China: Senzhen (Dias 4 y 5) y Hai'an

Ni hao.

No he actualizado estos dias porque en el ordenador del hotel en el que estaba no iba Blogger, pero me han pasado un monton de cosas que resumire ahora, pues me encuentro en un hotel perdido en la China mas profunda, a trescientos kilometros de Shanghai, donde curiosamente hay internet y Blogger va a las mil maravillas, aunque no se a que hora cierra porque el de la recepcion no me entiende aunque me ponga del reves. Esto es asi.

Martes

Mis concepcion de lo que venia contando de China hasta el martes cambio completamente cuando por la noche me llamo mi contacto de donde tenia que trabajar dia siguiente. Me pregunto si me apetecia salir a cenar, en un mas que aceptable ingles, y yo, que estaba un poco que ni fu ni fa, le dije que vale. Si creia que habia probado comida china de verdad lo retiro, porque durante esa cena mi vida gastronomica dio un giro de 180 grados. Me llevaron a un restaurante cojonudo de aqui en el que no resisti la tentacion e hice numerosas fotos. La verdad es que por aqui, no se si sera por el tema del comunismo que rige a todo el pais, el concepto de "lo lujoso" es como muy ruso, o por lo menos lo que yo me imagino por ruso. No se si me explico, me refiero a espacios muy grandes, muy altos y con mucha luz y mucha gente que va vestida de camarero del Nebraska. Elegimos de un acuario un par de peces para comernoslos y nos metimos en un cuarto, donde nos pusieron la tele, que eso es guay aqui, como bien me conto Maggie Wang Kenobi en uno de sus impagables correos informativos de China. La mesa tenia una plataforma giratoria donde se ponian los platos para ir picando, y, que yo sepa, comi patas de medusa en vingreta y ranas. Bastante bueno todo. Tambien hubo verduras y carnes, todo con sabores algo intensos, pero tragables cuanto menos. Ademas, como yo era el invitado, tenia que ser el primero en probar todos los platos, pero no le di muchas vueltas y lo hice sin pensarmelo cada vez que me tocaba.

Despues de la cena, me llevaron a dar una vuelta en coche por la ciudad para que la viera iluminada. Sencillamente espectacular, llena de rascacielos y de edificios iluminados a todo trapo. Nunca en mi vida habia visto algo asi, es una especie de aberracion contra el gusto y espectaculo increible al mismo tiempo, que te deja embobado. Lo disfrute muchisimo y me di cuenta realmente de que la ciudad es gigante. Creo ese momento en el coche ha sido una de los que mas me ha impactado desde que viajo en este plan por el mundo. No se acababa nunca.

Tras la travesia, acabamos en un bar bastante chulo de aui, donde estaba la gente guapa de Shenzhen. Todo muy occidental, la gente, las zorras, las locas... todo. Ponian jits y bebian copas como en cualquier garito de Espania y no note ninguna diferencia con lo que yo conozco. En lo de salir por la noche, parece que el mundo esta bastante globalizado. De todos modos no me deje ir mucho porque al dia siguiente habia que currar bastante y no era plan de emborracarse.

Miercoles

Despues de trabajar en una compania del centro de la ciudad, que nada tenia que ver, por lo moderno y profesional que era todo, con lo que habia visto hasta ahora (debo decir que mis primeras impresiones fueron un poco precipitadas y que hay una China muy urbana y puesta al dia, en todos los sentidos, que coexiste con la otra, que tambien esta ahi) nos fuimos a cenar otra vez a otro restaurante muy bueno de por aqui. En esta ocasion, comimos una poquita de serpiente, que es sencillamente deliciosa (es como un pollo muy fino de sabor, pero con una espina en medio), y tambien nos comimos un perro... bueno, yo solo lo probe, porque habia visto los perros vivos al entrar en sus jaulas (no hay nada mas triste) y se me hizo un poco jevi comerme a Tobi. mi impresion fue que sabia a carne guisada, que quereis que os diga, aunque al dia siguiente empece a darle vueltas y me acabo dando un poco de asco pensar en el chucho. No me arrepiento, pero no creo que repita. Tambien pusieron, entre otras muchas cosas muy ricas y mas normales, hormigas fritas con cereales, que sabian a crispis.

Tras la cena, el chino me propuso ir a un masaje tradicional Chino. Yo le mire un poco extraniado, porque ya se sabe como va esto del masaje con extras por aqui, pero se dio cuenta y me explico que es muy normal por aqui y que merecia la pena. Y-que-solo-era-masaje. Como ya habiamos terminado el trabajo y no se podia interpretar como un sobornillo, acepte encantado. Fue un masaje de dos horas, incluiyendo limpieza total de piel, masaje de cabeza, pies y cuerpo entero, que considero que ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Sencillamente maravilloso. Y no, no hubo tema.

Miercoles

El miercoles fue normal. Fui a otro sitio distinto a trabajar, otra vez a la Infrachina del primer dia, pero con otra gente, volvi al hotel, hice unas compras en la ciudad por mi cuenta y me hice la maleta cuando llegue al hotel. Tambien comi patatas Lais con sabor a limon y a te verde. Normalillas.

Jueves

Hoy he volado a Shanghai, un Chino llamado Lu me estaba esperando en el aeropuerto y me ha traido en coche hasta Hai'an, una ciudad en el culo del mundo donde , para llegar, hemos tenido que atravesar un monton de pueblos chinos-chinos. Son como los que ves cuando atraviesas Castilla La Mancha y dices "pero quien vivira aqui, si son cuatro casas viejisimas?", solo que estos pueblos son como de cinco kilometros de largo y estan abarrotados de gente. Son pueblos muy rurales y las casas son bastante miserables, pero se ve una actividad y una vida que hace que todo parezca tener sentido, no se, ellos estan de un lado para otro todo el tiempo y piensas que sera porque tendran cosas que hacer. Es alucinante lo superpoblado que esta esto, creo que durante todo el viaje (300 kilometros) no ha habido ningun tramo sin casas, y eso que al final me iba fijando para comprobarlo.

He llegado al hotel y ni he deshecho la maleta, maniana tengo que currar por aqui, pero cuando termine me marcho directamente desde la fabrica. Este es un hotel de pueblo porque aunque se supone que es una ciudad pequenia, lo que es en realidad, es un pueblon enorme de seiscientos mil habitantes que no tiene nada. No me he deprimido cuando he llegado porque en cuanto he llegado han venido cinco chinos y me han llevado a cenar a otro restaurante de estos que hay aqui con cuarto apartado. Me han tratado a cuerpo de rey, en serio, es muy fuerte lo del trato al extranjero aqui, y, como aqui no vienen muchas visitas de fuera, me han traido al alcalde y todo, que me ha dado un bonsai, una pijama de seda (aqui hay muchisima seda) y un vaso de vino de arroz que nos hemos bebido de un trago mientras nos hacian una foto. A ver donde meto todo esto, porque llevo la maleta ya que no me cabe mucho mas...

Maniana, cuando termine mi trabajo aqui, me llevan a Shanghai y ahi pasare el fin de semana. Nos vemos entonces.