lunes, abril 25, 2005

B.A. (III)

Cuando me he levantado y he mirado por la ventana estaba lloviendo que parecía que se acababa el mundo. Yo he hecho como si no fuese conmigo la cosa y, tranquilo como un psicópata, me he duchado y he preparado todo para mi jornada turística, que me apetecía un montón. He bajado a la recepción del hotel y he comentado que estaba lloviendo, me han dicho que ya y me han dado un paraguas, que se ha venido de paseo conmigo hoy porque ha dejado de llover en cuanto he salido del hotel y a estas horas todavía no ha caído una gota más.

Hoy le tocaba el turno a los barrios de San Telmo y la Boca, que son citas obligadas en esta ciudad y además podía ir andando, ya que otra cosa no, pero tiempo tengo para aburrir, y como no hablo con nadie pues me lío a caminar y hasta que me canso y como algo. Hasta que he llegado a San Telmo, he recorrido unas cuantas avenidas que me han recordado tremendamente a Madrid, por el tipo de edificios y estilo de las calles, pero como hacía frío y no había casi nadie por la calle tampoco me he parado demasiado. Es que esta ciudad se muere un poquito los domingos cuando te sales del circuito más turístico.

He llegado a San Telmo y me ha parecido muy acogedor. Un barrio con mucho fundamento, con casas no muy altas y uniformes, y bien conservado. Mi guía dice que este barrio es la cuna del tango y me ha quedado claro que explotan esta faceta a morir. Bares con motivos tangueros, gente tocando el acordeón, carlos gardeles por doquier... si no estás acostumbrado tiene su punto y lo disfrutas, como me ha pasado a mi, pero supongo que los de allí pensarán que todo es un sacapelas para guiris. También hay muchísimas tiendas de antiguedades de calidad (no encuentro la diéresis) y una feria de artesanía-antiguedades que estaba bastante apañada y me ha hecho distraerme y hablar con unos y con otros. Me he tomado un café que he comprado a un vendedor ambulante de cafés, que por aquí abundan, como los que venden unos frutos secos tostados que todavía no sé lo que son. Llevan un carrito muy cutre con termos muy cutres donde meten un café muy cutre y delicioso que hacen en su casa. Me ha sentado de lujo, porque hacía frío, y no me ha importado en absoluto que el vendedor tuviera unas uñas como para arar los campos de Castilla. Tiembla Starbuck´s.

Se me he ha acabado San Telmo y he decidido seguir a pie hasta la Boca, porque según el mapa de mi guía son barrios contiguos. Yo que soy muy machito, me he puesto a darle zapatilla y de repente se han acabado los guiris y la gente que se parecía a mi, y me ha dado un poco de cosa, pero me he dicho a mi mismo que todo eran prejuicios en mi mente y que no pasaba nada, que había que empaparse de la auténtica ciudad. Algo inquieto, he atravesado el parque de Lezama (por cierto, maravillosa la iglesia Rusa que he visto en una milésima de segundo) y me he dado cuenta de que no había absolutamente nadie a mi alrededor. He bajado hasta una calle, he comenzado a caminar por ella y ahí casi se me cae el alma a los pies. Eso parecía canción triste de hill street. Todo hecho polvo, aceras hechas una mierda, gente rara que me miraba cuando se cruzaba conmigo, chavales con el mal en sus ojos... qué-mal-rollo me ha entrado. Esta situación ha provocado en mi tal vacío en el estómago, tal ansiedad y tal micropene, que me he recorrido el kilómetro de calle batiendo varios records de marcha y rezando para que usaran material esterilizado para cuando me robaran un riñón. En éstas, se ha acabado la calle y he llegado sano y salvo a mi destino y con todos mis órganos en mi interior. Qué mal rato, de verdad.

He visto el barrio y me ha maravillado lo original que es. Todas esas casitas pintadas de colores y una mezcla de alegría y decadencia como no había visto nunca. El puerto, el Caminito y las manzanas circundantes, las inscripciones en las paredes... qué chulada. He dado una vuelta tranquilamente por la zona y me he marchado, que hacía mucho frío, una pena. Como hoy había partido de Boca, le he dicho al taxista que me ha llevado de regreso (no había valor para volver otra vez andando) que pasara por allí, así que he visto el estadio, a los hinchas armando bulla y todo eso. Muy auténtico todo y muy emocionante, sobre todo con los seguros del coche bajados tal y como me ha indicado el taxista.

Luego he comido en Puerto Madero, un complejo larguísimo de restaurantes, y muy nuevo, que acompaña al río en la zona de los diques. Por lo que me han dicho por aquí, hay marcha por la noche también, pero no me da a mi que me fuera a gustar demasiado, lo veo muy artificial todo, con un punto yanki que no. Lo mejor es que he comido en un italiano buenísimo (no olvidemos la influencia italiana en Argentina) y creo que he ligado con la camarera, que no estaba nada mal y nos hemos tirado como tres cuartos de hora hablando porque ya no quedaba nadie en el restaurante. Se ha sentado conmigoy todo, encantadora, pero como soy tan pavo me he ido sin tirarle ninguna directa. Así no voy a ser nadie en la vida, pero me he ido tan contento. Así que además de pavo, simple, la combinación perfecta amigos.

