lunes, diciembre 25, 2006

Primer asalto, superado

Este es el segundo año consecutivo que paso las Navidades en Madrid y estoy encantado de la vida. Los últimos años de Navidad en Asturias tenían un punto rollo que ya me costaba asumir, y vale que mi abuela está muy mayor, que estas fechas le hacen ilusión y que hay que ir a verla, pero pasar tres días encerrado en una casa colgada de un monte era algo que ya había perdido el encanto de cuando era pequeño y casi era algo que hacía para quitármelo de en medio. Vale que también molaba pasar unos días con mis primos, pero ellos ya tienen su vida y yo tengo la mía, así que no tengo ningún problema en reconocer que prefiero ir en otras fechas y quedarme tranquilo en mi casa sin aguantar atascos, sobredosis familiar y excesos gastronómicos fuera de toda lógica. El año pasado, que no fuimos porque mi madre se puso mala y éste, por otras circunstancias, han sido mis mejores Navidades de la última década.

El viernes 22 estaba reventado tras trabajar el día después de la cena de empresa. En un principio me planteé salir, que yo para eso siempre me acabo liando, pero al final me quedé tomando cervezas en mi barrio con mi hermano y con Chs, plan que me pareció un gran acierto. A la una en la cama y más bien que nada. Me tocó una lotería que le compré a una compañera de trabajo que siempre me coloca la papeleta del carnicero de su pueblo y no sé cómo decirle que me olvide, pero mira, creo que al final son quince euros (jugué tres).

El sábado 23 pasé el día descansando y echando una mano con las compras navideñas, que no es plan de que se lo chupen todo en casa. Luego anduve llenando un poco mi iPod y organizando un poco mi iTunes, que siempre voy dejando lo de meter el nombre de las canciones que no salen para el final y se me va de las manos.

Por la noche quedé con Elza, Mr Blueberry y Agr para salir. Empezamos tomando unas cañas en nuestro punto de partida de siempre y luego estuvimos un rato en el Top Of The Pops, que ya dije hace unos posts que es un garito que hemos incluido en nuestra ruta y lo usamos para la primera o segunda copa. Cuando estuvimos nosotros había un par de modernos pinchando pop guitarrero y no estuvo mal, porque alternaban jits con canciones menos conocidas y a mi eso me mola.

Después nos pasamos por el Costello, otro clásico de nuestras salidas, y nos fuimos a la planta de abajo a bailar, que se estaba fenomenal de todo, de gente y de música. Ahí ya nos pillamos el puntillo y nos empezamos a animar de verdad. El Costello lo solemos usar, en una salida estándar, para tomarnos la copa de antes de ir al sitio definitivo donde terminemos la noche (El Sol, Nasti, Ochoymedio, Elástico...). Nos gusta y nos suele funcionar, pero vamos, que tampoco hay obligación, no sé por qué saco estos algoritmos si ni siquiera lo hacemos conscientemente.

Acabamos en el Elástico. Esa noche pinchaba
Miqui Puig y yo tenía muchas ganas de ir a verle.
Ya he contado que, para mi gusto, Miqui Puig hizo uno de los mejores discos nacionales de 2004, "Casualidades", y desde entonces no ha sacado nada, aunque se supone que "Miope" tendría que haber salido en verano de 2006. Miqui da pocos conciertos y pincha bastante por Cataluña, porque él es de un pueblo de allí. Además, Miqui Puig era mi gordo favorito, aunque ya no, que ha adelgazado y se ha quedado en la mitad como se puede ver en la foto, que es de un concierto del directo de "Miope" allá por verano.

A mi me parece un tipo con mucha clase, muy bien vestido y que sabe un montón de música, no os dejéis llevar sólo por su época de "Los sencillos", este tío es un genio del pop.

Pues nada, entramos al Elástico, saludé a Moz y a unos amigos que encontré por allí y vi a Miqui apoyado en la pared de al lado de la cabina esperando a que le tocara pinchar, que antes le tocaba a otro. Me fui con Mr Blueberry a hablar con él para exigirle que sacara el disco ya y Miqui nos dijo que le encantaría pero que no tiene panoja para producirlo en condiciones. Nosotros le dijimos que no podíamos creérnoslo, que conocíamos a mucha gente que le encantaba su música y que nos parecía increíble que nadie le echara un cable. El nos dijo que ya, pero que en la industria musical esto funcionaba así, la panoja para los de siempre. Estuvimos hablando con él un buen rato de música y de mas cosas y estuvo encantador, igual que nosotros. Me gustó que un par de veces hicimos amago de despedirnos para no parecer dos fans lubricando, y él nos seguía dando palique y preguntándonos cosas. Le dijimos que estaba estupendo, pero que también estaba estupendo antes, se moría de risa y se dio un par de palmadas en la barriga. Es que cómo estaba antes, mirad la foto. Superfan de Miqui Puig, comprad (o bajaos al menos) el "Casualidades", merece la pena. Me lo voy a poner ahora mismo mientras termino el post, que hace tiempo que no lo escucho.

La sesión de Miqui fue buenísima, puso cosecha propia (no sus canciones, que eso es muy cutre, me refiero a música de la que a él le gusta), temazos muy bien escogidos, jits para nos defraudar a los modernos, de todo y perfecto. Bailamos todo el rato (hasta Agr, asombroso) y acabamos pelín tocados, pero muy muy bien. Nos reímos mucho porque nos lo estábamos pasando de miedo, no hubo tregua, ni un bajón en toda la sesión. Yo medio ligué al final de la noche pero no hice nada porque cuando llevaba diez minutos hablando con una chica, lo que debía ser un novio-amigo suyo me miraba con ojos de asesino a tres metros de nosotros. Tuve un momento de lucidez, dije "oye, creo que aquí estorbo", y seguí bailando. Paso de líos. Para colmo, cuando nos fuimos a casa, no tardamos ni diez minutos en encontrar taxi, una noche perfecta.

Por cierto, este es el tema que ha explotado ahora y, para los que no frecuenten estos ambientes, que hay que medio saberse si salís algún día por estos sitios. En todo los locales que estuvimos el sábado lo pusieron en algún momento (y la semana pasada también). Yo lo conocí por Mogkumo hace un par de meses y ya lo había oído en algún bar últimamente, pero ahora es su momento en los bares modernos de mierda. Hace dos meses fue el Young Folks, que empezó de repente a saco también.

