jueves, abril 20, 2006

Su bonsái

No sé si os acordáis de que cuando estuve en China me regalaron un bonsái. Bueno, un bonsái y un pijama, según el chino que me lo dio, porque luego cuando me lo puse era batín de seda que al final se lo he dado a mi madre, que a ella le encanta y, además, a mi me hace pinta de putero y eso hace gracia un rato, pero luego cansa. El caso es que el bonsái llegó a España embalado en una caja que yo facturé como si fuera una maleta más. A mi me daba igual que llegase o que no, a ver, quería que llegara pero fue un poco marrón que me lo regalaran porque un bonsái es pequeño pero no tanto. Al final llegó muy pancho con el resto de las maletas y me lo llevé a casa, lo puse en una estantería del salón, vacilé una semana a todo el mundo de mi bonsái y a partir de entonces prácticamente me olvidé de él.

El relevo lo tomó mi padre, que no sé por qué se encariñó del bonsái y asumió su tutela. Lo que pasa es que mi padre es un poco así, más listo que nadie y tal, y, en vez de consultar libros o páginas web de bonsáis, con eso que él es de pueblo y sabe mucho de naturaleza, decidió que él sabía más que nadie de bonsáis y que, con su sentido común y sus teorías autodidactas, el bonsái estaría perfectamente cuidado. Así, estimó conveniente que había que sacarlo por el día a la ventana, basándose en que como un bonsái es un árbol y los árboles están en el campo, pues le venía fenomenal estar en contacto con el exterior, como los perros. Pues nada, con el bonsái a la ventana todas las mañanas a que le diera el fresco y claro, alguna vez se le olvidaba meterlo por la noche y ahí se quedaba en noches heladas de enero y febrero, cuando no aparecía encharcado o medio caído por alguna noche de tormenta de estas que hubo. Recuerdo que el enésimo día que se nos quedó el arbolito fuera, mientras le quitábamos la escarcha por la mañana mientras desayunábamos, le dije que así se nos iba a morir. El me contestó "no conozco ningún árbol que se haya muerto por pasar la noche al raso". Pues nada.

También le pareció bien a mi padre que para regar el bonsái había que ponerlo, con su maceta, metido en un barreño mayor para poder echar una base de agua y que así el bonsái la fuera chupando por los agujeritos que tenía la maceta por abajo. Le pregunté a mi padre si estaba seguro de que eso era así y, en un alarde de ironía y autocrítica, me dijo que si lo prefería lo podíamos regar con la manguera como a los membrillos de la casa de la sierra. Ni siquiera cuando mi hermano Jwalks llegó un día diciendo que uno de su máster que tiene un bonsái le había dicho que, de toda la vida, a los bonsáis había que regarlos directamente por arriba recapacitó. Nada, cada dos o tres días, el bonsái al barreño azul a beber. Eso por no decir que en ese barreñito es donde normalmente guardamos los trapos para limpiar los cristales, así que el bonsái seguramente se habrá metido unos porcentajes de cristasol que yo no sé como no ha mutado y se ha convertido en una higuera o algo.

Más cosas. El bonsái venía ya con unos alambres que le había ido poniendo el chino que lo crió enrollados por su tronco y sus ramas, y que le habían ayudado a tener una forma derecha y redondita desde su nacimiento. A mi padre un día se le puso en la punta del pepino que aquello era una aberración y que el bonsái sufría, así que agarró unos alicates y le quitó todos los alambres. Yo le dije que miles de años de cultura milenaria china a lo mejor tenían más razón que él, pero ni caso, dijo que le daba igual y que su bonsái (el bonsái pasó a ser propiedad de mi padre en algún momento que me perdí) podía crecer en la dirección que le diera la gana y que no iba a estar oprimido. Todo esto lo discutimos con los alambres ya quitados y hechos una pelota al lado del bonsái, al que se le notaban todas las marcas de los arrollamientos y se había quedado feísimo.

