Empieza el buen tiempo y eso suele ser sinónimo de que empiezo a viajar. En esta ocasión me toca ir a Alemaña, a Colonia. Estaré cuatro días, desde el lunes hasta el jueves en uno de esos eventos con mucha gente de muchos países en los que alternaré fases de profundo sueño con momentos de estrés por tener que hablar en inglés delante mucha gente que muerde, o por ver en una bandeja el último canapé de los que me gustan y no saber si seré yo quien se lo coma.
Colonia me motiva regular, aunque nunca he ido ahí, pero ya he estado varias veces en Alemania y no creo que me sorprenda mucho. Sé que tiene una catedral que te caes de culo y que pasa el Rhin por allí, pero poco más. Supongo que tendrá su casco histórico bonito y pulcro y que comeré mucha salchicha con papas. Esto no quiere decir que no me apetezca ni que no me lo vaya a pasar bien, simplemente voy como quien va a Tudela, que cuando llegues ya verás lo que haces.
Me acuerdo de mi primer viaje por trabajo, solo. Fue a Liubliana, Eslovenia, y parecía que me iba a la guerra (¿esto lo he contado ya?). Bueno, el caso es que me tiré un mes acojonado preparando el viaje que yo creo que cuando llegué allí podía haberme hecho taxista, me sabía la ciudad de memoria. También llevé mil copias de mis claves de las tarjetas por si se me perdían, teléfonos de cualquier servicio de urgencia (entre ellos el de una sastrería, por si perdía la maleta y me quedaba sin trajes) y muchas medicinas, no fuera que me pusiera malísimo y no pudiera ni abrir la boca para decir lo que me pasaba. Lo de llevar Fortasec fue una novatada. También me cultivé en la historia del país y en el conflicto de los Balcanes, donde aprendí que a los eslovenos no les gustaba hablar de ello, así que ya ves tú para lo que me valió. Actualmente, a veces me asusto de lo poco que me informo del sitio al que me toca ir, no es raro que el día antes dude acerca de dónde me toca viajar y tenga que mirar el billete de avión para comprobarlo. Ay, vamos madurando, nos hacemos viejos y rancios. Echo un poco de menos aquellas emociones, aquellas sensaciones pop.
Bueno, que esto es un rollo. Intentaré actualizar desde allí, con la crónica del viaje, con fotos y todo eso con lo que mato el tiempo cuando ando por ahí. Hasta entonces, dejo una lista con las cosas que todavía me gustan de viajar a sitios extranjeros, en este caso por por trabajo:
- Que la bebidas y las bolsas de patatas, chocolatinas y demás mandangas que nos dan, tengan nombres raros. Me apetecen todas muchísimo.
- Entrar en la habitación del hotel. Amigos, viajar por trabajo te permite acceder a hoteles estupendos y ese momento de "a ver qué tal la habitación" a mi me hace mucha ilusión.
- Desayuno buffet. Superfan de desayunar salado, pero mi vida sólo me permite tomar un café bebido por la mañana. En los viajes me desquito y llego a resultar asqueroso, empezando por los huevos revueltos, que yo no sé cuantos me puedo comer, pero más de los recomendables seguro.
- Los tours que nos hace la organización del país anfitrión. Siempre cogen un día de la reunión y, suelen incluir cena en sitio fetén y un evento que suele estar bien. En esta ocasión me parece que es una vuelta en barco por el Rhin. No sé, igual es un aburrimiento, pero así ahora no me parece mal.
- El día que no hacemos nada después de trabajar. El primer día de reunión, suelen dejar la tarde libre a la gente para que haga lo que buenamente le apetezca. La gente es muy sosa, aparte de bastante mayor que yo, y suelen ir a cenar y luego se chuzan un poco. Yo suelo cogerme y darme una vuelta a mi bola, o con alguien que me caiga bien, para conocer el centro de la ciudad. Esto me encanta.
- Que me llame todo el mundo Mr. Walks. En mi otra vida debí ser un cacique, o un señorito, porque se me hincha el pecho que se me salta el botón de la camisa. Que va, que, va... lo que pasa es que se me hace muy gracioso.