El domingo 24 no hice nada hasta por la tarde. Después de comer quedé con Chs, PrimaP y Mca para tomar el café y luego me fui corriendo a Bilbao a tomarme otro con Kurt, Would, CF y Agr. La verdad es que fue un poco decepción porque a las seis y media estaban cerrando todo (hasta los Starbucks) y nos tuvimos que meter al Café Comercial, ese sitio tan clásico, caro, rancio y de reviejos. Echamos una hora de risas, porque con estos siempre es así, y luego se nos unió Berlín un ratito, que hacía tiempo que no la veía. Nos deseamos felices fiestas y cada uno a su casa.

Por la noche cena familiar en mi casa, muy bien, estuve muy a gusto y no me rayé nada con las voces de la gente. Destacar el capón relleno que hizo mi padre, que aparte de lo bueno que estaba, seré sincero, lo que más me llamó la atención fue que hay que ver cómo se ponen los pollos de gordos cuando les cortan los cojones, parecen burros.

Después di una vuelta con CF y Agr apuntándome a uno de esos planes tan surrealistas que genera CF por una de sus amistades, que incluyen estar invitados en los reservados de todas la discotecas "de nivel" de Madrid, ser la envidia del sitio al que vayamos por ir acompañados de (por ejemplo ayer) modelos famosas venezolanas que quitan el hipo y que se te restriegan al bailar, aunque tú no bailes, y que nos inviten a todo. Lo digo desde el fondo de mi corazón, mis amigos saben la pereza que me dan estos planes, no me gusta nada este mundillo del figureo y suelo evitarlos. A ellos tampoco les va demasiado, pero lo toleran mejor que yo y, cuando salen con ese plan, es porque les invitan y hay que reconocer que también hay alguna gente maja, pero bueno, yo me lo paso bien con ellos ahí para comentar acerca de los personajes que van apareciendo, y de las cosas que dicen, de vez en cuando tiene su gracia. Todo tiene su gracia viéndolo con la actitud adecuada, y qué coño, si me invitan... ayer me lo pasé bien y como no bailaba esas músicas, tuve una conversación muy interesante sobre lo aburrido que yo era con un pibón semidesnudo que tenía cada teta más grande que mi cabeza. Claro, supongo que ella no entendía muy bien que no estuviera babeando, siguiéndole los bailes y riéndole las gracias como todos, pero lo mejor fue la cara que puso cuando le dije que a mi me gustaban más las chicas con una camiseta, unos vaqueros y sin pintar demasiado, aunque tampoco tenía nada en contra de lo otro... se hizo un poco de silencio. Ella no se ofendió ni nada, pero se picó un poco, cambió el chip y siguió hablando un buen rato conmigo de por qué había venido de su país, lo que hacía aquí y esas cosas. Yo le conté un poco de mi vida, y oye, pues se podía hablar con ella. Al final me dijo que seguía siendo un rollo por no querer bailar "ritmos latinos" pero que era muy majo, y yo le dije que gracias y que estaba encantado de transmitir esa imagen.

Hoy lunes 25, he comido en casa de mi tía, he vuelto a casa, he hablado bastante por teléfono, he visto Macht Point con mi familia, he cenado sobras y me he puesto a escribir esto.

viernes, diciembre 22, 2006

Comida de empresa

Acabo de llegar de la comida oficial de la empresa. Mi intención era comer, tomarme un par de copas y volver a casa. Acabo de llegar a casa relativamente borracho porque al final me he tomado mil copas, qué quieres con tres horas de barra libre, y me he reenganchado al plan postcopas. Qué mal escribir borracho, pero pongo mucho cuidado en la ortografía aunque tenga que escribir muy despacio.

He hablado de cosas que no debería con gente que me cae regular, tengo un móvil apuntado de una persona que me dará mucha vergüenza ver mañana y huelo a tasca. Encima llevaba un traje bueno que podría tirar directamente a la basura, aunque no está manchado ni nada. Huele mal.

Aunque parezca lo contrario, no he hecho el ganso, no he bailado casi y he hablado mucho bien con gente también. En ese sentido he cumplido lo que me había prometido. Son la una pero tengo sensaciín de seis de la mañana. Si estoy escribiendo es porque tenía el e-mule enchufado y me he puesto a mirarlo. Al final me he puesto a escribir y debería estar durmiendo.

No me gustan las comidas de empresa, preferiría que no existieran, aunque luego se me olvida.

jueves, diciembre 21, 2006

Tapas de amor

Todo el mundo sabe que las mejores tapas de mi barrio se comen en el
bar-resturante que hay bajando las escaleras que dan a la pérgola. Es
agradable porque es pequeño, tiene tele para ver los partidos, te ves
con gente a la que no verías si no fuera porque bajas ahí, no sales
oliendo excesivamente a fritanga y la camarera está enamorada
precisamente de mi.

Soy consciente de que esto suena a fantochada y quien me conozca
afirmará que es algo a lo que yo me he esforzado por quitarle madera
durante los dos últimos años, pero es una verdad como un templo. Lo
sabe mi hermano, que también baja, los amigos de mi hermano, mis
amigos, vecinos, gente que no me conoce de nada, generalizando, casi
cualquier habitual del bar. Ella se lo cuenta a todo el mundo como la
cosa más normal del mundo, y algunos me lo cuentan a mi, pero ella no
va en plan psicópata, no es eso, simplemente esto es un barrio y, al
final, si eres una camarera de un bar conocido en la zona, acabas
hablando con todo el mundo de tus cosas. Dice que le parezco muy guapo
(en fin...), encantador (y eso que yo mantengo un poco las distancias)
y siempre le pregunta a mis conocidos, nada disimuladamente, que si
saben cuando voy a bajar, incluso a mis padres un día que bajaron. Aún
recuerdo el día que mi madre me comentó que le daba a ella que la
camarera del bar me había echado el ojo "¿ah sí? pues ni idea, mamá".
La chica a mi nunca me ha dicho nada y, salvo que es muy maja conmigo
y que me pone unas tapas por la cara que no son ni medio normales cada
vez que pido una cerveza, nunca me hubiera dado cuenta por mis propios
medios, aunque esto es muy frecuente en mi, que me entero siempre el
último de todo.

