Hoy he estado malo, como todo el mundo últimamente, y no he ido al trabajo. Alguno podrá pensar que se debe a una especie de ajuste de cuentas divino relativo a mi chulería del último post, pero no, el fin de semana estuve bastante bien salvo por una tosecilla que, eso sí, me encargué de cultivar a base de noches de marcha y cigarros. O sea, que me he encargado yo solito de machacarme vivo. Ayer ya me levanté con el pecho agarrado y, aunque no me encontraba especialmente mal, cada vez que tosía me escocía mucho lo que viene a ser toda la zona esternón. Viendo que me la estaba jugando, decidí no salir de casa en todo el día y pensaba que hoy ya estaría bien, pero al final no.
Hoy cuando me he despertado por la mañana, me encontraba tan mal que me he dado la vuelta y me he dormido otra vez sin dar explicaciones a nadie, ni siquiera he puesto el despertador media hora más tarde ni nada, simplemente he pasado de todo. Cuando mi padre me ha despertado una hora más tarde (cuando él a se iba a su curro) para decirme que me había pasado tres pueblos durmiéndome, he intentado decirle que es que me encontraba fatal, pero se ve que una especie de cosa del pantano habitaba en mi garganta y lo único que me ha salido ha sido un "hhgg oohrrggg uuoogghhh fatal, papá" que nos hemos quedado los dos mirándonos sin saber muy bien que decir, pero con todas las dudas despejadas. En ese momento he decidido no ir a trabajar. He llamado a mi jefe y a mi secretaria y he estado durmiendo toda la mañana y parte de la tarde. Como decía un tipo en una canción de Calamaro del "Alta suciedad", "no hay mal que no curen 12 horas de sueño", y a eso me he dedicado.
Ya me encuentro mejor y supongo que mañana iré a trabajar, pero he reflexionado mucho acerca de lo que menos me agrada de estar malo un día de trabajo, y estas son mis conclusiones:
La cara de perturbado a punto de entrar en crisis que se te pone: superojeras, pelo aplastado, barba de marrano, piel blanca, labios cortados... yo me he visto así como a las doce de la mañana, que me he levantado a hacer pis o algo, y no me podía creer que con esa misma cara hubiera ligado alguna vez en mi vida. Y eso que ya me empezaba a encontrar mejor. Lamentable...
El microclima que se genera en la habitación. Te das cuenta cuando sales a algo y luego vuelves a entrar, que de repente piensas "pero como huele a mono aquí ¿no?". Un ambiente muy apto para la cría de la patata y la trufa, y la conservación de cepas de bacterias mortales. Se soluciona abriendo un rato la ventana, pero yo no lo he hecho hasta que no ha llegado mi madre del trabajo y ha puesto orden en mi vida.
La ropa. Esto de llevar el pijama todo el día a mi me parece una cerdada, pero como estoy malo pues no pasa nada, los derechos humanos admiten esto en los enfermos sin dar más explicaciones. Otras veces me cambio si he sudado mucho o me ducho, pero hoy debo reconocer que me he pasado todo el día con la misma ropa y que no me he duchado, y me he dedicado a macerarme en mis propios aromas, y oye, no está tan mal. Hacía muchísimo que no me pasaba un día entero sin ducharme, ahora que lo pienso.
El vaso de agua y el rollo de papel higiénico. Estos son los dos iconos del buen enfermo con tos. ¿Quién necesita gastar kleenex en casa teniendo un rollo de papel ilimitado? Yo no, desde luego, y así estoy, que tengo la nariz como una fresa escarchada de sonarme y refrotarme con el papel higiénico. El vaso de agua me acompaña allá donde vaya, y como te conviertes en un apestado en tu propia familia, tengo que vigilarlo para no contagiar a todo el mundo, así que llevo bebiendo agua en el mismo vaso todo el día y es un asco, ya lo veo un poco sobadillo...
