sábado, octubre 14, 2006

Los Estates 2006: Cleveland, día uno

Acabo de llegar a Cleveland después diecisiete horas desde que me levante en mi casa de Madrid. Vale que no ha sido todo ese tiempo volando, pero entre que vas con tiempo al aeropuerto, esperas por los aviones, pasas interminables controles de seguridad, vuelas, pasas inmigración, más controles, conexionas en Newark cambiando de terminal en tren, más controles, vuelas más, esperas por las maletas, coges un taxi... al final se me ha juntado toda esta barbaridad de tiempo durante el que no me he relajado, porque en estos viajes tan largos que hago solo, hasta que no llego al hotel, no digo "ya está". Estoy bastante cansado.

No soy tan friki como para ponerme a postear nada más llegar, aunque casi. He descansado un rato y he bajado a cenar al lado del hotel. He preguntado en la recepción y me han dicho que a la vuelta de la esquina había un sitio, pero que a tres manzanas había un sitio mejor. Con el cambio de hora aplicado, cuando he salido del hotel eran las ocho de la tarde pero ya era de noche cerrada. El hotel está en pleno centro de la ciudad y me he puesto a caminar en la dirección que me habían dicho. La avenida era grande y moderna pero no había un alma, salvo pobres en las estaciones de autobús y en los bancos. Me ha empezado a entrar mal rollo y a los cien metros me he dado la vuelta y he regresado a la puerta del hotel donde me he quedado un rato pensando si me estaba rayando yo solo. Al final he decidido no complicarme la vida y meterme en el restaurante que estaba a la vuelta de la esquina.

Cuando he entrado me he dado cuenta de que era un bar de negros porque sólo había negros, estaban poniendo fanki y en las paredes había fotos de negros. Nadie me ha mirado pero yo me he sentido un poco incómodo porque no estoy acostumbrado a una cosa así, peo como tenía hambre y en el bar había buen rollo me he dirigido a un camarero y le he dicho que quería cenar. Me he pedido un sandwich que tenía muy buena pinta, una cerveza y ensalada de col, que es una cosa que me encanta y aquí te la sirven en cantidades decentes. Al final me he enrollado a hablar con el camarero y me he acabado enterando de todo lo que puedo hacer este fin de semana en Cleveland. Ya sé donde está el museo del rock más grande del mundo y un par de malls para dejarme la panoja, que aquí si compensa y tengo varias cosas en mente. Ese será mi plan de mañana. También sé donde hay un par de clubs para por la noche, pero no me fío mucho y tampoco soy mucho de salir yo solo a tomar una copa, ya veré. El domingo igual me voy a ver las cataratas del Niágara, que quedan a una hora y pico en un autobús, pero me da un poco de pereza. Ya veré. Otra opción es ir a un museo de la ciencia que hay aquí y ver un poco el centro de la ciudad, que no tiene mala pinta. Ahora es otoño y hay unos colores preciosos, puede ser un buen paseo.

Esta es la segunda vez que vengo a Cleveland. La otra fue muy distinta porque era diciembre, estaba todo nevado y el maricón del tío al que iba a ver me recomendó un hotel en medio de la nada porque le venía bien para venirme a buscar desde su casa. Me morí un poco del asco, no podía salir a pasear, hacía muchísimo frío y tuve dos días libres, así que me los pasé metido en un mall gigante que había cerca (y en el que me compré la cámara con la que hago las fotos que meto en este blog), o en el hotel. Ahora no es lo mismo, me lo he montado bastante mejor y espero provechar un poco mejor estos días.

De momento, dado mi cansancio, sólo unas fotos de lo que veo desde mi ventana y otra de Dwalks tirado en la cama. Mañana más y mejor (espero)






NOTA: Ya sé que no he hecho post de Londres, pero es que no he tenido internet en casa durante toda la semana pasada porque a mi padre se le ocurrió optimizar unas cosas del cable módem toqueteando los parámetros y, en vez de optimizar nada, nos quedamos sin conexión toda la semana. Hemos tenido que esperar a que un técnico llamara para dejarnos todo como estaba antes de que mi padre mejorara la conexión, hecho que se produjo ayer. Ese post me lo dejo para después del viaje, que hay buenas fotos y cosas que contar, que nos lo pasamos muy bien.

7 comentarios:

J dijo...

ya iba yo a echarte la bronca por lo de Londres pero quedas disculpado. Que chulo tu viaje y no que te den mal rollo los negros, son personas como tú. En EEUU tienen sus movidas pero si saben que eres guiri te protejerán y todo.
Que te diviertas!!

Anónimo dijo...

que oscura es la noche en cleveland... y yo que te habia visualizado en london...

Anónimo dijo...

oye, oye, avisame cuando te canses de este trabajo, me lo dices y hacemos un cambio. qué chollo lo de los viajes!
en el mio puedes tomar mucho café

Anónimo dijo...

uuuuummmmmmmm ensalada de col en cantidades industriales

dwalks dijo...

sí jota, los negros han sido buenos conmigo. espero que se me entienda, yo creo que cualquiera se hubiera sentido un poco fuera de lugar, pero vamos, lo mismo que si entro en un bar jevi o en el club de fumadores de pipa...

muy oscura nanyu, deprime un poco porque no hay ni dios en la calle.

allende ¿de qué marca es el café?

ex-fumadora, he dicho cantidades decentes, no industriales, que te veo tirando ya por el tema pedos. es que en españa tienen la costumbre de ponerte un microbol que me enferma. aqui te ponen una cantidad digna.

Anónimo dijo...

pedos? qué va, estaba pensando en esa especie de michinal que te ponen aquí, que parece está de adorno pero que por supuesto me como y parece que queda fatal hacerlo porque es como si te quedases con hambre, pero me da igual, yo me lo como porque me gusta

kurt dijo...

Te echo de menos.
Tráeme cosas.