Una de las situaciones más íntimas que vivo al viajar solo, por territorio nacional y países extranjeros, es la llegada a la habitación del hotel en la que viviré durante los días que vaya a durar mi estancia en él. En mi caso, este periodo de aclimatación suele durar alrededor de una hora y he descubierto, por la alta frecuencia de mis viajes por motivos laborales, que he desarrollado una especie de patrón común de comportamiento al enfrentarme a este momento. Supongamos, por ser mi caso más habitual, una llegada nocturna a eso de las diez y con el cansancio habitual de este tipo de días aeropuerto&taxi.
RUTINA DWALKS
1. Entro a la habitación con mi tarjeta-llave, previa luz verde + clack
2. Pulso el interruptor de la luz y no se enciende nada
3. Meto la tarjeta-llave en su ranura correspondiente
4. Doy otra vez la luz y ya se enciende todo
5. Dejo la maleta a los pies de la cama
6. Vacío mis bolsillos en la mesilla del lado en el que dormiré. Suelo pensar que cómo es posible que llevara todo eso dentro de ellos.
7. Abro la cortina y miro la calle un rato. Primer stop real desde que salí de casa. Esto me suele dar un bajón momentáneo, ligera soledad, aunque la zona no esté mal. Es por el cansancio, no pasa nada. Enciendo un cigarro y me quedo ahí hasta que lo termino.
8. Compruebo armario y número de cajones.
9. Voy a ver el baño, normalmente no lo uso al llegar porque he ido en el aeropuerto en cuanto he aterrizado.
10. Admiro todos los botecitos y accesorios de los que dispongo. Me gusta que haya de todo, cuanto más innecesario, mejor: gorro para la ducha, aguja e hilo de varios colores, limpiazapatos, peine, kit de afeitado… Nota: Sobres de jabón: TOTALMENTE EN CONTRA; botecitos sofisticados: COMPLETAMENTE A FAVOR. Me da igual si hay teléfono al lado del váter o secador. Prefiero plato de ducha a la bañera. Me gusta tener más de un vaso y me gusta que el baño tenga mucha luz. En cuanto la veo, quito la cinta de la taza del váter que indica que éste ha sido desinfectado (¿nos lo creemos?) y tiro de la cadena de la cisterna por si acaso. Manías.
11. Me tiro en la cama sin quitarme los zapatos y llamo a casa, todo bien mamá.
11. Pongo la tele y zapeo por todos los canales, consumo el minuto gratuito de los de pago y dejo algún canal musical puesto casi sin volumen.
12. Cojo la carpeta con información del hotel y me fascina que haya libretita, boli y sobres perfectamente colocados en su interior, aunque nunca los utilice (ya hablaré de mi adicción a cualquier producto de papelería) Compruebo los precios del servicio de habitaciones, minibar, canales de pago y también los horarios del desayuno. Practico mi, durante los días sucesivos, necesaria pronunciación en inglés leyendo todo esto con un tono de voz audible. Valoro las hipotéticas opciónes más cara y más barata por si decidiera cenar en ese momento en la habitación. Me indigno con los precios.
13. Cierro un rato los ojos, sólo un rato, sólo un rato, solo un zzz… “no dwalks, arriba que te sobas”. Reacciono.
14. Abro la maleta y coloco todo
15. Me ducho y me seco usando más toallas que cuando lo hago en mi casa. Me lavo los dientes. Me miro un rato al espejo y me pasa que suelo pensar “mira, ese tío eres tú”. Es cierto, me resulta raro verme ahí en un entorno en el que todo es ajeno.
16. Me tiro en pelotas a la cama y veo un poco más la tele. Pillo una cerveza del minibar. A veces caen los panchitos "la última vez dije que sería la última vez". Otro cigarro, of course.
17. Me visto
18. Guardo mi documentación, y el grueso del dinero en efectivo que he llevado, en un bolsillo interior de mi maleta. Pongo el candado (ya, ya lo sé Kurt...)
19. Apago todas las luces, saco mi tarjeta-llave de la ranura y voy a cenar algo al bar del hotel o restaurante más cercano.
Esto es lo que hago, bueno, más o menos (um).
miércoles, septiembre 15, 2004
Habitación del hotel: Rutina Dwalks
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4 comentarios:
Se nota donde trabajas. Acabas de documentar un procedimiento escrito para las llegadas al hotel.
Solo una cosa, por si te quieres ahorrar dos pasos. Al sacar la llave se apagan las luces, no hace falta que vayas pulsando todos los interruptores de la habitación.
sí, ya lo sabía. lo de apagar las luces al irme es por pura inercia.
Que es eso de "compruebo el número de cajones"??!!!! AAAGGHHH!!!
También cuentas los pasos que median entre la habitación y el ascensor? O ya directamente oyes voces?
es un trauma adquirido. hace años me encontré con la siguiente situación en un hotel: mi maleta de tres veces mi peso y dos cajones y tres perchas para colocar su contenido.
tuve que estár así quince días y eso marca, amigo.
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