La cosa anda un poco mal, pero es temporal

Se suponía que el post de hoy iba a ser de las fotos de China, pero al final se me ha hecho muy tarde hoy y no me daba tiempo a hacer algo decente y gigante, como a mi me gusta, por lo que lo dejo para mañana y hoy sólo me limito a dar señales de vida por aquí, que ya hacía tiempo. Supongo que mientras esto siga así, así estaré, porque además de los blogs capados en la oficina (lo contó Would), de momento no tengo ordenador en casa con todo el tema de la obra (Jwalks me ha cedido ahora el suyo, pero lo necesita constantemente) y mi frecuencia será irregular, es lo que hay, muy a mi pesar. Además, espero comprarme un portátil ya, lo he decidido, me apetece mucho tener mi propio ordenador, es necesario en mi vida y a mi estos prontos me dan en serio, así que no creo que pasen más de quince días hasta que esté posteando desde mi nuevo compiuter (se aadmiten sugerencias, que soy un poco torpe para esto y no entiendo mucho de portátiles)

Los últimos días en Shanghai fueron muy chulos, conocí un poco mejor la ciudad e hice bastantes compras, que allí hay cosas muy baratas baratas. Me ha encantado la ciudad, pero se me ha hecho algo corto porque el viaje de vuelta era el mismo domingo, así que no quería hacer cosas raras y ya anduve todo ese día a medio gas, no fuera a complicarme la vida, así que sólo tuve el sábado íntegro y relajado.

El viaje de vuelta estuvo muy bien porque dormí ocho horas en el vuelo de Shanghai a Munich gracias a una droga fabulosa que me facilitó mi madre, llamada Dormidina, de venta en farmacias sin receta, y que fue mano de santo ingerida con un güisqui,y es que después de lo mal que lo pasé en el viaje de vuelta desde Canadá por no dormirme, yo ya no. Yo, Dormidina para volar. En Munich caía una nevada considerable, como bien dijo la Doctora B., pero la conexión salió bien y en Madrid-Barajas apareció milagrosamente mi bonsai por la cinta de las maletas, que ya reposa en mi casa. Cuando llegué me probé la bata de seda que me han regalado y parezco Richard Channing, que fuerte. Me voy a hacer una foto pulverizando agua a mi bonsai mientras descanso sobre mis rodillas sobre una alfombra de bambú, enfundado en mi bata, que creo que puede quedar bastante auténtico. Aún no he decidido si me pondré ropa interior, que la seda invita al roce directo y ¿por qué no?. También, estoy un poco atontado todavía por el cambio de horario y en el trabajo aún no me concentro bien. A ver si recupero ya mi rutina y ordeno mi habitación (de nuevo) tras la obras, que ya no puedo más con tanto transtorno, es un rollo y estoy bastante harto, no guanto más a mi familia, es como si cuando hubiera una obra perdieras tu intimidad. Creo que ellos tampoco me aguantan a mi, de hecho.

Me comprometo: mañana lo cojo con tiempo y subo las fotos, que están fenomenal y he sacado casi de todo. La gente que las ha visto está quedando encantada y me dice que se quedan con bastante sensación de haber estado en China ellos también, es muy halagador. Ni hao.

Gracias por lerme estos días, me ha hecho mucha ilusión ver los comments a mi vuelta. Me ha fastidiado no haber entrado al trapo en algunas ocasiones, pero en fin, que muy bien a todos.