Al principio me llegó a incomodar la situación, sobre todo cuando
empezaron las coñitas incluso de gente con la que no tenía mucha
confianza, luego me fui acostumbrando y, a día de hoy, este historia
casi forma parte de mi vida. De todos modos, es algo que olvido
frecuentemente, que tampoco bajo todos los días, o, cuando me acuerdo
de repente, o alguien se esfuerza por refrescarme la memoria, pienso
que ya no puede ser posible. Por ejemplo, hoy me he pasado por casa de
Chs a ver a la niña y a recogerle porque íbamos a ver el partido a
este bar, y la hermana de Chs me ha comentado "¿qué? ¿a ver a tu
prometida?" y yo "anda, anda, que eso ya fue hace mucho tiempo... pero
mira que sois pesados" y ella "pues a mi me pilló un día por banda y
venga a decirme lo majo que eras y que a ver cuando bajabas" y yo
"joder ¿pero hace cuánto de eso? Siglos por lo menos..." y ella "pues
fue la semana pasada". Así va esto... yo no entiendo nada.

El caso es que a mi ella no me gusta, ni siquiera como
fantasía-con-la-camarera, pero con el rollo este de las tapas, mis
amigos se han apuntado al carro y ahora quieren venirse todos a mi
barrio a tomar las cervezas. Las primeras veces me daba un poco cargo
de conciencia, pero como yo veía que ella encantada de la vida, pues
he ido cogiendo confianza y simplemente me limito a pedir las
cervezas, que ella ya se encarga del resto. Eso sí, muy buen rollo, yo
hablo con ella tan normal, ella me saca conversaciones de vez en
cuando en las que recuerda cada palabra que le dije la última vez que
hablamos, y mientras, mis amigos por ahí alrededor mío poniéndose
hasta arriba por la cara. A veces me da un poco de vergüenza ver las
tapas que me pone a mi comparadas con las que les pone al resto de
clientes, aunque estén justo al lado y hayamos pedido a la vez, no se
corta un pelo y se pasa un poco. Y como se nos acabe la tapa, nos pone
más sin pedir otra caña, es una pasada.

Hoy me he tomado cinco cervezas con Chs, y creo que ninguno hemos
podido cenar cuando hemos vuelto a casa. Supongo que habrá quien
piense que no es elegante contar estas cosas cuando tratan de uno
mismo, pero es que esto ya es otra cosa.

lunes, diciembre 18, 2006

Cosas del finde, más listas y mucha blogosfera, la verdad

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domingo, diciembre 17, 2006

Versión Beta de la comida de empresa

El viernes celebramos la comida navideña de trabajo, pero no la oficial de mi empresa, que se hace en un sitio grande de renombre, con camareros que tienen formación, y que es como una boda pero sin novios, sino la que nos montamos los del departamento por nuestra cuenta. Al final tampoco es demasiado íntima porque somos unos treinta, pero tiene más encanto que la otra. Desde hace un par de años, hartos de que nos timaran con esa estafa llamada (en cantidad, precio y cantidad) "menú navideño", y con ánimo de popularizar los precios para que nadie dejara de venir por la panoja, decidimos hacerlo en un sitio de menú del día. Por quince euros por barba, un primero, un segundo, postre, café y pelotazo en un salón cerrado para nosotros. ¿A alguien le importa relmente lo que come ese día? Pues eso mismo pensamos nosotros y, mira, un éxito al que nadie le saca defectos, porque siempre le puedes decir "¿y por quince euros qué quieres, hija?".

Después, lo de siempre, como soy casi el único de mi departamento con vida nocturna, empezaron los "Dwalks ¿a dónde nos vas a llevar este año?" "Dwalks ¿vamos a ir a un sitio raro de esos que te gustan a ti?", porque no sé como, pero los últimos años soy el responsable de buscar un sitio donde podamos tomarnos las copas de después. A mi me da la risa, porque encontrar un sitio donde se lo pase bien todo el mundo (teniendo en cuenta el rango de edades de mi departamento) es medio imposible, pero al final veo a todo el mundo mirándome e intento acordarme de sitios donde pongan un poco de todo, no sean guarderías y nuestro tan heterogéneo grupo (en edades, ideologías políticas y estética) no desentone demasiado. Todo esto tras unas copas en el irlandés de siempre con música pachanguera, y otro sitio que se le ocurrió a alguien y fue un error. Tras pensar un rato, decidí que nos fuéramos al Penta (unos veinte), que bueno, yo no voy nunca pero a nadie le tira para atrás (le vale igual a un reviejo, que a una bisbalera que a un triste), y más teniendo en cuenta que casi se me meten en el Speakeasy una vez que me despisté en una curva. Teníais que haber visto a los richars cómo nos miraban, y yo ahí metiéndome a sacar a la gente con su pedo para afuera "no, no ,no, que aquí no, que aquí no nos lo pasamos bien...".

Al final no estuvo mal en el Penta, la gente se lo pasó bien, bailaron, bebimos, algunos se arrimaros demasiado, el pedo gigante recayó en los las la de siempre y, nada, por lo menos nadie dijo que menuda mierda. Sinceramente, me importa un huevo, pero en el fondo me jodería que fuera un fracaso.

Al final nos quedamos cinco (ahí ya si éramos un grupo más homogéneo, tres chicos, dos chicas), y a la una nos fuimos a tomar un kibá, que nos supo de muerte. Me gustan mucho esos momentos tan decadentes, con mil copas encima, de estar reventado, de estar con gente con la que nunca sales y tampoco tienes demasiado que ver, y de repente tener un momento de respiro en el que te sientas, comes algo en cualquier antro y te quedas en silencio o hablas de cosas que no tienen ninguna relevancia pero crean una especie de vínculo, aunque sólo sea esa noche. Ya no estás ni borracho, pero ese no tener noción de la hora que es ni de cómo has acabado en un sitio con la gente que tienes delante en ese momento, siempre me ha parecido que tiene algo.

Después del kibá recibí la llamada de Elza, que andaba por El Sol con Agr y dos compañeros de universidad a los que me apetecía mucho ver, hacía siglos que no sabía de ellos. Convencí a mi grupo para acercarnos y nada, para allá que fuimos andando. Abrazos, más copas, bailamos un poquito (qué bailable estaba El Sol el viernes a primera hora, ¡milagro!) y a las cinco a casa, que Agr me llevaba en coche y no estaba el tema taxi como para arriesgarse a coger uno. Por cierto, uno de los dos compañeros a los que vi después de tanto tiempo está como una puta cabra, me quedé un poco flipado. Mi teoría de que una gran parte de la peña está un poquito fatal, va cuadrando.

