miércoles, septiembre 21, 2005

Jo, qué noche!

Anoche me desvelé y lo pasé muy mal. Ayer se me juntó un serio agobio en el trabajo, de estos que a veces surgen cuando a todos tus marrones, ocho en concreto, les da por decir a coro "eh, dwalks, mira qué mala pinta tengo, estoy a punto de explotar y no dudaré en salpicar mucha mierda como me dejes para otro día". Mi jefe sin paciencia por un lado, los clientes llamando por otro, correos a tutiplén y una sensación de desbordamiento que me hicieron salir del trabajo infinitamente tarde y con la sensación de que ya nada volvería a ser lo mismo en mi vida, sensación momentánea, vale, pero real. Para rematar la faena, me equivoqué de café a las once de la noche y me tomé uno con cafeína pensando que era descafeinado, aunque no le di mucha importancia tampoco, porque estoy acostumbrado a los excitantes blandos. Entre pitos y flautas me metí en la cama a las doce así y fue entonces cuando empezó la verbena. No me dormía.

La cosa empezó, grave error por mi parte, cuando empecé a darle vueltas a todo lo que tenía que hacer hoy en el trabajo, en plan "así lo tengo fresco para mañana". Y no, en la cama no hay que pensar, en la cama se duerme, se hace apología del amor propio si es que eres soltero como yo, o se escucha la radio, pero no se piensa en cosas serias, que se te hacen un mundo. Si es un problema de trabajo, acabas concluyendo que te van a echar y no volverás a encontrar trabajo nunca; si es de amores, que te van a dejar (y no volverás a ser querido jamás); si es de panoja, que acabarás siendo un indigente de cartones... Vale que también coincidió con que era un día en el que andaba un poco vacío en lo personal, me imagino que ayudado por la sensación de enmarronamiento que tenía, que no me había dejado disfrutar de una sola hora de luz del día, nada importante, pero sí uno de esos días tristones, apagados, de los de sentirse algo solo. No sé como llegué a esa situación pero el caso es que de repente estaba agobiadísimo en la cama y dando por hecho, según mis cuentas, que por mucho que trabajara el resto de mi vida, fines de semana y festivos incluidos, no conseguiría terminar todo lo que tenía pendiente. Cuanto más pensaba más negro lo veía y más cosas me surgían "joder, encima tengo que irme a China y todavía no lo he movido casi...", "y las facturas...", "y no he contestado a ése que es la tercera vez que me deja un menasaje...", "y tengo que preparar la presentación para la semana que viene...", "y la auditoría que nos van a hacer...." ahhhh

...

Las 2:00

Hubo un momento en el que fui consciente de que estaba siendo víctima de un ataque de pánico nocturno y decidí hacer terapia. Me puse el hablar por hablar y me salió una señora diciendo que estaba triste porque se le había muerto el marido y se le había suicidado un hijo. Precisamente lo que necesitaba, planteamientos existenciales. Me puse muy triste por la mujer esa y apagué la radio porque empezó a llamar más gente con más desgracias, menos uno que me encantó que decía que como su novia no se había casado con él, pues ella tenía que devolverle todo el dinero que le había dejado para recargas de móvil, unos 240 euros. Llamaba para eso y apagué la radio cuando colgó. Más vueltas y más laberintos en la cabeza. Intenté hacer técnicas de relajación en plan sentir el peso de mis pies y de mis brazos o recorrer el interior de mi cuerpo como si fuera un microbio, pero cuando comenzaba a quedarme dormido no podía evitar pensar "por fin ya me estoy quedando dormido" y me volvía a despertar por la expectación que yo mismo me creaba. Cambiaba de postura una y otra vez y se me salían las sábanas por los pies, que no lo soporto, y las posturas que cogía empezaban a ser surrealistas, tipo boca arriba y con las piernas cruzadas, o de lado con una pierna tapada y otra no. Desesperante. "y además tengo que limpiar la base de datos...". Las 3:00.

Me levanté un rato y bebí agua. Me volví a acostar, y al rato me levanté al baño, me volví a acostar. Un poco de aquello también. Me acordé del tabaco y pensé que qué bien me hubiera venido un cigarro para relajarme. Menos mal que sabía que no había tabaco en casa, porque si no, hubiera fumado fijo. Y sé que no había tabaco porque ya un día de mono anduve rebuscando por toda mi habitación y no había. Decidí apuntarme esquemáticamente en un papel todo lo que tenía que hacer para hoy, que se lo oí decir una vez a alguien, y tardé unos quince minutos. Las 4:00. A la cama. Más vueltas, los ojos como platos.

Cuando me he despertado hoy no recordaba cuándo me dormí exactamente, pero debió ser entre las cuatro y media y las cinco menos cuarto, con lo que hoy estoy currando con la mísera reserva de dos horas y media de sueño. Mientras me duchaba he confirmado mis sospechas: aparte de, obviamente, lo horriblemente dormido que estaba, mis problemas de hacía dos horas y media me parecían en ese momento, bajo el chorro de agua, pequeños contratiempos con los que había que meterse hoy un poco en serio y ya. Lo que me revienta es que ya sabía que iba a ser así, que nunca nada es para tanto y que por la noche te agobias si te enredas con la cabeza, pero nada, cuando te da, es que te da.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Huy, y eso que tienes la suerte de poder trabajar un día más, porque nosotros en Barcelona tenemos fiesta este viernes y es una putada porque hay menos tiempo para trabajar.

