martes, mayo 30, 2006

Las agujetas del tercer día

Tengo agujetas y mañana voy a tener más. Lo noto. Da igual que estire bien después de los ejercicios o que no me pase demasiado en el gimnasio cuando empiezo una nueva temporada, las agujetas del tercer día, clarísimamente, son las peores. Por lo menos ya voy madurando en este aspecto y controlo mi entusiasmo en los comienzos, porque aún recuerdo aquella vez que empecé con tantas ganas que al tercer día no podía ni estirar los brazos. Ni siquiera podía enjabonarme la cabeza por la mañana porque no podía subir los brazos más arriba de la horizontal, así que tuve que echarme jabón en las palmas de las manos y agachar la cabeza para moverla contra ellas, con movimientos circulares que me untaran el jabón por el pelo de algún modo. El resto del día fue una auténtica tortura, el simple peso de mis brazos era incómodo, me prohibí directamente estornudar o toser, para ponerme la chaqueta desarrollé auténticas performances y no me rasqué la cara ni una sola vez, que no me llegaba, lo hacía con el hombro así subiéndolo y refrotándome la cara contra él. Sin duda, el peor día de agujetas de mi vida.

De todos modos, al final hoy casi no voy al gimnasio, me ha faltado un pelo, pero al final no he caído en la tentación. Hoy en el trabajo ha sido uno de esos días que se me dan de vez en cuando y que odio y pocuro evitar a toda costa, porque luego me siento bastante idiota. A ver, esto va así, me paso la mañana atendiendo el teléfono y contestando los e-mails de trabajo con una parsimonia que no sé de donde sale, con una actitud de poca urgencia y con una sensación permanente de que el día será infinito, y de la que no llego a ser consciente en ese momento. Me tomo mis cafés, charlo de los asuntos que vayan saliendo tranquilamente con mis compañeros, bromeo, meo... Llega la hora de comer y como tan tranquilo, y si se nos va un poco la hora tampoco pasa nada... Vuelvo al trabajo, hago cuatro cosas y, cuando me quiero dar cuenta, ya la hemos liado.

Ya está, todo se ha dado la vuelta y resulta que no queda nada para que se acabe la tarde, y yo tengo que terminar cosas, que eso ya lo sabía desde que entré por la mañana. Claro, me entran las prisas y empiezo a rendir de verdad y me concentro muchísimo, saco trabajo. Llega la hora oficial de salida y se van unos cuantos, yo ni miro. Llega mi hora real de salida, que yo es que apuro un poco por la mañana y tal, y me digo que veinte minutos más, que al final son cuarenta, que al final es una hora. Salgo del trabajo y, entre metros y paseitos, llego a casa a las ocho y pico. Hoy, encima, había venido a casa un amigo de mi padre de toda la vida y me he enredado un rato hablando con él, que por cierto, este señor me quiere un montón, y yo también le quiero mucho a él, que ya son muchos años, pero ya estoy un poco harto de que siempre que nos vemos me pegue un par de señoras hostias en la cara para saludarme. Esto ya lo tengo muy comentado en casa y pasan de mi, y me dicen que no es para tanto, pero yo me reboto cada vez más. Joder, que llego de currar, que llego cansado, que me asomo al salón para ver quién hay por pura curiosidad y educación, y es que es verle y ya saber que me va a poner tibia la cara de dos bofetones, para empezar. Que luego están los de la despedida, que son lo mismo pero ya pones la cara dura y se llevan algo mejor. Y a ver qué le dices, que luego es un tío cojonudo y lo hace por cariño. Es que no me jodas...

Total, que se me han hecho las nueve y mi gimnasio cierra a las diez. He tenido un segundo de duda, pero no, al final me he puesto de chándar y me he ido a generar agujetas. ¡Bien por Dwalks!

Esto se me va quedando un poco largo hoy y lo voy a ir dejando, otro día comento sobre una chica de mi gimnasio a la que ya tengo manía, y sólo lleva dos días en mi vida.

9 comentarios:

would dijo...

Lo del trabajo es, evidentemente, porque me echas de menos. Pero no te preocupes que enseguida vuelvo.

nanyu fonseca dijo...

jo, vuestra relacion me recuerda a la de esos hermanos gemelos que sienten que les falta algo cuando no estan juntos.

tu tb lo sientes, would?

Anónimo dijo...

¡Enhorabuena por esa fuerza de voluntad! Ya me contarás cómo lo haces, porque yo ni teniendo el gimnasio debajo de casa... Claro, que aún no he tenido mi primer "momento bikini" del año, que puede llegar a ser determinante... ¡Besitos!

Nacho dijo...

Pues no esperes mucho a tenerlo o puede ser muy tarde jajaja.

Ja ja , algún día contaré yo las subespecies de chicas y chicos del gimnasio jaja

Anónimo dijo...

Los gimnasios son aburridísimos. Yo tengo que ir a hacer deporte porque Dios me premió con un físico que da por el nalgas y con una pierna más larga que la otra, escoriasis de nacimiento, deformaciones oseas que presionan mi pulmón y mi corazón y una elasticidad que ya quisiera Komanechi que hace que se me salgan las rótulas sin mover un músculo me han dicho que nadar es saníiiiiisimo.
Así que cambié el gimnasio por la piscina. A lo que tu llamas agujetas de color de rosa del tercer día, yo lo llamé dolor mensual. Estuve mes y medio con dolores (que no agujetas) hasta que me acostumbre a ellos y ahora nado que parezco Delfi.
He descubierto músculos que creía que no tenía. Y he adelgazado 8 kilos. Una pasada chavales, ni fat away, ni don regulo vientre plano... natación.
Eso sí, qué mal sabe el cloro.

Dr. Malcolm dijo...

yo estoy en el tercer día de agujetas del puto padel del domingo...

dwalks dijo...

would vuelve ya, que me aburro en la ofi.

gremlin, pues entonces espérate, porque cuando lo tengas querrás morir, estoy con victor. yo también era feliz hace una semana.

daniel, qué buen comment. cuando quieras echamos una competición a ver quién tiene más grados de libertad en las rótulas, que no estoy yo tan seguro de que me ganes a hacer cosas raras con mi rodilla trucada, no vengas aquí a vacilar. y lo de nadar a ver, ahora enseguida empezaré a ir yo, que me abren la piscina en nada. ánimo tronco, sigue cuidándote de lo tuyo, que cuando se empieza desde abajo sólo se puede mejorar.

pádel, paádel... ¿qué mariconada es esa? malcom, yo tengo auténtica agujeta de mancuerna, que es a la del pádel lo que el jabugo al chopped. si es que os crecéis en cuanto os veis un poco tal...

Anónimo dijo...

Pues yo estoy en el segundo dia y como el tercero sea peor me quedo en casa, me cago en la leche!!! es malo hacer natación con agujetas del gimnasio??

Anónimo dijo...

Pues yo estoy en el segundo dia y como el tercero sea peor me quedo en casa, me cago en la leche!!! es malo hacer natación con agujetas del gimnasio??