Yo no sabía que me cabían tantas torrijas de las gordas dentro hasta que me he comido doce en dos días. La madre de Agr decidió emplearse a fondo con el tema y se puso a rebanar barras de pan hasta conseguir cubrir de exquisitas torrijas el equivalente a un par de campos de fútbol. Creo que hizo setenta, de almíbar y de leche a partes iguales, de las que no quedó ni una y bajo mi punto de vista ha sido un record mundial que alguien debería haber anotado.
En la fotografía Agr, CF y yo, tras comer torrijas y antes de comer más torrijas

Es que hemos pasado un par de días de Semana Santa en la casa que tiene la familia de Agr en el pueblo y ahí las cosas son así. Tan así que los menús (tanto comida como cena) consistían en dos primeros, tres segundos y torrijas, además de un chupito de licor de miel casero envasado en una botella de Acuarius que desintegraba en cuestión de segundos todo lo que se alojaba en tu estómago tras la orgía de comida. Y si no que me expliquen cómo es que no fui al baño a gestionar mis asuntos ni una sola vez durante mi estancia en esta casa, teniendo en cuenta que tampoco es que se pueda decir me vengara a lo grande cuando regresé a la mía. Bueno, quizás lo expliquen los dos kilos que he engordado en una semana, pero aún así estoy bastante intrigado. Así que, amigos de los enigmas, aquí tienen un nuevo reto
La comida tradicional: ese camino alternativo del estómago a la lorza sin pasar por el intestino
Aparte de comer como perturbados, también han sido días de relax y de echarse la siesta. Hacía tiempo que no me echaba la siesta en compañía y he descubierto que tiene mucho encanto porque te despiertas y ves a tus amigos durmiendo como ceporros y te vuelves a dormir hasta que te despiertas otra vez y ahí siguen durmiendo como ceporros. De todos modos, el tener a un amigo dormido a tu lado y una almohada a mano resulta demasiado tentador como para no estampársela en la cara a traición, así que, sin poder remediarlo, se nos acababa yendo la siesta de las manos casi cada diez minutos, pero bueno, me quedo con la parte entrañable de la historia. De hecho, los tres debíamos estar muy de acuerdo en esto porque cuando volvimos a Madrid, ya el sábado por la mañana, quedamos para comer en casa de CF y para echarnos la siesta juntos. Tres horas de ronquidos ininterrumpidos y tan contentos.
Antes de las torrijas y de las siestas, el miércoles me dejó como recuerdo un par de discos que se están encargando de darle ritmo a este post. Son "Round Midnight & otros tangos" de Adrian Iaies*, éste cada vez me gusta más, y "Speak no evil" de Flora Purim, que me cuesta un poco pero promete.

* el audio del enlace merece la pena
6 comentarios:
Humm torrijas.... Ultimamente este blog saca mi lado más jomersinson...
No he oido nada de tus recomendaciones musicales, buscaré algo a ver que tal. Mi disco de estos días es Micah P. Hinson 'The gospel of progress'
Me bajo a desayunar ya mismo... ¡Qué hambre da tu blog!
he recurrido al copia - pega para poder escribir lo que pienso... y lo que pienso es:
ñññññññññññññññññññññññam!
(es lo que tienen los teclados checos... que aún no se han reconciliado con mi cabeza y no me saben expresar, ji)
acabo de ser consciente de que tengo un público potencialmente obeso
yo, que trabajo duro en un post con su foto no-nítida, sus links interesantes y reflexiones sobre los vínculos de la amistad, y lo único que oigo es el rugir de vuestros estómagos, y lo peor de todo es que opino lo mismo que vosotros y que, una vez releído el post, lo mejor de él son las torrijas de la madre de Agr.
pura crema, chicos
Veeeeenga,
La foto está muy bien, pero claro, pasa como con el porno codificado en el plus, que te dejas los ojos tratando de intuir algo.
Y el canto a la amistad via fiesta del camisón vespertina en versión rural y torrijeña, muy entrañable!
Lo del aquarius me ha dejado con la mosca en la oreja.
Ahora mira la máquina de la oficina como una alternativa al desastascador profesional.
Será que lo pruebo con la bañera?
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