Ves cómo todo podría ser peor, tonto?

lulu on the bridge dijo...

Eso es que comiste algo en la cena que te sentó mal. Para estos casos siempre va bien tener a mano alguna peli del Garci o ver un partido de golf por la tele, te duermes en un parpadeo.

Y si necesitas animarte, pues yo de ti haría que Shakti me invitase a bcn a disfrutar de las fiestas de la Mercè. Al volver vas a dormir muy a gusto.

Anónimo dijo...

Me gusta el final. Casi creía ya que querías que me sintiese culpable.
En fin, que no te preocupes, cuando llevas tres meses durmiendo una media de tres horas le coges el gusto y todo.

J dijo...

bueno, yo diría q ayer fue un día extraño, de esos q atentan contra uno.

kurt dijo...

y por qué no me llamaste? Que mientras tu nodormías en la cama, yo estaba en los bares haciendo unas coreografías muy curradas al ritmo de lo de GottoCox.

Anónimo dijo...

lo bueno es que sabes que son noches que pasan y ya está, tampoco puedes hacer mucho, todo está en la cabeza...pero prueba a ponerte música o a comer helado en el sofá viendo unas teletiendas con productos tan útiles como un escurre lechugas, el super limpiador de cristales, los sujetadores de coña etc etc etc

Anónimo dijo...

ojalá no supiera de lo que hablas...
pero es lo que dices, cosas que pasan... y pasan

Anónimo dijo...

En momentos así es legítimo fumarse un canuto. No se considera cigarro y no se te puede penalizar.

Anónimo dijo...

A ver, aquí unos cuantos consejitos bien experimentados para dormirse:

1- y preventivo: no comer queso. No me preguntéis por qué, pero el porcentaje de personas que comen queso por la noche y luego no pegan ojo es elevadísimo.

2- vas a la nevera y pillas lo que sea menos queso. Te preparas, por ejemplo un sandwich bien rico con mucha mayonesa y algo de mortadela.

3- atacas a la caja de bombones que guardabas para los invitados

4- te fumas un pitillo (si es que fumas)

5- coges el libro más aburrido, ése que te regalaron hace cuatro Navidades y si duras más que 5 páginas, mal asunto. Entonces pasas al punto 6:

6- si no ayuda nada de 1 a 5, entonces una pajilla rápida y a dormir.

Ann O'Nadada dijo...

Esas noches son lo peor... Yo suelo acabar pensando en que se me muere gente cercana para ponerme a llorara.... es (y soy) un poco lo peor... Y además son las noches en las que más veces me levanto a ponerme cerdo a la nevera...

Por favor que no me llegue una de esas noches en la próxima semana...

Anónimo dijo...

Una noche de esas son las de mi última semana...

Menos mal que mañana termina todo
(esta vez el findelmundo cae en jueves...)

Hans dijo...

No puedes hacerte idea de lo que te entiendo. Me pasa con desagradable frecuencia. Creo que un día de estos dejaré todo y volveré al rock'n roll, y que le den a la vida burguesa; volveré al tabaco y que le den a la salud; volveré al jack daniel's a morro y que le den al Lagavullin en copa balón; volveré a las juergas desaforadas...
... y no, de eso nada.
En todo caso, me temo que la conciencia es el peor error a estos insomnes efectos (que tan bien conozco). Poder pasar de todo debe ser la hostia.

dwalks dijo...

Respondo al questionario de Milena, que me ha gustado, aunque no le de la razón en nada:

1- y preventivo: no comer queso. No me preguntéis por qué, pero el porcentaje de personas que comen queso por la noche y luego no pegan ojo es elevadísimo.

comí queso curiosamente, pero no pregunto por qué. teniendo en cuenta que un alta porcentaje de las personas españolas pica algo de queso en la cena, tampoco es tan rara la coincidencia si duermes mal un día. descartada la teoría en favor de todas las noches dormidas a pierna suelta tras zampar toneladas de queso.

2- vas a la nevera y pillas lo que sea menos queso. Te preparas, por ejemplo un sandwich bien rico con mucha mayonesa y algo de mortadela.

ya, eso sienta bien y el queso en cambio mal. me pierdo, milena, me pierdo.

3- atacas a la caja de bombones que guardabas para los invitados

incapaz de comer chocolate con los dientes cepillados. es pura mánía, pero no me gusta. además, el chocolate es excitante.

4- te fumas un pitillo (si es que fumas)

tú te quieres llevar mal conmigo, no?. ¿sabes que he dejado de fumar hace tres semanas? eso no se hace

5- coges el libro más aburrido, ése que te regalaron hace cuatro Navidades y si duras más que 5 páginas, mal asunto. Entonces pasas al punto 6:

incapaz de leer por la noche. podría no dormir con tal de no cerrar un libro que me guste. si no me engancha, no puedo ni con un párrafo, pero no me da sueño.

6- si no ayuda nada de 1 a 5, entonces una pajilla rápida y a dormir.

a ver, que no soy nuevo en esto... no funcionó.

en general, yo creo que todos hemos pasado por esto alguna vez, cada uno con sus problemas, y sabéis que no hay nada que hacer.

_R_ dijo...

todo hombre de bien debe tener un cajon de la mesilla repleto de barbitúricos.