domingo, mayo 22, 2005

La boda de PrimoPeibol en Jerez

La semana pasada se compuso de dos eventos importantes. De martes a jueves me fui a Praga y, el viernes, tras una estresante mañana laboral en la que mirar correos y firmar papeles acumulados fueron mis actividades más relevantes, los Walks pasaron a buscarme nada puntualmente por la oficina y nos fuimos a Jerez a la boda de PrimoPeibol, que se celebraba el sábado y de la que he llegado totalmente destrozado y acabado y resacoso. Y más gordo, como es de suponer. La linea que define mi mandíbula empieza a difuminarse y esto ya no puede ir a más, así que en los dos meses que me quedan hasta agosto, he decidido controlar mis impulsos gastronómicos intentando no alimentarme más de siete veces al día.

En el hotel jerezano, compartí habitación con JWalks y nada más entrar nos dimos cuenta de que tenía forma hexágono no regular y era bastante pequeña, lo que no nos convencía mucho y nos llevó a concluir que, cuando se terminó de construir el hotel, les quedó un hueco de sobra y le pusieron una puerta, consiguiendo así una habitación más y probablemente la nada merecida categoría de cuatro estrellas que poseía. Tras esta reflexión, JWalks se metió en el baño a gestionar unos asuntos personales y lo inutilizó durante media hora durante la cual yo vi un poco la tele.

Como la boda era al día siguiente, el plan era acudir a una cena-pincheo que nos habían organizado a la parte asturiana de la boda, que era a la que yo pertenecía. La comida que sirvieron tuvo mucha calidad y luego, los clásicos de estas situaciones, familia y conocidos por doquier, reencuentros con viejos amigos, caras con las que compartía genes o eventos de mi vida durante la infancia y que, pese a que como mínimo me deberían sonar, no conseguía reconocerlas ante el bochorno de mis padres y cara de circunstancias por mi parte. Al final opté por sonreir todo el rato y muy bien todo. Tras ponernos ciegos de salmorejo, arroz con langostinos, carrillada en salsa y un surtido de postres equivalente a un multiorgasmo femenino, empezamos con las copas y ahí se nos empezó a ir de las manos el asunto. Cuando nos echaron del sitio a las dos y pico, los jóvenes (qué gran sustantivo bodero) decidimos continuar un rato más en algún otro lado, pero sin pasarnos porque al día siguiente era la auténtica celebración y no era cuestión de llegar al templo con resaca. Esto lo cumplió todo el mundo execto PrimoJules, otros tres y yo, que acabamos desayunando un café con donuts de chocolate a las siete de la mañana en el bar de al lado del hotel. Al menos se salvó al novio, que consiguió marcharse a una hora prudencial pese a pasar momentos de incertidumbre a las tres de la mañana, momento en el que decidió no beberse una copa que alguien le había puesto en la mano y marcharse a dormir. Después del desayuno tardé un rato más en acostarme porque PrimoJules y su borrachera habían estimado conveniente y necesario llevarse el cartel de la recepción del hotel a la cama (ese grande que pone "Recepción"). Entre el recepcionista y yo, que afortunadamente soy de pedo tranquilo, le convencimos para que desistiera y al final mi primo se conformó con quitar los horarios de los menús del ascensor y sustituirlos por unas flores secas que adornaban un pasillo del hotel. Dados los precedentes, el hotel salió ganando claramente.

Al día siguiente me desperté fresco como una lechuga a la una y me fui a comer con mis padres y JWalks al centro de Jerez y, la verdad, muy bueno todo el pescaito que pedimos en Juanito, que por lo visto es un must de esta ciudadpueblogrande, pese a que mi madre me empezó a parar los pies cuando me disponía a beber mi tercera cerveza al cuarto de hora de sentarnos. Yo le dije que es que hacía un calor del demonio y ella me contestó que mis coloretes no se debían al calor precisamente. Luego nos echamos una siesta de una horita y ya llegó el momento.

Me puse mi chaqué, mis tirantes, mi chaleco, mis gemelos, mis zapatos nuevos y mi corbata azul Acebes y nos fuimos a la iglesia, que quedaba al lado del hotel. Tras los saludos y besos al personal, me fui al estrado con el resto de los testigos (éramos ocho por cada parte) y me puse al lado de I'da, que era la única que compartía conmigo el agnosticismo y el no saberse las canciones y movimientos con los brazos propios de la misa. El cura, al que ya tenía muy visto porque era el mismo que ha casado y bautizado al resto de mis primos e hijos de, me pareció un gran orador pero se repitió un poco en los gracejos. Al final se emocionó con una canción y yo me puse a buscar cruces de miradas con gente de mi confianza, pero por lo visto allí se emocionó todo el mundo y el que no estaba medio llorando, permanecía muy serio. Yo también me emocioné bastante cuando fui a firmar la hoja y pasé por delante de mi primo recién casado, nos dimos un beso y nos abrazamos y ahí me di cuenta de que la cosa iba en serio y que algunas de las costumbres que daba por hechas en Asturias desde que nací, habían cambiado definitivamente. Luego eché una firma que me salió un poco rara en el folio que nos pusieron y me volví a mi sitio muy serio yo también.

