martes, julio 04, 2006

Decálogo de buenas maneras en un concierto en un local pequeño lleno hasta arriba (para muy fans)

El concierto del otro día de La Casa Azul en el Ochoymedio no sólo me sirvió para pasar un buen rato (a pesar de los calores), también saqué algunas conclusiones. Como usuario de conciertos de bajo coste, es lo que tiene el que te gusten grupos que conocen cuatro gatos, pues normalmente suelo ir a locales pequeños a verlos porque es donde se montan. Esto está muy bien si no va demasiada gente porque puedes tomarte una copa muy pancho mientras estás viendo a los que llevabas en el iPod esa mañana, que a mi me parecen estrellas igual que Bustamante se lo parece a sus seguidoras, o puedes detectar si tu ídolo tiene la piel grasa o tirando a reseca, o contarle los empastes, porque lo tienes realmente cerca. Es decir, el momento "lo tengo ahí, delante mía" es muy satisfactorio, muy pleno y bastante desmitificador, que también tiene su encanto. Son conciertos bastante familiares y eso compensa bastante si el cantante, o el grupo, tiene carisma.

El problema llega cuando uno de estos grupos está a punto de dar el salto a las grandes o medianas masas porque su nivel de éxito empieza a crecer. Te encuentras con un montón de gente que va al concierto, pero el local se le queda pequeño. Esto pasó el otro día en el concierto de La Casa Azul. Mucha gente se quedó fuera y eso quiere decir que todos los que cabíamos dentro, y bastantes más, que la panoja es la panoja, estábamos ahí apretándonos, refrotándonos, salpicándonos sudor y algún que otro fluido que ni pude ni quise averiguar qué era, pero que me recorrió todo el brazo. Espero desde lo más profundo de mi alma que fuera una copa y no algo de origen orgánico.

Y lo de siempre, cuando hay más gente en un sitio de la que es recomendable para estar cómodo, surge lo que comunmente se llama (falta de) educación, sentido de la solidaridad y respeto por los demás. Como esto no parece que esté muy claro, intentaré desarrollar una serie de consejos básicos, nada del otro mundo, para todos aquellos fans que vayan a conciertos en locales pequeños que estén hasta la bandera, que seguro seguro que progresamos algo.

Ahí vamos:

Decálogo para los fans asistentes a conciertos en locales pequeños petados de gente

1) Tu sitio

Querido fan, es normal que tu deseo es ver a tu ídolo lo más cerca posible, pero eso de llegar el último e ir avanzando a empujones como el que no quiere la cosa y mirando así como si conocieras a alguien de delante, para al final quedarte donde se ha puesto en la punta del nardo que querías estar, no cuela. Si llegas el último te quedas en el lugar hasta el que hayas podido avanzar de una forma natural, es decir, sin contorsiones imposibles (tuyas) ni aplastamientos (a los demás) y, sobre todo, no te quedes en un sitio en el molestes al de atrás, que resulta que estaba antes que tú porque se ha molestado en llegar media hora antes. Si encima eres alto, no sé por qué pierdo explicándote esto, ya deberías saberlo.

A ver, yo soy muy alto y sé que molesto a los de atrás, y más si son popis de 1'50 que son personas igual que yo. En el cine me repanchingo lo que puedo para molestar lo menos posible, tengo una buena técnica en la que ni yo estoy incómodo ni molesto al de atras, todos ganamos, pero en un concierto en el que estoy de pie, pues aún no he averiguado la manera de menguar, así que tal cual soy, así estoy plantado. Pues lo que hago es tratar de ir prontito, pillar buen sitio y el que llegue después que se busque su sitio, pero no al revés.

Este punto es muy obvio pero muy necesario, porque parece que no está muy claro últimamente, y eso que no soy el más perjudicado.

