domingo, noviembre 19, 2006

China 2006: Shenzhen, días 1 y 2

Ni hao

Lo primero que tengo que decir es que si estoy escribiendo desde China es de milagro, sin lugar a dudas éste ha sido el viaje más accidentado y estresante que he tenido en mi vida. También es verdad es que ahora, desde mi hotel faif estars, y cogiendo uvas gordas como ciruelas de la cesta de fruta que me ponen cada día en la habitación, todo se ve un poco menos dramático, pero trataré de hacer una regresión adecuada para transmitir las emociones que ayer viví.

Antes de eso, decir que los blogspot están capados en China, tal y como me temía, ya se sabe que en China la libre comunicación es pecado y esto de los blogs está muy mal visto, ya me di cuen el año pasado. Lo curioso es que Blogger no lo está, así que puedo postear y ver mi blog y los comentarios tranquilamente (usando el traductor de Google) pero yo no podré comentar. Esto lo digo para que no penséis que soy un rancio si no digo ni mú.

Motivos por los que casi no llego a mi destino

1.- Pues empezamos bien

El viernes, cuando llegué a Barajas para empezar el viaje de veintipico horas que me esperaba, saqué mi papel con lo que yo creía que era un billete electrónico. Para los que no sepan cómo va esto, la cosa es que si tienes un billete electrónico no necesitas el típico billete de avión. La agencia de viajes te manda por correo un localizador con tu trayecto y te lo imprimes, y no tienes que llevar nada al aeropuerto salvo el papel que te has imprimido y tu pasaporte. Los últimos siete viajes que he hecho han sido así, así que creía que ya todo era así siempre.

Pues nada, llego, saco mi papel en el puesto de facturación, y va la señorita y me dice que dónde está mi billete, que sin billete no hay viaje. Tras una discusión en la que yo me aseguro de que esta tipa lo tiene superclaro, llamo al tío de la agencia que tenemos en la oficina y me dice que claro que sí que necesito billete, que cómo no los he cogido, que los tiene ahí, delante suya en ese momento. Yo me mosqueo bastante porque vale, ha sido despiste mío, pero yo no caí en que en mi papel no ponía *****BILLETE ELECTRÓNICO*****, porque por lo demás, el recorrido que te mandan por correo es exactamente igual que el localizador de un billete electrónico. También tiene narices que ni me dijera que mis billetes de avión llevaban dos semanas en la agencia sin que nadie los recogiera, y más cuando está a veinte metros de mi puesto de trabajo y nos cruzamos cuarenta veces al día. Obviamente, mientras iba comprobando que efectivamente la había cagado, mi micropene se hacía más patente y mis nervios se me agarraban más al estómago, pero antes de montarle un pollo al de la agencia, que ya se me había puesto totalmete a la defensiva (es un tío muy peculiar), le dije que me pasara con Would (sin por favor y sin nada, que ese tío ya nos la ha liado a todos alguna otra vez y luego encima se te pone chulo).

Would: "¿Si?"
Dwalks: "Oye soy Dwalks, mira, que me he dejado los billetes del viaje a China en la agencia y estoy aquí en el aeropuerto con un marrón que no veas. Cógete un taxi cagando leches y traémelos, por favor tío, tengo una hora de margen para no quedarme en tierra"

La diferencia entre un amiguete y un amigo, es que al primero le tienes que pedir perdón y por favor mil veces, aparte de explicarle la situación algo mejor de lo que yo lo hice con Would, antes de meterle en un embolao como éste, mientras que al segundo, mientras estás terminando la frase, que se la sueltas así de sopetón, ya le tienes subido en un taxi sin que te haga más preguntas. No olvidemos que Would estaba trabajando con su jefe justo detrás de él, al que no creo que le diera muchas explicaciones antes de levantarse de la silla y perder una hora de su jornada sin justificar. En menos de media hora ya estaba Would en el aeropuerto, descojonado y con mis billetes. Gracias, gracias, gracias. Te voy a llevar de regalo la mejor falsificación que encuentre en toda la China.

2.- Pavor en Beijin.

Tras hacer escala en Amstedam y llegar a Beijin (Pekín), mi segunda escala, vino el segundo sofocón, y sin ningún Would por allí que pudiera venir en mi auxilio.

De Pekín a Shenzhen, mi destino final, tenía que coger un vuelo interno con una compañía china, por lo que, una vez recogida mi maleta en Pekín, tenía que volver a facturarla para hacer el último tramo. Es decir, que pude a la calle en Pekín para echarme un cigarrito y todo, pero me metí enseguida porque el acoso de taxistas ilegales era tal, que me estaban dando miedo, me cogían del brazo y aunque yo decía que no, no me dejaban de hablar "sir, sir, taxi, taxi, cheap, cheap, sir, taxi, sir, cheap, taxi, taxi, sir...", un poco pesadilla.

