lunes, julio 09, 2007

Tengo coartada

Ya me vale una semana sin actualizar. La verdad es que con el calor que está haciendo estos días en Madrid, no es que apetezca demasiado ponerse a escribir posts acerca del calor que pasa uno, pero una semana es demasiado. A mi siempre me ha gustado escribir por la noche, pero nada, imposible, cuando no era una cosa era otra y así se me ha pasado la semana. Lo resumo, teniendo en cuenta que los fines de semana nunca escribo por principios:
 
Lunes 2: Me pasé la tarde y parte de la noche cerrando lo del hotel de Berlín. Ya teníamos el vuelo pero nos quedaba escoger el hotel, que con la tontería de que aún quedaba mucho para el viaje, se nos iban pasando los días y los precios subían alarmantemente en las páginas web que habíamos seleccionado. Al final, y pese a las suculentas propuestas que me habían ido llegando al blog y al e-mail, nos decidimos por la funcionalidad estándar de los NH. Hotel bien situado, precio razonable y la tranquilidad que da saber que encontrarás calidad sin sorpresas (ni decepciones). Y muy bien, porque vamos a Berlín, y no a un hotel. El hotel es necesario y conviene que no te amargue el viaje, pero cuando lo que quieres es patear y conocer un sitio, a mi con que el sitio donde deja las cosas, duerma y me duche esté limpio y bien situado, suficiente.
 
Por cierto, ya está decidido, así que no quiero ni una sugerencia más al blog, que como me llegue uno en plan "que nooo, que te has equivocadoooo, que el hotel bueno el el Rabonen Analen Mitte que cuesta diez euros la noche y es un cinco estrellaaas... ayyy, que se me había olvidado comentártelo ¡si puedes cógelo!" juro que dedicaré el resto de mis días a esterilizar a esta persona. Desde ahora sólo sitios para comer, salir, ver y tal.
 
Por cierto, muchísimas gracias a los que me habéis mandado auténticas guías personales de Berlín al correo, un detallazo.
 
Martes 3: Viaje relámpago a Barcelón. Arriba a las 5:30 a.m., vuelo a las 7:30, curro hasta las 15:00 y en Madrid a las 18:00. Este viaje será recordado porque me lo dormí íntegramente, despegues incluidos, qué gusto, qué narcolépsia tan total. Cuando llegué a Madrid, me fui a dar un paseo gigante por un monte porque me notaba muy tenso. Hacía mucho que no me pasaba esto de sentir una necesidad primaria que mi cuerpo resolvía tirando de instinto, como cuando los gatos comen hierba porque les duele la barriga, o cuando los perros hacen la croqueta por el césped cuando tienen calor venga a refrotarse. me quedé nuevo, pero cené y me quedé frito en cuanto me tiré al sofá.
 
Miércoles 4: Concierto de "TV on the radio" en la Joy Eslava. Muchas ganas porque en un més me había hecho fan del último disco del grupo. Quedamos Iván, Would, la Tirita y un amigo de Iván, y para dentro. El concierto muy bien, aunque no fue la bomba. El jitazo "Wolf like me" perdía un poco en directo, pero otros temas menos llamativos en el disco, sonaron fenomenal. Los temas que me aburrían en el disco, me aburrieron igual en directo. Por otro lado, tocaron cosas del disco anterior, que yo no había escuchado y me encantaron.
 
Lo mejor: El llenazo en la Soy Ejclava y el buen rollo del cantante con el público, aunque les faltó un pelo para conectar del todo.
Lo peor: El sonido, un poco regulín, y que yo me hacía a este grupo un poco más oscuro, con una actitud menos buenrollista. y me parecieron un poco de andar por casa. Me decpcionó un poco la imagen, tengo que reconocerlo. Además, el cantante tenía pechitos, a veces le botaban incluso.
 
A la salida nos fuimos a una franquicia vegetariana que hay en la calle mayor que no me gustó mucho. Creo que se llamaba MOZ. Yo me hice una ensalada con falafeles, brotes de cosas y ensaladismos varios que me salió un pastiche que sabía a todo y a nada, y me pareció aburridísimo de comer. El reto de la gente se hizo una especie de kebabs con un montón de cosas vegetales dentro, que tenían mejor pinta que mi ensalada, pero tampoco orgasmaron. No creo que vuelva. Tengo que decir que últimamente la franquicia está fatal en Madrid. Mis últimos descubrimientos (Take a Wok, El pollo campero y éste) han suspendido los tres. Por el contrario, los clásicos se reinventa y cada vez son mejores. Por cierto, el Frescco ha hecho innovaciones de las que tengo que hablar otro día.
 