Echando cuentas, quince horas de jarana, que para no ser consumidor de drogas, no está nada mal. Y eso que se me pasó por la cabeza durante la semana lo de "una copa y me busco otro plan".

jueves, diciembre 14, 2006

Ida y vuelta a Zaragó, con suceso

Hoy he tenido uno de esos viajes tan rollo que a veces tengo de ida y vuelta en el día, he ido a Zaragoza, tierra de Hans, de la Leona, de Astredu y de Iván Payá, y medio tierra de Mog y Elza, ahí es nada. Zaragó, definitivamente la ciudad bloguera del año en Itwalks (¿hay alguien más de allí?). El caso es que ahora tengo un montón de sueño porque hoy me he levantado a las 5.45 para llegar al AVE y he aparecido de nuevo por casa a las ocho (de la tarde, que el AVE va rápido pero no tanto).

El caso es que iba yo tan a gusto en el AVE, con la música puesta en las orejas y untando bien de mantequilla el bollo del desayuno, que ya se sabe que es lo mejor de cara a las Navidades, cuando de repente he visto por el rabillo del ojo como el tipo que estaba a mi altura, al otro lado del pasillo, ha dejado caer su periódico al suelo. Yo, que iba totalmente obsesionado con mi desayuno, en un principio he pensado "jo, que mala educación tiene la gente, se cansa de leer el periódico y lo tira ahí, con ese desprecio, en medido del pasillo...". Pero el caso es que no me he podido aguantar y le he mirado así de refilón a la cara, no sé por qué. Cuando se la he visto, he visto a un zombi. El tipo, un chico trajeado de unos treinta y cinco, tenía la mirada perdida y balanceaba levemente su cabeza, muy raro. Instintivamente, he bajado el volumen de mi iPod y he mirado a su compañero de asiento (venían juntos) que también había comenzado a mirarle un poco extrañado. Pues nada, en un momento se ha desencadenado todo. De repente, el chico-zombi ha empezado a ponerse rígido, a respirar fuerte, a poner los ojos en blanco y a hacer ruidos así "ggghhhnnaaghhhnnggg, ooooonnnggrrggggnnn, nnnngggggggjjjjjj", que yo no sé si los hacía con la garganta o con la nariz, pero daban muy mal rollo. Estaba teniendo un ataque epiléptico.

Yo me he puesto bastante nervioso por dentro, porque aquello iba a más y no sabía qué hacer, pero sí sabía lo que era aquello porque conozco gente que ha tenido estos ataques y me ha contado como son, o que me los ha contado de otra gente, y la verdad es que era clavadito a lo que me había imaginado. A todo esto, el chico cada vez se ponía más rígido, hacía más fuerte los ruidos y comenzaba a encorvar la espalda en el asiento como si se estuviera estirando como cuando tienes sueño, pero con las manos agarradas a los reposabrazos que yo creía que los arrancaba. Yo estaba literalmente acojonado, en diez segundos nada más, y su amigo estaba peor que yo, y sólo le decía "¿qué te pasa? ¿qué te pasa?". A mi me ha salido del alma llamar a la azafata, que andaba por el otro lado del vagón, y yo no sé por qué coño se me ha ocurrido gritarle "¡SEÑORITA! UN PASAJERO SE ENCUENTRA INDISPUESTO", que luego lo he pensado y ha sido bastante patético, pero bueno, también efectivo, porque ella se ha ido corriendo a llamar a alguien que supiera qué hacer en estos casos, que era lo que todos queríamos.

Entre tanto, alguien ha gritado en plan peli "¡qué no se trague la lengua!", que es una cosa que siempre me ha dado mucha angustia pensarla, y mira, ahí estaba yo en primera fila con una lengua a punto de ser engullida por su propio dueño. Su amigo, que el pobre estaba como un flan, ha hecho un intento por hacer algo por la lengua del chico, y en vez de meterle un trapo para que lo mordiera, o algo, que era lo que yo pensaba, sólo se le ha ocurrido apretarle los mofletes con una mano intentando que no cerrara las mandíbulas, así que menudo número, encima de que nuestro paciente ya daba mal rollo con los ruidos y los ojos en blanco, ahora le estábamos dejando con cara de monchito. Pero bueno, es que todo estaba siendo tan rápido que no nos salía otra cosa.

Yo, que era el pasajero desconocido más cercano, quería hacer algo pero no sabía qué, así que sólo se me ha ocurrido cogerle de una mano para sujetarle y que me la estrujara todo lo que quisiera, así estirando el brazo de lado a lado del pasillo, deseando desde lo más profundo de mi corazón que fuera el método secreto y no descubierto hasta ahora para curar la epilepsia, pero me parece que lo único que he conseguido es darle afecto en esos momentos tan duros para él y en estas fechas tan señaladas, porque el chico seguía con su movida y ya casi estaba haciendo el pino puente en su asiento, ante nuestros aterrorizados ojos.

(Llevo como veinte segundos de ataque nada más, que ya digo que todo pasaba muy rápido. Sigo:)

En esto que se ha empezado a acercar más gente, como dos personas, y hemos intentado ponerle derecho en su sitio y tenerle controlado para que no empezara a hostiarse vivo, pero qué duro se había puesto el tío, era imposible moverle, así que simplemente hemos procurado que no se nos fuera cambiando de asiento ni de fila dando botes, porque empezaba a tener convulsiones y era difícil tenerle quieto. Todo esto con su amigo ahí apretándole los mofletes para seguir intentando que no cerrara las mandíbulas, pero dejándole más feo que Picio, y yo dándole apoyo moral cogiéndole su mano con mi mano en plan superpoderes, qué cuadro, de verdad, reconozco que estaba un poco bloqueado, parecía un poco irreal todo.