Hace un mes, el bonsái, que era como una especie de pino abulense en pequeño, pasó de tener un bonito color verde a poner se marrón, y también se le empezaron a caer muchas hojas. Además, le pasabas la mano por las hojas y, en vez de estar fresco y mullidito, crujía un poco y raspaba. Le dije a mi padre que si se había fijado y, casi sin darle importancia, me dijo que normal, que los árboles de hoja perenne, también sueltan hojas porque tienen que renovarlas. Yo le dije que veía el bonsái como marrón y muy reseco, y su respuesta fue que (no la olvidaré) "este bonsái tiene mejor salud que tú y yo juntos". Y se lo llevó a la ventana a que respirara.

Ayer llegué a casa y mi padre me dijo que me fijara en el bonsái, que estaba muy mustio. La verdad es que daba un poco de pena porque parecía un matojo de pueblo en agosto. Yo lo miré pero no dije nada porque a estas alturas de la película ya me había acostumbrado a que si mi padre decidía que había que darle lentejas al bonsái, pues lentejas, que todo el mundo sabe que tienen mucho hierro. Mi padre dijo que claro, que "no se puede sacar a un árbol de China y traerlo a España como si nada porque el impacto ambiental es tan grande que no se adaptan y se mueren".

Creo que le voy a practicar la eutanasia ya de una vez. Al bonsái, digo.

25 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre Dwalks, dile a tu padre que si eso del impacto ambiental fuese cierto, estaríamos rodeados de chinos agonizantes por todos lados, y no es el caso!

Además yo creo que lo que hacen los chinos en vez de adaptarse al medio, es adaptar el medio a ellos, y si no sólo hace falta fijarse cómo todas las tiendas de una determinada zona acaban siendo orientales!

Así que nada, menos excusas y que Papawalks asuma que se ha cargado al arbolito a base de cristasol...

kurt dijo...

ja ja ja ja ja ja ja

me encanta el post!!!

Hans dijo...

Dogma #1: salvo los de González, que siempre ha tenido mucho tiempo y dedicación a ellos, todo bonsái (muy buena la acentuación, btw) que llega a España, muere. Siempre. Mine too (aunque era uno de modelo especial para urbanitas naturalófobos).
Dogma #2: Los alambritos en cuestión son LA ESENCIA del arte del bonsái, que es una cosa muy degenerada, consistente en putear a un árbol para que crezca enano y deforme. Si se los quitas, es árbol muerto, si o si.
Dogma #3: El agüita con cuentagotas. El problema no ha sido el cristasol, no. Directamente se ha ahogado.
Corolario: Tu bonsái no tuvo ninguna oportunidad. Jamás.

Anónimo dijo...

Lo que me he podido reír.
Cómprale otro.

Anónimo dijo...

Apoyo la moción del usuario anónimo. Cómprale otro, por favor, y no dejes de contarnos como les va. Me troncho de la risa.
Hoy no he podido evitar comentar, cosa que jamás hago.
No cierres jamás este blog.

Rutipiti dijo...

JAJAJA... te he estado imaginando toooodo el rato con el batín de seda puesto, mientras tu padre con el bonsai arriba y abajo...
Endebé qué manera de reír...

Wendyqueridaluzdemivida dijo...

En mi casa, el efecto es el contrario. Mi madre está apuntada a un curso de bonsais y este fin de semana estuvimos en casa de mi hermano y esté le sugirió a mi madre que le ayudara a podar el haya pendulante (en plan sauce llorón). El resultado ha sido una estaca. Ha quedado allí un palo que ni pendulea, ni nada. De hecho ahora sabemos que es un haya por el cartelito que tiene pegado al tronco...

Pero es que los padres saben mucho.

Anónimo dijo...

Bonsai de Dwalks= R.I.P
Antes que regalarle otro arbolillo a tu señor padre, me decantaría por conseguirle la colección completa de "El maravilloso mundo de las plantas del Padre Mundina"....Tu post fantástico, tu blog superior!!

DraB dijo...

Ay, que pena me ha dado el pobre bonsai ( y lo digo sin ironía, lo digo en serio, que por las plantas si tengo sentimientos)
Esto seguro que le sienta fatal a los espíritus chinos. Pobrecito, no lo tires a la basura y entierralo en el parque del oeste quemando un poco de incienso, que si no, seguro que te cae mal de ojo, o como se diga en chino.

( y tu como actualizas desde el curro? No tenías capado el blogspot?)

would dijo...

Tu padre tiene razón con lo del impacto. He notado que últimamente tus corbatas se ven un poco mustias.

