jueves, diciembre 21, 2006

Tapas de amor

Todo el mundo sabe que las mejores tapas de mi barrio se comen en el
bar-resturante que hay bajando las escaleras que dan a la pérgola. Es
agradable porque es pequeño, tiene tele para ver los partidos, te ves
con gente a la que no verías si no fuera porque bajas ahí, no sales
oliendo excesivamente a fritanga y la camarera está enamorada
precisamente de mi.

Soy consciente de que esto suena a fantochada y quien me conozca
afirmará que es algo a lo que yo me he esforzado por quitarle madera
durante los dos últimos años, pero es una verdad como un templo. Lo
sabe mi hermano, que también baja, los amigos de mi hermano, mis
amigos, vecinos, gente que no me conoce de nada, generalizando, casi
cualquier habitual del bar. Ella se lo cuenta a todo el mundo como la
cosa más normal del mundo, y algunos me lo cuentan a mi, pero ella no
va en plan psicópata, no es eso, simplemente esto es un barrio y, al
final, si eres una camarera de un bar conocido en la zona, acabas
hablando con todo el mundo de tus cosas. Dice que le parezco muy guapo
(en fin...), encantador (y eso que yo mantengo un poco las distancias)
y siempre le pregunta a mis conocidos, nada disimuladamente, que si
saben cuando voy a bajar, incluso a mis padres un día que bajaron. Aún
recuerdo el día que mi madre me comentó que le daba a ella que la
camarera del bar me había echado el ojo "¿ah sí? pues ni idea, mamá".
La chica a mi nunca me ha dicho nada y, salvo que es muy maja conmigo
y que me pone unas tapas por la cara que no son ni medio normales cada
vez que pido una cerveza, nunca me hubiera dado cuenta por mis propios
medios, aunque esto es muy frecuente en mi, que me entero siempre el
último de todo.

Al principio me llegó a incomodar la situación, sobre todo cuando
empezaron las coñitas incluso de gente con la que no tenía mucha
confianza, luego me fui acostumbrando y, a día de hoy, este historia
casi forma parte de mi vida. De todos modos, es algo que olvido
frecuentemente, que tampoco bajo todos los días, o, cuando me acuerdo
de repente, o alguien se esfuerza por refrescarme la memoria, pienso
que ya no puede ser posible. Por ejemplo, hoy me he pasado por casa de
Chs a ver a la niña y a recogerle porque íbamos a ver el partido a
este bar, y la hermana de Chs me ha comentado "¿qué? ¿a ver a tu
prometida?" y yo "anda, anda, que eso ya fue hace mucho tiempo... pero
mira que sois pesados" y ella "pues a mi me pilló un día por banda y
venga a decirme lo majo que eras y que a ver cuando bajabas" y yo
"joder ¿pero hace cuánto de eso? Siglos por lo menos..." y ella "pues
fue la semana pasada". Así va esto... yo no entiendo nada.

El caso es que a mi ella no me gusta, ni siquiera como
fantasía-con-la-camarera, pero con el rollo este de las tapas, mis
amigos se han apuntado al carro y ahora quieren venirse todos a mi
barrio a tomar las cervezas. Las primeras veces me daba un poco cargo
de conciencia, pero como yo veía que ella encantada de la vida, pues
he ido cogiendo confianza y simplemente me limito a pedir las
cervezas, que ella ya se encarga del resto. Eso sí, muy buen rollo, yo
hablo con ella tan normal, ella me saca conversaciones de vez en
cuando en las que recuerda cada palabra que le dije la última vez que
hablamos, y mientras, mis amigos por ahí alrededor mío poniéndose
hasta arriba por la cara. A veces me da un poco de vergüenza ver las
tapas que me pone a mi comparadas con las que les pone al resto de
clientes, aunque estén justo al lado y hayamos pedido a la vez, no se
corta un pelo y se pasa un poco. Y como se nos acabe la tapa, nos pone
más sin pedir otra caña, es una pasada.

Hoy me he tomado cinco cervezas con Chs, y creo que ninguno hemos
podido cenar cuando hemos vuelto a casa. Supongo que habrá quien
piense que no es elegante contar estas cosas cuando tratan de uno
mismo, pero es que esto ya es otra cosa.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El título de tu post suena a peli italiana, a falta de la secuela "El marido de la camarera", jaja!
Si encima de tener barra libre de pinchos, cuentas con la "entrega" de la camarera, no dejes de visitar la tasca, que el resto de los mortales nos tenemos que aguantar con míseros aperitivos de aceitunas..
De paso aprovecho para felicitarte las fiestas y desearte un buen aterrizaje en el nuevo año...

Anónimo dijo...

oye pues mira,por lo menos te llevaste una alegría del bar (buen trato y tapitas) porque desde luego el partido...

Anónimo dijo...

Desde que anunciaste que no ibas a hacer ninguna, todos los días vengo con le esperanza de encontrarme con un lista. Y hoy va y te da por ponerte Corin Tellado. Ya te vale.
Al final el chico de buen ver y posibles se casa con la humilde camarera, lo sepas.

Tony Tornado dijo...

Yo creo que hay más de una a la que le tienes fascinado...
Y sino que se lo digan al de Sala Sol que te puso aquella birra (o copa) por el morro...

Anónimo dijo...

Dwalks, no se puede triunfar tanto, que no les vas a dejar nada a los demás!!

No me das envidia, acabo de volver de Argentina, es el paraíso para que te suban la moral!

Felices fiestas desde Lisboa!

Lav

Anónimo dijo...

Tony, aquella era aquel. Vamos que igual tu el femenino lo utilizas indistintamente...
Yo se de una que está coladita hasta los huesos y eso sin ver a Dwalks ni nada. Si es que...
(eso te pasa por sacar estos temas a relucir)

Anónimo dijo...

Atención a aquello de que a un hombre se le gana por el estomágo..... (algo así era)

Mj dijo...

Verás qué risa el día que por despecho os eche a todos polonio en las cervezas...un no parar.
De todas maneras, la próxima vez, ya sabes, enseñas un poco de pierna y a ver qué pasa!