Cuando se nos empezaba a ir un poco el tema de las manos, el chico de repente ha hecho "plop", ha vuelto en sí, y se nos ha quedado mirando con cara de alucinado. Ha dicho con una perfecta voz de presentador de telediario "¿qué pasa?". Y todos nos hemos quedado sin saber qué hacer, como si no fuera posible eso. Su amigo le ha dicho, para que no se pusiera nervioso "nada, nada, que te has mareado un poco" y él ha dicho que no "que sólo se había quedado un poco dormido". Era alucinante que no se hubiera enterado de nada. Todos los del vagón hemos ido poniéndonos bien en nuestro sitio otra vez, y él estaba como flipando, pero a mi me ha dado en la nariz que ya sabía lo que era, tampoco se le veía demasiado sorprendido luego... no sé. Ha empezado a llegar personal cualificado del tren a verle, luego un ATS, pero él decía que se encontraba perfectamente, así que poco a poco han ido dejándole tranquilo, aunque de vez en cuando se pasaba alguien a ver qué tal todo.

Luego, como yo estaba al lado de ellos, me he quedado poniendo un poco la oreja a ver qué era lo que le contaba su amigo, porque cuando se le ha pasado el susto ya le ha empezado a contar bien la historia y yo oía, aunque muy bajito y entre bisbiseos, como le imitaba los ruidos que había hecho durante el ataque y todo, y diciéndole cosas como "...bsssbssbbs... y tío, hacías así como nnggooo... oouugghnnngggh, así, como la niña del exorcista y ...bsssbbssbsbs", y descojonándose bastante para quitarle hierro, aunque el otro estaba con un corte encima brutal. Superafavor del amigo.

Yo he hecho el resto del viaje bastante nervioso por lo que había pasado y bastante intranquilo, porque el chico luego ha intentado dormir el resto del viaje y yo tenía un poco de cosa por si le volvía a pasar, pero al final no. También he pensado que por qué en las escuelas, en vez de tanta religión, anatomía de la danza, o alfarería birmana, no pondrán como asignatura obligatoria un buen curso de primeros auxilios, me he dado cuenta de lo básico y necesario que puede llegar a ser, igual que me dado cuenta de que hoy por hoy soy un inútil en estos casos y que me gustaría poner remedio. Tengo que hacerme uno en cuanto pueda, no puedo ir así por el mundo. Y vosotros tampoco.

miércoles, diciembre 13, 2006

Listas

Me encantan las listas en general, pero sobre todo las que salen en Navidad. Siempre he sido muy seguidor de los reportajes de los mejores momentos del año, en especial de los más dramáticos, que los van poniendo tragedias en plan del 40 al 1 y la inquietud va creciendo según se van acercando al top 10, donde no sabes si el siguiente puesto lo ocupará la muerte de una folclórica, la extinción del último ejemplar de una especie, o la decapitación que una cámara captó en directo en algún allá por primavera, que es cuando te dicen "estas imágenes pueden herir la sensibilidad de algunas personas", que yo ahí le digo a todo el mundo que se calle para poder verlo mejor, mi padre lo lleva fatal. Por supuesto los tres últimos puestos son los más diplomáticos, con catástrofes naturales acontecidas durante el año o sucesos de muertes masivas que conmocionaron al mundo en algún momento. Son clasificaciones terribles conceptualmente, pero tienen un poder de atracción y morbo comparable a pocas cosas, por lo menos para mi. Lo curioso es que sólo me interesan cuando me las presentan en forma de lista al final del año, porque luego las noticias de sucesos cotidianas no me interesan nada.

Ahora con los zappings que tenemos todos los días en la tele, la cosa ha perdido un perdido un poco, porque probablemente la mayoría de lo que nos pongan ya lo habremos visto en algún programa semanal o algo, que también soy bastante fan, pero me siguen encantando las listas del año con "lo más gracioso", "lo más embarazoso", "lo más sexi" o "lo más violento". Por supuesto, opino y comento todo el tiempo y voy haciendo porra sobre la marcha de quién o qué va a ganar. Nunca acierto y digo que todo esa lista es una puta estafa, pero como me pongan otra clasificación de algo a continuación ya se me olvida todo y nada, a seguir opinando y a montar otra porra. Jwalks me entiende muy bien con esto, es mi compañero favorito para ver clasificaciones.

Ahora con esto de los blogs resulta que hay más listas. Llega final de año y todos los que andan enteradillos en temas musicales (aparte de las webs musicales, que suelen tener algún que otro interés comercial que las limita) sacan sus lista de lo mejor del año, que me encanta porque viendo dos o tres de gente de la que más o menos te fías, tienes todo el trabajo hecho para bajar o comprar cosas que seguro que molan y que no se te había ocurido que existieran, que es que hay demasiada música. Los que comentamos, nos ofendemos con según qué puestos y pedimos explicaciones de por qué esto o por qué lo otro. Es genial, a diferencia de la tele tienes dos productos por el precio de uno, la satisfacción que da poder leer una lista, y la posibilidad de poner verde al autor si te apetece, que esto con la tele no se puede. Más listas por favor.

Yo, entre que ando un poco escaso de posts últimamente porque ando muy liado y entre que el tema listas me apasiona, he estado dándole vueltas a cuál podría hacer yo, pero no se me ocurría nada, o de lo que se me ocurría no tenía suficiente material como para montar algo que me pareciera realmente válido. No escucho suficientes discos enteros como para poder ordenarlos objetivamente unos detrás de otros. Con las canciones por separado aún peor, cambio de opinión rapidísimo y la que ayer me parecía la bomba, hoy no la pondría. No leo tanto como para poder recomendar libros y no me gasto suficiente dinero en actividades culturales ni en restaurantes como para ver/probar todos las cosas que hay para hacer una clasficación digna. Al final salgo siempre por los mismos sitios, así que hacer una lista de los mejores sitios del año, sería totalmente subjetiva, y pasaría como con todo, tendría la sensación de que me dejo la mitad de las cosas por el camino. Y luego hay temas siniestros tipo "top blogs que más me han gustado en 2006", "mis mejores amigos del año", o "las diez mejores gayolas del año" que, si bien se me han pasado por la cabeza y podrían generar algún interés, pues no es plan porque tengo una vida y no me apetece que tampoco cambie demasiado después de publicar la lista.

Mi conclusión es que no tengo huevos para hacer una lista y punto, porque no es tan difícil, pero le daría tantas vueltas que al final la subiría diciendo "no me convence nada", y así no. He decidido ser sujeto pasivo en este aspecto, disfrutar de las de los demás, y quien quiera saber lo que me gusta ( o lo que me gustaba en un momento dado) que fisgue por el blog que igual encuentra algo.