2) Tu voz

Ya sabemos que te encanta el grupo, que te sabes todas las letras, los giros y los silencios mejor que nadie. También es probable que tengas un amigo que te diga que lo haces genial y que cantas igual que la propia estrella, pero entiende que nos importa un carajo. Todos vamos al concierto porque nos gusta tanto el grupo que un día decidimos, individualmente, pagar por ir a verle, así que todos somos, aunque te parezca increible, igual de fan que tú. Por eso, hay una especie de acuerdo no escrito en los conciertos por el que a todos nos parece bien que el que cante más alto sea el cantante, no tú.

Por ello, estaría bien que no nos impongas tu voz si no lo estamos haciendo todos a la vez, que también es cierto que en todos los conciertos llegan los jits para que todos cantemos a viva voz, pero eso, que ya llegarán, no los generes tú en cada tema. ¿Has pensado alguna vez por qué tu ídolo se gana la vida cantando y tú no? Desde luego, se puede cantar en los conciertos, pero te aseguro que existe volumen en el que puedes cantar bastante alto y el resto no te oímos, sobre todo en los temas más tranquilos. Piensa en ello.

3) Tus coreografías

Con las primeras filas rebosando de gente, querido fan, no es una buena idea mostrarnos esos pasos de baile que tan bien te quedan en tu casa en el reflejo de la puerta de la terraza de tu casa. Todos bailamos en casa, a todos nos dan ganas de bailar cuando una canción nos llega dentro, pero hay un momento en el que la física y el apiñamiento impiden los desplazamientos laterales y longitudinales, por lo que es recomendable conformarse con mover un poco los hombros y la cabeza y ya. Saltar está bien si salta todo el mundo, pero cuando saltas tú solo, molestas, y más si te gusta acompañar tus movimientos con tus brazos en aspa. Además nos pisas. Tranquilo, no siempre se puede ser tú mismo, pero hay momentos para todo.

4) Los huecos

Normalmente, cuando tengo delante a uno como tú, en cuanto puedo, tiendo a intentar crearme un poco de espacio contigo para que no me golpees con tus movimientos ni me tapes con tu cabeza que no para de moverse. Que notes algo de espacio detrás de ti donde hace un momento no lo había, no significa que debas ocuparlo con un nuevo movimiento estrella, ni que todos los que estaban detrás de ti se hayan ido a casa, significa que alguien ha establecido un pequeño margen de comodidad, si es que es posible. Contente y déjalo libre, piensa que el de atrás siempre está un poco peor que tú.

5) Las bebidas

Bailar y beber una copa al mismo tiempo es complicado. Y molesto para el que recibe el líquido por su espalda. Intenta alternar ambas acciones, o una u otra, y verás que bien todos.

6) Los lapsos

Ya sé que hay momentos en los que están tocando esa canción tan rollo y tan lentita que no te gusta nada, pero no creo que sea el momento para que te pongas a entablar conversaciones con tus colegas chillando para comentar que la canción anterior, y el concierto en general, está siendo la polla. A lo mejor es la canción preferida del que está a tu lado y ha pagado lo mismo que tú por tener su orgasmo en ese momento. Se puede hablar más o menos bajo y al oido del otro, en serio.

7) Tus amigos

Eso de que lleguen todos tus ocho colegas tarde y les hayas reservado sitio en cuarta fila cuando todos estamos colocados como sardinas en lata, como que tampoco es muy fino. No intentes colarlos porque se genera mal rollo. Una persona, vale; dos, bueno; más... se siente, que hubieran llegado antes.

8) Las subidas a hombros (esto es más para chicas)

Es cierto, lo de Woodstok quedaba muy ideal y muy auténtico con esa chica con la flor en el pelo cantando subida en los hombros de su novio, pero ya está muy sobado. Además, es una putada para los de detrás. Al cantante le da igual y puede que ni te vea, así que hazle un favor a tu novio o a tu colega, y no le tengas tres minutos contigo a hombros, y todos te lo agradeceremos de rebote (no obstante, si vas a enseñar las tetas, se puede negociar)

9) Tus peticiones

Normalmente los grupos tocan muchas canciones en un concierto. Vale que mueras por una en concreto y que si no la tocan no sea lo mismo para ti. Si realmente quieres pedirla, asegúrate de que es casi el final del concierto y no tiene mucha pinta de caer. Ese es el momento en el que puedes hacer el intento desesperado de suplicar a voces una canción, pero no empieces desde la primera canción a pedir la que te gusta en cada cambio, porque es un rollo y una falta de respeto por el resto del trabajo del artista. Además ya he comentado que a los demás no nos gusta especialmente tu voz cuando chillas, así que ni te cuento cuando te pones repetitivo.