Regreso a la infancia. Eso de levantarme a hacer algo y oír a mi madre "abrígateee...", o "¿tienes fiebre?", o "¿te has tomado la pastilla?" o "no te levantes mucho" me pone de los nervios. ¿Dónde está escrito que pierdas tu estatus de adulto cuando tienes unas décimas de fiebre?. De verdad... menos mal que la naturaleza es sabia y te deja débil cuando estás enfermo para que no puedas agredir a tu madre.
Todofobia. Te pones malo y lo primero que piensas es "de puta madre, un día entero para mi sólo con la tele, mis libros, el ordenador y todas esas cosas que hacen que vivir merezca la pena". Lo que pasa es que te duermes por las esquinas, te rayas fijando la atención en algo, te encuentras mal y lo único que te apetece es echarte en la cama. Un auténtico desperdicio de tiempo.
Todo sabe mal. El agua, los caramelos, la comida, los cigarros (sí, admito que me he fumado uno alguno).
Te vuelves asexual. Sí, tengo una cola, pero hoy tiene menos valor en el mercado que un trozo de fuet del Dia, así que mejor dejar estos asuntos y estos temas para épocas mejores.
Pues más o menos esto... así que nada, que no mola nada estar malo. Yo no falto casi nada al trabajo por estas cosas, pero soy el primero en decir que cuando uno no está en condiciones, lo mejor es quedarse en casa un día y ponerse bueno. Compensa.
A ver qué tal mañana.
lunes, febrero 12, 2007
Yo también me he puesto malo
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8 comentarios:
Pues yo también he estado mala, y ha sido asqueroso, con mocos taponando mi nariz y consecuentemente comiendo con la boca abierta, para evitar el ahogo por asfixia. Fiebre, temblores y esas cosas que ya no recordaba desde que era pequeña. Casi prefiero trabajar (casi).
La todofobia es de lo que más rabia me da, la verdad. Con la de cómics, revistas y libros que acumulo en casa, siempre pienso "esta es la mía, Tornado, ahora te pones al día con cuántas veces han mutilado a Lobezno en los últimos meses".
Y que no hay manera, oyes, que me sobo encima, babo los cómics, no llego ni a ver los trailers enteros de los dvds y asín en muchos países...
Una mierda estar enfermo. Lo que sí mola es pillarse el día libre para pasarlo solo en casa haciendo esas cosas. Y utilizando la cola a saco, que ahí sí que apetece.
oye, pues curate pronto que no quiero ni imaginarme un dwalks enfermo y maloliente. puaj!
A qué viene esto de la publicación doble? :P
La verdad es que estoy contigo, la todofobia y el día entero en pijama son las dos cosas que más joden. No tiene sentido, la verdad!!!
Y no fumes mientras estás malo, bobo, que se retrasa la recuperación!!!
Eso sí, lo que mola es ponerse malo un día de mentirijillas. Tú es que ya no tienes edad de cambiar de trabajo cada poco, pero a mí cuando se me acababa la beca, cayó uno que me sentó de vicio :D
por qué no consigo publicar mis comentarios!???
que decía que tienes suerte, que todo eso es aún peor en fin de semana; ahí si que fastidia perder el tiempo...
"Tú es que ya no tienes edad de cambiar de trabajo cada poco"
vaya golpe bajo me he llevado hoy por leer tú blog!
pues sí, es una lata ponerse pachucho, pero yo creo que lo es más si te cae en fin de semana, porque entonces el tiempo se vuelve más desperdiciado aún... no puedes quedar, ir al cine, tomar cañas y bla, bla, bla... la única opción es ver la tele tirado en el sofá y para colmo la programación es pésima....
en fin, que has tenido suerte ;)
pues hoy he ido a currar pensando que ya estaba bien y ya me podía haber quedado en casa, qué toes y qué congestiones, que estaba malagusto yo y malagusto mis compañeros.
ahora ya estoy algo mejor.
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