jueves, diciembre 20, 2007

Navidades atípicas

Tras unos años de tener unas Navidades estándar, sin grandes variaciones, este año parece que tocan cambios. Desde Valencia, en un hotel de Alboraya lleno de bustos romanos, mosaicos y olor a mar, y sin más dilación, ahí van:

No hay lotería. Los últimos cinco años había jugado al número de mi anterior empresa. Tres décimos religiosamente con la excusa de que era lo único que jugaba y que si me tocaba, que me tocara bien. Mañana vuelvo a Madrid y me he planteado comprar un decimito en le primera gasolinera de carretera que vea. Me da buenas vibraciones, pero de momento, no hay lotería este año.

No hay cesta. Lo mismo, el hecho de haber cambiado de empresa y estar currando solo, ha hecho que lo de la cesta navideña sea un bonito pasado. No me importa demasiado porque con el cambio podría comprarme unas cuántas, pero tengo que reconocer que el no haber cargado con un pernil este año, me ha dado un poco de rabia.

No hay cenas de empresa. Esto me mola. Si había una cosa que me daba pereza infinita eran las comidas de empresa. Este año como no me la haga yo sólo (la comida) me da a mi que no va a haber. A cambio quedé un día con Kurt, que trabaja a mi lado, para ir al Fast Good, aunque él ha tenido como cuatro comidas de empresa este año.

No hay decoración navideña en el curro. Otro cambio para bien. A estas alturas, mi anterior oficina parecía un todo a cien, con tanto espumillóng y tanta bola de purpurina. Este año lo más navideño que hay en mi despacho es un calendario con la página correspondiente a diciembre. ¡AL FIN LIBRE!.

No hay Asturias. Este es el tercer año que no voy pero no deja de ser una cosa rara después de tanto años yendo sin falta. Creo que asociaré toda mi vida las navidades a esa casa en el monte en la que nos juntábamos 20, sin salir ningún día de copas y sin teléfono, porque ¿no son eso las navidades? ¿las que vivimos cuando somos pequeños?. Supongo que si algún día tengo hijos reeditaré una nueva versión pero, hasta entonces, estos años de transición las pasaré un poco de puntillas. Me dan más pereza que otra cosa. Y nostalgia un poco, pero poco.

No hay tranquilidad. Tiene peligro dar por hecho que las cosas van a ser siempre igual. Supongo que en mi familia (hablando en términos macrofamiliares, desde las abuelas hasta los primos hermanos) hemos sido muy afortunados hasta ahora, por eso este año que uno de los nuestros nos ha dado un buen disgusto, el clima va a ser raro, no es fácil ver pasarlo mal a gente que conoces desde que naciste. Pero bueno, vamos a pensar en positivo, porque si algo tenemos es que somos una familia del copón.

¡Felices fiestas! Seguiré por aquí posteando algo, que si algo me mola en Navidades es que no parezca que se haya ido todo el mundo, y yo contribuiré a ello.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

me acabo de acordar leyéndote que yo no he comprado la lotería del trabajo y ya verás qué risa como toque a todos y yo me quede de pobre...

Iván Payá dijo...

Mog, yo estoy en las mismas ...pero casi peor. El otro día ¿perdí? ¿me robaron? la cartera en el metro, con un décimo de lotería de los compañeros de la ofi dentro. Como toque...

Anónimo dijo...

a nosotros la empresa nos regala (sin retencion ni IRPF) 3 euros de loteria a cada uno. como toque, encima te quedara el remordimiento de estarle eternamente agradecido al gilipollas del DG.

feliz navidad!

Mescalina dijo...

entonces, ¿tu familia no mira el jamonero vacío con nostalgia y luego a ti con odio?

¡Vaya! igual solo pasa en mi casa ;-)

Corredero dijo...

Pues oyes, tu dirás lo que quieras, pero lo de no tener jamón es una putaa.
Y lo de romper tradiciones familiares y eso, también. No me imagino sin cenar con mis hermanos...

J dijo...

Pues yo no he jugado en mi nueva empresa pues porq se me olvidaron las pelas los 2 días(ya ya sé que debería ir aunque sea con 20 € en el monedero) y tengo 2 décimos a medias de mi antigua empresa y uno a última hora de mi otra ex ex empresa, conclusiones, q como ves, confío en que toque en las que yo no estoy, cuestión de suerte vaya. Lo de la cesta no mola nada y no te lo creerás pero sabía que escribirías sobre ello, es un palo la verdad.
Pues Feliz Navidad y todas esas cosas que se dicen en estas fechas :)

Hans dijo...

En la Asociación Provincial de Estibadores de Plantas de Jardín, de la que como es sabido soy Kappellmeister, decidieron hace unos años, a instancias de los Sindicatos (ya se sabe, esos rojazos, dijeron algunos) cargarse la cesta en beneficio de un abono económico (qué vergüenza, cómo se cargan el espíritu navideño, dijeron otros). Ayer, en una de esas reuniones que toca hacer a toda hostia justo antes del cierre del ejercicio, observé a cuatro sindicalistas, cuatro, echando el moco por la cesta perdida, tan entrañable, y a un jefe de personal (saliente) comentándole a un jefe de personal (entrante) las cautelas a adoptar ante esos mocos cayentes: 'ahora pretenderán reintroducir la cesta, manteniendo el pago, para luego entrar en un bucle'. Pais.
El jamón de este año, btw, lo trajo QuietaLeona. Una paletilla de Guijuelo muy rica. Estoy frustrado, no soy yo quien (como todo macho dominante debería hacer) ha aportado al hogar el necesario jamón-navideño-familiar.
Hale, que me voy de cena navideña.

Hans dijo...

Por cierto, trataré de ser como tú y mantener la blogosfera viva a lo largo de estos días tan entrañables y tan nuestros.

Anónimo dijo...

Yo me compré un décimo en LLanes donde tocó el gordo!! Hoy, Navidad, no quero más langostinos, patés, lechazo, turrón....
FELIZ NAVIDAD!!
R.M.

Corredero dijo...

¡Feliz 2008!. Y eso...