La emoción se me pasó en cuanto vi los aperitivos que nos habían preparado en la bodega González Byass, lugar donde celebramos el banquete. Los langostinos en tempura, deliciosos, y un canapé de salmón envolviendo una vinagreta de pescado, de película. Todo ello empujado con toneladas de jamón de guijuelo, que también estaba como para indultar al cerdo. La comida fue bastante buena y no entraré en detalles porque ahora no tengo hambre y no estoy motivado, pero muy muy buena.

Las copas estuvieron divertidas y bailé con todo el mundo que se prestó a ello, sobre todo al final de la velada, que ya iba yo convenientemente atizado. Tuve que controlarme un poco cuando fruto de la emoción envié a varios metros de distancia a una cuñada de alguien durante una vuelta rumbera, pero los incidentes no llegaron a más y seguimos danzando sin problemas. Aún resuena en mis oídos la música de Melendi, aunque lo asumo y me quedo con lo bueno, que fue mucho.

Todo terminó a las seis y media de la mañana un poco como de repente y como el hotel quedaba a veinte minutos a pie, JWalks y yo nos fuimos andando con dos chicas, hijas de unos amigos de la familia, con las que estuvimos bailando hasta el final de la fiesta y que se alojaban en un hotel cercano al nuestro. Como una de ellas tenía los pies destrozados, yo amablemente le ofrecí mi brazo para que se cogiera de él durante el trayecto, y así agarrados fuimos caminado hasta el hotel tranquilamente, yo con mi chaqué y ella vestida de fiesta, muertos de risa, guapísimos y dando algunos tumbos que rozaron la tragedia en algún momento.

Cuando llegué al hotel ahí estaba PrimoJules intentando convencer nuevamente al recepcionista para llevarse el cartel de la recepción a la habitación, pero tampoco lo consiguión en esta ocasión y así, tan contentos y tan borrachos, nos fuimos a dormir a la salud de PrimoPeibol, que ya está casado.

9 comentarios:

would dijo...

Quiero chicha...

Anónimo dijo...

creo que le voy a decir al primo de mi madre, que se casa en junio, que te invite a ti también. Si es que no sé cómo lo haces pero siempre encuentras la forma de convertir las cosas en fiesta, jajajajja, ¡incluso las bodas!

chs dijo...

Salud a PrimoPeibol, otro que cae.
Dwalks, me asusta la extraña forma que tienes de siempre encontrar un hueco en tu crápula agenda para cebarte y cocerte. Debes poner unos huevos como un avestruz, porque si no, un día tu intestino te juro que se te revela y te ahorca.
Eso sí, de follar veo que de nuevo nada de nada.

kurt dijo...

Claro chs, como tú vives rodeado de bellezas 100% exportables... así hablar es fácil.

con lo bonito que es comer, no follar, engordar, no follar, beber, no follar,cocerse, no follar, cocerse y no follar. Vamos, que se me saltan los lagrimones.

M'emocionao!

Anónimo dijo...

Sin ánimo de ofender, vaya un piño de boda.

Qué mal ha quedao eso de ofrecerle el brazo a la de los pies destrozados... Con lo que comes debías tener fuerzas más que suficientes para llevarla en brazos. A ella y a la amiga.

dwalks dijo...

ya estamos...

nohasfollaonohasfollaonohasfollao... a ver, los superfuckers deberían aportar alguna prueba de vez en cuando, que salvo lo de siempre o un montón de historias escritas, tampoco es que yo haya visto mucho por ahí.

es desalentador, uno se esmera en escribir un post divertido, lleno de anécdotas y que me permita recordar esta boda cuando pase mucho tiempo y...

... vale, no he follao

Anónimo dijo...

Pse, te habría quedado más comercial un final feliz tipo Jolivud, con PrimoJules llegando a por el cartel en una limusina blanca y después plano medio de los dos al sol, tostándose en una isla caribeña para acabar con un fundido en negro, pero en fin...

Y si hubieras follao, ya ni te cuento.. :-D
(nohepodidoresistirmenohepodidoresistirme echale la culpa a Chs, que todavía se me caen las lágrimas xDDDDD)

Tony Tornado dijo...

¿Qué tipo de pruebas quieres que aportemos los superfuckers? Si es que por internet, creo que sólo podrían ser fotos ( y no todos se dejan...) o contarlo por escrito.

Se aceptan sugerencias...

A mí lo que me flipa es que siempre sale el tema de la comida, da igual de lo que hables...

Y a las bodas no se va a follar, leñe. Que yo voy a una este finde y no voy a catar nada (por eso me solidarizo).

;)

Anónimo dijo...

Si la boda no fue tan espectacular...tu asi la hiciste ver...