me olvida y vuelvo al cabo del tiempo. Al final me he comprado un polo bastante popi que he encontrado a muy buen precio y me he ido más contento que de costumbre, claro, así sí.

He llegado a casa, he cenado crema de calabacín y un filete de pollo, he intentado ver la tele un rato y he acabado leyendo un libro que se me ha atravesado en verano hasta que me he vuelto a cansar de él.

Esa ha sido my tarde, nada del otro mundo.

miércoles, septiembre 06, 2006

Dwalks?... Dwalks?...

Estaba a punto de ponerme a escribir este post tranquilamente y de repente me he visto involucrado en un fenómeno sobrenatural que me ha inquietado un seis en una escala de uno a diez. Ya estaba sentado en la mesa que tengo en mi cuarto, pero aún no le había dado al botón de encender el ordenador ni nada, cuando de repente he oído como una voz me llamaba algo bajito pero claramente por mi nombre: "Dwalks... Dwalks...". Me he quedado un poco así porque mi familia estaba viendo la tele y mi hermano, que también suele ser de mi familia, se había ido a ver a su novia, de modo que imposible que fueran ellos. En un gesto instintivo y bastante humillante, una vez analizado a posteriori, me he puesto a hablarle al ordenador pensando que igual era Chs que me estaba hablando por el skype o el messenger desde Brasil, pero tampoco podía ser porque el ordenador aún estaba apagado. De todas formas, antes de ver todo esto tan claro como lo cuento ahora, yo me he dirigido al altavoz de mi ordenador y he llamado a Chs en voz alta varias veces, ya que no era capaz de darme cuenta de que mi ordenador necesitaba estar conectado para funcionar porque no era la máquina de Zoltar.

Mientras yo corría un tupido y discreto velo sobre el asunto anterior, la voz seguía llamándome imperturbable "Dwalks..., Dwalks..." y yo ya me estaba empezado a mosquear un poco porque no entendía nada. He mirado a la luz del techo, me he asomado a la ventana, he mirado si me había dejado el iPod encendido y hasta he escuchado atentamente mi respiración por la nariz, no fuera que tuviera un moco pegado o algo y el ruidito que hiciera el aire al salir resultara fonéticamente igual que mi nombre, pero nada, no era eso tampoco.

"Dwalks.. Dwalks...".

Al final me ha dado un arranque de inspiración, me he tocado el bolsillo y resulta que era mi móvil, de alguna manera mi muslo había conseguido llamar a CF y el pobre lo ha cogido sin saber que tengo un muslo con cociente intelectual 190 y experto en nuevas tecnologías que se dedica a llamar a mis amigos, así que CF se ha puesto a llamarme por mi nombre hasta que le he hecho caso. Hemos hablado un rato, ya puestos, y cuando he colgado me he dado cuenta de que el número al que he llamado por accidente no era el número habitual al que suelo llamar a CF, sino que es de otro móvil que tiene al que hacía siglos que no llamaba.

  • Por lo tanto no es que por accidente mi muslo haya pulsado las últimas llamadas en un par de pulsaciones casuales, que hubiera sido lo más lógico.

  • Por lo tanto, de alguna forma, mi muslo ha entrado en la agenda de mi móvil, ha-escogido-una-letra, se ha movido por los nombres correspondientes a esa letra (CF no es el primer número que tengo por la letra C) y ha pulsado el de CF

  • Por lo tanto sólo puedo llegar a dos conclusiones:
Conclusión A

El destino me deparaba una tragedia de la que sólo me podía salvar CF, y ni él ni yo éramos conscientes de esto. Ante mi ignorancia, Dios, consciente de mi ateísmo galopante, ha decidido darme una lección para reconvertirme y ha mutado en mi muslo, llamando a CF para ponernos en contacto. El simple hecho de mantener esa conversación ha cambiado mi destino y ha evitado mi más que segura muerte.

Conclusión B

Llevar el móvil desbloqueado en el bolsillo puede provocar este tipo de situaciones. El alma de cabaretera que llevo dentro ha hecho que desde niño, y de forma innata, yo cruce las piernas como lo hacen las mujeres con estilo (así) en vez de como un respetable hombre recio que necesita que sus pelotas respiren a gusto cuando se sienta (así). Supongo que el contacto y la presión entre mis piernas cuando estaba sentado ha hecho el resto.

