martes, abril 26, 2005

B.A. (V)

Segundo día de trabajo, bastante intenso, por cierto, y lo mejor de todo ha sido la comida. Como hoy ya quedábamos menos, como un tercio de los que éramos ayer, la organización nos ha llevado a comer un sitio de categoría en el que hemos degustado comida argentina hasta que se nos ha salido por las orejas. Menos mal que ya habíamos terminado la reunión, porque si no hubiera sido un auténtico suplicio aguantar despierto un rato más:

Entrantes

Ensalada de rúcula con champiñones y tomates secos. Algunas escamas de parmesano. Aliñada con aceite de oliva y acceto balsámico. Desde hoy mi ensalada favorita. Cada día soy más fan de la rúcula, porque me parece el término medio perfecto entre la lechuga y la escarola. El otro día probé un pizza con toneladas de rúcula por encima (las pizzas son de otro mundo aquí) y cuando me la acabé, casi me pongo a pegar voces de la emoción.

Luego nos han sacado para compartir unas cuantas cositas a la parrilla, no demasiada cantidad, que ya había probado estos días pero no me ha importado en absoluto.

- Chinchulines de ternera: Esto es intestino churruscado pero no da nada de cosa, aunque para mi es muy fácil decirlo porque a mi me gusta prácticamente todo. A quien no le gusten las vísceras puede que incluso tuvieran una oportunidad para los chinchulines, porque quedan totalmente crujientes y con un sabor que no recuerda en absoluto a indoor.

- Matambrito tiernizado: Estamos hablando de palabras mayores. Estamos hablando de una pieza de carne que aparte de ser fina como ella sola, tiene un sabor que hace que cuentes los trozos del plato común en el que se sirven para ver si te puedes comer alguno más.

- Provoleta: Queso provolone fundido en la propia parrilla. Por sí solo podría resultar un poco aburrido, porque es queso a pelo, pero si alternamos trocitos de provoleta entre los de matambritos y chinchulines varios, como efectivamente hemos hecho, acabas pensando que estos argentinos son unas personas muy inteligentes.

Plato estrella

Sin pensármelo dos veces, me he calzado un bife de chorizo que aún se me saltan las lágrimas cuando me acuerdo. Los argentinos me han explicado que es la costeleta sin hueso ubicada en la cara externa del lomo del animal, pero yo me atengo a la definición de Chs, que viene a decir que es un filete como una cama, de tres dedos de gordo. Yo me lo he pedido poco hecho y eso era gloria. Con dos pasadas de cuchillo conseguías cortar el trozo, y cuando te lo metías en la boca, sólo querías que no se acabara nunca. Qué cacho carne, qué rica, qué tierna, qué bonita, qué jugosa, qué sabor, qué gordo soy.

Postre

Pankeke de dulce de leche: El clásico de los postres por aquí. El dulce de leche es lo que sale cuando pones leche a hervir, le echas azucar a saco y te pones a remover cuatro horas. El sabor es parecido al de la leche condensada puesta al baño maría, pero éste tiene un nosequé que está más rico. El postre en sí consiste en un crep relleno de dulce, con un poco de chocolate fundido por encima. Casi nada. Para que os hagáis una idea, ha sido cortar el crep por la mitad y desparramárseme al instante el dulce de leche por todo el plato, pura crema. Demoledor.

Hoy por la noche nos llevan a un espectáculo de tango que hay por aquí, que según el tipo argentino de la organización, no es el clásico chow que le endiñan siempre a los turistas, así que puntos a favor. Sólo vamos ocho porque se supone que hoy se acababa esto y casi todos cogían su avión de regreso hoy, aunque yo mañana tengo que terminar unos asuntos que tenía pendientes con los argentinos y me quedo otro día ;). A ver qué tal sale el tango-cena, ¿no?.

Y para acabar hoy, reproduzco una perla extraída de una conversación con el chileno durante un coffe break:

(tras un intercambio de palabras intrascendente)

yo: ¿así que tienes cuatro hijos?
héctor: sí, cuatro hijos. tres varones y una hija, el mayor tiene tu edad más o menos.
yo: pues no está mal, teniendo en cuenta que yo todavía no tengo ninguno haha! -cachondo que es uno
héctor: ya... además, cada uno lo tuve con una mujer diferente, me casé cuatro veces ja ja ja -cachondo que es el otro también.
yo : eso tampoco está nada mal... - sonriendo pero con cautela.
héctor: no, no está nada mal, no, pero el problema son los nombres- algo pensativo.
yo: ... - sorbo al café
héctor: la primera mujer que tuve quiso que el chico tuviera el nombre del padre, así que le pusimos héctor. luego vino la chica con mi segunda mujer y luego el tercero con la tercera. cuando mi cuarta mujer se quedó embarazada, y, aunque conocía a mis otros hijos, quiso que le pusiéramos al chico el nombre del padre. así que también le pusimos héctor.
yo: ¿entonces tienes dos hijos que se llaman igual?
héctor: tengo dos hijos que se llaman igual, héctor, como el padre.
ambos: (sorbo al café y mordisco al bollito que teníamos en la mano)
yo (reponiéndome): pues si te soy sincero, es la primera vez que oigo una cosa así.
héctor: ya imagino, ya, ja ja ja. yo tampoco lo había visto nunca