- Hacer horario europeo. Yo soy el primero en estar muy de acuerdo con el horario español, pero por eso precisamente agradezco unos días de comer a las doce y media, cenar a las ocho y esas cosas. De verdad que funcionas mejor, tienes menos hambre, descansas mejor, cunde el día, cagas mejor... A mi unos días al año me parece bien, eso sí, es un poco de abuelo.
- Que mis colegas extranjeros me cuenten cosas de sus países. Estamos unos cuantos y unas cuantas allí juntos y alejados de nuestro entorno habitual durante unos días, compartiendo todo el tiempo, nos conocemos desde hace años (algunos, otros van llegando nuevos, como yo llegué en mi día) y quieras que no vas cogiendo confianza. Al final las conversaciones de las comidas y cenas se montan en torno a un tema que saca cualquiera, y todos damos nuestro punto de vista nacional, normalmente empezando por, por ejemplo, "ah, qué curiosa esa tradición de noruega", para que luego, por ejemplo el polaco, haga una aportación tipo "pues en polonia hay un pueblo en el que se comen los cojones de los burros para que no se te caiga el pelo y mi abuelo se comió catorce y, nada, calvo toda su vida como el coño de una tonta, qué mal, y blablabla..." y así todos.
- El regalito que nos dan en la reunión. Esto tiene un cierto nivel y no es como en las bodas, que te dan un alfilerero de fieltro con forma de tortuga, o un CD con sus canciones especiales en plan Titanic y cosas de éstas. No, aquí te dan un regalo bastante chulo, como un despertador de diseño, un libro decente de fotografías de la ciudad, un juego universal de adaptadores de enchufes (utilísimo, en serio)... están bien. Tengo mucha ansiedad por saber qué toca este año.
- Aprenderme palabrejas. Tengo una tendencia innata para aprenderme para siempre las cinco primeras palabras que leo o escucho en un idioma que no conozco, y no ser capaz de seguir haciéndolo después, aunque sean más sencillas las siguientes. Es preferible que sean "gracias", "por favor", "hola" o "¿el baño?" porque si son "solapa", "bocacalle" o "coliflor", mi capacidad de interacción con la población oriunda, sería más (si cabe) limitada. Luego vuelvo a España y me paso una semana diciéndolas para todo, hasta que canso a la gente y ya vuelvo 100% a mi idioma materno.
- Y sobre todo, la sensación de conocer mundo, de ir poniendo una crucecita más en el mapamundi. Muy paleto, ya, pero a mi me mola.
viernes, abril 28, 2006
Coloña
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21 comentarios:
Lo "peor" de La Europa de los 25 es que ya puedes viajar sólo con el DNI...A mí me encantaba cuando te plantaban el sello en el pasaporte y luego lo lucías entre los colegas para ver quien había estado más lejos...Snif!Siempre nos quedará el carnet de peregrino santiaguero para poner la estampilla. Pásalo bien!
Lo "peor" de La Europa de los 25 es que ya puedes viajar sólo con el DNI...A mí me encantaba cuando te plantaban el sello en el pasaporte y luego lo lucías entre los colegas para ver quien había estado más lejos...Snif!Siempre nos quedará el carnet de peregrino santiaguero para poner la estampilla. Pásalo bien!
Sorry, es que me repito un poco....
Pásatelo en grande. Ya estoy deseando leer tu viaje. Tendré que esperar un poco....
Me encantan tus crónicas de viaje...
Superafavor de tu lista. Mola casi todo lo que dices...
Y oye, sé que no te servirá de mucho, pero siendo tan gay-friendly, Coloña es la ciudad de Ralf Köenig y la segunda ciudad gay de Alemania...
Además, tienen sschlagga music (o como coño se diga...)...
Doctora, ayúdame, anda...
no sé patriuski, yo que viajo bastante agradezco lo de que con el DNI puedas moverte por europa así de bien, que cada vez que me voy por ahí lejos y hay que andar haciendo colas y rellenando papeles asegurando que no te llevas un oso polar en la maleta o que no tienes intención de descuartizar a nadie, me da una pereza...
y yo también tengo que esperar axpax, no te creas que ado aquí dándole emoción
uy, tony que te me has colado por ahí. en temas sexuales, aparte de todo lo que dices, también me han comentado que Coloña tiene el puticlub más grande de Europa, por lo visto es un edificio en medio de la ciudad de no sé cuántas plantas que aparte de meretrices, tiene espectáculos, un bar de copas y un auténtico supermercado gigante de items cochinos. la verdad es que yendo solo no creo que vaya, pero aunque fuera por conocerlo como un sitio más, echo de menos un compañero en este viaje.