Pues me meto a facturar con mi billete-milagro (gracias Would, gracias, gracias), y me dice la china que había en el puesto de facturación, en un inglés más que justito, que yo no aparezco por ningún lado. La china se lía a escribir mi nombre de todas las formas posibles en su ordenador, y nada, que yo no salgo en la pantalla... Me quedo blanco, porque claro, no es lo mismo quedarte tirado en tu casa que en Pekín y, aunque en el peor de los casos lo podía solucionar comprando otro billete, pues en ese momento yo me veía en la indigencia más absoluta y atrapado allí toda la vida por el de-espaldas-al-mundo sistema burocrático chino. Me puse a pedirle a la china que hiciera algo, por dios, y a los diez minutos ya tenía a diez chinos (cada uno el jefe del anterior) que habían ido llegando cada vez que uno se atrancaba. Es lo bueno de los chinos, que empiezan a traerte a todo el mundo hasta que uno se sabe lo que hay que hacer. Al final me escribieron a boli en el billete que era bueno, hicieron un trapicheo para sacarme la tarjeta de embarque y me metieron para dentro, cojonudo. Pero estuve tres cuartos de hora hasta que se solucionó, menos mal que tenía tiempo de sobra, pero tuve momentos de agobio cuando veía que entre ellos se ponían a decir que no y que no, y todos ahí con cara de circunstancias, empezando por mi, que en mi vida había hablado tanto con los dedos y con las manos.

3.- El que faltaba

Llego al aeropuerto Shenzhen con veintidos horas encima de viaje y con un único objetivo: una cama. Salgo del aeropuerto y cojo un taxi, el taxista me dice que 150 RMB me cuesta hasta el hotel, que son unos quince euros. El año pasado eran 100, así que me doy cuenta de que me está tangando, pero mira, estoy tan cansado que por cinco euros no voy a bajarme para que otro me diga lo mismo.

Nos ponemos en marcha y me doy cuenta de que ya estoy en China. Autopistas llenas de coches, camiones, bicis, motos, personas andando por los arcenes, todos cruzándose... una locura. De repente, mi taxista se pone en paralelo con otro y se ponen a hablar entre ellos (en la autopista a ciento y pico kilómetros hora y un tráfico de espanto). De repente, se van los dos al arcén y se paran. Mi taxista me dice que me monte en el otro taxi con el dedo, se baja, coge mi maleta, la lleva corriendo al otro taxi, y claro, yo detrás corriendo a ver si me iban a robar la maleta y a dejarme tirado en medio de yo qué sé dónde. Veo cómo el segundo taxista le paga una cantidad al primero, y ale, para el hotel otra vez. Como podréis imaginar, si estaba cansado por el viaje, me espabilé al momento.

Lo mejor es que llegamos al hotel y cuando voy a pagar le doy los 150 RMB acordados con el primer taxista. Me dice que no y me escribe en papel que 250. Yo también le digo que que no, le cojo el papel, y le escribo encima 150. Menudo rebote se pilló, fue verlo y ponerse a gritarme, porque los chinos gritan cuando están enfadados, te gritan mucho porque se enfadan así, nada de diplomacia, el año pasado me asustaba, pero ahora ya sé que es puro teatro. Menos mal que en el hotel, como es bueno, había gente del personal vestida de marinero esperando en la puerta, así que llamé a uno y le dije lo que pasaba mientras el taxista no dejaba de gritarme a mi, y a al chico que llamé. El botones me dijo que tranquilo y se puso a discutir con el taxista, que por lo visto había sido timado por el primer taxista. Al final, en medio de la discusión, saqué corriendo mi maleta y le dije con las manos que no era culpa mía, pero el taxista se fue mirándome con rencor y sin quitarme la mirada. Qué bien, ahora hay alguien en China que desea mi muerte.

Hoy he dormido mil horas, he comido tarde y me he ido de compras a un sitio porque quería hacerme unos trajes a medida, que aquí están tirados de precio y sólo tienes que enseñarles una fotos del que quieres, o ellos te enseñan catálogos de las marcas más conocidas. Eliges la tela, te toman medida, vas al día siguiente a hacerte las pruebas, para corregir lo que no te guste (entallar una poquita, ancho de la pierna, que si me tira de la sisa...) y en tres días los tienes. Los sastres y las telas de aquí tienen fama de estar bien y el año pasado no me dio tiempo y me quedé con las ganas. Y mira, si me salen malos, por lo que me han costado, tampoco es para tanto. Por intentarlo... Yo es que tengo que ir de traje al trabajo, y como son caros y tampoco es que los disfrute demasiado, me parece el plan hacérmelos aquí, que seguro que me quedan mejor que muchos de los que me he comprado. Nunca se sabe, yo me he puesto a dar vueltas por la zona de los sastres y me he metido en uno que me ha dado buena espina, a ver lo que me ha hecho...

