lunes, octubre 08, 2007

Viviendo el Ramadán

Como ya dije ayer, estoy pasando otra semana en Frankfurt de formación. El email que me enviaron con el planning decía que pasaría toda la semana visitando los diferentes departamentos de la compañía para rebozarme bien en la esencia de lo que quiere esta gente de mi. Además, el email también decía que compartiría esta formación con otro tipo de Marruecos que va a hacer lo mismo que yo en el norte de Africa, así que estaba muy contento por estar con alguien más en todo esto. Un tipo de Casablanca, por lo visto.

A todo esto, y metiendo aquí una morcilla por la cara, el vuelo a Frankfurt fue tranquilo, menos por una cosa. Yo llegué al aeropuerto prontito para intentar pillar sitio en salida de emergencia, que si no no tengo dónde meter estas piernas que me ha hecho mi madre, y nada, todo fenomenal. Total, que llego al avión, me siento en mi amplio sitio y, cuando ya estaba todo el mundo sentado y en silencio, llega a última hora el que se sentaba al lado mío y me dice que si no me importa cambiarme el sitio con su novia, que estaba más alante, porque les habían puesto en asiento separados. Miro a donde estaba la novia y veo que está en un sitio corriente y, encima, en medio de dos personas. Yo le miré y pensé "pero chico, ¿es que tengo cara de idiota? ¿es que no me ves que soy más largo que el resguardo del DNI y que estoy en salida de emergencia como Dios? chico. por algo será, haber llegado antes al aeropuerto", pero sólo le respondí, muy amable, que lo sentía mucho pero que había cogido el asiento expresamente y que no lo iba a cambiar por uno normal. El tipo no dijo nada en contra, me dijo que no importaba y que lo entendía y se sentó, pero la novia se pasó todo el viaje viniendo a verle y, como había sitio delante nuestro, se ponía enfrente de él a hablar y, literalmente, cada poco se abrazaban a darse la paliza de mala manera, pero no en plan lengua, sino en plan besos sonoros en ráfagas de a cinco, y mogollón de abrazos fuera de lugar susurrándose cosas tipo "joo, te echo de menos en mi sitio mi amor". Claro, como en un avión hay tanto sitio y tanto espacio personal par evadirse, me puse bastante nervioso y les tuve que añadir a mi lista de personas asesinables sin ningún remordimiento.

Cuando llegué al hotel vi a un tío por allí con pinta de marroquí que salía en ese momento a la calle y, como se me quedó mirando con cara de "¿será ese o no será?" ya le pregunté yo que si él era fulanito. Sé que suena un poco a capón, pero es que el hotel está apartado, es pequeño y tampoco es que hubiera mucha gente por allí, así que estaba casi seguro. Me dijo que sí, nos presentamos y muy majo. También me dijo que se tenía que ir a cenar corriendo porque era el Ramadán, ya era la hora en la que podía comer y estaba que no veía. Bueno, sólo me dijo que se iba a cenar, pero su mirada era de mucha hambre. Yo le dije que estaba cansado y que no le acompañaba, pero luego deshice la maleta bastante rápido y pensé que no me costaba nada acercarme a dónde me había dicho (un sitio de comida rápida, por aquí no hay mucho más) y así hablar un poco más con él. Así que me puse el abrigo y me fui para allá.

De camino al restaurante iba pensando que no sabía muy bien qué cosas podían estar mal vistas por un musulmán en el Ramadán, y justo cuando llegaba pesando en esto vi de lejos que él salía del restaurante, que entre pitos y flautas ya le había dado tiempo a cenar. Como tenía entendido que los musulmanes ni beben ni fuman, pues yo no quería que pensara mal de mi nada más conocerme, así que tiré instintivamente el cigarro que llevaba en la mano, no sé, si tengo que ser sincero tampoco le di muchas vueltas, me salió un poco así. Cuando nos acercamos el uno al otro, nos saludamos otra vez, le dije que había pensado que podíamos cenar juntos y él me dijo que vale, pero que él ya había terminado y que sólo me acompañaría. Según dijo esto, se sacó un paquete de Marlboro de un bolsillo y se encendió un cigarro mientras me decía que a ver si dejaba de fumar, que se estaba empotrando un paquete diario últimamente. Yo me quedé con cara de huevo y nada, me saqué también un cigarro. Luego cené, hablamos un poco y ya nos fuimos al hotel, quedando para el día siguiente en la misma puerta del hotel e ir directos a la empresa , porque el no podía quedar desayunar por el Ramadán.

Hoy en la empresa hemos estado con cuatro personas diferentes y en cuatro salas diferentes a lo largo del día. En cada sala nos recibían con un surtido de galletas de chocolate, refrescos, zumos, café y cosas por el estilo. Todo el rato lo mismo, nada más llegar, la persona que nos atendía nos decía que tomáramos algo y él contestaba que no podía tomar nada por que era musulmán y estaban en el Ramadán, y que hasta las seis o así, no podía comer nada. "¿Un poco de agua entonces?", y él "No, no, gracias, nada de nada, en el Ramadán no se puede tomar nada". La verdad es que la gente se quedaba un poco pillada y ya no sabía muy bien qué hacer, e incluso le preguntaban que si le importaba que el resto tomáramos algo. El, por supuesto, respondía que ningún problema, pero la tercera persona que nos ha atendido, no ha sabido muy bien qué hacer y para no meterse en líos se ha dejado a la mitad un barquillo que se estaba comiendo cuando hemos entrado, y luego ya no ha tomado nada más. Yo, después del episodio del cigarro, ni me lo he planteado y he picado de todo lo que nos ponían.