(No es por ser escéptico, pero me quedo con la segunda teoría)

La verdadera conclusión de todo esto es que no he sido consciente de la situación hasta que no le he dado un par de vueltas al asunto. ¿Qué hubiera pasado si en vez de a CF (con quien hablo casi a diario) hubiera llamado a alguien con quien ya no hablo nunca o llevo sin hablar años por circunstancias de la vida pero de quien aún conservo su número en mi agenda? Hubieran tenido las mismas posibilidades de ser llamadas que CF... exnovias, exfamiliares políticos, exhistorias de quienes ya no quiero saber, exhistorias que ya no quieren saber de mi, gente con la que hayas quedado mal o, simplemente, si no os sentís identificados con mis ejemplos, alguien que te caiga mal o al revés... hubiera sido realmente incómodo, sobre todo teniendo en cuenta que yo suelo cortar todo tipo de comunicación cuando las historias se acaban y no sería algo que viniera a cuento. Ya sé que no es para tanto y que, si se hubiera dado el caso, tras unos momentos de titubeo seguramente hubiera acabado en unas risas, o por lo menos se hubiera podido justificar la cosa, pero hay que reconocer que el primer momento hubiera sido de tierra trágame.

Oír una vocecita proveniente del fondo de tu bolsillo, ver ahí de repente el nombre al que has llamado, pensar "¿qué coño...?", oír la voz al otro lado diciendo "sí? oye?... dwalks?.. si?... dwalks...?" (que ya ha visto quien eres) y tú pensar "ay...".

Seguramente exagero, pero no he podido evitar hacer la conexión.

PD: Lo raro de todo esto es que mi teléfono se bloquea sólo si no lo tocas en cinco minutos, y llevaba con él en el bolsillo como una hora sin tocarlo (ahí dejo el Xfile abierto)

martes, septiembre 05, 2006

El basket está gafado

Estaba aquí en casa viendo la serie ésta que han estado anunciando estos días por todos los lados, "Prison Break" (entretenida pero flojita flojita) y cuando ha terminado he cambiado de canal y me he puesto a ver a los chicos del baloncesto llegando a Madrid para celebrar el título, que me apetecía mucho porque realmente me lo he pasado bien con ellos.

La verdad es que el basket tiene mala suerte en este país, para una vez que se hace algo digno de mención, algo que eclipsa realmente al fútbol y acapara la atención de todos, va y se desluce por el incendio del rascacielos que está teniendo casi más minutos en la tele que la fiesta de los chavales, su momento. Desde la ventana de mi salón se ve el incendio muy bien y yo cada vez veo más chungo el tema, o por lo menos la zona que está ardiendo es más grande y mola más, que lo tengo un poco lejos y ya puestos se agradece un poquito de espectáculo y valencianismo. También ha salido Gallardón en La Sexta hace una hora diciendo que en diez minutos estaría todo apagado y me parece que se le ha ido un poco la olla, porque el incendio está estupendo ahora mismo. Un poco de vergüenza esto de que últimamente se nos quemen los rascacielos por la tele, que van dos en poco más de un año y lo ve todo el mundo en los programas de zapping de sus países o por youtube... por no contar el palacio de los deportes, que también se nos quemó hace unos años. Esto empieza a ser de coña y ya falta poco para que haya gente que empiece a hablar de conspiración.

Pues yo mira, me mojo y mi apuesta estas horas, a la una de la madrugada, es que se les va a ir de las manos y que el edificio a tomar por culo, que en el fondo es lo que nos da morbo a todos cuando pasa una cosa de estas, estar ahí pendiente a ver si se cae.

Me voy a verlo un poco más y me acuesto. A ver mañana que ha pasado.

lunes, septiembre 04, 2006

Vacaciones Agosto 2006 (4/4). Altea con Would, Elliot y su familia.

La verdad es que me he metido en este embolao yo solo y tengo unas ganas de acabarlo que no son normales. Llevo toda la semana contando mis vacaciones y ya tengo ganas de que este blog vuelva a ser un sitio donde cuente las cosas que me pasan y no las que me pasaron, pero bueno, voy a terminarlo que ya sólo me queda un trocito. Un poco de pereza.

A ver, después de estar con Kurt y con Nate, Would y yo hicimos los petates y nos fuimos a casa de Elliot a pasar los últimos cinco días de las vacaciones. Fueron los más tranquilos porque Elliot tiene un bebé y Would y yo intentamos, ya que estábamos en su casa poniendo la gorra, adaptarnos y colaborar todo lo que pudiéramos. Por supuesto, hubo cosas reseñables:

4) Altea. 5 días con Would, Elliot, su mujer y su hija.