Hoy me han dado la cesta de Navidad, que es uno de los mejores momentos del año (mi cesta es de una calidad, que no cantidad, espectacular) pero también uno de los peores. Pesa mucho y tiene un asa plana de plástico que se te clava en la mano al llevarla y te corta la respiración de los dedos, que se te quedan con unas marcas granates muy desagradables. He salido tarde del trabajo, he recogido mi cesta (que es una caja, mejor dicho) y la he llevado a empujones hasta el ascensor. La he sacado a la calle y los diez metros de la salida ya he tenido que hacer mi primera parada. Con el segundo esfuerzo he cruzado la calle y he llegado a la otra acera casi chillando del dolor, a base de unos pasitos cortos muy poco atractivos para las mujeres, pero súmamente eficaces. He cogido un taxi y el taxista se ha empeñado en hablar un rato de mi jamón. Hemos llegado a mi casa y he tenido que parar una vez antes de llegar al portal porque no soportaba el dolor en los dedos. Cuando iba a abrir la puerta del portal he visto que una vecina de mi edad, de toda la vida, estaba sentada en un banco que hay dentro con una amiga. Les he pedido con las cejas que me abrieran por favor y la amiga se ha levantado a abrirme la puerta. Me ha gastado una broma con que si eso se quedaba ella el jamón cuando entraba a trompicones con la cesta, y yo le he contestado que si se acercaba a más de un metro del jamón estaban muertas las dos, y que hablaba en serio. Se ha reído y yo también, pero cuando he mirado inconscientemente a mi vecina para ver si se reía ella también, resulta que estaba llorando por algo como una madalena. No he dicho nada y me he ido al ascensor.

Mientras esperaba por el ascensor y oía los suspiros y sollozos de la chica, por un segundo me ha dado cargo de conciencia haber entrado en ese momento con una caja llena de productos ibéricos entre mis pies más contento que la castañuela de Nacho Canut. Si hubiera hecho una lista de los momentos más absurdos que he vivido este año, éste hubiera sido un claro aspirante al top 1.

domingo, diciembre 10, 2006

El puente

Siempre que hay un puente de estos largos llega el último día y me da la sensación de que me he perdido algo, de que hubo un momento por ahí en medio en el que no me di cuenta que se pasaban los días. En fin, me pasa lo mismo con las vacaciones de verano y con todo lo bueno en general, así que en vez de enredarme en estos pensamientos tan absurdos, me limitaré ha hacer una especie de lista con las cosas que he hecho este puente, que esa es otra, soy consciente de que últimamente me marco unos purazos de post interminables, y no quiero entrar en esa dinámica. Ale, ahí va:

- He salido todos los días menos hoy, que es domingo y me he limitado a hablar por teléfono, navegar por internet, sobrealimentarme, pasar a DVDs los 11 gigas de música que tengo y actualizar mi iPod con un motón de cosas que me había bajado y ahí estaban muertas de risa. Todos los días he tenido planes distintos y me lo he pasado muy bien, me apetecía mucho pasar este puente en Madrid después de tanto viaje.

- Me he dejado la pseudobarba que me sale que parezco un francotirador serbio, pero bueno, es un hecho, tengo una mierda de barba. Si con treinta años sigue siendo irregular y de densidad heterogénea, es que va a ser así toda la vida, nunca seré un oso. Eso por no hablar de las tonalidades pelirrojas que predominan gracias a los genes de mi abuelo de Asturias, que es que éramos clavados. Una mierda de barba, insisto.

- El sábado pasé un día estupendo son Jwalks. Nos fuimos a comer juntos y luego nos pateamos medio Madrid en busca de la chupa definitiva para Jwalks, que necesita una y yo puse a su disposición todo mi apoyo y criterio estético. Como estuvimos seis horas y pico de pingo, ya de paso tomamos cafés, vimos todas las tiendas del mundo, paseamos por sitios que nos gustan y nos metimos en la exposición de la Fundación Telefónica, que estaba bastante bien, pero nos tuvimos a salir corriendo porque nos dio por imitar a Chiquito y nos dio la risa cuando vimos las fotos grandes que hay en la pared de la izquierda, según se entra al recinto, que eran muy de ponerse a imitar a Chiquito. Menos mal que ya lo habíamos visto todo. Al final nos volvimos a casa sin chupa, pero nos lo pasamos muy bien.

Una cosa curiosa que nos pasó fue que cuando salimos del restaurante para empezar nuestro paseo y bajábamos por Malasaña, vimos a un indigente salir de unos chinos. Lo típico, desaliñado, abrigo largo, chándal, pantuflas de cuadros de estar por casa, una bolsa de plástico de algún súper colgando de la mano... Jwalks y yo tratamos de rodearle para evitar que nos pegara todos sus gérmenes y enfermedades venéreas, y cuando ya casi le habíamos superado le miré a los ojos y resultó ser Er Manué, que se había levantado de la siesta y a él y a Maggie (su feliz marido) les había entrado capricho de chocolate, y se había bajado así vestido a los chinos a comprarlo. Qué fuerte, el mundo gai ya no es lo que era y así se lo dije, que me parecía muy fuerte todo. Manué, te recuerdo que sigues perteneciendo a la especie humana y que el destino te cruzó conmigo para que te replantees tus estilismos post-siesta, piensa en ello. Eso sí, un diez en actitud, nunca he visto a nadie con tanta dignidad en una situación así, la cabez alta en todo momento, sí señor.

- He entrado en unos recreativos después de diez años o así. Fue el jueves, con Agr y CF. Ibamos por GranVía y no sé por qué pero nos metimos en unos recreativos gigantes que hay bajando para Plaza de España, ni siquiera lo hablamos... nos metimos como por telepatía. Estuvimos jugando a encestar canastas, nos picamos muchísimo, nos dejamos un pastón y salimos con una sudada vergonzosa. Todo esto al ritmo de lo de Lorna.