Anónimo dijo...

Me he reído a carcajadas. Muchas gracias por el post.

M. dijo...

Dile a tu padre que se ponga en contacto conmigo para apuntarlo al club.
Fui capaz de cargarme una hierbabuena (vamos, una "grama" con nombre más vistoso).

dwalks dijo...

doctora, salvo algunos, no puedo ver blogs en el trabajo (los de blogger ni uno), pero a través del correo se puede actualizar. a veces, cuando tengo un post casi terminado lo termino en un momento desde el trabajo y lo subo (pero no puedo ni modificarlo, ni comentar, ni nada).

ni muerto meto otro bonsai en casa

hans, me das tu teléfono, te paso a mi padre y se lo explicas, por favor.

wendy, a ver si tu madre le ha dado el cambiazo y ha dejado un palo de un colajet...

a ver si me dices eso a la cara mañana, would ¿que les pasa a mis corbatas?

Ann O'Nadada dijo...

A mi mis hermanas me regalaron una planta cuando me fueron a visitar a Copenhague y al principio tenía gracia, pero acabó convirtiéndose en un castigo divino:

Me llenaba la habitación de ojas secas todos los días.

Crecía de una forma absurda y salvaje, invadiéndome el quicio de la ventana.

Nunca le convenía la cantidad de agua que le administraba. O era demasiada o no era suficiente.

Acabé cogiéndole tirria y jurándome que yo sería el único ser vivo que habitaría mis dependencias. Decidí matarla con unos chorritos de lejía en la maceta, pero al final me dio pena y la dejé morir solita, que una cosa es planticidio por negligencia y otra asesinato, que está mucho pero visto...

nanyu fonseca dijo...

yo se de que hablas:
http://blognanyu.blogspot.com/2006/03/r_26.html

hace un mes conte mi experiencia (fatidica) con los arces japoneses.

tu bonsai y el mio se juntaran en el cielo de los bonsais.

Nacho dijo...

Deberían adjuntar con ellos miniregaderas. mini rastrillos y minitijeras de poda amén de unas instrucciones para su uso y ¿¿disfrute??
Es preferible germinar judias como kurt o incluso champiñones que siempre te los puedes comer y no les coges tanto cariño

Anónimo dijo...

Me encanta t padre y su definición de "impacto ambiental", jajaja...

Nada que me recuerda un montón a mi padre y su sabiduría del pueblo; el mío no sé que coño ha hecho que ha plantado huesos de aceituna y ya tiene unos brotes supermonos, en un tupperware con agujeros en la base... les llama "mis bonsáis"; y creo que ya los quiere más que a nosotros...

Anónimo dijo...

jajaja me hizo acordar a karate kid

"Daniel-san close your eyes; picture a tree in your head. there's nothing but the tree. now open your eyes and do the tree. trust the image in your head, if it comes from you, it's always the right one."

ooohh sabio mr. miyagi *___*

un beso!

Nepomuk dijo...

Bueno, pues qué quieres que te diga... a mí los bonsai me parecen algo así como los "pies de loto" de las antiguas mujeres chinas.

"mira qué chiquitito y qué mono, vamos a atrofiarlo..."

Una chumbera les daba yo a esos.

Anónimo dijo...

Hombre, no vivir con tus padres puede ser una solución a estos asuntos y similares, digo...

Anónimo dijo...

Superfans de tu padre desde ya.
Quiero más...

dwalks dijo...

totalmente a favor de nepomuk.

totalmente en contra de los fans de mi padre.

telecine, no hay derecho ¿a qué viene esa campaña de acoso y derribo diciendo por todos los blogs que vivo con mis padres? ay si tu supieras...

ann, tu foto se ha ido a hacer puñetas. eso te pasa por piratearlas.

Shakti dijo...

Es que claro, como tú y tu hermano habéis salido (medio) bien sin manual de instrucciones, tu padre se ha crecido y ya no hay quien le de consejos.
Regálale un Aibo y espera a que vengan a llevárselo los de la protectora de animales, a ver si así...

Anónimo dijo...

He tenido que reirme en voz baja para no despertar a mi hermano que está durmiendo la siesta.

genial, tú! :)

Anónimo dijo...

Cuanta ignorancia... que lástima