- El orgasmotrón. Resulta que en casa de Elliot había un cacharro de estos que te venden los jipis para darse masajes en la cabeza, que era como el de la foto pero sin pilas, que es que no he encontrado uno como el nuestro en la web (¿alguien sabe como se llaman?). Yo ya lo había probado alguna vez y fue verlo y venga a darme todo el rato por la cabeza para autosatisfacerme. Me encanta este cacharo, da mucho gusto y te deja idiota. Lo que pasa es que con Would por allí, pues nada, en vez de darle un uso razonable al juguetito, acabamos haciendo el mal con él porque nos tiramos los cinco días aplicándonos el uno al otro, a traición, el orgasmotrón cuando más tranquilos estábamos, con lo que el respingo, escalofrío, endurecimiento de pezónes y, en algunos casos, erección involuntaria del afectado estabán asegurados. Era un poco gay este pasatiempos pero te reías si eras verdugo y en el fondo gozabas si te lo hacían, aunque te quedabas paralizado y a merced del otro. Ahora que lo pienso, todo esto era muy pero que muy gay, pero bueno, nunca lo utilizamos como excusa para ducharnos juntos ni para darnos un masaje pectoral con aceite de almendro. Sólo cosquillas en la cabeza, que conste.

FOTO: Tres tomas con aproximación a traición a la (generosa) cabeza de Would y aplicación del orgasmotrón con consiguiente desaparición de su cuello, y una cuarta con Dwalks bebiendo una merecida copa y autoorgasmotronándose.



- La niña de Elliot. Ha sido toda una experiencia convivir con una niña tan pequeña. Yo nunca había estado más de un día con un bebé y tengo una mezcla de sentimientos. Por un lado es un coñazo, lloraba, se hacía pis caca, llloraba, había que estar continuamente pendiente de ella, lloraba, marcaba los horarios de sus padres y les ha cortado bastante el rollo de salir y relajase en general. Por otro lado, esta niña era un cielo, se reía muchísimo y nos quería a todos menos a Would, que la hacía llorar en cuanto la miraba a la cara. Me dio muchísima pena despedirme de ella y la echaba un poco de menos los primeros días al volver a mi casa, no me lo podía creer. Aprendí a ponerle el chupete y a cogerla en brazos sin despedazarla, esas cosas marcan. He aprendido a que si quieres un bebe, hay que tenerlo muy muy claro... joder que si hay que tenerlo claro.

- La cooperación en casa. Al tener que ayudar más por el bebé, Would y yo hemos formado un equipo perfecto en tareas de limpieza, cocina y tener las cosas recogidas en la casa en general. Yo cocinaba los platos principales, recogía las cosas, fregaba los cacharros y tal, mientras Would empleaba sus horas en hacer unos aperitivos impresionantes, poniendo tacos de queso perfectamente simétricos en un plato, por ejemplo. Todos sabíamos que esas tareas llevaban horas y mucha concentración, así que fue un reparto de tareas muy justo.

- Las siestas. En la terraza junto al mar. Mínimo dos horas. Las mejores que recuerdo en mi vida.

- La lancha. Un año más, hemos montado en la Zodiac de Elliot y nos hemos ido a bucear a rocas allende los mares. A mi me gusta el rollo mar y todo eso, pero bucear... aguanto media hora y luego ya me quiero subir a la barca otra vez. Empiezo a ver medusas, algas raras, me entra frío... no sé, no es lo mío, me entra mal rollo al cabo del rato. Yo veía a Would y a Elliot que se podían tirar hora y media por ahí con las gafas y el tubito y no me lo explicaba. Pero bueno, mola mucho navegar y andar para arriba y para abajo con la barca.


- Las dos noches en Benidorm. Ya es un clásico con Would y Elliot, que llevamos yendo tres años. Entre que Altea es un coñazo por la noche y que siempre que vamos nos lo pasamos bien, siempre acabamos saliendo un par de noches de copas por Benidorm. Sin hacer experimentos de a-ver-que-cutre-es-todo como ya hice con Elza ni nada, salimos de copas y punto, y siempre suele ser un éxito. Este año hemos ido mucho a un bar de moteros bastante aunténtico (aunque parezca mentira) que hay en el paseo y que es bastante el plan para dar unos saltos. Viejos éxitos de Metallica, Rage against the Machine, Rammstein, AC/DC, Korn... a saco nos animaban de verdad hasta pillarnos el puntillo y luego nos íbamos a la zona guiri, o a otro bar que no estaba mal donde ponían buena música (por lo menos mejor que en cualquier otro lado por allí). Yo soy el primer crítico con todo lo caspa relacionado con Benidorm y lo que representa en general, y cuando digo que hay sitios que yendo con la gente adecuada (es decir, gente que quiera reirse y dejarse llevar un poco y no esté diciendo todo el rato que menuda mierda es Benidorm) sé lo que me digo. En Benidorm, una época muy de vez en cuando, te lo puedes pasar muy bien si quieres, es gracioso.

Bueno, pues esto ha sido mi verano, me despido un poco harto de contarlo y con esta bonita postal del Would escuchando su iPod en la terraza donde vivimos cinco días de los que nos gustan a cualquiera.