Al final del día, cuando volvíamos andando al hotel, ya he cogido confianza y le he estado preguntando cosas del Ramadán, porque la verdad es que me daba curiosidad y él no tenía ningún problema en explicar el tema. La conversación ha terminado así:

- Y entonces, ¿cuándo puedes volver a comer a las horas normales?
- Quizás el viernes
- ¿Quizás? ¿Y eso?
- Depende de la luna del jueves, a ver si hay suerte y el viernes me puedo tomar el desayuno contigo, todavía no lo sé.
- ¿De la luna del jueves...? ¿Y qué tiene que suceder?
- Que la luna esté así -me ha respondido mientras hacía un dibujito en el aire con el dedo que no he entendido
- ... bueno, pues a ver qué tal la luna.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bien hecho por no ceder el asiento en el avión, yo tampoco lo hubiera hecho basicamente porque ODIO esas parejitas/personas que se comportan como niños solo porque van a estar 'separadas' dos o tres horas en un avión. En mi último vuelo en vez de una parejita eran 2 parejas de unos treinta años que viajaban juntas y querían ir en dos asientos contiguos al pasillo, por lo que sea no les colocaron así y tuve que aguantar durante todo el vuelo (casi 4 horas) los comentarios de una diciendo ' LE DIJIMOS QUE NOS PUSIERA DOS Y DOS, QUE TIA MAS BOBA, VOY A RECLAMAR EN CUANTO BAJEMOS', más las miradas asesinas hacia las personas que estaban ocupando 'sus' asientos. Otra cosa es cederle el asiento a un niño, persona mayor, embarazada o en un vuelo largo transatlantico de mas de 8 horas, que conste que tengo corazón y éstos casos lo he cedido. Pero al resto NI AGUA, seguramente ellos son el tipo de persona que nunca lo harían por tí.

En cuanto al Ramadán, es verdad que da un poco de reparo pero la mayoría de los musulmanes que viven en europa son conscientes de que los 'infieles' tienen que comer/beber/fumar/follar. Porque otra cosa es esa, tu colega musulman lleva casi un mes sin limpiar sus conductos eyaculadores jaja. Esto así leido me ha quedado muy cochino, pero juraría que fuiste tu (o kurt)el que escribiste que hay que dar por hecho que las personas vienen con sus deberes hechos de casa y sus conductos eyaculadores recien vaciados. Espero que se te hayan quitado la gana de comerte una salchicha frankfurt en lo que te queda de semana. Saludos lurkers, que ya ves, cuando me da por escribirte un comentario vale por dos o tres

xxoox

Tony Tornado dijo...

tendrá algo que ver el grupo Hepta con lo de la lunes del jueves....

Yo sólo pregunto...

otra dijo...

Fui a Oviedo hace unos días en un tren nocturno. En el departamento sólo íbamos un moro y yo.
Hacia las 24h cada uno se tumbó en una fila de asientos y a dormir.
Me gusta dormir en los trenes con el traqueteo.
A las 4.30h el tipo enciende la luz porque según dice ha de comer.
Baja una bolsa atiborrada de los más variados alimentos que sería largo describir aquí y se pone a comer con parsimonia. Saborea con morosa fruición los pastelillos.
Me cuenta que si no come antes de las 6h ya no podrá hacerlo hasta las 20h.
Yo esperaba que después el último trago de Fanta incluso eructara de satisfacción, pero no, recogió los abundantes desperdicios, los llevó a la papelera del pasillo, apagó la luz, y seguimos durmiendo plácidamente.

Maggie Wang Kenobi dijo...

superafavor de no ser idiota y no cambiar el asiento, que pal caso, se lo hubieran cambiado al que estuviera sentado al lado de la novia,, jaté tú.

Y nada, que a mí me parece muy bien que la gente tenga sus convicciones religiosas pero son suyas, así que una cosa es que no vaya a montar una fiesta en su habitación a base de ron, pero otra tirar el cigarro cuando se acerque por la calle, que no que no.

¿O acaso no te he repetido insistentes veces que en mi religión me obligan a que los bloggers que leo me envíen su foto en bolas YA!!! y tú aún no lo has hecho?¿ein?

Anónimo dijo...

No fumes

dwalks dijo...

la verdad es que al principio me solidaricé un poco con la pareja, aunque estoy de acuerdo con magenta y pese a que no me daba la gana cambiarme, pero viendo el percal que se trajeron después, ojalá hubiera tenido 300 culos para poder haber ocupado todo el avión. qué babosos por favor.

magenta, cuanto tiempo. no estoy seguro de quién dijo eso, pero por la jerga, me da que es de kurt más que mío.

tony, fijo que lo de la luna lo saben los del grupo Hepta, voy a meterme en la web a ver si veo con quién desayuno el viernes. y sí, el de los vasos del elástico un puto borde. empapó a seiai por inclinar mucho la caja, le dije que la había empapado y el tío ni movió una ceja o dijo lo siento. aunque bueno, no fue eso mi asunto del concierto tampoco...

otra, ¿eres de oviedo? mi colega ayer se acostó a las tres y pico porque tenía que comer pasteles antes de que slaiera el sol, veo perfectamente lo del de tu tren.

maggie, lo del cigarro me lo cuenta alguien y pienso que es gilipollas por tirarlo, pero es que me salió sólo, no fue una decisión. yo que sé, quería tantear un poco el terreno y me pudo la presión. es patético pero en esa fracción de segundo fue muy lógico todo.

fort kidiwanne, yo no fumo, pero me gusta llevar cigarros encendidos en la mano.

otra dijo...

No soy de Oviedo, fui a caminar unos días por Asturias.
No es la primera vez ni será la última.