Y como ya estaba cansado de pasear y el día no acompañaba, he empleado lo que me quedaba de tarde en un centro comercial muy grande que hay por aquí y me he pasado un pelín comprando.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Me extraña que aún no te hayan echado bronca por poner tu integridad física en peligro, te habríamos echado de menos.
Un abrazo muy fuerte y...
Sigue disfrutando!!

Anónimo dijo...

Uy....cuidadín...tráete esos riñones de vuelta,eh? Conozco esa sensación de cuando en una ciudad extraña el aire se hace de repente como denso y sientes el peligro.Es un horror.Me pasó una vez.Pies pa´que os quiero..!
Siempre me cuenta un amigo argentino que La Boca es un barrio alucinante.Alguna vez tendría que ir,de momento me contento con your eyes..oh yeah!

Troy dijo...

A ver oiga Ud... pare un rato a descansar!!! Que en un momento que me he entretenido ha ido, visto y casi vencido (ver camareraquemarealaperdiz3/4dehora)

Odio ver capítulos de series seguidos porque pierdo la perspectiva temporal y me parece que todo va muy rápido.

Ah! By the way... qué aprensivo eres! Para dos manzanas que no hay McDonalds y ya lo pintas como Cidade de Deus...

po dijo...

Qué majos los vendedores de café casero por la calle, jaja. Aquí en Praga también hay puestos a patadas, pero sólo venden salchichas y cocacolas, (sigh).
Gracias (again) por crónica argentina hiperlarga -ji ji-. Y entiendo lo de la camarera argentina. No es sólo porque los argentinos tengan conversación para dar y tomar, no. Es que tienen esa voz tan zalamera y acaramelada que parece que te acaricien la oreja con sólo hablar.
(escalofrío)

dwalks dijo...

shakti, la verdad es que aquí el límite entre lo que parece seguro y lo que se supone que no lo es, es muy difuso, lo traspasas sin darte cuenta. soy el primero que quiere volver enterito, pero a veces te relajas y te ves metido en una.

angel azul, tu amigo tiene razón, es un barrio único, aunque es pequeñito y demasiado explotado turísticamente para mi gusto. ven a verlo tu misma ;)

respecto al tema camarera, fue sólo una anécdota, hombre. empecé preguntandole por algunos sitios que quería visitar y acabamos hablando de todo un poco. yo creo que estaba un poco aburrida y se dio cuenta de que no me venía mal un poco de conversación... pero el hecho es que ella estuvo majísima conmigo y yo bastante bien con ella, me salían las palabras adecuadas.

y mucho pateo y todo lo que tú quieras, négligé, pero con los desayunos, comidas y cenas que me meto, daré gracias si no me muevo del peso con el que vine.

Duque de Marmarosa dijo...

Animo D-walks, haz honor a tu nombre y cómete la ciudad a zapatillazos. Quizás no vuelvas en tu vida y algunos a lo mejor no vayamos nunca. Sigo tu peregrinaje en la distancia muerto de envidia.

P.D. Lo de esa chica no tiene nombre.

kurt dijo...

Mmmmm... Argentina... tiene que ser muy bonita esa parte...

Dwalks, chico, lo de la camarera no tiene perdón y lo sabes. Ya lo hablaremos, pero te voy a abroncar.

Por cierto, paso a comentaros a todos los lectores de este blog que Dwalks ha ido a Argentina A TRABAJAR. Que suerte de curros tienen algunos, cuánto ocio...

...así que volvés sin habler ligado, quizás es que te lo merecés.

Johan Schnabel dijo...

¿y EXACTAMENTE en qué momento del día trabajas?

chs dijo...

Cagao! camarera argentina claramente receptiva y unos pocos días por delante sin nada que hacer. Sin perdón. Tu rabo no te lo perdonará tan fácilmente.
Cuando vuelva a B.A quiero hacerlo contigo porque siento que me perdí todo cuando estuve. Qué forma de exprimir una ciudad, tío! Por cierto, la 9 de Julio es más ancha que la Castellana por mucho, mira de nuevo.

Nepomuk dijo...

Oye, pues estoy pensando yo que Camilo José Cela empezó viajando a la Alcarria y terminó con un premio Nobel.
Y "viaje a Argentina de un micropene" suena bastante más comercial ¿eh?

Fujur dijo...

¿Todo este día para luego decirnos que no has teindo valor de subirte al tren?

would dijo...

¡Qué grande eres Mc Fly!