precisamente ayer vi en la tele una noticia que decía que los musulmanes se habían puesto en plan radical porque habían colgado un cartel gigante de publicidad de este sitio animando a la gente, con la excusa del mundial de futbol de verano, con el eslogan de que fueran a colonia a hacer amiguitas. salía este eslogan, un pibón, el nombre del garito y un montón de banderas de mucho paises para darle típico rollo intenacional. pues creo que pakistán y no sé qué otro, han dicho que quiten sus banderas o montan un pollo.
lo que hay que ver...
Dwalks, yo estuve un año viviendo en Colonia y creo que es la mejor ciudad de Alemania.
La Catedral es impresionante, el casco antiguo es bonito pero muy pequeño. Esta cerca de la Messe, la feria de congresos.
El puticlub no lo conozco.
Para salir te aconsejo el MTC y el Stereo Wonderland en Zulpicher Strasse, el Live Music Hall y el Ehrenfeld en el barrio del mismo nombre (Ehrenfeld), y uno que se llama Blue Cat o algo así y no recuerdo muy bien donde está...
Pásalo bien y Kölle Alaaf!
No me extraña, cuando volví de Groenlandia alguien nos pidió que transportáramos una piel de oso polar. Pero nos negamos porque no conocíamos la legislación.
Pasalo bien, a mi Colonia me gustó mucho, aunque yo fui en plenos carnavales.
Pues nada, mis domingas y yo te deseamos feliz viaje.
Si vas pallá y no vas a conocer el puti, te capo.
buaa.. qué envidia... Yo creo que este puente no voy a hacer naa... así que esperaremos por tu crónica.
Pásatelo bien y disfruta de todas los regalitos que nos dan cuando estamos de viaje en el avión, en el aeropuerto de llegada, en la recepción del hotel, a la entrada del congreso.. Uy qué divertido! ni que fuese tu cumpleaños ininterrumpidamente (pero en cutre y estandarizado)
oye, y cuando comes huevos revueltos en un buffet, como demontres sabes los huevos que te comes, si vienen todos mezclados? donde empieza uno y donde acba el otro? no se, digo yo.
cuando viajas con la empresa también mola:
-lavar ropa en el hotel. Te la devuelven como nueva, literalmente hablando, dobladita y envuelta en papel celofán de las tiendas.
- llamar al servicio de habitaciones y pagar 15 euros por un sandwich mixto y una botella de agua sin remordimiento.
pero no mola:
- pedir recibos hasta en los baños públicos.
- no poder jugar a la play en el hotel porque cantaría mucho (a menos que te hagas amigo del de recpeción y le convenzas para que lo cargue en otro concepto más inocuo. Entonces pasa a la categoría anterior)
Por cierto, respecto a lo de memorizar planos nadie como mi padre, el Sr. Malcolm senior (mira, capicúa: señor malcolm senior). Su frase favorita después de ver un plano durante 17 segundos, es: "No he estado nunca en XXXX(rellenar con la ciudad que sea) pero podrían dejarme en cualquier punto y pedirme que llegase a otro que lo haría". Lástima de genes caprichosos, yo tengo que llevarlo en la mano todo el rato...
Es genial el momento de abrir la puerta del hotel.
Pero aún mejor es el momento de saber si las ciudadanas de colonia son cariñosas o no, jeje
No sé qué rollo te traes en público con el puti, pero como no me traigas el tanga de regalíz que me has prometido tendrás que vértelas conmigo después de hacerlo con Chs.
Tu no has ido por trabajo... confiesa que te han mandado tus padres de colonias... lo de que "Que mis colegas extranjeros me cuenten cosas de sus países" me ha llegado al alma...
Ya tengo tu pañuelo de boyscout para cuando vuelvas
si estas encantao de irte de viaje!!! aunque sea por trabajo... y encima el puti ese jijiji... buen viaje!!!
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Ya esta disponible la grupo de mi grupoooooooo!!
vente ya que es que tengo que enseñarte una cosa!
Bonito post, aunque... un poco cansado. O será que yo cada vez soy más vaga.
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