- He visto de gorra la película del banderas porque el padre de un amigo nuestro es el dueño de un conocido cine (sí, tú tienes un DVD, pero hay gente que tiene un cine) y nos cuela. La peli mala, mala, mala... Pretenciosa a tope y buscando que cada segundo de film fuera una combinación de personaje carismático, efecto visual impactante (ninguno original) y frase para la posteridad. Y claro, al final un pastiche que te entraba la risa, era como si Banderas hubiera querido meter en su peli todo lo que le ha molado de todas las películas, videos musicales y series de televisión que ha visto en su vida, y es una pena, porque si hubiera sido un poco más sencillita, no hubiera estado mal.

- Enganchadísimo al texano Micah P. Hinson, sobre todo el último "Micah P. Hinson and the Opera Circuit". Entre ayer y hoy he empezado a escuchar también lo anterior, pero este último disco me ha parecido un descubrimiento y lo tengo todo el día dale que te pego, eso sí, el disco también tiene dos o tres cortes infumables, pero sin duda el disco del puente. El video que dejo es de una actuación para una radio de "Diggin' a grave", y aunque al del banjo se le ve un poco torpe con los dedos en los punteos, da un idea de lo que es. El resto de videos de Yoytube tienen un sonido pésimo, así que ni lo intentéis, mejor ir directamente por el disco. Es algo más que country, y lo digo yo que en la vida he escuchado country. Y sí, Micah es feo de cojones.

- He ido a El Sol un par de veces y he visto pies las dos veces, que es cuando más me gusta. Esto de ver los pies lo inventó Elza hace tiempo y es cuando llegas pronto (una media hora antes de que cierran todos ls bares de alrededor y se llene en diez segundos) y está medio vacío y te das cuenta de que la gente tiene pies en El Sol, porque luego está tan lleno que imposible. En El Sol siempre me lo paso bien y no me envenenan. Los dos días he salido de allí bastante tarde.

- Hemos incluido oficialmente en la ruta de bares al "Top of the Pops" . Yo sabía que existía desde hace algunas semanas, pero no lo había explotado mucho. Después de un par de días yendo, sobre todo el sábado, que estuve con Elza muy pronto y se estaba de muerte charlando con una copa y con un musicón que nos estaban poniendo casi para nosotros solos (joder, parecía que había hecho yo el setlist, todo lo que pinchaban me gustaba, y no era exactamente lo que anuncia el myspace del local) lo añadimos sin dudarlo. Encima es grande y amplio, excepto el baño. Al final fui a decirle a la chica que pinchaba que todo fenomenal porque había poca gente y no me pareció mal ni de pesado. Es que me gustó todo lo que puso, todo, ni se pasó de comercial ni de raraquémodernasoy, todo muy en su punto. Ahora volveré otro día, o iréis alguno a verlo, y fatal, ya lo verás...

- El sábado llevé al Susan a unos amigos, que es lo que hago cuando ando por la zona, porque es un sitio que le gusta a todo el mundo, aparte de molar objetivamente. Para mi es el sitio perfecto para un par de copas de las de la mitad de la noche, después de la primera y antes de ir a algún antro a morir. En realidad quedé con CF y un amigo, y nos juntamos con Becaria y dos amigas suyas que no conocíamos, y que eran muy majas, pero en fin, no es por ser frívolo, pero esta especie de citas a ciegas siempre despiertan expectativas, a veces desmedidas... Allí estaba Juan, que es un tipo que de vez en cuando va por allí, y estuvimos charlando un rato que hacía mucho que no nos veíamos. No me sacó una sola palabra de mi vida sexual en China, y sí me presentó a su mujer Eva, a.k.a. Ajo Venegas, a.k.a. Sra. de E-life, y que tía más simpática. Y qué alta es, se lo dije, aunque yo soy más alto, y eso que salí sin tacón. Un placer, en serio.

- He fumado demasiado, tengo que dejarlo ya.

lunes, diciembre 04, 2006

Finde review: Siesta, casa de Uma, y tecnología

Este fin de semana he vuelto a la normalidad, que ya apetecía después de casi dos semanas por ahí fuera. La verdad es que enganchar dos fines de semana sin salir (también me pasó cuando fui a Estados Unidos) hace que cojas con ganas el primero que te toca después del viaje. Obviamente, este finde tocaba hacer checklist de amigos y eso es lo que he hecho, verlos a todos.

Viernes

El viernes llegué de trabajar y lo primero que hice fue echarme una siesta de cuatro horas. Ni siquiera disimulé... llegué a casa, saludé y dije que me iba a la cama. Me puse el pijama, bajé la persiana, silencié el móvil y me dormí. Entre el cambio de horario que aún arrastraba y que los tres días que había trabajado entre semana habían sido un agobio, estaba roto. Y es que viajar mola mucho, pero la vuelta es un infierno. Llegas a la oficina y el montón de papeles, e-mails y llamadas que te están esperando hace que desees no haberte ido nunca, porque de verdad que te mata. El caso es que tanto miércoles como jueves fueron jornadas de doce horas y el viernes, que se supone que voy a comer a casa, al final comí a las cinco, y todo con el descoloque que traía de China, así que esa siesta fue merecidísima y super respetada por todo el mundo.

Me desperté y quedé con Agr, que me vino a buscar a casa. Nos fuimos a tomar algo por el Moe y por el Lolita, pero estábamos bastante cansados y cuando terminamos de contarnos todas nuestras cosas hicimos un amago de marcharnos a casa. Al final se nos ocurrió ir a donde están construyendo mi casa para ver cómo iba, que hacía un mes de la última vez que me pasé. Cogimos el coche y, cuando estábamos de camino, llamó CF para decirnos donde estaba. Le dijimos que íbamos a ver mi casa y que luego nos pasábamos por el bar en el que estaba.

Cuando llegamos a la obra, serían las dos de la mañana, comprobé con alegría que ya habían elevado un piso. Hace un mes fui y sólo estaban los cimientos, así que parece que están currando. Creo que fue la primera vez que he tenido la sensación de que eso iba a ser mi casa. He pasado por varias fases: casas bajas, casas bajas tiradas, solar, agujero, cimientos... y nunca me había hecho tanta ilusión como ayer. A ver si me la terminan de una jodida vez, que ya les vale con el retraso, se supone que el próximo enero tenía que haber estado terminada y mira.

Volvimos con CF y nos dimos otra vueltecita, acabando en un sitio muy peculiar por la zona de Francos Rodriguez. A veces yo no sé como acabamos en sitios tan raros...