Pues eso, que ya tengo nuevo ídolo.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay derecho. Menudas vacaciones con el título "hay que ver lo mucho que trabajo" te estás pasando al otro lado del charco. Un festín por todo lo alto con el broche final del tal Héctor. Por cierto, ¿no habrás soñado a ese personaje después del quincuagésimo gin&tonic?

Un beso (me gusta tu blog)

dwalks dijo...

héctor es un personaje real y de carne y hueso, despite of the gintonics. aunque no te creas, no me disgustaría que fuese un producto de mi imaginación, aunqe no puede ser, no llego a tanto.

el secreto de mis vacaciones está en currar un huevo cuando toca y pasármelo a morir todo el tiempo. no falla.

La de la ventana dijo...

Yo también tengo un ídolo: y lo encontré él día en que descubrí tu Qué bien lo cuentas, no quieres que se acabe nunca, nunca, cuando llegas al punto y final das gracias por haber llegado hasta aquí y lamentas el tiempo que has estado sin disfrutar tantísimo leyendo algo...
Eres el mejor, Dwalks. El bife de chorizo de la blogosfera.

La de la ventana dijo...

...el día en que descubri tu blog, queria decir...

_R_ dijo...

Tio, supongo que pediste el tupper con las sobras ('me lo pone para llevar, es para el perro')

Anónimo dijo...

_R_... ¿sobras? Prestas menos atención que yo, eeeeeeh??! Dudo que sobre la mesa quedaran moléculas de lo que en algún momento fue comida :-P

would dijo...

Vuelve al restaurante.

Tony Tornado dijo...

Mira, que iba a leer el post pero paso, tío. Acabo de llegar a la ofi, no he desayunao, tengo un hambre que pa qué y en cuanto en visto que empieza con un menú, me he dicho "déjalo pa cuando tengas el estómago lleno".

Eso sí, un bkchu de los míos y te "comméntele a él" un poco más tarde...

Anónimo dijo...

Bueno ,bueno, hummm...como te lo estás pasando ,eh?
Yo adoro esos tomates secos, y me cuesta mucho encontrarlos. Tráete un tarrito y me lo mandas por e-mail,andaaaa...

Anónimo dijo...

Eso no es nada. Mi madre tuvo a sus hijos con el mismo. Y se empeñó en que tenía que poner a todos su nombre (el de ella). Y así lo hizo. El mismo nombre, con alguna variante. Le falló que no salimos clónicos.

Como se puede suponer, nuestra identidad telefónica era un caos.

Más o menos como la aguja de tu báscula!!!

po dijo...

ya echaba de menos el menú del día en tu blog!! arf, encima me pilla a mediodía.
Tu Héctor es un personaje para peli, te lo digo yo.

Johan Schnabel dijo...

Creo que el Héctor con sus hijos Héctor y Héctor te tomó el pelo, o quizá no supiste captar su fino humor chileno...

Troy dijo...

68 de rúcula de la ensalada con 56 de los champiñones y 20 por cada tomate seco. 115 del parmesano. 92 del aceite de oliva y acceto balsámico.

No contamos la pizza con toneladas de rúcula por ser de otro día, pero la cantidad está acumulada en el bote total que empezaras a apreciar a tu retorno al hogar.

365 del intestino churruscado si lo ponemos al nivel del hígado.

360 del Matambrito tiernizado que como dices que es fina, poniendo que fuesen unos 100 gramos.

136 por cada 50 gramos de queso provolone.

393 (record!) del bife de chorizo y tirando a la baja.

Unas 1.700 calorías pa’tucuerpoMacarena (ja!)

Pero para que veas que lo hago sin acritud; no voy a calcular el postre. Y te perdono el vino que seguro que regó el festín, por todas las abdominales y saltitos a la comba que te costará quemar todo eso.

Troyteodiaeldiaquehaempezado“acuidarse”

Pd: Se nota que no tengo naaaaaada que hacer más que comments desde la terraza de casa, tomando el sol y bebiendo una deliciosa Coca-cola (Light, eso sí)