Hoy no he visto nada que no hubiera visto el año pasado. Me quedan cinco días aquí, a ver si me quito las compras pronto, me dedico a ver cosas nuevas y hago fotos. De momento, y en plan remember, dejo las que hice el año pasado para ir creando ambiente(os recuerdo que haciendo click en cada foto, sale el comentario que puse)

19 comentarios:

Anónimo dijo...

para que no parezca que sólo comento si hay respuesta posible de por medio, ahí va un comentario de mog: yo me cagaría un poquito en todo lo alto si tuviera que irme solito a China, con toda esa cantidad de coches chinos, de gente china y de idioma chino por todos los lados.

Mr Blueberry dijo...

Como joden esas situaciones de micropene...Pero como mola el relax que te entra cuando todo ha salido bien y estás montadito en el avión.

Salud y que comas muchas hormiguitas tostadas.

Anónimo dijo...

Pues si que ha creado ambiente, si...Solo le pido que por favor en su slide show de este año no incluya tortugas con chocolate...Si es posible, claro. No se imagina el efecto que esa imagen va a causar en mi semana. Ah, y no se coma esas cosas enormes este año tampoco...
Dicho esto, tiene suerte de tener un would en su vida. Ah y gracias por el link de Archie McPhee... ya le contaré. Disfrute de su viaje!

Anónimo dijo...

ya, y puestos a pedir no more cabezas de ganso rebozadas, please. se me revuelve el estomago solo de pensarlo. y me he comido un bokata de jamon iberico para almorzar, y seria, aparte de una guarrada, un desperdicio.

animo por china.

Anónimo dijo...

Vaya odisea... te empiezas a parecer a mí. To' lo malo se pega,... hasta los agobios de última hora...

Anónimo dijo...

Pues a mí me ha encantado todo! Ha sido un poco como ver Lost y Prison Break a la vez pero en leído.

Menos mal que al final todo salió fenomenal porque si no hubiese sido aquello un no parar. Vaya tela, tíos.

Anónimo dijo...

Caray, en China los taxistas se timan entre ellos también. No sé si es preocupante o un alivio. Pero tengo claro que tu Amigo Would es un pedazo de pan por llegar a Barajas solo y sin máquina de fotos. Los billetes, Dwalks?

Sigue disfrutando!

would dijo...

Es TAN graciosa esa voz de pito que se te pone cuando estás histérico... Es como si te hubieses hinchado a helio.

Pásalo bien, hoy en la oficina han repartido aumentos entre los que estábamos.

Anónimo dijo...

ainsss, que lloro cada vez que te leo escribiendo desde mi china natal, snif snif.

A mí nunca me ha pasado na deso raro en los aviones, porque voy en mi jet privé, pero un amigo me contó que casi se queda tirado tratando de ir de Shenzhen a Shangzhou, porque la del mostrador decía que la reserva electrónica que habían hecho en España decía que no servía ni pa papel higiénico y que no había asientos libres en el mismo.

Efestivamente, pa solucionarlo fue apareciendo chino a chino hasta que finalmente, no se sabe cómo, les consiguieron dos asientos en el avión, jurjur. Puta la gracia que le haría a los dos chinitos que dejaron en tierra con la excusa de overbooking o vete a saber qué patraña, juasjuas.

Pásalo bien y cómprate un par de calzoncillos de terciopelo a medida, tiatiatia.

Anónimo dijo...

Bienvenido a China... nada, nada, si te hubieras quedado tiradete en Beijing tu me llamas y te doy cama...
jajaja
Caros los Taxis de Shenzhen eh? que en Beijing con 100 RMB (con su taximetro como manda los canones de Confucio)se lega del aeropuerto a la mayoria de la ciudad...

Anónimo dijo...

Vaya estrés de viaje. Yo hice lo mismo en Beijing, a las 11 de la noche decidí que no valía la pena regatear y contraté un servicio especial por 120RMB. Salió un chino con un mercedes, gorra y guantes blancos que me dejó boquiabierta, y yo con mi mochila... Historias para no dormir...

Un beso desde Lisboa, donde por lo menos me quedan 6 meses...

Vespasurfing dijo...

Pero en serio, nos quedo mas o menos claro que eres ingeniero. Pero que eres un representante internacional? a que te dedicas ? Me das muuuuuuuuuuuuuucha envidia

Un tipo raro dijo...

¿Lo de los trajes es de verdad? Ostia, estoy flipando... ¿en tres dias te hacen un traje a medida? Laputa!!!

Anónimo dijo...

Pues a mí no me das envidia... me estoy comiendo un kebab... Traeme algo, amigo...Dónde está Arthur?

Anónimo dijo...

Ya sé lo que quiero... traéme un traje... ya me he terminado el kebab...

Tony Tornado dijo...

Willy Fog!!! Vaya año que llevas...

Tony Tornado dijo...

Willy Fog!!! Vaya año que llevas...

would dijo...

Agr, Arthur está haciendo gimnasia, que de alguna manera tiene que mantenerse delgado.

Dwalks, por lo que vi en el aeropuerto solo tenías espacio en la maleta para un traje de regalo. ¿A quién quieres más a papá Agr, o a mamá Would?

Anónimo dijo...

A Arthur lo habéis asustado, ansiosos, con lo bonito que hubiera sido que nos contara su dieta macrobiótica.