A las seis, Agr me dejó en casa.

Sábado

El sábado me vino a buscar Kurt por la mañana a casa, cogimos mi coche y, tras recoger a Six en su casa, nos dirigimos a la sierra madrileña a hacer una visita a Uma, que nos había invitado a comer a su casa. Allí estaba ella, con Pablo y con su hijo Bruno, que está guapísimo y muy mayor. Hacía un año y pico que no le veía y alucino con cómo crecen los niños. Allí nos juntamos con otro amigo y entre los seis nos atizamos la crema de calabacín y el pavo con salsa que nos había preparado Uma, qué rico, además de la exclusiva tarta que llevamos Kurt y yo (de la que no recuerdo el nombre de la pastelería, Kurt me va a matar) y el kilo de helado de Giangrossi, que llevó el otro chico, de tiramisú, casi nada.

Nos lo pasamos muy bien de sobremesa, como siempre, porque con esta gente te ríes y estás a gusto de verdad, y al final yo acabé totalmente fascinado con un video que Uma le había puesto a Bruno (2 años) en el portátil. Era de animales en plan teleñecos y yo acabé enganchadísimo, sentado al lado de Bruno y sin quitarle el ojo a un mono que presentaba al resto de los personajes, entre ellos el pájaro tropical, el elefante y un delfín que le escupía agua al mono y le asustaba todo el rato. Igual me lo bajo del e-mule, porque me parece lo más, sín ironía.

A las siete ya nos bajamos a Madrid bajo el diluvio universal, dejé a Kurt y a Six en sus respectivos hogares, y yo me fui corriendo a casa a pintarme el ojo, que había quedado con Elza y un amigo suyo en el centro.

Estuvimos los tres tomando cañas en el Bulevar, donde tuvimos un breve cameo de Would, que había salido del concierto de "Yo la tengo" y se encontraba sólo, así que se pasó a tomar una con nosotros. No se quedó más porque tenía dolor de cabeza por haber tomado demasiado champán en el casino la noche anterior, y, con estas premisas y con un amigo con este tipo de aficiones, comprenderéis que desvíe el tema y no que me interese mucho seguir dándole protagonismo.

Fuimos al Costello, que estaba francamente bien, y como no, acabamos en El Sol. Yo llegué un poco tajado, pero en plan mal. Llevaba tiempo sin beber y las tres copas que me había tomado, en vez de darme el puntillo, me habían dado sueño. Aún así aguanté un poco, ´dejé de beber alcohol, y al final remonté y no estuvo mal. Conocí a un de las tías más tronadas que he conocído en mi vida, así que ya sólo por eso mereció la pena. Al final me fui solo a casa, que la gente tenía sus asuntos y sus cosas, y ¡oh milagro! encontré taxi en menos de media hora. Dios existe y estaba en Gran Vía el sábado a las seis de la mañana..

Domingo

Hoy me he levantado tarde y he hecho una de las cosas favoritas de mi padre, levantarme para ir a comer directamente, buf, qué ojos me pone. La verdad es que el arroz con bacalao y el hígado encebollado que ha hecho estaban para ponerle un piso, qué máquina y con qué hambre me lo he comido.

Luego hemos vivido uno de esos momentos tan bonitos de mi familia, que es cuando los domingos nos ponemos después de comer en contacto con mi tío de Estados Unidos (con el que estuve hace un mes) con el ordenador, porque como los domingos viene mi abuela a casa, pues así le ve por la webcam, y ya de paso nosotros también. El caso es que mi hermano pone el ordenador en la mesita del salón, pone la webcam, y todos ahí alrededor hasta que aparece mi tío en la pantalla. Lo que pasa es que, entre que hay un poco de retardo y que mi abuela le habla al ordenador gritando y cuando le sale del higo, pues eso empieza a liarse y a ser un poco delirante, y las conversaciones acaban siendo absurdas. Mi madre, se empieza a poner nerviosa con mi abuela y acaba diciéndole "mamá, pero que no te está diciendo eso, espérate a que termine de hablar que nos vas a voler locos a todos", así que mi tío oye a mi madre y le contesta a ella, pero mi abuela no se entera (está un poco sorda) y le pegunta a mi tío que qué ha dicho, mientras mi madre está contestando a mi tío, y con el retardo y todo el lío, pues empiezan a sucederse los "¿qué?"... "¿cómo?"... "qué?" "esper... ¿qué?" "di.. dime".... así que a mi padre se le hinchan los cojones y pone en modo-padre, e intenta parar a todo el mundo y explicarlo para que nadie se líe, pero mi abuela, que en esos momentos pasa de mi padre porque está viendo a mi tío en la pantalla, pues le dice que le ve más gordo, y mi tío se pone a explicarle que no está más gordo y que es por la cámara, que le achaparra la cabeza, mientras mi padre sigue explicando que debemos esperar un poco para empezar a hablar, y mi madre le dice a mi abuela que se calle que mi padre está hablando, y mi tío empieza "¿que?... quién me habla?" y nosotros "¿cómo?".. nada,nada... "¿qué?"... y así todo el rato, así que de media hora que hablamos, igual conseguimos hilvanar seis frases coherentes. Mi hermano y yo nos limitamos a mirarnos.

Luego por la tarde he estado con Agr y CF y con unas amigas por la Latina, tirados por unos sofares con cojines de un garito y tomando tés, y luego nos hemos ido Agr, CF y yo a mirar una cosa a Zara para la novia de Agr, que se la pidió hace un mes, ella viene el viernes y aún no había ido a por ello, así que estaba muerto de miedo por la que le podía caer. Luego nos hemos dado una vuelta por el centro, de cine en cine, pero todas las películas que nos molaban habían empezado hacía media hora, parecía de coña, así que hemos acabado renunciando y hemos dado un paseo por el centro para ver las navidades en plan dominguero, que hacía siglos que no lo hacía. Tras comprarme unas castañas asadas que casi se han cepillado los gumias mis amigos, hemos acabado tomando unas cañas viendo el fútbol y volviendo con nuestras amigas iniciales a La Latina. Nos hemos tomado algo con ellas y Agr y yo nos hemos ido. He acercado a Agr a su casa, he conducido un rato por la divertidísima M-30, y quince minutos después he llegado a mi casa. He cenado boquerones y sobras del arroz.