miércoles, agosto 30, 2006

Vacaciones Agosto 2006 (2/4). Altea con Elza

Tras los once días en Cádiz, volví a Madrid y pasé unos días sólo en casa, desde el martes que llegué hasta el lunes siguiente. Básicamente no hice nada aparte de dormir, ver el atletismo por la tele, quedar con una amiga, quedar con Kurt y Would en días separados para salir por la noche, otro día juntos para dar una vuelta y otro día también juntos para ir al cine con ellos a ver a los piratas del Caribe. Muy tranqui y muy bien, que en Cádiz salimos todos los días y venía algo roto.

El lunes 14 me cogí un tren y me fui a Altea, donde Elza me esperaba en su casa de la playa. Vamos con lo más destacado:

2) Altea. 5 días con Elza

- Seguimos siendo solo amigos, al final nuestras previsiones eran correctas y no nos liamos entre nosotros, ante la más que probable sorpresa de algunas personas, y eso que dormimos juntos las cinco noches. Total, como estábamos solos, tampoco íbamos a andar usando toda la casa. Además, así podíamos dormirnos hablando por la noche, que nos gustaba más que coger el sueño por separado. Supongo que el tema queda zanjado para todo el mundo menos para mi madre, que ayer puse la oreja mientras ella hablaba por teléfono con una amiga de toda la vida y le estaba contando lo que yo había hecho por vacaciones. De repente oí esta frase "... y también se fue a Altea con su amiga Elza, bueno... amiga, o yo ya no sé lo que será..." que tuve que gritarle desde mi habitación "mamá, coño! no te lo he explicado ya?..." y ella "ay, pero que yo no digo nada hijo". No puedo con ella.

- Las mañanas. Elza se apuntó a un curso de buceo para el que no me logró convencer, así que las mañanas las pasaba solo de maruja en casa mientras ella hacía sus inmersiones. A mi es que el mar me da un poco de mal rollo y encima ella había empezado antes, y para hacerlo yo solo, pues no. Así que en ese tiempo dormía bien, leía, escuchaba música en los flamantes altavoces para iPod de Elza, fregaba, bajaba a la piscina, hacía la comida, barría... era altamente productivo por las mañanas y estaba muy bien a mi bola. Qué desayunos de una hora me he pegado en esa terraza con vista panorámica al mar.

FOTO: Algunas escenas cotidianas de la terraza. Elza asesinando un pomelo con su fibroso brazo a lo Linda Hamilton en Terminator 2, yo pelándome una pera, mi ojo con las gafas de Elza mientras se supone que me como la pera y Elza hablando con Kurt y fumando.





- Las visitas de los hermanos de Elza. Coincidimos un par de días en la casa y eso era sinónimo de morirte de risa y de ir a restaurantes. Para el que no lo conozca, Altea es un pueblo milagro, situado entre Calpe y Benidorm, y que no tiene nada que ver con ellos. Tiene buen gusto, turismo(tas) de calidad y muchos restaurantes buenos, todo así con con un punto bohemio caro, que no tiene nada que ver con sus pueblos limítrofes (esto creo que ya lo he contado). Tiene muchísimos restaurantes buenos y sitios tranquilos pero muy bien puestos para tomarte unas copas. Un poco más abajo, está Alfaz del Pi, que tiene un Café del Mar con unos mojitos de muerte, por ejemplo.

- Mi performance nocturna. Ya hablé hace tiempo de mis sonambulismos, de mis extrañas conductas en pleno sueño, actuando de vez en cuando con total normalidad en algún momento de la madrugada durante el cual parece que estoy despierto pero no, yo no me entero de nada. Elza por fin pudo ver in situ una de mis demostraciones, que paso a relatar parafraseando lo que me relató ella al día siguiente, porque yo no soy capaz de acordarme.

(La escena comienza con los dos durmiendo a oscuras)

D: Elza...
E: mmm..?
D: ... se me acaba de subir un bicho por el brazo
E: (enciende la luz) qué? dónde? dónde está? ....
D: (mirando por la cama) no sé, se me ha subido por el brazo... lo tenía colgando por entre el hueco de las camas y me ha trepado desde el suelo (me levanto y aparto las camas para enseñarle los bichos, ella ni se mueve, les tiene fobia)

(miro, rebusco entre el hueco de las camas y las sábanas, junto otra vez las camas, apago la luz y me vuelvo a acostar)

E: ¿hay bichos...? (acojonada)
D: no demasiados (y me duermo)



- El dia de Benidorm. Había que hacerlo. Reconozco que tengo una relación de amor-odio con Benidorm. Me espanta su concepto de turismo y me fascina cómo funciona y lo que mueve, a partes casi iguales, no lo puedo evitar. Así que lo suyo era coger, agarrar y pasarse una tarde-noche en Benidorm intentando sacarle el máximo partido a su oferta turística, vivirlo desde dentro para poder opinar. La cosa fue así:

  • Llegamos a las siete de la tarde
  • Paseamos por el paseo marítimo prestando mucha atención a todo, sobre todo a la gente, parejas y familias.
  • Nos tomamos un granizado de limón sentado en un bar caspa del paseo, en primera fila, el Bar Arenas. Media de edad, 60 años.
  • Durante el granizado, nos dedicamos a observar a toda la gente que pasaba y muy hortera casi todo el mundo. Decidimos poner el cronómetro en marcha y pararlo cuando pasara alguien a quien nos tiraríamos sin dudarlo (o sea, que nos gustara 100%). Yo lo paré a los quince minutos (quince minutos pasando gente sin parar y nada, muy fuerte) y Elza a las tres horas.
  • Paseamos más por el paseo y vimos las estatuas de arena. No echamos panoja.
  • Nos metimos en un hotel de cuatro estrellas de estética rancia setentera nada actualizada, con mucho escai y dorados, y nos hicimos fotos en la entrada y junto a las cortinas de raso que iban desde el techo hasta el suelo.
  • Cenamos unos pintxos en la zona vasca del final que no estaban mal, por cierto.
  • Subimos a la zona del faro y vimos los puestos de artesanía y videncia y admiramos el Gran Hotel Bali. Nos hicimos pasar por matrimonio que había dejado al niño con la suegra cuando una argentina nos intentó vender unas cosas que se pegan en los cristales (peces sonriendo, medusas contentas,...), diciendo que no podíamos comprarlas porque el niño era chico y se las querría comer en cuanto las viera.
  • Nos volvimos a meter en el hotel rancio y bailamos en el salón al ritmo de lo de la animación de la casa. Era una salón enorme, con cientos de sillas, con una pista en medio en el que había unas veine parejas de edad indefinida sentadas, dos señoras bailando entre ellas en la pista y otra señora bailando con una niña. Un señor calvo con pelo largo y bigote, sin expresión en la cara, animaba el cotarro con un pasodoble tocado en un órgano electrónico Casio. Elza se arrancó a bailar, yo la seguí, bailamos el pasodoble muy en serio, y nos marchamos.
  • Nos metimos en varios puestos de todo a 3 euros y buscamos por los montones por algún recuerdo, pero nada, mira que le echamos ganas y no encontramos nada interesante.
  • Fuimos a la zona guiri y estuvimos en un karaoke y en unos recreativos.
Y ya nos volvimos. Qué bien nos lo pasamos, en serio.

FOTO: (de arriba a abajo y de izquierda a derecha). Yo sobrecogiéndome ante el Hotel Bali/ Tomando granizado de limón en el Arenas/ Elza consultando videncia/ Los dos cogidos por el paseo sin quitarle ojo a nada/ Dwalks saturado de neones en la zona guiri/ Mostrando y posando con cortinas raso en un hotel de cuatro estrellas antediluviano/ Otra vista de Elza y su granizado/ Elza mirando chollos/ Elza posando en el hotel antes de ir a bailar al salón)





- Las discoteques. Ya que nos dimos un día el paseo por Benidorm, nos quedaba salir una noche en plan Benidorm-Benidorm para tener la experiencia Benidorm completa. Esperamos al hermano de Elza, que venía el viernes y montamos una noche en plan discoteques. Las discoteques son las megadiscotecas que hay a la entrada del pueblo, y que, obviamente, juntan lo mejor de cada casa. Aún así, yo nunca las había visto y no podía hacerme más viejo sin estar al menos una vez allí. Entramos en El Divino, que nos dijeron que era la que mejor se ponía (sic). Un palo la entrada (20 euros, dos consumiciones) pero la chica no pagaba (a touch of class, que no se diga). Entramos y superábamos la media de edad en unos setenta años. Mucho tío duro, mucha manga cortada, mucho multipirsin-cejapartida-mechitas-perillacuidada (todo en la misma persona, me refiero). Bailamos máquina lo mejor que supimos, nos reimos bastante con todos los estilismos y actitudes, Elza ligó con un niño de unos doce años (literales) que la guiño un ojo, nos bebimos las dos copas de la entrada, nos pedimos otra, y ya nos fuimos. Como experiencia no estuvo mal, pero no volveré jamás, no creo que pueda volver a verle la ironía.

- Los paseos que nos dimos por el mar, con sus cañas y sus risas.





7 comentarios:

would dijo...

Explica eso de hombre calvo con pelo largo, que me estoy trastornando con las imágenes que se forman en mi cabeza.

Anónimo dijo...

Después de tiempo leyéndote, ante este post no me puedo controlar el comentario: acertadísimo en todo. Tengo la misma relación amor-odio con benidorm, del que no vivo lejos, y que en días tontos me ayuda a mejorar mi humor. Por aquí lo odia la gente pero tiene un punto genial, de vez en cuando sólo, eh?. Los mojitos del Café del Mar cierto: los mejores. Y Altea marravilloso. Un saludo de estas tierras.

Anónimo dijo...

¿Has comprobado científicamente que lo de Benidorm no te ha dejado ningún tipo de secuela física o psíquica?.
Y he hechado de menos un comentario de los entregadores de invitaciones para discoteques en el paseo marítimo ése, impagables habitualmente...

dwalks dijo...

would, te lo explico: Un señor calvo con pelo largo y bigote, sin expresión en la cara, animaba el cotarro con un pasodoble tocado en un órgano electrónico Casio

alic, sí, otra cosa no pero Benidorm es divertido, tanto si te gusta como si no te gusta... criticarlo es tan entretenido como disfrutarlo.

gracias manué, se me habian olvidado las discoteques del paseo. este año repartían los flyers hombres en zancos, no te digo más. se superan cada año.

también soy muy fn del bar de moteros que hay al lado del penélope del paseo.

J dijo...

pues tendré que pasarme por esa zona de España, no la conozco y parece entretenida.
Btw, lo tuyo con Elza es serio y tu madre, una madre de las de verdad. Yo ya sabes, en mi línea, seguro que alguien también paró el cronómetro al verte, lo digo por las fotos y lo que enseñas...

dwalks dijo...

mi madre no es nada maruja, jota, pero como se le meta algo en la cabeza, ya le puedes decir misa.

y lo malo no es lo que enseño, es lo que no enseño, que es el motivo por el que nadie para el conómetro conmigo ;)

J dijo...

tú habla de eso conmigo en privado, ya te digo yo qué tal vas ;)