10) Tus saludos a la estrella

Sí, yo también pienso que el cantante me mira de vez en cuando. Nos pasa a todos y es guay, pero es un efecto óptico, pura inercia, él sólo ve cabecitas y, como mucho, distingue a los de la primera fila. No te empeñes en saludarle cada vez que crees que te mira porque a) no te mira y b) molestas con el brazo levantado



(Qué agusto me he quedado)

12 comentarios:

Vinou dijo...

Uy! Qué desagobio!
Casi orgastico :-)

Anónimo dijo...

conclusión: La Casa Azul tiene que ir al Bernabeu en el próximo concierto.
Y no me vengais los guais con que no quereis que sea un grupo de masas, yo lo que quiero es que Guille, el genio, se forre como se merece y que lo haga un poco menos el Bustamante, un poner.

Anónimo dijo...

Joder, quién diría que lo pasaste de p.m. en el concierto. ¿Me lo parece a mí o nos estamos volviendo un poco cascarrabias como los abuelos? (y que conste que yo no estuve ni soy el que tanto te dio la lata)

Anónimo dijo...

super a favor de tu guía de las buenas maneras conciertiles!!!










bss enormes










AlvaritoGafasDePasta

Anónimo dijo...

AGDP, por qué lo haces todo a doble espacio?

Dr. Malcolm dijo...

oseatío, si te molesta que mis colegas y yo entremos así y nos pongamos en primera fila para cantar las supercanciones de willy pues como que te vayas con tu ipod al fondo que nosotros nos gusta supersudar y supercantar a supergritos que para eso pagamossss... y, por supuesto, que nos mira a nosotrossss, que somos superfanssss


es coña, claro. Completamente de acuerdo. Si al final, tanto leer de LCA que voy a tener que ir a un concierto de esos, leñe.

Anónimo dijo...

Dwalks, el líquido, ¿era blanco y en botella?... Lo que me imaginaba.

Y ¿no había matado el iPod a la estrella de Rock? Para la mayoría de los grupos, un concierto ya es en sí mismo un acto iconoclasta. Si además conoces a sus fans se convierte en deplorable. "No formaría parte de un club que aceptase a gente como ellos". :P

dwalks dijo...

no entiendo nada de lo que has dicho, vinou

completamente de acuerdo mog, g.m. merece estar forrado, aunque le acabariamos odiando, como a todos.

por supuesto que me lo pasé bien en el concierto! canté, bailé y todo eso. este post va dedicado a los cuatro de siempre que piensan que el concierto es en su honor.

M. dijo...

Tu y yo vamos a tener que hablar seriamente... ¿qué tienes contra las que no llegan al 1,60? eh??? venga, contesta si te atreves!!!!

dwalks dijo...

no tengo nada en contra, mujer, pero es un hecho que vivimos el mundo desde perspectivas distintas, es un hecho

Anónimo dijo...

No puedo estar más de acuerdo contigo. Pero también es cierto que me he vuelto un poco cascarrabias, esto antes, reconócelo, no nos pasaba.
Saludos

dwalks dijo...

la verdad es que sí borja, un poquito más irascibles sí que nos hemos vuelto, pero de todo la vida ha habido el revientaconciertos de turno. y tambien hay conciertos conciertos...

esto es sentido común más que otra cosa, no va por la gran mayoría, desde luego, porque si lo hubiera dirigido a todo el mundo en general, el problema lo tendría yo ¿no?

esto va sólo para los cuatro hostiables que, por cierto, siempre me tocan a mi cerca.