Jueves 5: El jueves quedé a cenar con Elza y Agr en el Nagoya, que Agr no anda en sus mejores momentos y las penas con pan son menos. Nos pusimos hasta el papo de niponismos (sushis, makis, cucuruchos de atún (mi favorito), yakisobas...) y luego nos tomamos un pelotazo en el Pepe Botella, en la Plaza del Dos de Mayo, que para un pelotazo y charlar en plan tranqui con tus amigos está bien. La verdad es que nos metimos ahí porque no había sitio libre en las terrazas de la plaza, y nos sentó fatal que nos pusieran el alcohol sin enseñarnos la botella, pero estuvimos muy agusto repanchingados en los sofares rojos esos que tienen.
 
Y ya nos metemos en el finde éste pasado, que ya he dicho que no escribo porque no quiero ni plantarme el escribir los findes, de momento, que no es plan de estar más pendiente del blog que de ver a mi gente.
 
El finde ha estado bien, el viernes tomé unas pintas en el Bo Finn, un irlandés en pleno barrio de Salamanca, con Becaria y una amiga suya, cuidando el último reducto repijo con el que todavía me relaciono con cierta frecuencia. Luego me fui con Seiai y sus amigos a la Fábrica de Pan a tomar cosas, una poca de "Luke, yo soy tu padre", me encantaría que me gustase este sitio, pero me parece una puta cocina, y la música sólo está bien algunos días. Y luego a casa no muy tajado.
 
El sábado un poco de piscina, unas compritas por el centro, cena con una pareja holandesa muy maja amiga de Seiai, Elza e Iván en "La Panza es lo primero" que han abierto en Malasaña, donde nos descojonamos, y luego un Costello tranqui. Yo no sé que me pasa con la comida mejicana que me sienta fatal y me deja en estado catatónico, aunque no pique. Así me quedé, que a las tres y media no me podía ni mover de lo petado que estaba, no me desatascaba ni con gintonics, y me entró una somnolencia muy desagradable que me impedía relacionarme con normalidad con otros humanos, así que decidí retirarme, cosa que todos secundaron. Iván me confesó al día siguiente que él tuvo pesadillas con la comida.
 
Ayer, tras los coches y el tenis, quedé con Agr y nos fuimos con Elza, Iván y Salou a una terracita del parque de Berlín a tomar algo, donde nos atendió una camarera que nos cayó fatal y se parecía a Nuriaber. Luego volvimos a casa y a dormir.
 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A ver si recupero mis entradas berlinesas de mi antiguo blog y te las mando al correo, que hay sitios que no te puedes perder!

Iván Payá dijo...

Me acabo de meter de un tirón y sin anestesia toda tu semana. Qué empacho!!

Y hablando de empachos, yo no sé qué fue, pero de verdad que mi pesadilla del viernes deja a "Lost Highway" en peli para críos y a "Inland Empire" en un cortometraje. Qué agobio, por Dios. ¿En serio fue por la cena? Pues yo a "El Panzer que-te-vas-a-meter-entre-pecho-y-espalda es lo primero" no vuelvo.

Abraçadas.

Hans dijo...

Pero qué capacidad zampante tenéis, la Madre de Dios!
Bueno, sólo he de decirte que a mí también me sientas los mexicanismos muy malamente: son las tortillas de trigo y/o maiz esas: no hay Dios que las digiera (no va de coña). A mí no me gusta el picante (pero nada) y eso empeora la cosa, pues se digieren aún peor sin picante.
Por lo demás, veo muy bien tu vida social y me siento orgulloso de ello.

Maggie Wang Kenobi dijo...

uy, el Pollo Campero está causando estragos, por lo que veo, jurjur, que yo lo estrené el sábado (sin pagar, que no quise saber lo barato que era, que si no, no ceno).

Y al Llénate la Panza ese creo que fuimos una vez y no salimos muy felices que digamos ni con muchas ganas de volver (aunque no porque nos sentara mal, sino por mera relación calidad/precio/comodidad)